Cuarto
... Era fuego vivo, en busca de alguien
... Alguien que ardiera junto a él, para consumirse y crecer hasta incinerar a todos
Estaba más que desconcertado con todo lo que había ocurrido, el resto de servidumbre reverenciaba frente a él, recibiendo miradas nerviosas porque su voz había alcanzado a escucharse en casi toda la casa vacía. Las murmuraciones de un encuentro con armas se habían esparcido con facilidad. Probablemente, Namjoon no estaría del mejor humor y eso podía sentirlo en su nariz, era capaz de olfatear la molestia del alfa al final del pasillo.
— ¿Se niega a mencionar algo? Estamos hablando de la seguridad del líder doctor Park.
— Comprendo su molestia Namjoon-ssi, pero no hablaré.
Las voces tenían un tono severo, aunque no parecían estar manteniendo alguna riña o algo parecido, sin embargo, era muy fácil de comprender que el tema principal era él y cierto omega en la segunda planta; sus pasos fueron ralentizando su avance hasta quedar a unos metros del salón principal de la residencia donde podía escucharse claramente la conversación entre ellos.
No le sorprendió que Namjoon insistiera en conocer la razón por la que estaba un omega externo ahí con ellos, intentaba hacer que el doctor Park hablara, mas el hombre era completamente profesional en lo que hacía y guardar un secreto como aquel era su deber, pondría en riesgo su prestigio si era necesario. El líder del clan no estaba en peligro con aquel omega, lo pudo constatar en más de una ocasión, así que no hablaría, no le incumbía ser él quien diera más información.
— Doctor Park, esto es importante, sabe muy bien que Taehyung es como un hermano para mí.
— Namjoon-ssi, comprendo que el pasar tanto tiempo a su lado te haya vuelto paranoico, pero créeme, nuestro líder está bien.
— ¿Con ese omega? – el doctor asintió como única respuesta obteniendo un gruñido por el más joven – imposible que me haga creer tal cosa cuando yo vi...
— Quién estuvo todo el tiempo con ellos en la habitación, fui yo y créeme que pasó todo y lo que no puedes imaginar justo en mis narices.
Namjoon tomó algunos segundos para pensar y analizar el panorama en el que estaban envueltos esos dos. Taehyung tenía su arma cargada cuando la apuntó hacia él y ese omega parecía estar amenazando a cualquiera que no fuera el líder.
— Aun estando a solas con ese omega, nuestro líder se encuentra completamente a salvo – el alfa sacó dos dosis más de supresores para Jungkook entregándoselo a Namjoon quien alzó una ceja —. Está en celo, así que si actúa de una forma posesiva con el líder es debido a eso no tienes nada de qué preocuparte. Quizá puede intentar estar cerca de él, ya que es el alfa al cual eligió para estar cerca durante su celo.
— Taehyung no puede tener intimidad con un omega, eso está...
— No me refiero a eso, Namjoon-ah. Nuestro rey es casto tanto como una aguja quirúrgica, aun en su empaque – el alfa desvió la mirada hacia el ventanal donde el atardecer hacía su mayor espectáculo. El líder debía honrar su palabra de guardarle respeto al omega que estaría a su lado para el resto de su vida, ni siquiera pasaba sus celos con betas como otros —. Ten paciencia, sé que el mismo líder responderá a todo, estoy seguro de eso.
Taehyung no pudo evitar ser el aguafiestas de aquella conversación, pero se estaban metiendo con un tema que era íntimo para estarlo ventilando así sin más como una conversación sobre el clima o el sabor del té que al parecer se les había enfriado con el fin de enfriarse en las tazas.
Se decía mucho sobre la castidad de los líderes y príncipes herederos al liderazgo, la castidad era una norma reglamentaria, pues si de potosí existía esta manera de verlos como pequeños dioses en la tierra como mínimo debían ser tan limpios y castos como lucían siempre. En su caso, eso se ponía en duda, tantos años de exilio autoimpuesto hacía que todos especularan.
Tanto omegas como alfas podrían usar un beta en sus celos gracias que eran estériles, no corrían el riesgo de embarazos no deseados, de ahí nacía la creencia que al estar demasiado tiempo en el norte aislado podría haber mantenido encuentros poco usuales. La única cercanía que conocía era la que Jimin intentaba tener previo a sus celos o luego de ellos, incluso desde muy jóvenes. Después de todo aquello había sido su culpa.
— Doctor Park – el alfa alzó la voz para llamar la atención de los presentes, obteniendo la mirada de ambos mayores. El mencionado esbozó una sonrisa esperando aquella reacción, colocándose de pie de inmediato para reverenciar – pensé que ya no lo encontraría aquí.
— Fue mi culpa el que se entretuviera – admitió Namjoon colocándose de la misma manera de pie, tomando una postura recta, erguida y poco relajada – me estaba explicando que el omega que está en la habitación se encuentra en celo.
— Así es. Doctor Park, ¿dejará otra dosis más para él? – el alfa asintió y antes de que señalara a Namjoon como el poseedor del medicamento, este se adelantó entregándole al líder el frasco junto con agujas nuevas —. Bien, entonces pediré que mañana se la coloquen. ¿Esto será suficiente?
— Con una debería bastar, sin embargo, al no conocer el rango de su jerarquía, esto solamente es una prevención, majestad no tiene nada porque preocuparse no afectará a la fertilidad del omega. — el tema no era algo que le agradaba conversar en esos momentos, prefería saber si la salud de Jungkook correría algún riesgo, debía hacer que lo evaluaran cuando estuviera consciente.
