Capítulo 13: Cita.
Atravesé las puertas de un muy elegante restaurante, la noche era fresca.
Me había decidido por un pantalón negro de vestir, con su saco del mismo color y unas perlas alrededor de mi cuello, que me daban un aspecto muy elegante.
Llegué a recepción...
─ Buenas noches, reservación a nombre de Brook Reed. ─ le pedí a la bonita recepcionista.
─ Si claro, sígame por favor. ─ la recepcionista me condujo hacia el fondo del restaurante, era muy grande y elegante, de sus techos colgaban candelabros con velas y las paredes eran doradas y negras, un poco tradicional pero elegante, pasé por un lado de una gran fuente que adornaba en el centro de aquel lugar.
Al llegar, la bonita mujer con su mano me indicó la mesa y con ambas manos sujeto la silla para así arrástrala, me senté nerviosa, Brook aún no había llegado, pensaba si en verdad vendría o sería un juego más.
─ ¿Quisiera algo de tomar mientras llega su compañía? ─ pregunto, sacándome de mis pensamientos.
─ Si claro. ─ respondí, entonces la mujer le hizo una seña a un mesero que estaba cerca de nosotros y le indicó que se hiciera cargo de mi mesa.
Después ella se retiro dejándome sola con aquel hombre.
─ ¿Qué desea tomar señorita...? ─ preguntó, dando a entender que quería saber mi nombre, luego en su rostro se dibujo una gran sonrisa, era apuesto, su pelo oscuro muy bien peinado hacia atrás, vestía elegante de acuerdo al lugar donde trabajaba, un pantalón de vestir y camisa igual negra y corbata a juego. Solo que en su cintura llevaba un delantal blanco ya con unas manchas en el.
─ Marié, y me traería una limonada, por favor. ─ le dije mi pedido. Él sonrió aún más, y asintió con un movimiento.
─ Bonito nombre, el mío es Esteban. Enseguida te traigo tu bebida. ─ dicho eso, se alejo.
Como los hombres pueden caer, con un buen cuerpo, bonito rostro, sin conocer a la otra persona. No me conoce, y ya me esta coqueteando.
De un momento a otro, llegó con mi limonada y la dejó sobre la mesa, se alejo no sin antes lanzarme otra bonita sonrisa, que muy seguramente usaba para conquistar a chicas bonitas. Aunque yo no me consideraba una.
Pasaban los minutos, ya eran 10 y me estaba empezando a desesperar un poco. "¿Será que Brook, sabe quien en verdad soy?"
Estaba a punto de tomar mis cosas, cuando sentía una mano posar sobre mi hombro, voltee a mirar quien era la persona que estaba junto a mí, y era él, había llegado.
─ Pensaba que no vendrías.─ explique.
─ Siento llegar un poco tarde. ─ excuso, se inclino hacia mí, y me plantó un beso en la mejilla, después se alejo, y tomó asiento a un lado mío, me quedé inmóvil, sin poder responderle.
De mi boca no salían las palabras adecuadas, al contrario quería gritarle, insultarlo, reclamarle por lo que me había hecho hace años.
Me miraba con esos ojos que había llegado a querer, esperando alguna respuesta de mi parte. Trague saliva y después de unos segundos hable:
─ No te preocupes, solo han sido 10 minutos, ya pedí para mi espero no te moleste.
─ No claro que no. ─ con una mano hizo una seña, llamando a Esteban, le pidió su bebida y se retiro no sin antes volver a verme con esa sonrisa que empezaba a fastidiarme un poco.
Lo mire y hice una mueca de molestia, Brook lo noto, tenía los brazos sobre la mesa acto que aprovecho para tomar una de mis manos y darme un pequeño apretón.
Respingue un poco, sentir su tacto sobre mi piel, y una energía subir por mi brazo, algo que no sentía desde hace mucho tiempo. Menee un poco mi cabeza, alejando esos pensamientos de mi mente.
Quite mi mano por instinto, y baje mis brazos por debajo de la mesa, él solo se mantuvo callado.
─ Entiendo que actúas así, no nos conocemos, pero quiero hacerlo. ─ confesó.
─ ¿A sí? ─ cuestione, ─ bueno pues hablemos, ¿a que te dedicas Brook?.
─ Soy maestro de primaria.
Me quede pasmada, eso me había sorprendido, siempre imaginaba que se convertiría en un empresario importante, abogado o hasta modelo o actor de televisión. Creo que mis pensamientos era evidentes que Brook río, creo que mi reacción era muy evidente.
─ Lo siento, tu aspecto da a entender otras cosas. ─ excuse explicando mi reacción de hace un momento.
