Sus pisadas resonaban por el largo pasillo, una de las enfermeras ya le había proporcionado bata, cofia y cubrebocas, no hubo ningún problema para que lo dejarán pasar, su padre lo conocía desde que era un niño, e iba a jugar con Jungkook todas las tardes, sintió una gran nostalgia al recordar aquellos bellos días en los que nada les preocupaba, no guardaban apariencias, no tenían el peso del renombre de sus familias sobre sus hombros, no tenían que lidiar con las sanguijuelas que se acercaban a ellos por conveniencia, eran felices y no lo sabían, como tampoco sabían que la felicidad no dura para siempre... la llegada de Jisoo cambiaría demasiadas cosas en sus vidas...

Al entrar a aquella fría habitación de hospital y ver a su mejor amigo postrado en aquella cama, con vendajes en la cabeza y el resto de su cuerpo,  conectado a un respirador, monitores, y varios cables, mangueras y  más, le hizo sentir una opresión en su pecho. El odiaba ser sentimental, se odiaba a si mismo por no preocuparse más por él, tal vez las cosas hubieran sido diferentes si él hubiera ido a hacerle compañía la noche que lo llamó por teléfono antes de su accidente...

Llamada entrante...

—Oye idiota, ¿Si sabes que son las putas tres de la mañana cierto? —

—Lo siento princesa, ¿Arruiné tu sueño de belleza?—

—¿que mierda quieres Jeon?—

—necesito un favor Yugyeom—

—no tengo ganas de follar contigo, tal vez otro día— el pelirrojo hablaba con la voz adormilada, arrastrando las palabras...

—ja-ja muy gracioso— el peli negro se quedó en silencio unos segundos...

—¿Hola?— el pelirrojo cree que la llamada se ha cortado pero su amigo aclara su garganta antes de seguir hablando...

— Me iré por unos días a Francia, pero quisiera que me ayudes a hacer la entrega de un obsequio—

—¿y esta vez a quién vas a amenazar?—

—oh... no... no esa clase de obsequio... uno de verdad, algo especial para alguien a quien quiero mucho— aquello último que dijo Jungkook hizo que su mejor amigo se despabilara del sueño... ahora sí había captado todo su interés...

—woh, woh, woh, ¿quien eres y que hiciste con Jeon Jungkook? ¿Hablas de un obsequio, como de la clase de regalar un peluche, flores y chocolates o alguna de esas estupideces?—

—no exactamente... pero si— respondió el peli negro un poco avergonzado, lo cual a Yugyeom le pareció algo que ni en sueños escucharía viniendo de su mejor amigo y eso le hizo estallar en carcajadas al punto de que su estómago le doliera, y le salieran lagrimitas.

—¡agh! ¿sabes qué?, ¡olvídalo!... pedazo de mierda, no sé por qué carajo te conté ésto-

—¡No, no, no, no!  Ok, ok... ¡lo siento! No fue mi intención burlarme... bueno tal vez si... Creí que bromeabas maldita perra... Bien, es hora de que me digas todos y cada uno de los detalles de él o la ganadora de tu frío y podrido corazón-

—eres un imbécil, pero solo porque no tengo a quien más recurrir para esto te lo diré... Así tenga que soportar tus malditas burlas—

—vaya esto se pone cada vez mejor—

—Es el amigo de tu ex novio Jackson—

— ¿Kim Taehyung? La verdad no me sorprende... Es lindo no te culpo amigo... oye si un día te interesa un trío me invitas—

—Eres una perra enferma, y ni loco compartiría a mi Tae con un un depravado sexual como tú—

—oye hablando enserio, me alegro por ti, ya era hora de que sentaras cabeza, y me gustaría conocerlo, tengo mucha curiosidad de saber cómo logró dominar al gran rey de los patanes imbéciles Jeon Jungkook... estoy seguro de que no solo es una cara bonita—

—en eso has acertado amigo, el es mucho más que eso, y claro que me encantaría que se conocieran... Aunque, hay un problema, yo... Cometí una estupidez...

El pelirrojo se palmeo la frente virando los ojos, y dando un bufido para comenzar a dar el sermón del año...

—siempre la cagas amigo, no sé por qué no me sorprende, ¿fue muy grave?—

—Jisoo me amenazó con decirle a su padre sobre lo nuestro, sobre las cosas que he hecho, y que arruinaría la reputación de Taehyung, y yo terminé con él para mantenerlo a salvo... pero fuí un ingenuo, sé que ella de todas formas hará algo para dañarnos a ambos esté o no con él—

—odio decir te lo dije... ¡Pero te lo dije!, La perra de tu hermanastra es un maldito dolor de culo, te dije que un día te daría tantos problemas que ni siquiera serías capaz de contenerla, ella sabe demasiado sobre ti—

—tambien yo sé mucho sobre ella... si me hundo... ella se hunde conmigo... en el pasado no me importaba, porque no tenía nada de que preocuparme, porque no arrastraría a nadie en esta maldita mierda, ahora estoy aterrado, tengo miedo de perder definitivamente a Taehyung, tuve que recurrir a medidas desesperadas... Y no se si fué buena idea... Le entregué mi diario...

—si el sabe la clase de asno que eres no creo que sea un gran problema que te acepte de vuelta, ahora mi único consejo es que si no lo hace, no pierdas la cordura y busques la manera de ganarte de nuevo su corazón, y no te angusties, yo te ayudaré, es por eso que me llamaste ¿Que tienes en mente?—

—mañana te llegará un paquete con unos documentos,  y un juego de llaves, una vez que los revises sabrás de que se trata, sé que es más fácil que yo mismo lo haga pero me siento agotado emocionalmente, quiero estar solo por unos días prepararme mentalmente  antes de que se desate el caos, no se que tan grande se haga todo esto—

—entiendo amigo, yo me encargo de todo, ¿Quieres que nos veamos para tomar unos tragos?—

—No, quiero estar solo, mañana hablaré con Taehyung, y pasado mañana me ire a Francia, regresaré antes de que inicien las clases, hasta ese entonces... nos vemos—

— Te extrañaré mucho pedazo de idiota... te quiero— 

—yo también te quiero zorra, gracias por apoyarme en esto, te veo luego—

Fin de la llamada.

Yugyeom contemplaba al pelinegro con gran congoja.

—Idiota, siempre logras preocuparme... Nos tienes preocupados a todos, incluso al idiota de tu padre, escúchame bien tonto, debes resistir, te recuperarás, y levantarás tu maldito trasero de esa puta cama— Yugyeom intenta retener su llanto mientras toma la mano de su mejor amigo — ésta misma tarde haré lo que me pediste, lamento que no seas tú quien nos presente, debes amarlo mucho si le diste tus dos  posesiones más preciadas... lo envidio, ¿Cómo es que solo te vi como amigo?— sus ojos se empañaban de lágrimas, algunas se colaban  cayendo sobre sus manos entrelazadas.

— idiota, por ti estoy como una puta Magdalena... por favor despierta, y sé de nuevo un dolor de culo en nuestras vidas, te necesito amigo, y apuesto a que Tae también...

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