— ¿Qué pasa si no basta con una? – el nerviosismo en Taehyung se reflejó en un hábito suyo muy arraigado, lamiéndose los labios constantemente – quiero decir, hay omegas con una jerarquía alta que necesitan cuidados.
— Si fuera el caso, necesitará de alguien que lo cuide – la tensión en el cuerpo del líder fue inevitable de obviar —. Bastará con un poco de las feromonas de su alfa, o bien las de alguien con las que se sienta cómodo – la mención de aquello no era bueno para Taehyung, sabía que su lobo estaba siendo afectado por Jungkook, si estaba cerca de él- —. Si no hay nadie con esas características, pues sufrirá mucho. Posiblemente, su lobo intentará llamar a algún alfa para calmar su instinto.
— Eso pondría en riesgo la seguridad del líder y del príncipe – agregó Namjoon no sintiéndose cómodo con todo aquello.
— No creo que algo como eso suceda Namjoon-ah, sé que estará bien con la dosis que le he dado – su mirada se desvió hacia Taehyung, quien parecía estar ensimismado – alteza, si algo llega a ocurrir puede llamar aunque con lo que le he mencionado será suficiente.
— Bien. Namjoon-ssi ¿puedes asegurarte de que la seguridad de esta noche sea mayor? No sabemos cómo estará la situación – el alfa comprendía las palabras de su líder, así que sin más asintió. El semblante del líder fue confuso para ambos alfas luego de dar aquella orden. Taehyung intentó buscar a alguien que le ayudara con la situación, pues la mirada de Namjoon no le auguraba que podría quitarlo de encima tan fácilmente, en especial después de lo ocurrido – Yuna – le llamó a la omega que se adentraba al salón para retirar las tazas y el té.
— Sí, líder.
— Necesito que busques un poco de ropa para nuestro invitado en la última habitación de la segunda planta – la omega asintió de inmediato, sintiéndose nerviosa ante el pedido del líder – creo que en el equipaje de Jimin vienen algunas cosas extra que funcionaran, yo hablaré con él después.
— ¿Qué necesita que busque específicamente?
— Ropa cómoda, cosas... — se avergonzó por lo que estaba por murmurar, pero aquella omega lo había visto crecer, prácticamente compartían infancia en esa residencia – prendas que usarías durante o después de un celo.
Los ojos de Yuna se ampliaron tanto en sorpresa, y sus mejillas se pintaron de un rosa intenso al escuchar eso mismo; le suplicó con la mirada el no enviarla a ese lugar donde el omega parecía más que indignado por estar invadiendo su espacio, pero el alfa también le veía de la misma manera pidiendo que obedeciera a la orden.
— Quizá pueda sugerir algo más a su pedido, líder – el alfa ladeó la cabeza no comprendiendo lo que mencionaba Yuna, quien tragó saliva un tanto nerviosa – creo que puedo encontrar algo más para él en otro lugar y así no importunar al príncipe.
Yuna no sabía muy bien el contexto de toda esa extraña situación, pero algo tenía en claro, dos omegas no podían compartir prendas de esa manera, en especial uno dominante como el príncipe Park, y por lo que pudo notar en el otro omega tampoco era alguien recesivo. Una combinación muy explosiva, y en el medio se encontraba su pobre líder que apenas podía con la situación. La omega lo había visto tener problemas para relacionarse con el resto de omegas, así que siempre mantenía una distancia prudencial. No lo dejaría solo.
— Mi líder, prometo que llevaré lo necesario, no debe preocuparse.
— Te lo agradezco – el alivio en la mirada contraria la hizo ruborizar – y también menciona en cocina que preparen algo como una sopa que lo mantenga cálido – notó la humedad en las mangas de la ropa ajena, podía asumir con facilidad que quien tomó el baño frío no había sido su líder; así que con una reverencia acató la orden —. Yuna – le llamó antes de que terminara de retirarse – Necesito una última cosa.
— Lo que sea mi líder.
— ¿Puedes encontrar algún omega que utilice este tipo de supresores que pueda encargarse de colocárselo? — extendió la medicina para que ella comprendiera la situación — por favor.
— Sí, – tomó lo que le era entregado, guardándolo en sus bolsillos tan rápido como lo tuvo entre sus manos. Tener la mirada de tres alfas cuando estaban hablando de supresores no era para nada cómodo, porque ella misma utilizaba ese tipo de medicamento durante su celo, era algo muy íntimo como para exponerlo de esa manera.
— Yuna, asegúrese que sea por la mañana – agregó el doctor Park para que la chica tuviera toda la información necesaria, pues seguían hablando de su paciente y su tratamiento, no tardando en obtener la atención de la omega, quien nuevamente asintió de manera tímida —. Si eso es todo, majestad, me retiro.
— Se lo agradezco, por todo – aquella frase englobaba demasiado, el viejo alfa lo podía saber por la expresión del líder, quien parecía más que aliviado de que la situación se mantuviera bajo control – ¿lo puedo acompañar hasta la salida?
— No es necesario, líder – hizo una reverencia profunda, dejando ver el reflejo dorado que demostraba el linaje de la familia a la que pertenecía, luego de un asentimiento se enderezó, dejando de reflejar a su lobo, eso era un indicativo de lealtad entre las familias – Namjoon-ssi, espero verte de nuevo.
— Quizá lo necesitemos en la casa principal, doctor Park – la mirada de Namjoon se dirigió como dagas atravesando a Taehyung, quien solamente se estiró para destensar los hombros, mirando con demasiada atención hacia el pasillo donde por segunda vez subía Yuna, acompañada de otros dos sirvientes —. La boda de nuestro líder y el príncipe está muy cerca y sé que es un invitado de honor.
— Muy cierto, la Luna Park me ha pedido que realice la evaluación al príncipe, aunque me negué a hacer algo como eso. Supongo que no se cansaran y buscaran otra forma, pero no debe preocuparse, por eso líder – el alfa no estaba prestando atención a la conversación de ambos hombres, cosa que no parecía algo propio de él, Namjoon mismo no podía creer que estaba ignorando un tema que afectaba a Jimin – ¿Líder?
— ¿Uh? Oh, si le haremos llegar la nota de invitación a la boda. Si me permiten debo retirarme...
— Líder, necesitamos hablar – Namjoon se adelantó unos pasos con tal de detenerlo, mas Taehyung parecía muy concentrado en otra cosa, algo que se asemejaba a un llamado extraño – esto es algo que debe tener tu atención.
— Luego, ¿sí? Prometo que será luego.
Taehyung salió sin más de la vista de ambos, con pasos que lo hacían avanzar en grandes zancadas. Namjoon estaba desconcertado por la actitud contraria, ni siquiera había prestado atención a lo mencionado sobre la evaluación de Jimin, las palabras del doctor Park hacían más real el hecho de que quizá la Luna Jeon había sido quien le dio la idea a la madre de Jimin de estar en ese proceso.
¿La invitación para participar venía del propio clan Park? ¿Estaban siquiera enterados de lo que ocurría ahí dentro? A decir verdad, era como tener dos caras de la moneda, una versión la tenía Namjoon con un lugar más que perfecto para la reproducción; aquello era lo que familias principales habían buscado con tanto afán para asegurar un heredero y, por otra parte, tenía la versión de Taehyung más que a la defensiva con un omega en celo en la segunda planta de la casa.
El viejo alfa decidió que no tenía nada más que hacer en ese lugar, despidiéndose finalmente para así retirarse de la residencia. Namjoon lo escoltó hasta la salida donde tenían su auto listo para que él saliera. Los escoltas que resguardaban la seguridad de la casa se encontraban en sus posiciones, con cuatro lobos esperando la indicación del jefe de seguridad.
— Síganlo de cerca, estén alerta – habló alto Namjoon obteniendo un gruñido en aceptación de su orden, observando cómo todos seguían sus instrucciones del protocolo de invitados – Taemin asegúrate de que no suceda nada en la cercanía de la propiedad.
— Sí, señor – respondió el alfa en un tono más elevado, sonriendo cuando el mayor le dio un golpe ligero en el hombro – ¿cómo está el príncipe?
— Mejor, creo que lo tomaron con la guardia baja, además no es fácil llevar la carga de ser el Luna y menos cuando no eres del mismo clan.
— Me lo dices a mí, que nadie me aceptaba por ser de otro clan. Aunque en su caso creo que algunos se toman demasiadas atribuciones con respecto a dirigirse a la familia principal del clan – una afirmación fue su respuesta, mientras que el alfa seguía atento a la salida del auto, siendo escoltado por los lobos – será mejor que entres, Namjoon-ssi, yo me encargo de la guardia nocturna.
— Háblame si ves algo sospechoso. Debemos estar alertas para cualquier eventualidad fuera de lo normal o que sea extraño.
— Algo más que nuestro líder llegando con un omega a la residencia... Agh – el golpe que recibió no fue en lo absoluto amistoso, Taemin se sostuvo por unos cuantos segundos mientras veía a Namjoon adentrarse por fin a la propiedad —. Debería dejar los ejercicios de pesas o al menos no utilizarme como saco de entrenamiento.
Estiró su brazo con tal de buscar que el dolor disminuyera, mientras que regresaba a su posición como escolta de la casa. Definitivamente, ese día había estado lleno de sorpresas e incluso comenzaba a dudar que no fueran las últimas, al menos mientras ese omega se mantuviera en la residencia.
En el interior de la residencia, la cocina estaba recibiendo una visita muy inesperada, pero no por eso debía ser mala, al contrario, todos los presentes estaban más que felices por ver de nuevo al joven amo de esa casa, a su nuevo rey, el cual no veían desde hacía cuatro años. La mayoría del personal había sido distribuido en otras residencias cuando Taehyung dejó el norte, y otros pocos se habían quedado ahí por el cariño al alfa.
— Lamento si les arruiné los planes de la cena, pero de verdad necesito que realicen esto por mí – se excusó nuevamente el alfa frente al personal de cocina, quienes lo veían de manera cálida y con grandes sonrisas – ¿pueden?
— Majestad, será un honor preparar algo de sopa para usted – habló Sunhee una de las omegas mayores del servicio, quien no podía negarse a un pedido así por parte de su líder —. Yuna vino aquí diciendo que era un pedido especial, no tiene por qué pedirlo de esta manera como si fuera una molestia el servirle.
— Ya nos encargamos preparar algunos postres dulces si se ofrece – agregó alguien más para hacerle saber al alfa que estaría más que consentido, aunque ese no era el punto de su pedido.
— Además, le dimos ropa de los muchachos de seguridad, esos deportivos que utilizan, son más cómodos para estos casos – susurró una chica que parecía ser nueva en aquella casa, pues no recordaba haberla visto antes, el ceño fruncido del alfa hizo que la omega se sintiera avergonzada al tomarse demasiada libertad de hablar —. Lo lamento majestad.
— No tienes que disculparte, al contrario, agradezco el gesto, es solo que no puedo reconocerte.
— Es mi sobrina, Lia, majestad – la excusó la omega mayor, ocultándola detrás de sí para evitarle un mal rato a la menor, a quien reprendería de inmediato – aún no sabe cómo servir en una casa como esta.
— Por favor no es necesario reprenderla – Taehyung buscó con la mirada a la omega que se escondía aún más avergonzada – es un gusto conocerte Lia, bienvenida a la residencia norte.
— Es un gusto servirle, líder Kim – la omega, salió de su escondite, alzando la voz de más mientras que realizaba una reverencia pronunciada – soy Kim Lia, majestad, estoy a prueba para formar parte de la servidumbre en la residencia principal.
— Oh, en serio, entonces supongo que puedo confiar en que te encargarás de preparar la mejor comida para mi invitado.
— Y-yo – se señaló a sí misma mientras que el resto del personal se reía en burla, haciéndola sonrojar por la vergüenza y la molestia – por supuesto que sí, líder, lo haré con todo gusto.
El alfa sonrió de lado, conmovido por la formalidad con la que era tratado, teniendo la mirada del resto del personal más que divertidos ante el recibimiento de su líder a la nueva, era algo que tenía como costumbre, siempre hacía ese tipo de bromas con ellos para que no se sintieran cohibidos ante su presencia. Sin embargo, por esta vez no pudo romper con ese ambiente, ya que la imagen de cierto omega silenció las risas de todos.
Jimin estaba entrando por la puerta que daba directo al jardín, se veía sonrojado con las mejillas quemadas por el frío, sus ojos estaban llorosos, la nariz la tenía congestionada y frotaba su rostro buscando ocultar lo que para la vista de todos. El nerviosismo se acumuló en aquel lugar y, por lo contrario, a lo que todos esperaban como la reacción del omega, ya fuera caprichoso o altanero, este sin más se acercó hasta Taehyung, suspirando y casi sollozando cuando lo vio de pie ahí como si nada.
El alfa apenas jadeó ante el efusivo abrazo en el que fue aprisionado, no se sentía de la misma manera como con cierto omega que lo había estado abrazando durante mucho tiempo. Jimin frotó su rostro contra el pecho ajeno, haciendo que el personal de cocina les dieran privacidad, encargándose de sus tareas habituales y el pedido especial del líder.
Por algunos segundos el líder pensó que Jimin encontraría con facilidad el aroma ajeno a él, pero no fue así, quizá sí, frunció su ceño al sentir extraño que no le devolviera el abrazo de inmediato, mas eso se arregló cuando Taehyung colocó sus manos sobre el pequeño cuerpo.
— Estaba muy preocupado por ti – se quejó una vez más antes de encarar al alfa, quien le sonrió como siempre lo hacía, dejándole una caricia en la mejilla con la yema de sus dedos, no más que un simple roce era suficiente – me dijeron que mutaste, ¿te encuentras bien?
— Lo estoy.
— Pero debes decirme lo que ocurrió, ¿por qué mutaste? ¿Estabas en peligro? ¿Peleaste con alguien?
— Será mejor que no hablemos de eso aquí – mencionó entre susurros, señalando al resto de personal que se habían distraído con la escena de ambos y quienes eran ellos para no escuchar las conversaciones que sucedían sin más en su área de trabajo – vamos a un lugar más privado.
— ¿Qué estás insinuando con eso de más privado? – el omega era experto en hacer que el líder se sintiera avergonzado con una simple palabra, aunque para la suerte de Jimin, dos podían jugar el mismo juego.
— Solo quiero un lugar lejos de estos ojos curiosos – el tono de voz de Taehyung hizo ruborizar a más de uno en la cocina, las risas nerviosas no se hicieron esperar, aunque se detuvieron en el momento de ver a Yuna ingresando en el lugar – Oh, Yuna, ¿ya has terminado con lo que pedí? – un asentimiento fue su respuesta, Jimin no se contuvo en mirar a la omega haciéndola ruborizar – podrías llevarle la comida y decirle que no podré estar por ahora debo arreglar algunas cosas.
— Sí, líder.
— ¿Tenemos invitados y no estoy enterado? – los empleados no mencionaron nada, haciendo que Jimin extrañara tanto la casa principal donde al menos tendría la respuesta de alguno. Pronto la mano del alfa se coló en su espalda baja, haciéndolo estremecer por tomarlo con la guardia baja.
— ¿Me quieres acompañar al estudio? – habló sin más el alfa hacia el omega, quien le regresó a mirar, notando esa sonrisa descarada como si estuviera tratando de conquistar su corazón. Era un desvergonzado – por favor.
Jimin no pudo evitar virar los ojos ante el tono que había utilizado el alfa, quien amaba hacer ese tipo de cosas frente a su personal, conocían muy bien que todos esperaban ver alguna interacción entre ellos, una de esas que dejara a la vista lo mucho que entre ellos se avivaba el magnetismo y una dinámica de pareja coqueta, aunque el omega amaría que toda esa cortina de humo no solo fuera eso, algo falso.
Fue tomado de la mano, siempre recibiendo el tan conocido beso caballeroso de Taehyung, esa relación era como tener un mejor amigo para salir de los momentos incómodos, ¿cuándo sería su momento verdadero de brillar? ¿Cuándo recibiría él esa mirada enamorada que veía en cierto alfa darle a cierta persona? Comenzaba a cansarse de su vida, aunque no podía hacer nada, por años se había negado a ser el omega de Taehyung, casi lo logra, pero con la muerte del rey y padre del alfa se vinieron abajo sus planes.
Aun así, no podía estar menos feliz por el hecho de que Taehyung fuera su alfa, era el mejor prospecto de toda su generación, no solo porque era el líder más joven en asumir, sino también porque se conocían desde la adolescencia y un evento vergonzoso fue lo que los envolvió en todo eso, siendo él el mayor culpable.
Avanzaron por los pasillos hasta llegar al estudio provisional de la residencia, teniendo más privacidad, donde Jimin podía ser él mismo, alejándose del alfa, aproximándose de inmediato hacia el sofá del lugar. Con unas cuantas palmadas sobre la superficie blanda le indicó a Taehyung que tomara asiento a su lado, quien no se detuvo en aceptar el pedido.
— ¿Quién es el omega? – soltó sin más, haciendo que el alfa se tensara, perdiendo la postura relajada – por favor no te esmeres en ocultarlo, ya es vergonzoso el verte tan preocupado por saber si lo que habías pedido para tu invitado se había cumplido. No pude oler nada, que no fuera lubricante, así que quiero asumir que solamente está en celo y no se trata de... Al menos tuviste la decencia de cambiarte.
— Jiminie.
— Solo quiero saber qué está ocurriendo – su mirada era acusadora, quizá un poco dolida, el alfa no sabía muy bien cómo manejar la situación – de pronto venimos aquí con la excusa de una reunión con los Jeon y tú regresas con un omega en celo. ¿Esto tiene algo que ver con mi evaluación de fertilidad? ¿Estás preparándote con otro omega en el caso de que yo no pueda tener tus cachorros?
— ¿Qué? Por supuesto que no, Jiminie quien siquiera te insinuó algo como eso – le acunó las mejillas solo para evitar que le desviara la mirada obteniendo un puchero de su parte. Taehyung negó unas cuantas veces, suplicando que no comenzara a llorar, abrazándolo de inmediato – Jiminie, yo no... por favor, no... no llores.
El tartamudeo de Taehyung fue malinterpretado por Jimin como una manera fallida de excusarse, haciéndolo enojar, quitándose de encima al alfa, quien no hizo amague de obligarle a estar entre sus brazos. El omega mordió su labio tembloroso, ¿era posible que se cumpliera lo que habían hablado de él ese mismo día?
Se alejó del sofá, dando unos cuantos pasos por el lugar, abrazándose a sí mismo, frotando constantemente solo como un método de consuelo y cruzando sus brazos sobre su pecho, sintiéndose herido. ¿Por qué estaba ocurriendo eso? ¿Acaso su madre había sido capaz de revelarle a Taehyung lo de la evaluación? ¿Estaba siendo obligado a esto?
— Jimin déjame explicarte, por favor. Al menos escucha...
— No, tú escúchame a mí – le señaló, enderezándose en su lugar, tomando una postura más dominante, no de un omega débil, él era un príncipe educado para representar a su clan en cualquier situación, incluso frente a su alfa y esa no sería la excepción —. Si esto de la evaluación de fertilidad y compatibilidad te preocupa, al menos me gustaría que lo expresaras. Creo que he demostrado ser alguien que está a la altura para ser tu compañero Taehyung.
Esto era verdaderamente serio, lo estaba llamando por su nombre, sin embargo, dejó que siguiera con el discurso, sabía que necesitaba hablar de una u otra manera y hacía varias semanas atrás que estaba actuando extraño.
— Ni siquiera pude verte en tu regreso. ¿No estabas interesado en saber lo que me ocurrió?
— Sí, me interesa saberlo.
— Pues no lo parece porque te encerraste en tu habitación hasta ahora – eso le daba un respiro a Taehyung, pues Jimin no estaba del todo enterado de lo que había ocurrido, aunque sus esperanzas se vinieron abajo cuando el omega le regresó la mirada y parecía que quería asesinarlo allí mismo – o es que acaso, ¿llevaste a esa omega a tu habitación?
— ¡No! Él está en otra habitación.
— ¿Él? Es un él. Oh, Diosa Luna, incluso te llevaron un omega hombre – la cara de Jimin se contorsionaba en una mueca de asco, sus mejillas estaban rojas, pero no por la vergüenza o el llanto, sino por el enojo que estaba sintiendo – no puedo creer que ellos hayan cumplido con todo lo que mencionaron.
— Jimin, por favor una cosa a la vez, ¿sí? No estoy comprendiendo nada y estás mezclando temas.
— Entonces quiere decir que no fuiste al recinto de los Jeon donde se encargan de la fertilidad de los omegas y así encontrarte el mejor material genético.
— ¿Cómo sabes todo eso? – el omega se quejó, mientras que el lobo en su interior estaba más que indignado ante el rechazo del alfa con el que había compartido durante tantos años —. Hey, Jiminie, por favor conversemos de manera civilizada, ¿de acuerdo? ¿Qué fue lo que ocurrió en la reunión?
El omega suspiró, aun sintiéndose dolido e incrédulo de lo que estaba ocurriendo, ¿por qué pensó que había sido buena idea acompañar al alfa hasta ahí?, sin embargo, el ver a Taehyung con esa mirada suplicante le daba un poco de esperanza que quizá y solo tal vez se estaba equivocando en juzgar al alfa. Probablemente, su estado se debía a todo el estrés y el estúpido tratamiento que había comenzado.
Una vez más fue llevado hasta el sofá para que tomara asiento, el alfa le entregó un almohadón el cual fue tomado entre sus brazos, lo conocía demasiado bien, habían pasado mucho tiempo juntos, así que Taehyung podía fácilmente comprender lo que necesitaba.
Bastaba con que soltara algo de su aroma, no mucho porque Jimin se sentía protegido con solo la presencia contraria, un poco de espacio para tranquilizarse, dejar que hablara y soltara todo sin filtro alguno para luego regresar a un sitio cómodo.
— ¿Mejor?
— No.
— Bueno, al menos podrías decirme lo que ocurrió y cómo es que llegaste a la conclusión que tengo un omega para sustituirte. Por favor. ¿Hubo alguien que te hiciera sentir incómodo? ¿Necesitas que tomé venganza por mi omega?
— Basta – lo empujó apenas, sintiendo que sus mejillas se ruborizaba al escuchar que le llamaba su omega, no era cierto, no lo era, ninguno se pertenecía, pero sabía muy bien que Taehyung se encargaría de cualquiera que osara a siquiera respirar de mala manera alrededor de él – no puedes actuar como si no fueras mi alfa para después decir cosas así.
— ¿No puedo? – murmuró con un tono de voz tonto que hizo sonreír al omega – Entonces...
— Sí, hubo alguien. De hecho no fue una mala experiencia, no del todo, ¿sabes? – el alfa sonrió apenas, alentándolo a seguir conversando —, pero no faltó el viejo alfa con sus ideas retrógradas, mencionando que nuestra unión era algo que debíamos cuidar de las murmuraciones. Quieren un omega digno de tener el puesto de luna del clan, comprendo su incertidumbre ante todo esto, en especial cuando estamos a solo vísperas del anuncio de la boda, sí, y no los culpo, he vivido con esto durante años...
— Lo sé y has sido muy fuerte al soportar tanto comentario idiota y salido de lugar.
— Lo hago solo porque cada uno de ellos se han arrepentido gracias a que tú te encargas de eso – sí, Taehyung podía parecer un rey diplomático, muy paciente, pero no soportaba que alguien se propasara con los suyos —. Comenzaron a decir que llegaron los rumores sobre la fecha de la boda, todo estuvo muy normal, preguntaron por lo que haríamos, el despliegue de seguridad, se podría decir que fue lo usual.
— ¿Pero?
— El jefe de la base comentó que debía entrar a la evaluación de fertilidad y compatibilidad para saber si podría cargar con tus cachorros como si fuera una incubadora y no el próximo luna o tu compañero – la indignación era palpable, el alfa podía percibir la agresividad y otra cosa más proviniendo del omega —. Se supone que todo ese asunto es íntimo. Además, no sabía que tú estabas enterado de mi tratamiento.
— ¿Qué tratamiento? – Jimin amplió sus ojos, sintiéndose nervioso y maldiciendo bajo cuando escuchó al alfa más que confundido – Jiminie de qué tratamiento hablas.
— Tengo que estar en un tratamiento para antes de mi celo, es un proceso para producir unos cuantos óvulos y sean estudiados, creo que pedirán una prueba tuya para saber... bueno, ya sabes.... Ver si podemos concebir – de pronto el movimiento del alfa lo asustó, pues lo estaba tomando por los hombros.
— ¿Qué fue lo que dijiste? ¿Óvulos?
— Sí, necesitan material genético para saber si no son defectuosos.
— ¿Desde cuándo estás con eso?
— Tres días.
— Lo dejarás ahora mismo – ordenó con su ceño arrugando, se veía molesto, Jimin se sintió aliviado de que no lo obligara, sino que al contrario le estaba pidiendo que dejara todo eso – Jiminie ¿por qué no me dijiste que te estaban obligando a esto? ¿Cuándo tienes el celo?
— Se supone que en dos semanas, pero el tratamiento acelera el proceso, – el gruñido del alfa hizo estremecer el cuerpo contrario que aún estaba siendo sostenido por los hombros —. Hey, tranquilo, no me están haciendo daño, son dosis de hormonas que yo mismo aplico – se soltó del agarre para llevar sus manos hacia el rostro del alfa y acunarlo – lo dejaré, no te preocupes.
— Es peligroso Jiminie, no quiero que te expongas a algo así, ¿por qué no lo mencionaste?
— Bueno, quizá si pasaras menos tiempo evitándome te habría dicho lo que me estaban obligando a hacer.
Se observaron por unos cuantos segundos con reproche para luego largarse a reír, sintiendo que el ambiente tenso por fin terminaba entre ellos. Las manos del omega abandonaron el rostro contrario, no sin antes dejar una última caricia en la mejilla de Taehyung, quien después de aquello se puso de pie alejándose de la cercanía de Jimin, levantando de nuevo ese enorme muro.
Nadie podía acercarse más de lo que permitía, eran muy pocas veces en las cuales bajaba la guardia, pero tan pronto como todo volvía estar en control, esa barrera impenetrable regresaba a él, dándole ese aspecto de alfa hosco y arisco, que en verdad no era.
— Ahora que aclaramos un poco las cosas, ¿puedes decirme quién es el omega en la habitación?
— Es uno de los omegas que tienen en el recinto de los Jeon, aún debo hablar con Namjoon para saber lo que intentaron venderle como la verdad del lugar – la mirada de Jimin estaba fija en todos sus movimientos aun estando a la distancia.
— Creí que habías entrado a ese lugar.
— No lo hice, me pareció muy extraño que estuvieran tan emocionados por tenerme ahí, así que fingí ser un escolta y me quedé afuera. Aún no entiendo por qué insistían en que yo estaba ahí, hicieron que Namjoon me llamara con tal de tenerme ahí mismo...