─ El aspecto no lo es todo, ¿sabes? ─ enserio me hacia esa pregunta, solté un suspiro. ─ Tú ¿a que te dedicas!?
─ Soy psicóloga. Trabajo en el mismo hospital que Luke, tu amigo de instituto.
Al mencionarle a Luke, bajo su vista a sus manos que estaban sobre la mesa, jugaba con sus pulgares, se notaba tenso, nervioso.
─ No éramos muy amigos que digamos, compañeros sería la palabra.
"Vamos cuéntame de esos tiempos, ¿que puedo preguntarle para que hable?"
─ A enserio, pensaba eran buenos amigos, ¿En qué instituto estudiaban?
Levantó su mirada y paro su juego de pulgares, nervioso soltó el nombre...
─ Casa Blanca. Aunque no me gusta hablar de esos tiempos.
─ Pensaba que querías que nos conociéramos mejor. ¿Porqué no te gusta hablar de ello?
─ ¿Preguntas para conocernos o estás utilizando terapia en mi? ─ esa pregunta me tomo desprevenida, "no Brook, quiero saber ¿porqué me destruiste?"
─ Quiero conocerte, pero bueno hablemos de otra cosa.
Su reacción era extraña, y mi tiempo de estudio, pensaba que conocía las reacciones de las personas, pero en él veía tristeza, sus ojos se achicaron y se volvieron cristalinos." ¿se arrepentirá de lo que me hizo?"
─ Le hice daño a una persona. ─ soltó, sentía mi pecho caliente, subía y bajaba por mi respiración, debía controlarme "¿Era enserio, lo que decía?" ─ hice muchas cosas por ella al principio la quería, me enamore, hasta dañe a otra chica por ella, pero cuando me entere de su enfermedad, la deje.
Las ilusiones abandonaban mi cuerpo tan rápido como habían llegado, la tristeza se empezó a apoderar de mi. "tonta e ingenua".
─ ¿Entonces dañaste a dos chicas? ─ pregunté con mi voz entrecortada, sentía un nudo en mi garganta que muy apenas me dejaba hablar.
─ En ese momento solo me importaba Krista, ese es o era su nombre, no he sabido de ella, desde que la deje.
─ ¿Y la otra chica, no te importó? ─ la tristeza abandono mi cuerpo, en cambio una furia dentro de mi, se apoderó de mi cordura, mi voz se elevó tanto, que Brook se sobresalto un poco.
─ No la conocía, sólo lo hice porque Krista me lo pidió, éramos unos críos, no sabía lo que hacía, muy apenas recuerdo su nombre. Oye, pero no te e contado todo, ¿porqué te pones así? ¿Querías que nos conociéramos no?
Me levante de golpe, y golpee la mesa con ambas manos, su rostro mostraba confusión, y el mío al parecer irá, no podía creer que no se inmutó ni le creo remordimiento lo que había hecho, solo se preocupa por su amada Krista.
─ Me voy. ─ dije furiosa, y tan pronto le mencione eso, se levantó tan rápido, y tomó mi brazo impidiendo que tomará mi bolsa.
─ Pero no hemos ni pedido la cena, ¿Por qué te pones así? ─ preguntó de nuevo.
─ No me siento bien, hablamos luego Brook. Adiós. ─ soltó mi brazo, tomé mis cosas y me encamine hacia la salida, dejándolo ahí solo.
Salí de aquel reservado, tan rápido como pude, al pasar por la recepción, me despedí de aquella amable mujer que atendía a las demás personas, cruce la puerta de entrada, y el fresco viento golpeó mi rostro, volviéndome a la realidad.
"¿Pero que diablos, trató de hacer?"
Una lagrima rodó por mi mejilla, pero rápidamente la limpie con una de mis manos...
─ Marié, ¿Te sucede algo? ─ esa voz...
Voltee a mirar a Esteban, que me miraba preocupado.
─ No, estoy bien. Solo tengo que irme ya, lo siento. Adiós. ─ me despedí, pero se acercó y me tendió su mano, con al parecer un pequeño papel en su mano.
─ Mi número, espero algún día de estos me llames.
En cuanto tome aquella pequeña servilleta doblada en dos, se alejo y entró de nuevo. Guarde ese papel, en mi bolsa, para así tomar mi celular y marcar por teléfono.
Sonaba una y otra vez, hasta que por fin contesto la llamada.
─ ¿Podrías pasar por mi, al restaurante que te mencione?
─ Si claro, en momento estoy ahí, estoy cerca, voy saliendo del hospital.
─ respondió Luke, atraves del aparato.
─ Ok, nos vemos.
Unos minutos después, llegó. Subí al coche, y estalle en llanto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro