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Quinto

... Fue mi insensatez atraída a tu campo de gravedad

... Te seguí, me perdí para encontrar ese algo que me faltaba

... ¿Acaso siempre te escondiste en este lugar? A plena vista, solo para mí

El caos en el recinto había traído la cortina de humo perfecta para que todo se saliera de control. El que tuvieran invitados dificultó los protocolos de seguridad establecidos previamente, ningún delta utilizó la fuerza contra el resto de los omegas, pero eso no evitó que los sometieran.

Se había hecho un conteo de los donadores una vez estuvieron en sus respectivas habitaciones, con excepción de uno en específico, el cual se suponía que debía estar en una de las celdas del subterráneo, pasando el peor de los celos provocados por las hormonas. Tenían muchos alfas heridos debido a ese omega, eso sin contar el desastre ocurrido justamente en ese lugar donde otros omegas también pasaban sus celos.

Otros diez para ser más específicos, a quienes por supuesto ya se encontraban evaluando y extrayendo los óvulos luego de su celo, esos eran los más preciados en todo ese proceso. La luna Jeon no podía evitar sentirse irritada ante la situación que en un pequeño descuido todo se volvió en su contra, casi fueron descubiertos por algunos de los invitados y el principal de ellos era Kim Namjoon haciendo tantas preguntas.

— Luna Jeon, el recuento de lo obtenido por los omegas ha sido satisfactorio, podremos cumplir con lo estimado y planificado – la voz de Yoongi era fría ante lo que mencionaba, siempre se mostraba de aquella forma como si no le importaran los omegas.

— ¿Todos fueron evaluados? – el silencio ajeno fue una clara advertencia que algo no iba bien o al menos como era esperado – ¿Min?

— Aún falta él.

— ¿Él? – cuestionó Jaehyung, alzando una ceja y no estando convencido con el informe de Min Yoongi ¿quería acaso aparentar otra cosa? —. Se refiere a que no saben nada de ¿Jungkook? – el doctor asintió a secas, sin alguna expresión en su rostro – esto es increíble, ¿tiene una idea de lo importante que es ese omega para mi hermana?

— Hermano, por favor detente. Jae, aún no me entrega los informes, quizá él pueda darnos más datos – la omega dirigió su mirada fría hacia el delta Min, haciendo notar los destellos azules intensos de su alfa – Min retírese, por ahora necesito que evalúe al resto de omegas.

— Sí, Luna – reverenció de manera formal, casi de noventa grados, mostrando respeto – también hemos recibido datos respecto al Príncipe Park, él parece haber aceptado la aplicación del procedimiento.

— Bien, cuando lo termine te encargarás de hacerle una visita.

— ¿Yo?

— Sí, Min ¿algún problema? – Yoongi negó de inmediato, no sintiéndose cómodo con la nueva orden, sin embargo, la omega no estaba interesada en su reacción – ahora, salga – un siseo escapó de los labios perfectamente maquillados en un rojo intenso – ¿es tan necesario apretar tanto eso a mi brazo?

— Disculpe, Luna, no durará mucho.

— Solo apresúrense. ¿Alguien sabe si ya es seguro?

— Preguntaré al personal de seguridad, hermana, por favor solo aguarda.

La omega aún esperaba conocer más a detalle de lo sucedido, mientras que una de las enfermeras se encargaban de monitorear su propio proceso. La inyección que recibió se le hizo molesta, en especial porque esta era directamente colocada en la marca que mantenía el lazo con el alfa.

El líder de su clan, a quien por años admiró tanto como para desear ser la elegida para ser su compañera de vida, desafortunadamente había sido tomada en cuenta como una segunda opción cuando toda la tragedia estaba golpeando al clan completo. Ella compartía cierta línea sanguínea con la antigua Luna, le fue muy fácil convencer a los viejos del concejo de ser la mejor opción, sin embargo, el único que no aceptaba aquella unión era su alfa.

Pasaron dos años para que la aceptara, en especial porque el alfa estaba seguro de que su omega no estaba muerta, siempre mencionando que aún podía percibir la unión de su lazo, por supuesto que nadie le creía. Aun contra todos, Jeon Seongwoo se caracterizaba por ser un líder y rey que no cedía con facilidad a lo que otros opinaban, sin embargo, el hecho de que su lobo pronto comenzó a decaer los volvió vulnerables, siendo obligado así a dejar su luto para casarse con la línea principal de sucesión.

Por el clan... sé la nueva Luna...

El sonido de los instrumentos siendo guardados sacó a la Luna Jeon de su nube de pensamientos, observando sin mayor interés lo que el resto de personas estaban haciendo, la enfermera que la atendía le sonrió apenas; sin embargo, todo ese chequeo no era lo que la tenía de mal humor, se trataba de todo lo que estaba rodeando la situación.

Todos los omegas estaban encerrados en sus habitaciones, los invitados que estaban controlando a sus donadores habían sido escoltados fuera del recinto con seguridad extrema, tomando los pasadizos privados y el protocolo de emergencia seguía buscando rastros de lo ocurrido. La molestia se hizo más intensa cuando la mordida en su cuello ardió, algo muy normal luego de la aplicación del medicamento.

— Luna Jeon, todo parece ir normal con el proceso, su marca parece bastante sana y el medicamento no ha causado reacciones negativas. Por favor siga los protocolos para su seguridad e indíquenos cualquier cambio para monitorearla – ella se limitó a asentir no poniendo atención al resto de detalles que le mencionaban, no lo necesitaba, sabía de memoria, no era la primera vez que hacía algo como eso.

— Pueden retirarse – ordenó sin ver al resto de personal que solamente dio una reverencia, comenzando a salir, dándole paso al personal de seguridad, invadiéndole las fosas nasales con esos aromas nauseabundos de alfas y deltas, causándole un escalofrío, con excepción de uno de ellos – espero que traigan noticias de todo este alboroto.

— Tenemos los informes, mi luna – el alfa reverenció profundo, irguiéndose lentamente sin dejar de ver al hermano de la Luna Jeon quien parecía no inmutarse ante la mirada penetrante contraria – ¿Puedo esperar a que esté a solas si así lo desea?

— No dejaré a mi hermana a solas con un alfa-

— Jaehyung, déjame a solas con él, debo poner las cosas en orden.

— Pero-

— He dicho largo, sal de aquí y ve a hacer cosas de alfas ¿Crees que por ser omega estoy indefensa? – su tono de voz era demandante y su hermano decidió que era mejor hacer lo pedido, pues en su estado no era buena idea alterarla.

Jaehyung observó por unos segundos al guardia principal de su hermana a manera de advertencia, mas este ni siquiera puso atención, estaba concentrado en mantener su postura firme frente a su Luna. Un gruñido bajo fue lo único que provocó una reacción en el escolta principal, quien se tensó completamente intentando no mostrar su lobo como respuesta a la amenaza.

— Estaré fuera, por si me necesitas – mencionó entre dientes el alfa, ahora dirigiéndose a su hermana, quien se sostuvo del escritorio frente a ella, parecía incómoda cosa que no le agradaba a Jaehyung, mas la luna Jeon le hizo un ademán con la mano para que por fin saliera.

El silencio reinó en la oficina donde había estado metida la omega todo ese tiempo después de que se diera la orden de protegerla. Las enfermeras llegaron a ella para monitorear su estado y que todo fuera con normalidad. El alfa frente a ella avanzó en cuanto se le dio aquel gesto, indicando que podía acercarse, reverenciando de nuevo.

Mantenía una tablet debajo de su brazo en la cual estaba recibiendo todos los informes en tiempo real, la Luna Jeon lo vio con esa mirada culpable, haciendo que su molestia se incrementara, necesitando un poco de consuelo, algo impropio en ella al estar en esas circunstancias.

— Luna...

— ¿Qué ocurrió? – mencionó a secas no queriendo que diera más vueltas al asunto. Llevaba un día completo en el lugar, no es como si estar en el recinto le molestara, mas sí que era incómodo por toda la situación.

— Mi Luna, al parecer hubo una revuelta entre los deltas que servirían en el celo de ese omega – su cuerpo se tensó al escuchar la mención de Jungkook implicado en otro más de esos intentos de escape ¿Ahora tenía a alguien afuera que le estaba ayudando? ¿Por cuánto tiempo intentaría hacer lo mismo? – tenemos varios cuerpos de los cuales ya nos deshicimos, otros están heridos.

— ¿Y él?

— No tenemos rastros de él por ninguna parte – un golpe seco hizo eco en el lugar, tensando apenas al alfa al notar como la Luna Jeon comenzaba a pasearse como un león enjaulado en todo el lugar —. Las cámaras de seguridad fueron dañadas, la sala de control está con algunos problemas técnicos y no tenemos las grabaciones previas del día de ayer desde la tarde. Además, encontraron el cuerpo de uno de los jefes de seguridad.

— ¿Lo mató? – sonrió torcido porque eso era algo muy común del omega, por quien constantemente debía cambiar de personal, pues parecía que era su diversión el ir dejando cadáveres a su paso sin importarle cómo o la razón – ¿qué fue esta vez? Lo degolló, le rompió el cuello, le dislocó algún hueso o quizá habrá hecho eso que tanto le gusta quebrando los huesos uno a uno hasta hacer que mueran de dolor.

— Dudo mucho que haya sido él en esta ocasión, mi Luna – la mención de aquello hizo que la omega frunció su ceño, alzando una de sus perfectas cejas, esperando una explicación —. Verá, el jefe de seguridad tenía impactos de bala demasiado exactos como para que alguien como él lo hiciera, fueron tiros certeros que solo alguien con experiencia en armamento ejecutaría, no bastaría con solamente tomar el arma y dando al azar se lograría.

— ¿Quieres decir que alguien le ayudó a escapar y de paso mató a los deltas y alfas a cargo de Jungkook? – el alfa asintió, notando de inmediato cómo la vena del cuello de la omega se saltaba —. Un omega pudo con todos ustedes y de paso escapó con ayuda de alguien y me dices que no tienen idea de quién fue.

— Encontramos un arma cerca del cuerpo del jefe de seguridad – la Luna Jeon se veía confundida ante el hecho de encontrar un arma, ellos mismos estaban equipados con armas, ella se había encargado que todo el personal de seguridad estuviera más que entrenado y equipado con todo tipo de armamento – no era algo de los nuestros, era una Glock 17.

— ¿Eso qué significa? Por favor Jae necesito que me hables en un idioma en el cual te pueda comprender.

— Es un arma bastante compacta que pasa desapercibida con facilidad, el jefe de seguridad pudo haberla llevado todo este tiempo como protección, estaba llena de su sangre y de sus huellas, aunque es un tanto extraño que portara algo como eso...

Pronto la conversación no pudo seguir, pues la silueta del líder Jeon se hizo ver, atravesando la puerta. Se veía serio como de costumbre, solo que esta vez tenía una mirada llena de preocupación. Avanzó hacia la Luna Jeon quien no se inmutó ante el acercamiento repentino, siendo sorprendida al ser tomada en brazos, el alfa la estaba aferrando a su cuerpo en un cálido abrazo, olfateando en su cuello, buscando eso que anhelaba sentir, suspirando tranquilo cuando lo tuvo.

— Eunseo – se podía notar el alivió en ese llamado, Jae incluso desvió su mirada hacia otra dirección debido a la repentina escena que estaba observando —. Pensé que estabas herida – mencionó en un leve murmullo, no despegándose de ese espacio en la curvatura del cuello. La omega llevó sus manos hacia el fornido cuerpo del alfa para comenzar a acariciar levemente – me preocupé cuando mencionaron que habían atacado el recinto, no me dejaron entrar hasta ahora. Juro que estaba comenzando a enloquecer porque nadie me daba razón de tu paradero.

— Estoy bien, no tenías que venir hasta acá – el nerviosismo estaba plasmado en su voz, cosa que llamó la atención del alfa, quien no tardó en enfrentar a su luna, esta misma le regaló una media sonrisa no trayendo tranquilidad al líder – en serio no me ocurrió nada. Aquí estaba Jaehyung y Jae cuidando de mí.

— Eso no importa, tú estabas alejada de mí – el tono del alfa raspaba la voz de mando, los destellos azules sorprendieron a la omega – vine hasta aquí porque... — se detuvo en lo que diría, pues todo aquello era movido por el lobo que poco a poco despertaba de nuevo, no privándose de gruñirle a Jeon Jae el alfa a cargo de la seguridad de su luna, quien aún seguía en la misma habitación – te necesito cerca ¿Puedes regresar a casa por favor?

— ¿Uh? Y esto a qué viene – la mirada del alfa dejó de ser fija en ella para ahora estar fulminando al otro alfa – Jae por favor, déjanos a solas. Encárgate de ese tema y me mantienen informada.

— Sí, Luna – un gruñido le fue dirigido cuando el alfa hizo una leve reverencia hacia ellos.

— Hey, Seongwoo, ¿qué sucede contigo? No eres así conmigo – le acunó el rostro sintiéndose confundida hasta que el alfa deshizo el agarre para volver a inmiscuirse en su cuello, olfateando, aferrando el agarre en su cintura.

— Vamos a casa, por favor. Has pasado demasiado tiempo fuera de mi cuidado, además pude sentir que reflejaste a mi lobo, ¿te sentiste desprotegida acaso?

— Bueno, no fue para tanto, ya sabes que aquí la seguridad es... — la mirada de Seongwoo seguía siendo firme con ese ápice de preocupación y el lobo en el interior de Eunseo le hizo saber que algo ocurría – ¿En serio te preocupaste tanto?

— Como no tienes idea. Me invadió un miedo de perderte y necesitaba estar cerca – el alfa sonrió de lado, rendido ante su propia actitud, no era algo usual en ellos demostrarse afecto, sin embargo, llevaban tanto tiempo compartiendo como una pareja que le fue imposible no ponerle atención a su lobo cuando sintió un llamado extraño, justo como lo percibió años atrás —. Sé que se escuchará raro, pero lo pude sentir, ¿sí?

— ¿Fue como con ella no es así? – lo vio asentir con culpa, algo en la omega dolió por la comparación, aun así el hecho de que mencionara sentirse así de aprensivo le dio esperanzas – casi nunca actúas así, solo...

¿Podía ser posible? ¿Después de tantos intentos, por fin estaba dando resultados positivos? Habían pasado casi ocho meses, en los últimos dos siendo los más complicados. Su lobo le hizo cosquillear la piel al sentir la aceptación del alfa que la había marcado, era una señal clara de lo que podía llevarse a cabo luego de unas semanas. Sería prematuro mencionar algo, así que decidió guardar aquel secreto, al menos hasta que fuera el momento oportuno. Esta vez lo cuidaría muy bien y parecía ser que el líder de manera inconsciente también comenzaba a sucumbir ante sus instintos.

No importaba a qué se debía, si a la exposición de sus feromonas, las constantes inyecciones, alguno de los dos procedimientos a los que estaba sometiéndose, o bien solo era el curso natural de la naturaleza. Lo cierto era que desde el último celo de Seongwoo todo había cambiado, esa noche no necesitó más que una dosis en su cuello, el aroma posiblemente había hecho de las suyas, ya que el alfa no era especialmente afecto a ella y mucho menos acercarse de esa forma. Le parecía muy cálido el hecho que no dejará de frotar su nariz en su piel.

El escalofrío que le recorrió el cuerpo fue imposible de ocultar, en especial cuando el líder Jeon susurró un mía mientras que posaba su mano en su vientre apretando levemente en el lugar. Diosa, esperaba que ahora sí funcionara, tenía una oportunidad valiosa para aprovechar, así que sin más aceptó el pedido de su alfa de regresar a casa para ser mimada como debía.

Pidió que todo lo que haya pasado con el escape de Jungkook fuera tratado con discreción, se buscarán a los culpables de todo aquel alboroto y si era posible siguieran investigando por más pruebas.

Todos asintieron ante la orden, con énfasis en el cuidado de la última extracción de óvulos del omega, sabía muy bien que los que eran más efectivos siempre habían sido los extraídos luego de su celo, solo esperaba no necesitarlos de nuevo si se ocupaba nada más de su propio cuidado y dejarse mimar del alfa aquel milagro prosperaría. Esta vez se aseguraría de eso.

Jungkook habría escapado por esta vez, pero no tardarían en encontrarlo, no era la primera vez que intentaba escapar, quizá se trataba de una ocasión, ya que por esta vez no había rastro alguno de él, así que necesitaba saber de su paradero y hacerlo desaparecer definitivamente de una u otra manera. No permitiría ser delatados por un error como él...

Mientras más corría por aquel empedrado camino, alejándose de la casa, más molesta se hacía la voz del alfa detrás de él que insistía con que se detuviera. Por supuesto que no lo iba a hacer y no perdería tiempo en matarlo porque su fuerza no era la usual, mucho menos cuando estaba saliendo del celo, su cuerpo estaba débil y necesitaba descansar, además tenía las manos ocupadas en sostener la fruta que había hurtado del lugar.

¿Dónde estaba Taehyung? ¿Por qué no lo podía encontrar? Pudo escuchar el aullido de lobos indicando sus posiciones y pudo percibir cómo se iban acercando hasta el lugar, cosa que lo hizo detenerse. No se trataba del llamado de alguno de los suyos, aunque había pasado tanto tiempo, él aún podía identificar a cada uno.

Su respiración era agitada, el golpeteo repetitivo en sus oídos no lo dejó escuchar muy bien para identificar de quienes se trataba. Se detuvo apenas para prestar atención, cuando su lobo le advirtió de la cercanía de un alfa, uno muy estúpido que intentó someterlo con fuerza, intentando alguna especie de ataque por la espalda.

Cobarde.

El ser atacado de esa manera se trataba era lo peor en una pelea cuerpo a cuerpo, valorado como la peor de las faltas entre las manadas detrás del muro. Jungkook mismo aprendió todo eso gracias a las "peleas amistosas" y algunos encuentros que mantuvo en su infancia. Todos lo subestimaban por ser omega y parecía que ese alfa no era la excepción a la regla.

Taemin se acercó por detrás de Jungkook en un intento fallido de tomarlo por sorpresa, llevando su brazo hacia el cuello ajeno, pero antes de que apretara su agarre, el omega le propinó un fuerte golpe en la nariz. Había utilizado la parte trasera de su cabeza para provocar el impacto certero, logrando desorientarlo.

Entre movimientos torpes, Taemin tropezó con Jungkook, quien no se privó en propinarle otro golpe en el estómago sacándole el aire de los pulmones, para seguido empujarlo lejos de él. Pudo ver lo agitado que se encontraba, mostrándole los colmillos, con el cabello cubriendo sus ojos, parecía molesto cuando notó rodar las manzanas en el suelo.

El alfa comenzó a quejarse debido al ardor que lo invadió junto con el entumecimiento en su nariz, la cual comenzó a sangrar sin parar. Jungkook bufó bajo al notar lo mucho que se estaba quejando.

— Alto, no te muevas – insistió Taemin limpiando la sangre con su antebrazo, regresando sobre sus pasos para acercarse a Jungkook, quien le gruñó de inmediato.

— ¿Qué quieres? ¿Por qué me persigues? Sabes que me hiciste votar mi comida – el alfa apenas recuperó el aliento, se acercó de nuevo, alzando la mano para atraparlo, mas lo único que obtuvo como respuesta fue otro golpe en su rostro – ¡No toques!

Sus colmillos estaban expuestos, sus ojos dejaron más que hipnotizado al alfa, parecía tener destellos azules junto a aquel color verde y al mismo tiempo se combinaba con un color lila ¿Qué clase de omega era ese? Tenía demasiada fuerza como para dejarlo fuera de sus sentidos, el color en sus ojos no parecía uno normal. El cambio podría deberse a la marca en su cuello, mas ninguno de esos colores era de un clan específico.

El azul era de los Jeon, el verde de los Jung, pero ¿Morado? No existía un clan con ese color en particular, mucho menos creando una combinación perfecta entre los tres. La punzada de dolor no lo dejó pensar mucho más, aún se encontraba en el suelo, casi rondando del dolor y el ardor en su nariz comenzaba a parecer un hormigueo hasta llegar a adormecer el área; pudo notar cómo ese omega avanzaba hacia los jardines, llamó por el comunicador a los lobos que estaban de guardia para que estuvieran atentos mientras que le perdía el rastro cuánto más avanzaba.

Jungkook siguió corriendo por todo el lugar sintiéndose confundido al no encontrar un camino que lo llevará a un lugar en particular, estaba rodeado de paredes altas hechas de plantas, las cuales no estaban del todo estables para él poder trepar. Las piedras del camino le comenzaban a lastimar ¿Tanto tiempo había pasado como para que sus pies fueran así de sensibles? Recordaba andar sin ningún calzado por el bosque, quizá sí, solía tener algún encuentro con ramas enterrándose en su piel, pero nada alarmante ¿Qué tenían esas piedras que le estaban haciendo imposible el huir?

Llevó su mano hacia su cuello justo donde se encontraba la mordida, comenzaba a arder de nuevo, revisó si aquello se debía a que estuviera abierta, encontrando solo un poco de sangre. El sudor que caía sobre la piel estaba irritando la herida casi abierta. Sus dientes atraparon su labio inferior intentando que el dolor no lo distrajera de su principal objetivo, encontrar una manera de escapar.

Siguió andando un poco más hasta que se encontró en el medio de una intersección, olfateó profundo, sintiendo un aroma intenso proviniendo del lado izquierdo, eran alfas y muy posiblemente se trataría de aquellos lobos que habían dejado de dar aviso de sus posiciones, ¿lo estarían esperando para una emboscada? ¿Sabrían que se hallaba justo en esa intersección? Quizá estarían tratando de olfatearlo, cosa que no permitiría, no le gustaba dejar libre su aroma, así que no tendrían un rastro de olor por su parte, eso le daría tiempo para avanzar.

— Piensa Jungkook – otro aullido más se escuchó, causando una respuesta en cadena – ¿por qué están buscándome? Taehyung, ¿dónde estás? Tonto alfa mentiroso, ni siquiera sé cómo hablar contigo.

Sustituyendo y sobreponiéndose a los aromas de los alfas, llegó a Jungkook, uno en particular, una esencia conocida. Musgo. Eso solo significaba que se encontraba en una zona cercana y conocida, o al menos eso esperaba.

Tomó el camino de la derecha, nuevamente viéndose rodeado de plantas y flores de distintos colores. Nunca había visto esa clase de especie, tenían pétalos grandes, eran fragantes y en sus tallos poseían unas enormes espinas, verdaderamente una clara advertencia que no debía tocar. Se sintió un tonto al verse identificado con aquella planta, pues su madre siempre le mencionaba que él mismo era alguien atrayente a la vista, pero que representaba peligro para cualquiera.

"Eres como eso misterioso que atrae a cualquiera a acercarse, pero al mismo tiempo tienes espinas peligrosas que te protegen"

Era gracioso escucharla decir eso, porque la primera vez que lo dijo fue cuando uno de los deltas de las manadas aledañas a donde él vivía intentó someterlo y hacerlo su pareja, cosa que no aceptaría porque sería estar debajo de aquel hombre egocéntrico. Jungkook no vivía bajo las reglas de las manadas, era libre, su madre se había encargado de cuidarlo perfectamente y él se encargó de ser tan fuerte para proteger a la beta.

Aún extrañaba todas esas tardes de cacería cuando era un cachorro inquieto, al menos así le llamaba ella, Jungkook recordaba que su cuerpo a pesar de ser pequeño tenía bastante fuerza como para correr detrás de las presas, escapar de osos y los lobos salvajes que vivían en manadas adentradas en el bosque.

— Prometo encontrarte madre – murmuró de manera nostálgica, sintiendo que cada vez estaba más cerca de encontrarla – sé que lo haré, pero primero debo salir de este lugar.

Estaba más que decidido, aunque la vida no parecía cooperar con él. Enfrentados a otro camino sin salida, la diferencia de este era que no estaba construido a base de plantas, era un muro fuerte, cuando lo tocó le recordó aquella construcción en el bosque, el cual los dividía perfectamente. Observó a su alrededor, había un árbol enano con flores y algunas plantas que parecían escalar todo el muro llegando hasta arriba, quizá eso era suficiente para él, solo necesitaba subir y asegurarse qué había al otro lado.

¿Dónde estás?

De nuevo estaba escuchando esa molesta voz profunda en su cabeza, el omega se aseguró de mirar a su alrededor esperando encontrar al dueño de esa voz sin tener éxito alguno.

— Si no estarás aquí, deja de intervenir – gruñó hacia la nada, esperando que de alguna manera Taehyung escuchara su queja. No necesitaba tener al alfa en esos instantes, no cuando por fin había encontrado una manera de huir.

Comenzó a escalar la pared, trepándose de algunas ramas gruesas, las cuales parecían no estar soportando su propio peso, las hendiduras del muro no eran lo suficientemente amplias como para sostenerse con seguridad y no estaba funcionando el intentar impulsarse de alguna de las plantas, resbalando u otra manera.