— Quizá fue mi culpa – se colocó de pie, acercándose al alfa, quien lo veía confundido – cuando empezaron a opinar sobre nuestra unión, lo único que los detuvo fue mencionar que tú estabas por llegar – Taehyung lo comprendió de inmediato, era prácticamente su código de emergencia para salir de apuros —. Aunque también la llegada del líder Jeon fue muy efectiva, él silenció a todos diciendo que no podían opinar sobre la unión de dos clanes.
— ¿Qué hacía el líder Jeon en la base de nuestro clan?
— Parece que le brindan seguridad al recinto para que nadie cruce el muro, así que llegó a agradecer el trabajo que hacían para protegerlos, es un alfa imponente – aquella mención le hizo ganarse una ceja alzada por parte de Taehyung – una lástima que esté casado con una bruja apática como lo es la luna Jeon.
— ¿Disculpa?
— Disculpado – el gruñido de Taehyung hizo sonreír a Jimin quien tomó la camisa ajena, soltando dos botones, intentando delinear la piel que estaba expuesta, sintiendo a su propio lobo un tanto molesto, ¿alguien había tocado a Taehyung? El rasguño en ese espacio le advertía que unas uñas se enterraron con fuerza – en fin lo que quiero decir es que fue él quien dijo que no estaba desacuerdo con lo que hablaban, pero él también fue atacado porque mencionaron que fue esa misma razón lo que llevó a su clan a la muerte.
— El clan Jeon fue el más afectado en la guerra de clanes, perdió a su luna, la mitad de su gente, aunque no dejó atrás a mi padre. Siempre estaré en deuda con él.
— Dicen que aún le guarda luto a su luna, lo pude comprobar hoy – arregló la camisa ajena de algunas arrugas falsas, volviendo a poner los botones y le desordenó el cabello para hacerlo ver más natural, dejando de lado esa imagen pulcra – lleva el collar con la antigua piedra del clan en su muñeca, el que le pertenecía a ella. Era muy hermosa. La piedra también – agregó el omega conociendo es mirada sería en el alfa.
Taehyung se quedó en silencio por unos cuantos segundos más, pues conocía la historia detrás del luto eterno del alfa, la guerra le había arrebatado a su luna, se decía que las manadas salvajes se habían ensañado con las familias principales, tomando entre las fauces de los lobos la vida de un sin fin de personas. Entre todas esas víctimas estuvo ella.
La unión entre clanes estaba siendo un tema de discusión porque según los concejales había provocado que su línea de pureza fuera débil y de ahí la razón de su derrota frente a las bestias salvajes. Quedando prohibida para todos la unión a menos que un evento verdaderamente importante fuera suficiente motivo para ser la excepción.
La excepción estaba frente a los ojos de Taehyung sonriéndole, intentando reconfortarlo de lo que sea que pasaba por su cabeza, el tema del pasado no era del agrado de Taehyung, así que Jimin se encargaba de mantener el ambiente lo más relajado posible.
— Creo que el Líder Jeon no está enterado de todo lo que ocurre en ese recinto – fue Jimin quien rompió el silencio en el que se habían embarcado – parecía un tanto desconcertado cuando escuchó que se me estaba evaluando y cuando me hicieron sentir incómodo ordenó a su chofer para que me trajera a casa junto a Taemin.
El gruñido del alfa hizo sonreír a Jimin, pues aunque Taehyung no fuera afecto completamente a caer en los encantos de su lobo, eso no evitaba que se comportara como un alfa protector; como todo un líder de una manada siempre buscaba mantener a los suyos cerca y cuando alguien ajeno intentaba cosas como acercarse de más, obviamente reaccionaría a la defensiva, era algo innato, así que no pudo evitar disfrutar el sentirse al menos parte del interés de aquel gran alfa, líder y rey.
— Y esta posesividad repentina a qué se debe – cuestionó divertido, mientras que Taehyung se contenía en tomarlo, tocarlo o siquiera hacer un movimiento que lo hiciera ver como un alfa saliéndose de control.
— No me agrada que haya sido otro alfa el que te defendiera y mucho menos el líder Jeon.
— ¿Qué esperabas? No estabas ahí. Además, no entiendo el problema con que haya sido él.
— No es eso, es solo que... Esto es muy extraño, Jiminie – suspiró aun no sabiendo muy bien dónde encajaba cada pieza del rompecabezas – Jungkook dijo...
— ¿Jungkook? No me veas así como si hubieras revelado el peor de los secretos – de nuevo estaba esa mirada fría que ocultaba todo al mundo, Jimin se había rendido tiempo atrás en hacer que Taehyung se abriera más con él, se suponía que debían tener confianza al menos ser como mejores amigos, pero en su caso no ocurría —. Ese es el nombre del omega, ¿no es así?
— Sí, – el alfa alzó su mano para acariciarle la mejilla, deteniendo el acto a unos cuantos milímetros de llevarlo a cabo, recordando lo que su propio contacto llegó a causar, habían tenido suficiente por un solo día. Jimin no dijo nada, ni siquiera quiso hacer mención de aquello, dándole vuelta a la situación, decidiendo seguir con el tema.
— ¿Me dejarás conocerlo?
— No creo que sea buena idea.
— ¿Por qué? ¿Lo dejarás libre después de su celo? – ni siquiera había pensado en lo que haría con él por el resto de la noche, ¿era correcto darle libertad de irse?, sin embargo, ¿a dónde iría? Jungkook parecía no conocer nada. No, definitivamente no lo dejaría solo – ajá esa mirada tuya me dice que lo tendremos con nosotros por más tiempo. Entonces sí lo conoceré.
