─ ¿Me vas a contar que paso ahí con Brook? ─ preguntó un tanto preocupado mi amigo.

Yo miraba por la ventanilla del coche, sorbía por mi nariz y las lágrimas caían sin cesar. Estaba armándome de valor, para poder contarle todo.

Él espero, paciente.

Respire varias veces, y trataba de pasar el nudo que aún tenía atorado en mi garganta, ese que se forma siempre que vas a llorar.

Después de unos segundos, las palabras fluyeron.

─ Me contó que se siente arrepentido por algo que hizo en el pasado. ─ le solté a Luke, él me daba miradas, una a mi y una a enfrente ya que seguía conduciendo. ─ algo así, que abandono a Krista al enterarse que estaba enferma, eso le carcome la consciencia. Más no lo que me hizo a mi, no recuerda ni mi nombre.

─ Idiota... ─ susurro Luke, me di cuenta de su enojo, porque apretaba tanto el volante que sus nudillos se tornaron blancos.

─ ¡Soy un total desastre y una farsante! ─ y otro sollozo se oyó en el interior del auto.

El resto del camino lo recorrimos en total silencio, después de mi último comentario Luke no volvió a mencionar nada, volteaba a mirarlo y trataba de leer su mirada, para imaginarme el sermón que recibiría al llegar a casa.

Lo primero que hice al entrar a nuestro departamento, fue correr a mi habitación y quitarme el disfraz horrible que era Marié.

Era tan jodido, sentirse así. Hacer una doble vida, disfrazarse y convertirse en una persona diferente. Me daba vergüenza tener que fingir y hacer un tontito plan como si fuera aún una adolescente dolida. Me mordía yo sola la lengua, ¿como podía ir al siguiente día a trabajar?, dándoles consejos a mis pacientes cuando yo jugaba a la doble vida.

Después de tomarme un baño, salí rumbo a la sala y ahí estaba Luke esperando, para seguir con la conversación.

Llegué junto a él y me senté a su lado, tenía una expresión seria, con sus codos apoyados sobre sus rodillas y la mirada baja. Al notar mi presencia volteo a verme.

─ ¿Entonces, seguirás con el plan? ─ interrogó.

─ No lo sé. ─ respondí con un hilo de voz.

─ Mira Sophie, ya me canse verte llorar a cada momento que recuerdas todo, ya me canse que me mientas, que digas que ya lo superaste cuando está claro que no. ─ soltó.

Trague despacio.

─ Dime, que quieres que haga Luke. ¿Quieres que le haga pagar por lo que me hizo? ¿Quieres que me vengue? ¿Cómo, eh? ─ hacia varias preguntas a la vez y lo nervios me carcomían.

Dudo un segundo es responder, se notaba afligido, cansado tal vez. Y si, claro que lo entendía, desde que había vuelto a ver a Brook lloraba más que una Magdalena. Todo se removió dentro de mí, tanto en mi mente como en mi corazón.

Un tanto traicionero, que seguía latiendo a pesar de lo doloroso que fue darse cuenta de la realidad.

─ ¿Sabes, Soph? Debes enamorarlo... ─ confesó, llevándose su dedo índice hacia su boca e hizo una seña dando a entender que pensaba, tal vez un plan. ─ Si, enamorarlo hasta los huesos, y cuando lo tengas loquito. Dejarlo, dejarlo sin mirar atrás. Haz que te pida matrimonio no se, y luego plántalo.

Lo mire atónita. Ni hablar.

─ Vamos, se que lo has pensado. ─ continuó planeando. ─ no me digas que no.

Suspiré.

─ Si, lo admito.

─ Ves, entonces deja de ser esa mujer que llora en cada rincón y levántate leona, pelea y hazlo sufrir. ─ sentenció, con un poco de esperanza al decirme esas palabras.

Se levantó de mi lado, y se despidió con un gesto. Dirigiéndose a su dormitorio y dejándome a mi, con un montón de ideas asfixiantes.

Me aterraba la idea, había la posibilidad que todo saliera bien. Pero si seguía los consejos de un alocado Luke, tendría que pensar muy en cada detalle. No involucrar familia, ser solitaria, aunque sospecharía.

Si, era un arriesgado plan.

Y la pregunta que venía a mi mente después de todo este embrollo era:

¿Valdría la pena?

¿Valdría la pena, por el pasado?