Sus dedos se deslizaban con facilidad y su cuerpo no estaba colaborando como quería, aún sentía algunos calambres en su vientre, los músculos le ardían por el esfuerzo que estaba realizando, para colmo de la situación sintió cómo algo resbalaba desde su trasero hacia sus piernas. Aún estaba lubricando, era una sensación molesta el hecho de tener pequeñas réplicas de excitación, todo gracias a que sus pezones hacían fricción contra la pared.

— Estoy tratando de huir, no es momento para que me hagas esto – se quejó mientras se sostenía lo mejor que podía al muro, se sentía exhausto, hambriento, mareado por los efectos de las hormonas inyectadas el día anterior y pronto las náuseas regresaron a él.

Jungkook...

— Qué molesto eres, si en serio quieres saber donde estoy entonces búscame y deja de hablar así – regresó la mirada hacia atrás no encontrando nada, podía notar que estaba a unos cuantos centímetros de llegar hasta arriba del muro – solo un poco más.

Estiró de nuevo su mano para sostenerse de la orilla, donde se aferró lo mejor que pudo, intentando hacer que su cuerpo cooperara para subir del todo, aún estaba peleando con sus movimientos cuando escuchó cómo una rama en la cual aún estaba apoyado comenzaba a romperse. El ardor en su rodilla no se hizo esperar en el momento que raspó su piel contra el duro material.

El agarre estaba siendo difícil de mantener, el sudor comenzaba a molestarle, hasta que por fin sus brazos cedieron, haciéndolo caer sobre su trasero, el cual se sintió adolorido. Observó sus manos, las cuales se encontraban con pequeños rastros de sangre, al igual que su rodilla derecha.

Se colocó de pie luego de un gruñido exasperado al no lograr su objetivo, comenzando a sacudirse el polvo que se le pegó en la ropa, observando nuevamente la pared de vegetación por la que casi logra escalar para huir, las ramas que se rompieron por el peso colgaban de manera sospechosa.

Aún se sentía frustrado por su intento fallido, así que sin más tomó aquellas plantas, arrancándolas sin problemas, lanzándolas hacia un lado, mientras que de nuevo buscaba la manera de volver a treparse.

Los quejidos, junto con el sonido que aquel pequeño arrebato, llegaron a los oídos de cierto alfa que intentaba encontrarlo, llamando a través del lazo, intentando comunicarse de una u otra forma con Jungkook, mas no recibió ni una sola respuesta. Hasta ahora no había obtenido nada por parte del omega y comenzaba a ponerse de malhumor, pero escuchar gruñidos familiares le sacaron una sonrisa; podía escuchar claramente la rabieta que estaba sucediendo en uno de los caminos de aquel pequeño laberinto.

Se acercó lo más rápido que pudo, comenzando a caminar lentamente cuando notó la silueta del omega, se veía verdaderamente gracioso discutiendo con las plantas que estaban aferradas al muro. Se quejaba por no poder subir, del porqué no eran lo suficientemente fuertes para sostenerlo, Taehyung se vio bastante entretenido, pues ahora la angustia que sentía minutos atrás era reemplazada por diversión.

— Agh, tonta rama débil, ¿por qué no puedes ayudarme con esto? – lo vio trepar el muro, sin tener éxito, pues con facilidad resbaló, siendo su primer instinto el correr hacia él para sostenerlo, sin embargo, no fue necesario su rescate, pues Jungkook cayó perfectamente de pie.

Caminó lentamente, solo acercándose los últimos pasos, dándose cuenta de que el omega no había notado su presencia, estando demasiado concentrado en revisar su mano que parecía estar herida, aunque nada alarmante a decir verdad. Carraspeó una vez, quizá fue demasiado bajo porque Jungkook ni siquiera se inmutó, sin embargo, al dar el siguiente paso, eso sí que tuvo una reacción del omega.

Taehyung intentó fingir que estaba completamente absorto en el paisaje y no en mirar lo que estaba haciendo el omega, Jungkook por su parte frunció su ceño, sintiéndose frustrado y molesto al ver al alfa ahí. Lo había encontrado al fin, parecía un tonto mirando hacia un árbol como si no fuera obvio que lo espiaba.

— ¿Qué estás haciendo? – se animó a preguntar, avanzando más hasta llegar a una distancia prudencial, guardando el espacio personal de ambos, Taehyung lo observó con detalle, esperando no encontrar heridas o algo inusual – ¿acaso estás buscando algo? O-

— Nada – mencionó a secas, suspirando y dirigiendo su mirada de nuevo al muro, sintiendo molestia ante los rayos de sol que no le dejaban ver con claridad hacia arriba —. No estoy haciendo nada que te incumba, así que retírate.

— A mi parecer estás haciendo algo – dio otro paso más cerca de Jungkook, quien lo pudo percibir como un simple escalofrío recorriéndole la espalda, junto con la sensación de los vellos de la nuca erizándose – vamos sé que estás planeando algo. Si no por qué estarías aquí tan solo...

— Claro que no.

— Puedo asegurar que sí.

— Pues, deaseguro y digo que no – empujó su mejilla interna con la punta de su lengua, tensando su mandíbula como siempre lo hacía cuando se sentía nervioso o bien algo molesto.

— ¿Desaseguras? – le parecía divertido la manera en la que Jungkook encontraba cómo contrariarlo, era refrescante, no estaba discutiendo, simplemente buscaba una forma de llevarle la contraria – esa palabra ni siquiera existe.

— ¿Lo aseguras así sin más? – atacó de nuevo, dejando al alfa más que sorprendido ante el argumento, no es como que Taehyung fuera el más estudiado en lo que al idioma se refería, pero estaba seguro de que el omega solo buscaba una manera de ganar —. Ahora, si me disculpas, estoy muy ocupado haciendo nada.

— Yo diría que sí, estás haciendo algo, ¿puedes decirme lo que sea, sabes eso? Soy muy bueno guardando secretos – Jungkook alzó una ceja, mientras que el alfa se encogía de hombros, restando importancia a todo, se veía relajado, mucho más de lo que recordaba el omega —. Entonces, por qué de pronto te encuentro aquí y no en tu habitación después o me corrijo, cuando estás apenas saliendo de tu celo.

Era demasiado atrevido mencionar cosas como la lubricación notándose en las piernas del omega, sin mencionar que Taehyung ya se había perdido en más de una ocasión en el recorrido del líquido por esas extremidades largas. Ahora a la luz del sol lo podía detallar con mayor descaro. La piel de Jungkook era exageradamente blanca, tan delicada que apostaría que durante mucho tiempo no recibió ni un solo rayo de sol.

Su cuerpo era delgado, poco atlético, sin embargo, eso no le quitaba lo atractivo a la vista. No podía ver más allá en su torso, mas eso no importaba porque aquella figura la tenía grabada en la memoria, quizá ahora ya estaría menos pronunciada aquella curva que hacía ver hinchado su vientre. Sin mayor disimulo subió su mirada hasta posarla en el cuello ajeno, encontrando un leve rastro de sangre, al igual que en sus rodillas, cosa que le alarmó.

Jungkook se sacudió el resto que polvo que tenía en su ropa, restando importancia a su intento de escape, estaba más que claro que con el alfa ahí no podría hacer absolutamente nada. Además, qué más daba, Taehyung era a quien debía buscar en primer lugar para ayudarle a quitar la herida en su cuello, aún necesitaba que le explicara las palabras de aquel doctor sobre que él tendría la decisión de mantenerla o no.

— ¿Jungkook? – el mencionado le dirigió la mirada, mientras mantenía su ceño fruncido, para luego desviar su atención a la herida en su mano —. Dime, ¿por qué estás aquí?

— Eso es algo que no te incumbe – murmuró al mismo tiempo que lamía su herida, esa era una forma en la cual sus antepasados curaban raspones o leves cortadas, Taehyung no había visto a alguien hacer eso en la actualidad – Auch.

— Déjame ayudarte con eso.

— No te acerques – gruñó dejando ver aquel cambio variado entre colores, sacándole un suspiro al alfa, quien detuvo su andar, en un recordatorio que no era tan fácil acercarse a Jungkook – no te muevas, alfa.

— ¿Ahora soy alfa? Pensé que sabías mi nombre.

— Sí, lo sé.

— Bueno, ¿yo no voy por la vida llamándote omega o sí?

— Pero esa es mi jerarquía, ¿no es así? Dejé de tener un nombre desde hace mucho tiempo. Además, alfa es tu jerarquía, no veo por qué te enojas conmigo, eres el rango dominante.

— Eso es muy agresivo de tu parte, considerando que me conoces, o al menos sabes quién soy, ¿no lo crees? – el omega lo miró con incredulidad, parecía dudar de sus palabras, sin embargo, no estaba poniendo resistencia ante su acercamiento. Lo observaba manteniendo su característico ceño fruncido como si estuviera leyendo hasta el último rincón de su alma —. Te curé muy bien e incluso en estos momentos me estoy preocupando por ti, por favor no seas así conmigo.

— Si tanto te interesa saber lo que estoy haciendo te lo diré – lo encaró una vez se aseguró que su herida estaba cerrada, la cual sabía muy bien que se curaría perfectamente en unos minutos sin dejar alguna cicatriz —. Trataba de huir trepando por ese muro – señaló con su dedo el lugar por el cual Taehyung lo vio intentar aquello —, pero esa cosa verde no resistió y me lastimé. Mira justo aquí.

— Eso puedo notar – el alfa se acercó lentamente de nuevo y Jungkook simplemente le permitió hacerlo, mostrándole su mano cuando Taehyung le hizo un pedido silencioso, extendiendo su tacto hacia el omega, la piel estaba rosada, casi completamente cicatrizada – también parece que ya la has curado. ¿Aprendiste a curar tus heridas con saliva en el recinto?

— No, en ese lugar mi hyung siempre curaba con medicina – el tacto de la yema de los dedos ajena le hizo erizar los vellos del brazo, retirando lentamente su mano, sosteniéndola con recelo – él siempre utilizaba una venda especial, ardía, pero funcionaba muy rápido, casi igual que la saliva.

— Interesante, parece que tu hyung se encargaba muy bien de ti aun estando en ese lugar.

Taehyung estaba más que extasiado con la presencia contraria, no podía evitar acercarse cada vez más a Jungkook como si un extraño magnetismo los obligara a no alejarse. El alfa se sentía curioso, ¿cómo un omega como Jungkook parecía conocer muchas cosas y al mismo tiempo ser completamente ignorante?

Lo vio alzar la vista hacia el muro, no se veía perdido o desesperado, mas bien se notaba como inseguro de lo que podría encontrar al otro lado, podía asegurar que lo que intentaba nuevamente era escapar de ahí, huir de él. Ese solo pensamiento hizo que su lobo se reflejara en sus ojos, estaba disgustado con la idea de perder de vista al omega que había marcado.

No, no era suyo porque Jungkook no había aceptado la marca en su cuello, dudaba que aquel lazo funcionara siquiera, lo llamó tantas veces sin obtener respuesta alguna que ponía en duda la efectividad de la marca, ¿el doctor Park estaba en lo correcto? Quizá el linaje de Jungkook impedía que la unión entre ellos se diera, o bien podía ser su rango en la jerarquía. Lo vio quejándose nuevamente por el raspón en su rodilla, el rastro comenzaba a secarse y Taehyung no pudo evitar sentirse responsable de aquellos pequeños golpes y heridas.

Jungkook...

Lo intentó una última vez para asegurarse que verdaderamente no existía unión alguna, para por fin hacer que su lobo comprendiera que ese lazo iba a morir tan rápido como se dio, que aquella marca no significaba nada y con suerte esa herida abierta sanaría sin dificultad; sin embargo, el golpe de realidad llegó a él con el resplandor de unos ojos color lila con destellos verdes, observándolo directamente.

Definitivamente, lo había escuchado, no estaba alucinando esa reacción contraria, no cuando habían estado conversando durante unos minutos y la atención de Jungkook se mantenía en otra cosa que no fuera el alfa. El ceño fruncido del omega le divirtió, al igual que aquel gesto de ladear su cabeza, pidiendo una explicación ante lo que posiblemente había escuchado en algún espacio en su cabeza.

— ¿Por qué sigues haciendo eso? Es extraño.

— ¿Me escuchaste antes? – el tono de voz del alfa desconcertó al omega, quien sonrió sin poca gracia mientras asentía – ¿por qué no respondiste?

