En los principios de la vida humana,dioses y especies sobrenaturales se generaron aclamando su reinado.

Si bien con el paso del tiempo cada uno tomo su lugar y acepto su destino otros tantos permanecían en la oscuridad ocasionando estragos por las injusticias que según ellos les habían dado.

Entre ellos estaba un demonio, uno del cual , cualquier ser humano temía, este poseía los cuerpos de jóvenes vírgenes y los ocupaba hasta saciar su sed y nuevamente se ocultaba.

Se decía que él aparecía cada diez mil años y siempre escogía al mismo prospecto de chico.

Alto, con músculos ,débil mentalmente, solitario y sobre todo que tuviera una cara inocente. Era difícil encontrar al indicado pues no muchos tenían todos los requisitos pero cuando nacía ese ser que poseía todo era un deleite.

—Hola—su voz era gruesa —He esperado mucho tiempo por ti...

—¿Disculpe?¿Quien es usted?

—Oh Jovan...sabes quién soy, pediste mi ayuda.

—¿Eres satanás?

—No, pero soy quien puede ofrecer ayuda..la que necesitas.

—¿Que quieres a cambió?

—Necesito tu cuerpo, yo te ayudaré con esa chica, con tu futuro y demás pero tú...debes darme tu cuerpo.

—Eso...no es lo que ofrecí.

—Una vida de lujos y amor es lo que pediste con ruegos, yo solo te pido tu cuerpo, no haré nada malo solo quiero sentir lo que es estar vivo de nuevo.

—Si acepto...¿Prometes no hacer nada malo?

Fue entonces que él se mostró, con una sonrisa engañosa le dijo—Los demonios no hacemos promesas...pero si te hace sentir tranquilo, no haré nada que logré descubrir se ¿Es un trato?

Un primer encuentro en la oscuridad del bosque, dónde un altar al demonio que por siglos fue oculto, Jovan pidió ayuda ,rogó por ayuda para hablarle a la chica que le gustó por años, también quería obtener un buen puntaje para asistir a una de las mejores universidades que podrían existir y así por fin lograr dejar el país.

Él cometió el error de confiar en el demonio pues cuando sus manos se unieron este tomo su cuerpo al instante poseyendo lo.

—Denle la bienvenida a Jungkook...el gran banquete inicia hoy.

Cuando él salía a relucir, su aspecto cambiaba, sus ojos filosos de un color azul pálido, su piel se opacaba dejando lo con un aspecto muerto, su pelo crecía en un tono oscuro , tatuajes adornando todo su cuerpo y lo más impactante sus manos, en la punta de sus dedos un tocó oscuro se expandía en su longitud hasta pasar por su muñeca.

Ese hombre que salía durante las noche era la razón por la que todos temian salir de casa, la tranquilidad se acabó y no había más que resignación y rezos por poder llegar vivos a la mañana siguiente.