
Capítulo cinco.
Una semana después.
-¿seguirás sin hablarme? - Pregunta tessa sentándose al lado de su amiga la cual no respondió. - Vamos an, no puedes seguir enojada ya ha pasado una semana y te he pedido disculpas.
-Lo sé solo estaba dolida aparte de que eres una maldita por a verte ido con ese chico y dejar a tu pobre amiga sola. - Murmuró.
-Juro que no volverá a pasar creeme que al día siguiente me sentí pésimo al recordar lo que había pasado. . - Contestó tessa.
-Solo no lo vuelvas a hacer o dejaré de ser tu amiga. - Amenazó.
-Lo juro y dime ¿Como llegas a casa? - Intrigada pregunto tessa.
-Alexander. - Contestó sin más.
-El chico que te mira como si quisiera matarte ¿ese Alexander? - Pregunta sin poder creerlo.
-Si ese Alexander, para ser sincera pensé que me mandaría al carajo- Río con nervios al recordar ese momento.
-Pero aceptó llevarme y después dijo que no le agradaba. -
-Vaya, nunca me lo hubiera imaginado. - Respondio. - Cambiando de tema ¿que harás al rato? Es viernes y hay una fiesta en casa de tom, vamos . - Propuso tessa.
-Esta vez pasó quiero ir a ver al pequeño nico- Confieso mientras rasco un poco mi brazo.
-¿Quieres ir a ver al hijo del hombre que te odia? - Pregunta.
-Suena estúpido, lo sé pero algo dentro de mí hace que lo quiera volver a ver- Confieso.
-¿Quieres que te acompañe? No creo que sea buena idea ir sola a casa de la bestia. - Pregunta preocupada tessa.
-Iré sola, además tu fuiste la de la idea de ser su amiga. - Respondo.
-Lo se pero después de verlo pelear, no estoy segura de que estés a solas con el. - Me mira preocupada.
-No pasará nada, nos vemos después. - Le doy un abrazo para tomar mi mochila he ir me de la cafetería.
Dos horas después.
Miro la bolsa que tengo en mi mano mientras me armo de valor, faltan unos cantos pasos para llegar a la puerta de su casa.
Miró como la puerta está entreabierta. Y con nervios y sin pensarlo la abro para poder entrar
-¿Alexander? - Preguntó asustada.
-¡No! - Salto del susto al escuchar al pequeño gritar.
Camino rápidamente a la cocina para mirar al pequeño en el suelo con su labio partido y su mejilla roja.
-¿¡Quién mierda eres!? - Preguntó con enfado al ver a la mujer que está a su lado.
-¿Yo? ¿Quien eres tú? ¿Quien te ha dado permiso de entrar a esta casa maldita? - Pregunta con voz enojada.
-Eso a ti no te importa, ven Nicolás, ven pequeño. - Animo al niño el cual corre a mi dirección.
-¡Ven para acá mocoso! - Grita al ver como se esconde y abraza mis piernas.
-¿Quien te crees que eres para golpearlo? ¿Dónde está Alexander? - Preguntó a punto de sacarla a patadas.
-¿! Qué mierda esta pasando!? - Pregunta Alexander saliendo de su habitación.
-Cariño, esta a entrado sin permiso a la casa. - Se queja la mujer la cual viste como una vil prostituta.
-Golpeó a Nicolás. - Es lo único que sale de mi boca.
-Se estaba portando mal cariño. - Se escusa para ir donde Alexander y abrazarlo.
Hago una mueca de desagrado.
-¿Como entraste? - Me pregunta.
-La puerta estaba abierta, escuché el llanto del pequeño y por eso entre. - Confieso.
-Largo. - Menciona.
La mujer sonríe con descaro.
-No. - Respondo.
-No te lo decía a ti. - Contesta para empujar con brusquedad a la mujer.
-¿Pero por que amor? - Pregunta haciendo puchero.
-No soy tu amor ni tu cariño, largate o me harás enfadar. - Responde tocando la punta de su nariz muestra de que está apuntó de perder la paciencia.
La mujer toma su bolsa para salir rápidamente.
-¿Ha que has venido? - Pregunta ahora mirándome.
-Lo vine a ver. - Cargo al pequeño para poner limpiar su labio.
-¿Por qué? - interroga.
Cuando iba a responder su celular sonó.
-Tengo que ir me. - Dice tomando su chaqueta.
-¿Puedo quedarme con el? Solo lo haré hasta que llegues después me iré. - Pregunto.
-Haz lo que quieras. - Sale de la casa.
Miró al pequeño para después abrazarlo.
-¿Estas bien? - Le preguntó limpiando sus mejillas.
El asiente..
-¿Tienes hambre? Te he traído golosinas si comes todo lo que te voy a preparar te los daré ¿Si? -
Lo dejo en el suelo para tomar su mano he ir a la cocina.
Si no le hubiera dicho a Alexander que me quería quedar a cuidarlo, lo hubiera dejado solo ¿Pero que clase de padre es?
Preparo la comida para el pequeño el cual al sentarse y servirle su comida se la devora en minutos.
-¿Quieres una golosina?- Pregunto acariciando su cabello.
El solo asiente.
Me siento con el en el sofá para mirar algunas fotos que Tessa mando sobre la fiesta.
-¿Mamá?- pregunta Nico mirándome.
¿Su mamá? ¿Yo? No creo algún día poder serlo.
-anda como tu dulce para poder darte una ducha? Es lo único que digo.
¿Que abra pasado con su madre? ¿Por qué lo abra dejado con alguien como Alexander?
Unas horas después.
El pequeño duerme ya que son las dos de la mañana.
Miró de nuevo el celular en espera de que en algún momento Alexander entre por la puerta.
Pasar tiempo con Nico ha Sido lo mejor ya que me da tranquilidad y aún que no quiera admitirlo mi lado maternal se ha despertado y el cuidarlo se ha vuelto algo necesario en mi.
Escucho como la puerta se abre.
Se escucha pisadas pesadas y torpes.
-¿Alexander? ¿Estás bien?- Pregunto al ver como camina y los golpes que tiene al rededor del rostro.
El solo me mira y una sonrisa un tanto siniestra se asoma.
Al parecer el está borracho y ¿Drogado?
Al ver esa sonrisa un escalofrío se apoderó de mi cuerpo.
-¿Aa...lexnder? ¿Es..tas bien?- Vuelvo a preguntar un poco asustada por la situación.
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