— Lo hice, quizá seas tú el defectuoso que no me escucha, aún no entiendo cómo lo haces sin mover los labios, pero puedo escucharte. Me interrumpiste en mi camino, por eso te pedí que si tanto querías encontrarme solo me buscaras, aunque no- – Jungkook llevó su mano hacia su cuello sintiendo un cosquilleo extraño, como si unas burbujas se instalaran en su piel, se asemejaba a cuando en el recinto curaban sus heridas abiertas con un medicamento.

— Sigues estando débil, ¿por qué insistes en estar aquí? ¿Por qué estás huyendo? Cuando se supone que te encontrabas en cama por eso en tu cuello.

— Estoy perfectamente – se giró de nuevo hacia el muro para volver intentar escalar, esta vez no importándole si Taehyung era testigo de su huida, ya sabía sus intenciones, qué más daba el que le mirara hacerlo, mientras no se interpusiera todo estaría bien —. Si tanto te preocupa lo que haré, ayúdame y no te quedes ahí parado.

— ¿Cuál es el fin de esta locura? Ni siquiera sabes lo que hay del otro lado de ese muro – un bufido lleno de reproche fue la respuesta del omega, quien no se mostraba interesado en escuchar a Taehyung —. Del otro lado se encuentran unas trampas mortales que se activan con movimiento.

— Soy muy ágil, puedo evitar cualquier trampa.

— Lo dudo mucho, incluso si lo lograras, te perseguiría toda una jauría de lobos sanguinarios – intentaba hacer que temiera, aunque sea un poco, mas nada estaba funcionando, no daba su brazo a torcer y, por el contrario, parecía ser más temerario mientras más le insistía en no hacerlo. Le recordaba un poco a él – sería peligroso para ti si llegases a cruzar.

— Cualquier cosa será mejor que estar aquí – comenzó a trepar de nuevo, sosteniéndose de las pequeñas hendiduras, apoyándose de las enredaderas, mientras tanto el alfa se acercó a él para evitar que cayera —, me tienes en contra de mi voluntad, justo como en ese lugar. Además, no pienso morir en manos del Rey Diamante de Sangre.

— ¿Morir? ¿Quién dijo eso?

— Lo escuché y no pienso morir en manos de ese loco alfa que solo tiene sed de sangre. Los títulos no son de adornos sabías y él es conocido por matar a cientos de personas.

Su estúpido título de nuevo hacía de las suyas arruinando algo que con tanto recelo estaba cuidando, ahora Jungkook le tenía rencor, porque eso podía notar en su aura, no estaba asustado, ni siquiera se veía aterrado ante la idea de morir en manos de aquel ser sanguinario al cual todos le atribuían miles de muertes o bien un sin fin de destierros fuera del muro de protección.

El jadeo del omega lo puso en alerta, y la corta distancia fue más que factible, para que Taehyung diera dos pasos hacia delante, logrando sostener en brazos a Jungkook, quien cayó sin más, aferrándose al cuerpo que con tanto recelo lo estaba tomando.

— Bájame – el alfa lamió sus labios dudando en cuán dispuesta estaba para acatar o no lo pedido – por favor.

— ¿Ni siquiera merezco un gracias por rescatarte?

— No pedí que me rescataras, quería que me ayudaras a subir, esto no habría pasado si tú... — se contuvo en seguir hablando, manteniéndole la mirada a Taehyung, Impresionándolo cuando el color morado intenso se mantuvo en esos ojos – solo bájame sí.

— De acuerdo, pero antes quiero saber ¿Dónde escuchaste eso del Rey Diamante? ¿Fue aquí mismo en la casa?

— El título de ese rey se conoce en todas partes. El hecho de saber de lo que es capaz de hacer es lo que nos dejan claro en ese lugar del que provengo.

— Y tú conoces a dicho Rey del que estás huyendo.

— Eso no es relevante, ¿por qué debería interesarme alguien que no le importa matar a sangre fría? Yo lo hago para defenderme o al menos eso fue lo que hice todo este tiempo – murmuró cabizbajo, sintiendo la culpa de algunas de esas muertes —. Además, no es asunto tuyo si lo conozco o no – refunfuñó porque sabía que el alfa tenía razón en que no debía juzgar de esa forma, pero tanto tiempo en el recinto lo hizo desconfiado. Volteó la mirada hacia la pared de la cual intentaba trepar con anterioridad y seguido le dirigió la mirada a Taehyung, quien aún seguía esperando una respuesta diferente —, pero si tanto te interesa obviamente no lo conozco. Nadie lo conoce porque es un ermitaño que no se deja ver, así que claramente es alguna especie de lunático, al cual no estoy dispuesto a que se coma mi corazón.

— ¿Tu corazón?

— Es lo que dicen. Las historias mencionan que luego de matar a su presa como recompensa, pide comerse su corazón buscando de esa manera que el propio deje de ser tan frío o bien dejar a todos tan helados como lo está él. No quiero ni siquiera cruzarme con él, es aborrecible de solo pensarlo.

— Comprendo – mencionó con cierto deje de tristeza, bajando por fin al omega, quien agradeció el hecho de tener de nuevo los pies en la tierra.

— Por eso quiero escapar antes de que me entreguen a él – volvió a acercarse al muro observando lo alto que es, las enredaderas estaban caídas revelando así el color gris del material, regresó la mirada hacia Taehyung y no pudo evitar sonreír cuando se detuvo a pensar en cierto detalle —. Tú... pareces muy fuerte. Tal vez si me ayudas para subir lo suficientemente alto, podré sujetarme de esa orilla y quizá pueda...

— Una pregunta, antes de ayudarte en esta locura tuya – dio unos cuantos pasos hacia delante, notando el ceño fruncido del omega, quien no estaba a gusto con el hecho de hacer un trato para que le ayudara – ¿eres de los que juzgan un libro por su portada o un simple título? Ni siquiera sabes cómo luce, quizá todo lo que has escuchado sea solo una mentira.

— No me importa como luce. Lo que no me gusta es no saber algo respecto a él y que la única información que se tiene de él es lo... lo cruel que puede llegar a ser, me causa repudio. Temo porque haya sido el responsable de...

— ¿De qué?

— Nada, olvídalo, primero debo asegurarme de que sea lo contrario, aunque dudo mucho que no causara todo...

— ¿Todo? ¿Te refieres a que te hicieron creer que fue su culpa el que estuvieras ahí? – el omega asintió aun dudando y no queriendo hablar más del tema.

¿Esa era la imagen que tenían los otros de él? Tenía la esperanza de que fueran menos personas que lo juzgaran o bien que fueran ignorantes de todo ese circo de su título, una idea llegó a él, la posibilidad de hacer cambiar de idea a Jungkook al explicarle la razón de su título, quizá así aceptaría el quedarse solo por un poco de tiempo.

El lazo que habían formado estaba ahí, latente, haciéndose cada vez más fuerte y por más incoherente que se escuchara, él quería que siguiera así. ¡Por qué siquiera estaba considerando eso! Su compromiso con Jimin era una estrategia entre clanes y esto solo arruinaría los planes que su padre tenía para él; sin embargo, el gran alfa que un día fue líder del clan Kim estaba muerto, todo lo que fue proclamado por él dejaba de tener validez si se superponía con algo tan importante como un lazo.

Si bien Jungkook no pertenecía a un clan... sus pensamientos se detuvieron al notar ese pequeño detalle, el omega no pertenecía a ninguna familia, de hecho estaba dudando si siquiera pertenecía a uno de los clanes principales o bien era una mezcla extraña de esas que estaban prohibidas y de ahí la razón para tenerlo encerrado en aquel recinto.

— Jungkook – le llamó en voz alta, queriendo interrogarlo sobre su pasado o bien sacar todas las preguntas que tenía en mente y ninguna sin una respuesta, mas la mirada un poco más suave por parte del omega lo hizo callar – ¿si te ayudo qué ganaré?

— ¿Ganar? Nada.

— Muy gracioso – sin embargo, no había ni una sola pizca de humor en aquello, verdaderamente estaba siendo directo con él – bien, lo haré.

— Gracias. Ahora ven, ayúdame a salir de aquí. Solo necesito que me empujes, estoy seguro de que podré saltar al otro lado si lo haces con la suficiente fuerza.

— Escapas de algo que no conoces. ¿No quieres siquiera saber cómo es el rey?

— Que no queda eso claro.

— Si haces esto notarán que huiste – Taehyung intentó tocar lo menos posible de Jungkook, pudo sentir la planta de los pies del omega con unos rastros de tierra mientras que lo impulsaba hacia arriba, ¿por qué estaba haciendo algo como esto? —. ¿No te importa escapar sin pensar en las personas que te han cuidado, yo incluido?

— Eso no es algo, por lo que tengo que preocuparme – lo encaró de nuevo con una súplica en su mirada, cuando notó que Taehyung ya no estaba haciendo el mismo esfuerzo para levantarlo, volviendo a dejarlo en el suelo – solo... por favor. Estoy pidiendo tu ayuda. Lo haría yo solo si pudiera, pero estoy... eso no importa, solo súbeme.

— Me temo que tendré que negarme. No puedo, me niego a ayudarte en esta locura.

Su lobo estaba inquieto, aullando en su interior, rasguñando en su pecho para que dejara de hacer aquello. No podía dejar que huyera, no cuando de pronto se sentía apegado a alguien externo, a su familia o amigos cercanos. Lo quería cerca, estaba dispuesto a todo menos a perder a Jungkook, ¿qué pasaría si los Jeon lo encontraban de nuevo? ¿Lo matarían por escapar? ¿Lo someterían a cosas horribles?

— Por favor, confía en mí, sé que puedo encontrar otra manera para que se solucione todo. Basta con que me digas lo que ocurre... solo.

— ¿Por qué? Acaso se te hace divertido el hecho de que pueda morir en las garras del Rey sanguinario.

— Pues yo no dejaré que te lastimen o mueras.

— ¿Cómo puedes asegurar eso?

— Porque – lo miró alzando una ceja, cruzando sus brazos por sobre su pecho, haciendo que la sudadera que traía puesta se ciñera a su silueta, haciendo notar el pequeño bulto en su vientre que ya no se marca como antes – yo soy el rey diamante de sangre.

La angustia estuvo plasmada en aquella mención, Jungkook lo detalló en silencio, se alejó dos pasos, una distancia que dolió, el alfa sentía que era otra persona más que estaba cayendo ante el prejuicio de lo que implicaba su título. El omega lo rodeó, esperando encontrar algo que delatara a Taehyung, quizá esperando que le mencionara que eso era mentira que solo lo había dicho para que no temiera.

Quizá habría esperado que se abalanzara sobre él, mordiéndolo en el cuello para terminar con su tarea. Dudó por un momento de la mordida en su cuello siendo una simple marca, ahora pensando que aquello pudo tratarse de un intento de matarlo, justo como él lo hizo tantas veces; sin embargo, aún recordaba los ojos color sangre, mirándolo aterrado al notar su herida abierta.

Imposible, Taehyung no podría ser ese alfa. No lo quería y no podía creerlo, eso debía ser una sucia mentira para distraerlo.

— Mentiroso.

— ¿Qué?

— No tienes que decir mentiras para que me quede.

— ¿Entonces te quedarás?

— No.

— Por favor, Jungkook prometo que te protegeré de todo, incluso puedo probarte que soy verdaderamente el rey – nunca había tenido la necesidad de hacer aquello, no importaba cuanto se negara a que alguien le reconociera, esta vez era diferente – déjame probarte que conmigo estarás a salvo.

Ese color rojo intenso se reflejó en los ojos de Taehyung, haciendo que Jungkook recordara aquella mirada penetrante del lobo que lo marcó, sintiendo de nuevo un leve ardor en su marca, uno no muy molesto, más bien era como un recordatorio de que aquel alfa lo había marcado decidiendo de una manera u otra tener un vínculo con él. Ese lobo impertinente se había tomado el atrevimiento de morderlo, de marcarlo como suyo, como si de un objeto de su propiedad se tratara.

— No quiero, si se trata de algún engaño suyo, le diré a todo el mundo que esto me lo hizo usted, señor rey diamante – se descubrió la marca completamente, dándole la visión más tranquilizadora al alfa, pues estaba rosada, sana, con uno que otro rastro de abertura, pero ante todo no se encontraba infectada.

— Vamos solo una oportunidad, ¿qué necesitas para confiar en mí? ¿Quizá encontrar a alguien? – la mención de aquello llamó la atención de Jungkook – puedo ser de ayuda, solo debes decirme, ¿cómo llegaste ahí? ¿Qué fue lo que ocurrió?

— Para qué quiere saber algo como eso – la incertidumbre invadió la mente de Jungkook, el tener todas esas preguntas por parte del alfa lo estaban incomodando, si verdaderamente era el rey tan temido que todos mencionaban, decir, aunque sea una sola palabra de lo que pedía implicaba poner en peligro a todos y a él mismo – me niego a decirle algo. No confió en usted.

— ¿Por qué?

— ¿Aún se atreve a preguntar? – mencionó indignado, alzando la voz unos cuantos tonos arriba —. Me persiguió en el bosque, me acorraló, atrapó y me mordió en el cuello como si se tratara de un premio de cacería.

— Yo solo quería ayudarte a escapar.

— ¡Ya había escapado...!

— No ibas a sobrevivir en tu estado en el bosque – alzó la voz con exasperación, notando cómo Jungkook ni siquiera se inmutaba ante su forma de hablar, estaba acostumbrado a obtener miradas temerosas, mas esta era tan fría que podía apagar hasta la más fuerte de las llamaradas; su propio lobo se vio enfrentado a alguien completamente impenetrable, haciéndolo bajar los hombros, arrepintiéndose sin necesidad de ser reprendido como solía hacerlo Jimin cuando se pasaba de salvaje, como bien lo llamaba el omega —. Solo quería-

Los aullidos de los guardias se escucharon a lo lejos, también el sonido de algunos murmullos llegaron hasta ellos, los habían encontrado y pronto tendrían ahí a todo un pelotón de seguridad, interrumpiendo aquel momento. Solo quería poder conversar con Jungkook, explicarle la situación, darle la oportunidad de que decidiera si quería irse aún después de conocer un poco de la verdad.

Un quejido por parte del omega fue suficiente para Taehyung lo tomará en brazos, alzándolo sin dificultad, obteniendo las quejas esperadas por parte de Jungkook, la típica amenaza de muerte fue una muy repetitiva mientras avanzaban por el camino de regreso hacia la casa.

Se encontraron con varias personas, algunos jardineros, los escoltas, otras personas de la servidumbre, la señora Sunhee junto con Lia estaban realizando algunas tareas del jardín cuando notaron la presencia de ambos.

— Basta, en serio no teme por su vida, lo mataré si no me baja ahora.

— No creo ni una sola de tus amenazas – Jungkook se quejó ante lo terco que podía ser el alfa, la mirada de reproche le fue devuelta – deja de ser tan infantil, quiero protegerte, cuidar de ti mientras terminas tu celo – el sonido del estómago del omega exigiendo algo de comida hizo que Taehyung alzara una ceja – al parecer también alimentarte.

— Quién le dijo que necesito de usted.

— Yah, solo soy amable contigo, ¿de acuerdo? – Taehyung dirigió su mirada hacia la omega mayor, quien observaba con un poco de confusión esa escena – señora Sunhee, podría por favor llevar una merienda a la habitación de Jungkook.

— Sí, líder.

— ¿Quieres algo en especial? – cuestionó al omega quién ya se había rendido, sería muy fácil lastimar al alfa, obligarlo a que lo deje con los pies en la tierra, pero estaba lastimado y su celo lo estaba haciendo sentirse necesitado de atención, una que le estaba brindando Taehyung – ¿Te gustaría un poco de fruta, mh? ¿Eso estaría bien para ti? ¿Qué tal un poco de sopa?

— Sopa está bien – el alfa sonrió triunfante cuando escuchó aquello, haciendo un solo gesto para que el personal comprendiera su pedido – la fruta, ¿puede ser la que quiera? – Taehyung asintió en respuesta – manzana, el alfa que me perseguía me hizo botar la comida que tomé.

— Señora Sunhee-

— Yo me encargaré, líder no se preocupe.

Taehyung asintió en forma de agradecimiento para seguir con su camino, junto al omega quien ahora se sostenía del cuello ajeno, en más de una ocasión lo vio con cierta intención oscura, apretando más su agarre y eso siempre terminaba en una batalla de miradas donde ninguno cedía, no hasta que Jungkook aflojaba su agarre, logrando así que el alfa avanzara por la casa, recibiendo saludos rápidos y algunas miradas curiosas.

El alfa pudo escuchar las murmuraciones de una conocida voz quejosa, cosa que lo hizo avanzar aún más rápido, teniendo las quejas del omega en sus brazos, pedía ser bajado constantemente, ya que era incómodo debido a cierto problema de humedad en su parte trasera, aun así no lo haría, no a menos que estuvieran seguros en la habitación. Llegó hasta la segunda planta, donde por fin lo dejó en el suelo, mantenía su respiración agitada debido al esfuerzo y Jungkook no le quitaba la mirada fulminante de encima.

Acercó su mano hacia la muñeca contraria, notando la postura a la defensiva del omega, quien intentó ocultar sus manos y brazos de su alcance, Taehyung bajó la mirada hacia ese gesto, recordando las marcas de quemaduras. Dio un paso hacia atrás para mostrarle que no haría nada para lastimarlo, logrando que Jungkook se relajara, aun así parecía interesado en buscar algo detrás de él como si no confiara al verlo alzar las manos.

— Vamos, camina, iremos a tu habitación.

— No quiero.

— ¿Por qué no?

— Estoy lastimado y me duele estar de pie.

— Pero hace unos minutos insistías en que te bajara para poder caminar – mencionó un tanto desesperado por la actitud del omega.

— Yo no dije que quisiera caminar, dije que me bajara porque era incómodo pasar por todos esos lugares con esas personas viéndonos.

— Bien – gruñó bajo para seguido tomarlo en brazos de nuevo, esta vez notando una actitud más dócil, casi con una sonrisa de lado como triunfante ante su logro de hacer que Taehyung hiciera lo que pedía, quizá no era tan malo tener un rey tan servicial – ahora sujétate, iremos a tu habitación.

— ¿No podemos ir a otro lugar?

— No.

— El lugar con todas esas plantas se veía muy bonito.

— No.

— Qué tal la cocina, donde hay comida.

— He dicho que no.

— Pero muero de hambre – se quejó haciendo que el alfa lo mirara con exasperación, sin embargo, Jungkook desvió la mirada, no es que fuera así de caprichoso siempre, pero tener a alguien que le pusiera tanta atención era verdaderamente divertido, quizá si lo desesperaba hasta llegar a su límite lo dejaría ir —. Confíe en mí no escaparé – Taehyung alzó una ceja, casi cayendo en los encantos de esa inocente mirada —... tal vez...

— No, dije que iríamos a la habitación.

Se adentraron ambos en la habitación, el alfa fue invadido por una sensación de vacío, el fantasma del aroma de Jungkook apenas era notorio en ese lugar, un gruñido hizo vibrar su pecho cuando se dio cuenta de que alguien había abierto la ventana dejando entrar el aire fresco. Avanzó hasta llegar al lugar donde esos cristales dejaban escapar la pizca de olor del omega, cerrándolos de inmediato.

Miró por sobre su hombro cuando escuchó un sonido proveniente de la cama, notando así a Jungkook tomando nuevamente un poco de ropa, bajando los pantalones cortes mojados. El rubor en las mejillas de Taehyung fue notorio, podía sentir el rostro caliente de solo pensar que el omega estaba haciendo algo como aquello.

Jungkook terminó dejando a un lado la ropa mojada, tocó levemente sus pezones para asegurarse de que su celo estaba pasando por fin, teniendo casi éxito al no sentir ese cosquilleo al pellizcarlo. Se colocó la ropa interior, el pantalón corto y suspiró satisfecho, sintiéndose confundido ante el alfa que parecía estar evitando mirarlo. Regresó a sentarse en la comodidad de ese espacio que lo refugió durante la noche, dando algunos pequeños saltos, divirtiéndose al sentir cómo se hundía cada vez. Aún intentaba comprender cómo era que se había cambiado de ropa mientras dormía, pues la que había usado anteriormente estaba hecha un bulto entre las sábanas.

Alzó la mirada hacia Taehyung y la mantuvo ahí, fija como si intentara comprender la situación, teniendo al alfa frente a él en silencio. Una batalla de miradas donde ojos oscuros y penetrantes no dejaban de observar los contrarios, los cuales por supuesto de nuevo habían cambiado dejando de lado el bonito color morado y llegando a ser un azul extraño.

No llegaba a ser un tono intenso, tampoco dejaba de tener matices morados y alguno que otro destello verde, eran verdaderamente fascinantes. Todo en Jungkook era un misterio, lo vio intentar quitarse la sudadera, cosa que le puso nuevamente nervioso, dirigiendo la mirada hacia otra parte, ¿cuál era la necesidad del omega de desnudarse frente a él?

Hipócrita.

Lo había visto completamente desnudo el día anterior, pudo detallar la anatomía contraría a la perfección cuando estaba sobre él y luego en la bañera. Mientras Taehyung mantenía una pelea interna con él mismo, el omega libraba una muy diferente con la ropa, la cual se había atorado, no permitiéndole salir, así sin tener más opción hizo puños la tela entre sus manos, halando de esta, tirando, jalando hasta que por fin los hilos cedieron, rasgándola por completo, liberando así a un muy acalorado Jungkook.

Veía al alfa intentando ver hacia otra parte menos a él, ¿acaso le incomodaba verlo desnudarse? No parecía tan perplejo la tarde anterior cuando fue el mismo Jungkook quien se subió a horcajadas para calmar su necesidad, ahora se veía ¿avergonzado? Lamía sus labios constantemente, tragaba duro cada tanto y empuñaba sus manos como si estuviera conteniendo.

— ¿Qué pretende al traerme aquí? – frunció de nuevo su ceño, cruzando sus brazos sobre su pecho, el cual estaba desnudo completamente, Taehyung apenas le dirigió la mirada, pudo notar lo erectos que se encontraban los pezones del omega – ¿Entonces?

¿Por qué carajos se le aguó la boca con la vista de eso? Jungkook ni siquiera se estaba insinuando ante él, no lo seducía de ninguna manera, tampoco buscaba provocarlo solo se encontraba ahí esperando una respuesta, mientras que el alfa se abofeteaba internamente por actuar como un pervertido ¿Qué podía decirle? Lo había llevado al interior de la casa con el fin de calmar a su lobo pidiendo proteger al omega marcado, uno que por supuesto no necesitaba ayuda más que para escapar, alejarse de él, de ahí la razón por la que decidió hacerle caso a sus impulsos y no darle escapatoria.

Se veía tan indefenso, como si con esa postura erguida intentara ocultar lo frágil que podía llegar a ser, y es que verdaderamente lo era, o al menos en su faceta de celo, pues las imágenes del omega rogando por él aún las tenía grabadas en su memoria.

Había despertado en mitad de la madrugada debido a un molesto dolor en el pecho, para luego sentir cómo era llamada a cierto lugar. Su cuerpo fue tomado por algo más que su propia razón, el sudor en su piel le molestaba, pero su único objetivo era llegar hasta esa habitación donde se encontraba Jungkook, envuelto en una ola de calor fuerte, pidiendo que se detuviera el dolor en su vientre.

Le gruñó unas cuantas veces antes de que le dejara acercarse lo suficiente y un simple llamado hacia él fue suficiente para que Jungkook se incorporara en una posición aún más dócil, aunque sin dejar de estar a la defensiva. Se había sentado en posición de loto, justo como en ese instante, lo observaba de manera impasible, con un leve toque de reproche supo muy bien que le había esperado cuando Jungkook apenas murmuró...

Mentiste.

Luego de eso, todo fue un poco caótico, hasta que su propio aroma relajó al omega, permitiéndole acercarse para consolarlo; la ropa que se había colocado después de aquel baño fue retirada con desesperación, mientras que se recostaba de nuevo para comenzar a frotarse lentamente en el tacto ajeno. No pasó nada sexual, todo se limitó a Jungkook tomándole la mano y él arrullándolo constantemente, haciéndole saber que estaba ahí junto a él. Taehyung no salió de esa habitación hasta que se aseguró que Jungkook se encontraba completamente dormido, vestido y en especial un tanto más relajado en cuanto al celo.

— Si no piensa responder a mis preguntas, entonces yo tampoco estoy obligado a decir nada – se incorporó, comenzando a salir de la cama con el objetivo de dirigirse hacia la puerta, su camino fue interrumpido por el alfa quien se plantó frente a él —. Déjeme salir.

— No.

— ¿Qué pretende de mí al tenerme aquí? ¿Qué lo diferencia del lugar en el que estaba? – el alfa intentó responder, pero fue interrumpido abruptamente por el omega – dice querer protegerme, pero aquí no estoy en ningún riesgo, sin embargo, se empeña en tenerme encerrado. ¿Quiere hacerme daño? ¿Busca devolverme al lugar del que me sacó? ¿Qué le dijeron? ¿Le mencionaron que soy valioso y por eso quiere encargarse de mí?

— No es así, ¿Por qué dices eso? ¿Acaso ocurrió algo que no me has dicho? – se negó a hablar, haciéndolo a un lado para salir de nuevo, pero Taehyung lo detuvo, colocándose en su camino.

— A un lado, no puede obligarme a quedarme aquí.

— Solo dime ¿Qué hice mal? ¿Por qué quieres salir o huir?

— Eso no le interesa.

— Por supuesto que lo hace – su tono era un tanto nervioso, ¿cómo podía convencerlo? Nunca necesitó mencionar o pedir que se quedaran a su lado, por el contrario, siempre eran los otros quienes le suplicaban a él para que les permitiera estar a su lado – afuera hace frío, hay manadas salvajes al otro lado del muro, te lastimaste al intentar trepar y aun así estás decidido a irte ¿Qué pensabas al salir así? Podrías enfermar, recién terminado el celo y...

— No debe preocuparse por mí, estoy bien, además no siento frío, tengo calor, he vivido en peores condiciones que estas. — el rubor en las mejillas de Jungkook se intensificó cuando notó que el alfa le veía a detalle, llevó su mirada hacia su pecho, sintiendo por primera vez un poco de pudor ante su desnudez porque nunca había recibido una mirada como esa. Taehyung le acunó el rostro de pronto, tenía las manos frías, contrastaba demasiado con el calor corporal de Jungkook, mas el alfa simplemente buscaba revisar si no tenía fiebre – ¿Q-qué hace?

— Pensé que tenías fiebre de nuevo, tus mejillas están rojas.

— No es verdad – Jungkook tomó la muñeca de Taehyung de manera brusca para quitar el agarre de su rostro, obteniendo la misma acción por parte del alfa – suélteme.

— ¿O qué? ¿Me matarás? – un gruñido fue la respuesta del omega, le estaba colmando la paciencia con sus respuestas, parecía conocer sus reacciones —. No pelees más conmigo, de verdad no te haré daño. Además, por qué de pronto me hablas tan formal.

— No es eso lo que piden los alfas, como usted, que se les trate con respeto – el labio inferior del alfa fue atrapado entre sus dientes, aflojando finalmente su agarre en la muñeca de Jungkook como si se estuviera rindiendo.

La mirada del omega se convirtió en todo un misterio, Taehyung tenía la facilidad de leer entre líneas las actitudes del resto, toda su vida necesitó saber defenderse, estar alerta, comprender los movimientos, los sonidos, las actitudes del otro, sin embargo, Jungkook salía de todo lo que una vez pudo ver en el resto de personas.

— ¿Por qué me miras así? – murmuró aun estando demasiado cerca de Jungkook, ninguno de los dos había puesto distancia entre ese encuentro extraño.

— Me siento confundido – dijo sin más, no necesitaba ocultar nada, no era como que lo necesitara, siempre se caracterizó por ser directo, sin filtros, como mencionaba su hyung – quiero creerle, que no es ese ser sangriento que ha terminado con muchas vidas...

— ¿Pero?

— No lo sé... No tengo miedo si eso es lo que piensa, pero tampoco quiero estar cerca de usted, no ahora – Taehyung ladeó la cabeza sintiéndose verdaderamente confundido, aún más cuando vio a Jungkook alejarse de él – me hace sentir extraño ¿de acuerdo? Está demasiado cerca, no me gusta.

Lo vio frotarse el cuello unas cuantas veces, teniendo cuidado de no hacerlo de manera brusca en la marca. El alfa se sentía tranquilo con solo la vista de una herida rosada en esa zona tan íntima, quizá Jungkook no aceptaba un lazo, pero su lobo estaba cooperando para no rechazarla del todo, aun así el omega no podía evitar sentir la incomodidad en su cuello, rascando un tanto más fuerte, sacando líneas finas de sangre. Cualquier omega se cubriría al sentir una mínima molestia, mas Jungkook no era como el resto, lo sabía, podía asegurar que este omega ni siquiera había sido criado en su sociedad.

Taehyung suspiró cansado de darle vueltas al asunto, buscando con la mirada un poco de ropa, encontrando algunas prendas dobladas en una de las sillas de la habitación. Tomó un suéter, lo suficientemente amplio, no era tan cálido como el sudadero, pero cumpliría con su objetivo de cubrir el cuerpo ajeno.

— No hagas eso, por favor. Tendré que ponerte guantes si sigues lastimando así – un bufido fue la única respuesta que recibió junto con un gesto cansado por parte del omega al bajar la mano – ¿Tanto te incomoda mi presencia? – su voz era un tono dolido, cosa que llamó la atención de Jungkook, jamás le había importado si alguien era lastimado con sus palabras, pero en esta ocasión esa murmuración le causó un malestar en su pecho – ¿Por qué no te gusta tenerme cerca cuando apenas ayer...? Si no me tienes miedo, cuál es la razón para estar tan poco receptivo a mí.

— Quizá porque es el causante de esto – señaló la marca, para luego cubrirla con su palma cuando notó la mirada intensa del alfa sobre ella —, ¿puede hacer que se borre? Por favor – ese pedido había dolido tanto en el pecho del alfa, ¿lo estaba rechazando? ¿Qué esperaba? No era una marca acordada entre ambos, por supuesto que pediría eso.

— No puedo borrarla.

— Mentiroso.

— Hablo en serio, yo no puedo quitarla.

— Usted la hizo, quítela – reclamó sin más, manteniendo su postura firme y aún más a la defensiva cuando Taehyung comenzó a acercarse nuevamente.

No de nuevo. No otra vez. El aire en los pulmones de Jungkook se estancó en el segundo que el alfa nuevamente se encontraba a unos pasos de distancia. Tenía esa mirada culpable, como si le pidiera algo, pero ¿qué?

— Prometo que intentaré buscar una forma de que se borre, pero mientras quédate – suplicó, aunque el ambiente se había vuelto un tanto más serio, el sonido del estómago de Jungkook gruñendo por el hambre que probablemente tenía fue lo que hizo que la burbuja tensa por fin estallara —. No tienes que responder ahora.

— Prometa no acercarse tanto – Taehyung asintió de inmediato, dando un paso atrás – es solo por ahora, no confió, ¿okay?

— Iremos despacio, puedes hablarme de lo que sucedió contigo, con tu familia o el porqué estabas en ese lugar, llegaremos al fondo de todo esto, solo quédate, ¿sí?

— Me quedaré, pero por favor, ¿puedo comer algo que no sea solo sopa?

— Por supuesto que sí – la sonrisa de Jungkook fue como una brisa fresca para Taehyung y su preocupada mente, la cual no lo había dejado tranquilo —, pero antes déjame ponerte esto.

— ¿Más ropa?, pero ya le he dicho que muero de calor.

— No puedes andar así por la casa, todos te verán y yo... — la mirada del omega exigía una respuesta – no permitamos que el resto de personas te vean así de acuerdo. Eres nuestro invitado, puedes andar por la casa, pero asegúrate de andar con ropa y ser menos agresivo.

— Okay.

Ese omega tenía una dualidad abrumadora, demasiado cambiante para el pobre corazón de Taehyung, quien no toleraba estar así de contrariado entre la actitud dócil, defensiva o agresiva de Jungkook, la cual era tan cambiante como sus propios ojos yendo de un color a otro o bien deleitándolo con una hermosa aurora boreal.

Sus facciones eran delicadas cuando se relajaba y bajaba la guardia, esos grandes ojos lo invitaban a perderse en la inocencia e ignorancia de no conocer absolutamente nada del omega, sin embargo, cuando estaba molesto se volvía la mirada más aterradora que causaba escalofríos, tan fría como solo él lograba hacerlo. Y en ocasiones sus actitudes podrían ser chocantes, justo como en ese instante.

Jungkook alzó los brazos frente al alfa, quien ladeó la cabeza al notar la acción, sonriendo de lado al no comprender lo que estaba haciendo.

— Dijo que debía ponerme ropa, ¿no me la pondrá? – el alfa soltó una risa nasal mientras asentía – solo tenga cuidado con... eso, a veces me pica o me duele, es una herida extraña.

— Prometo ser muy cuidadoso – mordió su labio antes de siquiera pasar el suéter por la cabeza de Jungkook – no prefieres que coloque un apósito en la marca para no tenerla expuesta.

— Nuh uh, me da comezón. Déjela así o ¿prefiere que la oculte también de la vista de todos? – el alfa negó, vistiendo por fin al omega, quien quedó con el cabello revuelto, con el flequillo casi cubriendo sus ojos, cosa que Taehyung se encargó de cambiar – ¿por qué me mira así?

— ¿Así cómo?

— Como tonto. No me iré lo prometo, tampoco necesito que me tenga lástima – la risa ajena no le molestaba y mucho menos notar cómo poco a poco Taehyung se veía cada vez más relajado, ¿en serio ese era el alfa sanguinario? – ¿Ya podemos bajar a la cocina?

— Sí, ¿quieres que te lleve?

— Nuh uh, ya puedo caminar.

— Me dejarías revisar – Jungkook frunció su ceño en muestra de no estar de acuerdo con el pedido – así veré si no necesitas un apósito o un vendaje.

— ¿Se tardará? Tengo hambre – lo vio negar, divertido, mientras se alejaba con dirección hacia el baño, regresando con algunas cosas entre sus manos – okay.

Se sentó de inmediato en la cama, alzando su pie frente al alfa, quien de inmediato revisó si había alguna herida abierta, no encontrando nada, sin embargo, se dedicó a limpiar muy bien, por si las dudas. Tomó el tobillo izquierdo del omega para poder ver el otro pie, encontrando una simple línea rosada, la cual se encargó de desinfectar y colocar un apósito.

Jungkook se limitó a simplemente observar, mirar fijamente los movimientos del alfa, parecía tener miedo de dañarlo, lastimarlo o romperlo con algún movimiento, era divertido notar cómo pensaba que podía ser tan frágil como el pétalo de una flor. Se había hecho daño tantas veces en el pasado que podía soportar muy bien el dolor.

Su madre siempre le preguntaba cuánto dolía algún golpe para valorar la manera en la que debía curar sus heridas.

En una escala de 1 a 10, ¿cuánto duele?

Nunca comprendió muy bien a qué se refería, en su niñez mencionaría que un raspón en la rodilla como el que tenía justo ahora estaría valorado en un 3, una herida como la de su pie quizá un 1 solo porque le molestaba el hecho de que no le permitiera caminar bien por algunos minutos. Jamás había llegado al 10, nunca algo había dolido tanto como para considerar llegar a ese número, sin embargo, era reconfortante el sentirse atendido.

— Listo – escuchó al alfa decir, mientras pasaba con delicadeza la yema de sus pulgares sobre el apósito que había colocado en la rodilla de Jungkook – con eso será suficiente, parece que sanan muy rápido.

— Sí, lo hago. Por eso no entiendo por qué esto no cura.

— Pues es aún más complicado que una simple herida – explicó el alfa, poniéndose de pie, encarando de nuevo al omega y extendiéndole su mano – por ahora será mejor comer un poco ¿mh?

— De acuerdo.

Jungkook no tomó la mano del alfa, por el contrario, hizo algo diferente, extendió ambos brazos al frente, mirando fijamente a Taehyung, quien aún esperaba, se pusiera de pie con su ayuda, confundido por la actitud del omega, quien se estaba impacientando.

— ¿Qué haces?

— Espero para que coloque las esposas – mencionó con obviedad, dejando a la vista esas marcas en sus muñecas, una visión que causó escalofríos en Taehyung – ¿por qué espera tanto? Me duelen los brazos.

— No haré eso, aquí nadie te pondrá esposas – dijo en voz baja, casi sintiéndose extraño por lo molesto que podía ser su lobo al estar pidiendo defender al omega frente a él. No había ningún peligro cerca, sin embargo, su instinto le estaba jugando mal —, aquí en la casa puedes ser libre. Podrá ir y venir donde quieras, solo no intentes escapar nuevamente si te sientes asfixiado por el encierro mejor pídeme salir ¿sí? Nadie te hará daño en este lugar y si no te sientes cómodo con alguien estará bien, solo aléjate de esa persona.

— Y si preguntan por mí. No quiero que me hagan preguntas que no puedo responder – Jungkook recordaba esas primeras veces en las que era interrogado en el recinto, cuando por primera vez sintió odio hacia alguien. Aquel alfa que estaba dándole choques eléctricos ante su falta de respuesta terminó muerto y eso fue suficiente para ser marcado como peligroso en aquel lugar —. No quiero, por favor, no me obligue a hablar con personas.

— Hey, tranquilo, ¿sí? No te estoy pidiendo que hables con todos, si alguien que hace preguntas sin una respuesta, pues no le respondas, quiero decir, puedes hablar con todos, aquí son muy buenas personas, aunque si llegan a preguntar algo que no quieres responder entonces no lo hagas ¿okay?

— Okay – abultó sus labios luego de esa respuesta corta, la cual fue completamente automática, pues su mente aún estaba procesando todo, ¿era libre en ese lugar? – Entonces, ¿no habrá esposas? – el alfa negó – tampoco más tratamientos – nuevamente una negación, algo que le sacó una sonrisa ladina al omega – Okay.

Se puso de pie de inmediato, ignorando cualquier intento del alfa por ayudarlo, haciendo que Taehyung bajara la cabeza, negando lentamente, reprendiéndose a sí mismo por insistir en tener actitudes así con Jungkook, quien obviamente no estaba acostumbrado, tampoco le explicaría qué debía hacer en cada ocasión; el hecho de que el omega actuara tan espontáneo era su mayor atractivo.

Salir de esa habitación en compañía del otro implicaba complicidad en lo que estaban haciendo, Jungkook se sentía más seguro estando a unos pasos de Taehyung y este último estaba a gusto con la idea de que el omega se refugiara detrás de su imagen de alfa frío. Llegaron al inicio de las escaleras, deteniéndose unos segundos antes de bajar.

El alfa estaba acostumbrado a tener ciertas actitudes de caballero cuando estaba en compañía de un omega, el prestar su mano para que el otro se sostuviera mientras descendían en los escalones era una costumbre muy arraigada en Taehyung en especial porque Jimin disfrutaba hacer aquello con el fin de fastidiarlo o bien para hacerlos parecer una pareja genuina.

— ¿Por qué nos detenemos? ¿Olvidó algo? – observó la mano ajena, apenas extendida, comenzando a mirarla – ¿tiene algo en la mano? ¿Le duele? Oh, ¿Quiere ver mi mano? – la alzó frente al alfa, sorprendiéndolo por la repentina actitud – está completamente sana. ¿Era eso?

— Descuida, no es nada, lo lamento, es algo mío, no te preocupes – Taehyung extendió su mano hacia el frente como un gesto automático para que fuera tomada, o bien esperando que el gesto pasara de nuevo desapercibido por el omega quien nuevamente no puso importancia, Jungkook no puso atención en eso y bajó lentamente el primer escalón – ten cuidado.

— No soy tan débil como cree.

Terminaron de bajar las escaleras, con Jungkook ahora sintiéndose más tranquilo y mucho más maravillado con lo que veía a su alrededor, la primera vez que bajó no había observado con cuidado todo y es que esa casa era demasiado alta. Estaba iluminada en todos los lugares gracias a unas gigantescas ventanas. El suelo bajo sus pies se sentía frío y en otras partes, las que estaban cubiertas por otra especie de suelo se sentía más cálido, le hacía cosquillas en cada paso, así que trataba que su caminar fuera lo más rápido que podía para evitar ser atacado con esa sensación.

— ¿Todo bien? – cuestionó Taehyung al notar que se había detenido a medio pasillo, observando hacia abajo, haciendo que el alfa se diera cuenta del pequeño detalle que estaba descalzo – ¿Jungkook?

— ¿Uh?

— ¿Estás bien? Lamento no darme cuenta de que estabas sin zapatos.

— No importa, llevo mucho tiempo sin usar, no los necesito, aunque esto hace cosquillas – no pudo evitar sonreír divertido ante la sensación extraña – ¿por qué este suelo es así?

— Es una alfombra – lo vio ladear la cabeza, definitivamente no sabía lo que era – es como una especie de cobertura.

— ¿Para qué sirve?

— ¿Decoración?

— ¿Está seguro? – la risa de Taehyung fue imposible de evitar – ¿por qué pondrían algo así solo para nada?

— Tienes razón, te parece si investigo un poco más sobre su función para así responder tu pregunta.

— Okay.

— También me encargaré de pedir que te den zapatos.

— No los quiero, puedo estar así sin problema – el alfa negó ante la mención de algo como eso, aunque no discutiría con él sobre el uso de calzado, mientras estuviera dentro de la casa no veía problema – ¿podemos seguir avanzando? Huele delicioso.

Se adentraron a un lugar donde había una mesa gigante, había muchas sillas desocupadas, ¿tantas personas comerían a su lado? Pudo ver que en uno de los extremos se encontraba un gran plato con fruta y comida extraña, la cual no estaba acostumbrado a ver, pero se veía muy bien. Conocía el arroz porque en el recinto fue de sus primeras comidas, había algunos vegetales y una pequeña olla con la sopa prometida.

Ver todo eso servido le abrió el apetito, no sabiendo muy bien si podía tomar todo para comerlo o bien debía compartir. En realidad no le agradaba la idea de tener que darle a otro su comida, aunque no tendría problema con alimentar a Taehyung.

— Siéntate donde gustes, de preferencia cerca de la comida – mencionó al notar la mirada de Jungkook yendo de un lado a otro.

— ¿Vendrán más personas?

— No, todo esto es para ti.

— ¿Para mí?

— Sí, la señora Sunhee se esmeró para darte lo que parece ser un buen desayuno, casi almuerzo – lo vio tomar iniciativa de sentarse a la cabeza de la mesa donde estaba más cerca de toda la comida – bien, disfruta todo lo que desees.

— Gracias – su voz fue muy baja, no porque estuviera apenado, sino más bien porque no sabía por dónde empezar, había un poco de todo y se veía delicioso, olía de maravilla, aunque no terminó de deleitarse con la comida, al menos no a su gusto, pues notó que el alfa comenzaba a alejarse —. Espere ¿no comerá conmigo?

— ¿Quieres eso? Sería compartir tu preciada comida conmigo.

— Puedo hacerlo, pero solo con usted – el alfa sonrió divertido, aunque amara la idea de quedarse a acompañar a Jungkook, tenía tareas por atender, trabajo pendiente y un clan que dependía de él para que estuviera al mando de todo.

— Quizá lo hagamos para la cena, ¿qué te parece?

— ¿Lo promete? – una afirmación murmurada le fue brindada, haciendo que Jungkook frunciera su ceño – ¿no miente como lo hizo ayer por la noche? Lo esperé y nunca llegó a la habitación, dijo que volvería y no lo hizo.

— Esta vez no faltaré a mi palabra.

Se quedó a solas en ese lugar, con cantidades de comida que jamás hubiera imaginado. Desde su asiento se dedicó a revisar cada esquina, cada pequeño detalle del lugar. Era verdaderamente amplio, tanto así que el más mínimo movimiento hacía eco en las paredes, no importaba si respiraba fuerte o lento, si movía un milímetro los cubiertos, o incluso si arrastraba los pies, ese sonido de su piel contra el suelo también podía escucharse.

Se puso de pie, observando la comida frente a él, no sabiendo por dónde comenzar, tomó un poco de la fruta que se encontraba perfectamente partida en un plato. Todo sabía muy bien, dulce, jugosas, llenas de sabor, echó la cabeza hacia atrás mientras que daba pequeños jadeos llenos de satisfacción, por lo bien que sabía la comida, su ceño se frunció mientras que seguía caminando en todo el lugar.

Ventanas que iban del techo al suelo le daban una maravillosa vista de toda área llena de flores, árboles pequeños, también pudo ver unas cosas que sacaban agua. Le causó curiosidad, tanto así que terminó casi pegándose a los cristales de la ventana para ver aún mejor, a su nariz llegó cierto aroma intenso, comenzado a buscarlo de inmediato, no tardando en encontrarlo, observando a algunos guardias; sin embargo, estos no se veían como los del recinto no estaban custodiando nada, simplemente estaban resguardando el hogar de su Rey.

El ambiente entre el personal se veía muy diferente, sonreían, conversaban, verdaderamente un lugar muy distinto y tranquilo, quizá podría pasar mucho tiempo ahí. Taehyung parecía ser un alfa contrario a lo que un día conoció de esa jerarquía, aún no podía confiar en él completamente, quería conocer la razón por la que todos le temían cuando él mismo podía ver que el alfa no era más que un hombre frío, gruñón y poco amistoso.

— Es extraño, majestad – pensó en alto, mientras que dejaba la mente en blanco recordando cada facción del alfa.

Pronto los vellos de su nuca se erizaron, su ceño se frunció ante la extraña sensación, llevó a sus labios la última de las fresas que sostenía, mordiendo lento para saborearla mejor, mirando fijamente al alfa causante de ese cosquilleo inusual en su cuello. Lo vio andando junto a otro alfa, estaban hablando, llevaban algunas armas y estaban siendo seguidos de otro grupo. No lo notó, o al menos no pareció darse cuenta de que era vigilado por Jungkook, quien no quitó la mirada del grupo.

Al principio se alarmó de ver que lo seguían tan de cerca, ¿lo estarían custodiando como lo hacían con él en el recinto? Sin embargo, Taehyung se veía muy tranquilo, lo vio dar algunas órdenes para luego recibir una reverencia. Jungkook no pudo evitar sonreír de lado, sintiéndose tonto por pensar que el alfa se encontraba en peligro.

— Se ve muy apuesto dando órdenes, ¿no lo crees? – esa voz lo asustó, Jungkook frunció su rostro en completo desagrado al tener demasiado cerca a aquel omega que estaba invadiendo su espacio personal.

— ¿Quién eres?

— ¿Mh? ¿Yo? – se señaló dando unos pasos hacia atrás, mientras que se daba la libertad de pasear la mirada por el cuerpo ajeno. Jimin detalló al otro omega quien lo seguía mirando con una mirada llena de confusión – Soy Park Jimin y ¿tú eres Jungkook?

— ¿Cómo conoces mi nombre?

— Entonces sí eres tú.

Jimin sonrió verdaderamente emocionado al tener aquel encuentro con el omega que había causado tanto revuelo en la casa, ese por el cual su supuesto alfa había vuelto todo de cabeza cuando se enteró de que no estaba en su habitación. Lo vio tan preocupado andando de aquí para allá, el personal también se encontraba en demasiado movimiento, a él mismo lo intentaron distraer al preguntar la razón de todo ese alboroto, aun así se enteró de todo.

El omega había escapado hacia los jardines, para luego ser traído de vuelta en brazos del líder del clan, todos hablaban, murmuraban e incluso hacían silencio cuando se atrevían a cruzar miradas con él. Escuchó a más de una persona mencionar que no lo habían visto actuar de esa manera ni con el príncipe Park.

Todas las habladurías no podían importarle menos a Jimin, no cuando su objetivo era que ese omega se convirtiera en la nueva atracción de Taehyung, podría quizá convencerlo de convertirse en la pareja del alfa.

— ¿Por qué me observas tanto? – Jungkook siguió a Jimin mientras este lo rodeaba intentando notar el potencial omega que tenía para que así por fin librarse de cierta manera de cumplir con aquel casamiento, tenía el tiempo contado y con la actitud de Taehyung hacia el omega podría ser muy conveniente.

— Me preguntaba, cómo era el omega que había hecho que el líder de un clan se volviera prácticamente una bestia salvaje, cuando no supo dónde estabas – siguió detallándolo en todos los rasgos posibles, poseía una piel blanca, demasiado a decir verdad, el cabello un tanto largo y castaño, piernas largas y torneadas.

— ¿Una bestia salvaje? No creo que haya sido así, ¡puedes por favor dejar de girar a mi alrededor! ¿Eres la luna acaso para hacer eso?

— Casi – murmuró divertido Jimin, sin embargo, su buen humor se vio interrumpido en el momento que notó una marca rosada en el cuello ajeno. Se acercó hasta Jungkook con el fin de mirarla, mas este se alejó de él, gruñendo en el instante que vio amenazada su mordida.

— Aléjate de mí, o juro que no me importará que seas omega para asesinarte.

— ¿Quién crees que eres para hablarme así? No sabes a quién estás amenazando.

— Y tú sí sabes a quién tienes frente a ti – dijo entre dientes mientras que marcaba una distancia entre ambos, frunciendo aún más su ceño, sintiendo leves náuseas al sentir el aroma de Jimin intensificándose.

— Oye, no puedes ir por la vida amenazando a personas inocentes solo porque se te atraviesan en el camino – se cruzó de brazos, desviando la mirada hacia el otro lado del comedor amplio, intentando no caer ante las provocaciones del omega – está bien que no me conozcas, pero no puedes hacer algo como soltar palabras así al aire.

— ¿Crees que no lo puedo hacer? — Jimin lo encaró una vez más, notando por fin el cambio en los ojos contrarios, eran lila con destellos verdes, hipnotizaban con solo verlo, ¿esa había sido la manera de conquistar a Taehyung? – puedes dejar de hacer eso con tu aroma. Es molesto y me provoca náusea.

— ¿Mi aroma?

— Sí.

La indignación estaba más que plasmada en la mirada de Jimin, verdaderamente ese no era un omega común, ¿de dónde provenía? Parecía no conocer ni siquiera su nombre. Definitivamente, no era de una familia principal, pues todos le conocían ya fuera por su título, por sus padres o bien por él mismo. Su rostro era conocido por todos gracias a que su madre se encargó de hacer más que público su compromiso con el príncipe de los Kim desde que se presentó como omega.

¿Quién se creía que era? No solamente era un omega externo de su sociedad, también había logrado que Taehyung estuviera interesado o al menos demasiado preocupado por su bienestar, ¿ahora se atrevía a amenazarlo de muerte e incluso decir que su aroma le causaba náusea? Además, tenía ese color de ojos tan extraño que no pertenecía a ningún clan, los reflejos cambiantes no simbolizaban una refracción con su alfa y a pesar de eso mantenía una marca fresca en el cuello.

Park se acercó nuevamente a Jungkook ignorando el gruñido del omega, la cara contraria se arrugó en desagrado, aun así rompió la distancia con el otro omega, inflando sus mejillas al sentirse frustrado de notar esa tonta marca en el cuello ajeno.

— ¿De dónde vienes?

— No te interesa.

— Eso dices tú, pero a mí sí, me interesa, quiero saber ¿quién es el omega que robó la atención de mi alfa?

— ¿Tu alfa?

— Mhm, por si no estabas enterado Taehyung es mi alfa, bueno algo así porque ahora tú estás robando su atención.

— ¿El rey es tu alfa? No se supone que para decir eso tienes que ser reclamado – Jungkook observó el cuello contrario, aunque no obtuvo nada, pues estaba cubierto por una camisa que le cubría el área —. Además, yo no me robé la atención de nadie, por si no ves él ni siquiera está aquí.

— Bien, tú ganas por esta vez, olvida el asunto de Taehyung – se cruzó de brazos, no satisfecho, con no saber más información – ¿Tienes alfa? Ah, qué tonto. Por supuesto que lo tienes si estás con eso en tu cuello – señaló la marca casi obteniendo lo que quería, hacer que quedara expuesta la herida, sin embargo, de nuevo recibió un gruñido por parte de Jungkook, sintiéndose disgustado con lo cerca que se encontraba – lo siento ¿Duele? Parece muy nueva, ¿te la acaba de hacer tu alfa? ¿Te lastimó mucho? Sientes algo diferente ahora que están enlazados.

— Nunca te han dicho que hablas demasiado – Jimin volvió a acercar su dedo hacia la zona, pues con cada pregunta intentaba aturdir al omega y así por fin acercarse sin ser notado, aunque parecía que los reflejos de Jungkook eran demasiado buenos, pues nuevamente evitó su toque y esta vez sosteniéndolo de su muñeca – no toques.

— Yah, solo quiero verla.

— No puedes.

— ¿Por qué?

— Porque no quiero que la veas, la toques o siquiera respires sobre ella – alzó la voz haciendo eco en todas las paredes del lugar, erizándole los vellos del cuerpo a Jimin – si sigues haciendo eso le diré a Taehyung que quisiste lastimarme.

— ¿Disculpa? ¿Por qué le importaría a él eso? Además, solo quiero verla.

— Le importará mucho.

— ¿Cómo estás tan seguro?

— Porque él la hizo y no dejaré que nadie más la toque hasta que sane o él encuentre una manera de quitarla.

Lo vio conmocionado, definitivamente el hablar de una marca parecía algo más serio de lo que pensaba. Su poco conocimiento en cuanto lo que tenía en el cuello eran simples historias que su madre le decía.

Sirven solo para mostrar el estatus de un omega frente al resto de personas.

Jungkook sabía que los alfas reclamaban a sus parejas de esa manera, era un símbolo de pertenecer a alguien. Él no era propiedad de nadie, no lo había aceptado y de ahí la razón para pedirle a Taehyung que la borrara; sin embargo, el omega frente a él parecía interesado en ello.

No era para menos, Jimin había escuchado de los labios de otro omega la noticia más chocante, ese omega, el cual su supuesto alfa le dijo que no había ocurrido nada con él más que rescatarlo, ahora resultaba ser que lo había marcado ¿por qué no le dijo nada? ¿Había sido por el celo? Imposible, Kim Taehyung nunca se vio influenciado por el celo de ningún omega, ni siquiera por Jimin estando en la misma habitación, en reducidos espacios, incluso estando en el primero de todos, el cual todo mundo sabía que era el más fuerte.

Aun así, Jimin no comprendía la razón para ocultarle la verdad ¿Taehyung pensaba que reaccionaría mal? De hecho, ahora mismo necesita explicaciones de todo, porque todo aquello no podía ser una casualidad y si lo era, se trataba de la mayor incongruencia en todo aquello. Como si un enorme meteorito llegara a frustrar todos los planes del antiguo líder Kim, pues ahora resultaba ser que su hijo alfa, líder y rey del clan mayor de todos, estaba enlazado con un omega sin rango o familia.

— ¿Taehyung hizo eso?

— No escuchaste lo que dije antes.

— ¿Cómo lograste que lo hiciera? Quiero decir ¿Se lo pediste en el celo? ¿Viniste con eso aquí a la casa? ¿Por qué quieres quitarla acaso no sabes lo que provoca el borrarla? ¿Te duele justo ahora?

— ¿Uh?

— Quiero saber si el tenerla en el cuello duele, ¿En el momento que la hicieron dolió? – se tocó el cuello, Jimin sintió cierto recelo provocado por su propio lobo al ver la marca del alfa con el que había convivido tanto tiempo en el cuello de otro, no es como si le doliera aquello, más bien era cuestión de orgullo —. Acaso, ¿Taehyung te obligó a tenerla por un motivo? ¿Es por esa razón que no quieres que me acerque?

— ¿Qué? – en realidad el alfa no lo había obligado a nada, todo había ocurrido por un malentendido, un forcejeo y una pelea tonta —. Taehyung no hizo nada de eso – el suspiro de alivio de Jimin extrañó a Jungkook, ¿por qué era tan importante si se le obligaba o no a algo? Él había sido sometido por mucho tiempo a infinidad de cosas, qué, una mordida hecha por error no era nada —. No quiero que la toques porque es incómoda, bueno, así lo fue al principio, molesta y es irritante, a veces da comezón, pero si dejas de pensar en ella deja de importar, es más, dejas de pensar que la tienes.

— Comprendo, creo y del resto de preguntas no tuve respuesta

— ¿Debo responder a todo? – Jimin le observó con indignación ante el atrevimiento, a pesar de estar conversando de manera civilizada, seguía a la defensiva y respondiendo de manera impertinente, así que como respuesta asintió – no quiero hacerlo.

— ¿Por qué?

— Su majestad me dijo que era libre aquí, él dijo que podía decidir si responder preguntas o no, pero que mejor no.

— Taehyung te dijo eso.

— Mhm.

— Mi alfa te dijo algo como eso, ¿qué te protegería?

— Me suplicó que me quedara – habló con altanería mientras que se alejaba lo suficiente para llegar de nuevo a tomar asiento en la mesa, comenzando a servirse comida, pues aún estaba muriendo de hambre y el tener a un omega que no dejaba de hablar comenzaba a ponerlo de malhumor.

Por su parte, Jimin se dedicó a observarlo a detalle. Si todo aquello era verdad, tenía dos opciones. La primera, hacer que Taehyung olvidara su idea de tener a ambos bajo el mismo techo y así no dejar que Jungkook se quedase en la casa, convencerlo de que no sería bueno para ellos el tenerlo ahí, ya que el concejo podría sugerir la idea de que el omega fuera la incubadora personal de ellos o bien, quizá sacarle provecho a esa marca en el cuello ajeno.

En definitiva, Jungkook no era un omega educado en su sociedad, no tenía la gracia de la jerarquía, probablemente su rango era medio o bajo, quizá incluso podía ser un omega recesivo porque en más de una ocasión, de todos sus acercamientos no pudo olfatear el aroma de Jungkook, apenas llegó a él un delicado ápice de té verde. A menos que se tratara de alguien con un nivel alto, era imposible que un omega ocultara su olor.

El choque de los cubiertos era lo único que se escuchaba en el lugar, Jungkook no tenía ni siquiera modales para hacer el menor ruido posible al comer, se veía desaliñado con ese cabello alborotado, aunque eso le daba un encanto inocente. Su mirada paseó por los brazos del omega, sintiéndose aterrado por la leve marca rojiza casi violeta en sus muñecas, ¿dónde había estado metido todo ese tiempo?

Las puertas del comedor amplio se abrieron, dando paso a que ambos omegas dirigieran la mirada hacia la entrada, donde la silueta de dos alfas avanzaban con menor rapidez que al inicio. El nerviosismo en el rostro de Taehyung fue claro para Jungkook, en especial porque en su cuello sintió un pequeño pinchazo.

Jimin encaró, tanto a Taehyung como a Namjoon, con sus brazos cruzados en su pecho, manteniendo una mirada fría que de vez en cuando era dirigida a Jungkook, quien no estaba preocupado por el ambiente creado por la inesperada llegada o más bien la interrupción a su comida.

— Jiminie, ¿qué haces aquí?

El líder se veía impasible, como si toda la situación no le inmutaba, una falsa fachada en la cual ocultaba que no estaba enloqueciendo al ver que Jimin se encontraba tan cerca de Jungkook, la mirada de este último podría jurar que había cambiado, algo en ella le decía a gritos que este encuentro no era una casualidad.

¿Qué había hecho Jimin estando a solas con Jungkook? ¿Por qué se miraba como si en algún momento le saltaría encima para perforarle el cuello con alguno de los cubiertos que se encontraban en la mesa?

— Pensé que estarías fuera en el jardín.

— Estaba por hacer eso, pero escuché cierto rumor de alguien en el comedor – señaló a Jungkook con un simple gesto, obteniendo un gruñido por parte del omega, algo que fue ignorado completamente por Jimin —. Entonces aquí me tienes conociendo al que será tu nuevo omega o más bien a quien ya lo es.

— ¿Qué? – el sonido de una cuchara cayendo en el plato acompañó al fuerte tono de voz de Namjoon que no comprendía lo que decía el omega.

— Lo que escuchaste, hyung, parece que el líder Kim ha elegido a su omega, marcándolo directamente como presa de caza.

— Yo no soy omega de nadie.

— Él no es mi omega.

Habían hablado al mismo tiempo, ambos sintiendo ese apretón en su pecho al escuchar la frase ajena, era muy sencillo decir que el otro no era nada cuando estaban frente a otras personas, pero el estar cerca causaba una reacción diferente. Jungkook pudo percibir un calor extraño junto con un ardor en la marca, una molestia que supo disimular con tan solo empujar su mejilla interna con su lengua.

La frase, negando aquel lazo, pidiendo borrar aquella marca, siempre provenía de Jungkook, quien nunca había escuchado a Taehyung negándolo, así que el hecho de que doliera su pecho al escuchar esa frase lo hizo sentirse culpable. Su respiración se agitó apenas, mas le fue muy fácil controlar sus impulsos e instinto animal para que su lobo no saliera a hacer alguna escena posesiva.

Taehyung no se quedó atrás, terminando por sostenerse de uno de los respaldos de las sillas del lugar, teniendo la mirada fija de tres personas, de las cuales dos no le importaban mucho, porque la última, esa que se veía tan intensa perforando como dagas en todo su cuerpo, le hacían estremecer.

— Taehyung, ¿quieres explicar qué es todo esto?

Habría querido que el secreto se guardara por mucho más tiempo, al menos para hacerlo algo privado entre ellos, quizá hasta que Jungkook se acostumbrara a la idea de tener su marca o... ¿Qué estaba pensando?  

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