— Jimin.
— No haré nada, solo quiero conocer al nuevo invitado o debo decir mi competencia para embarazarme – un gruñido de advertencia hizo que Jimin alzara ambas manos en son de paz – de acuerdo no tienes que actuar así, pareces reacio a que me acerque a él... Si tanto te preocupa lo que dirán solo di que es tu protegido, podemos decir que es un Kim de aquí de la frontera.
— ¿Aceptarías eso? Es decir...
— Tae, sé que tu sentido de alfa protector es mucho más grande que cualquier cosa, así que te apoyaré, aun si eso significa tener a un omega salvaje en casa – murmuró como si con eso quisiera consolar y menguar cualquier duda – estaré bien, lo prometo.
— Gracias por comprender.
— No tienes que agradecer, no es como que lo hayas marcado o lo preñes mientras yo estoy a días de mi celo. Sería mucho más fácil el hecho de que me marcaras para evitarnos todo este mal momento, ¿no crees? – el alfa hizo silencio, tratando de mantener un semblante serio —. Por cierto, el tratamiento de fertilidad ¿de verdad puedo dejar de tomarlo?
— Te lo ordeno.
— Sí, alfa – sonrió divertido, para luego darle un beso fugaz en los labios y alejarse lo más rápido que pudo – me iré ahora que aún estás de buen humor, muero de hambre, ¿pido que traigan aquí tu cena?
— Por favor.
— Okay, no te esfuerces demasiado, también debes descansar, el trabajo se quedará donde lo dejes si decides tomar unos minutos para comer.
Se retiró sin más, sintiéndose mejor al saber que no estaba siendo reemplazado de la peor manera, al menos podía estar tranquilo con el hecho de que Taehyung aborrecía todo lo que estaban haciendo. Aún le intrigaba conocer al omega, saber su historia y lo que había ocurrido.
Su labio quedó atrapado entre sus dientes al pensar seriamente en una idea, quizá podría funcionar, su mano llegó por inercia hacia su cuello, sintiendo un escalofrío de solo pensar aquello, pero sería su salida a todo. Nadie le diría algo, no más miradas desdeñosas, tampoco tendría que soportar los comentarios sobre ser o no un omega digno.
Sonrió de lado, sintiendo que una risa nerviosa casi llegaba a escapar de sus labios y decidió avanzar por el pasillo para ir por fin al comedor y así degustar un poco de la cena. Ya tendría tiempo de visitar a Jungkook, quizá y con mucha suerte al ser un omega que salió de un lugar, así sería alguien fácil de convencer.
La silueta de Yuna bajando por las escaleras le hizo sentir curioso, así que sin más se acercó a ella, asustándola por el repentino actuar.
— Príncipe – reverenció de inmediato – ¿necesita algo?
— Solo quería preguntar si nuestro invitado está cómodo.
— Sí, ya tiene ropa cómoda para pasar la noche y me encargué de llevarle algunas prendas extra – el omega asintió ante lo mencionado no solo aceptando cada palabra, sino también analizando ¿por qué necesitaría ropa extra? Bastaría con una muda, ¿no? – ¿Necesita algo más príncipe?
— ¿Uh? Oh, sí, Taehyung dijo que le llevaran comida a Jungkook, si aún no lo han hecho...
— De hecho, acabo de dejarle eso en la habitación – la decepción se demostró en el rostro del omega, algo que fue fácil de ver —, pero no se preocupe por eso ahora príncipe, él está muy bien, aunque no creo que esté en las mejores condiciones.
— Aún está en celo, no es así.
— Bueno, no estoy muy segura, parece que sí, pero no tiene las actitudes de un omega en celo – Jimin ladeó la cabeza al no comprender lo que decía – me refiero a que solo tiene una dosis de supresor y no ha pasado mucho tiempo para que sus sentidos regresen, sin embargo, se ve como alguien fuera de su calor.
— ¿Un omega en celo sin síntomas? – Jimin intentó olfatear a Yuna para saber si podía obtener al menos una pizca de la esencia contraria, mas nada de eso fue capaz de obtener – ¿cómo están tan seguros que es un omega si no tiene un aroma? ¿Será posible que...?
Jimin sopesó por unos cuantos segundos sus suposiciones, era algo imposible que un omega en celo estuviera lubricando, pero no tuviera síntomas de absolutamente nada, ¿le habría pasado algo a su glándula de olor? Un escalofrío le recorrió el cuerpo pensando en esa posibilidad, sabía bien que ese era un castigo común entre ellos, hacer que la glándula en su cuello prácticamente dejara de ser funcional.
Aunque eso solo sucedía si el omega en cuestión era acusado de traición, ya sea a su pareja o bien al clan al que pertenece, ¿sería esa la razón de la falta de aroma? Quizá podía ser parte de un clan o ser el exiliado de alguno. ¿Los Jeon eran capaces de recibir a omegas así para sus tratamientos de fertilidad con la excusa de protegerlos? Sin olor no se podía encontrar pareja con facilidad, aunque en el caso de los nobles aquello no importaba...
— ¿Príncipe, se encuentra bien? Si no hay nada más en lo que pueda servirle, me disculpo príncipe, pero debo seguir con las tareas y servir la cena, ¿desea comer en su habitación o...?
— No, lo haré en el comedor. Oh, y Taehyung pidió que se le lleve al estudio la cena.
— Sí, príncipe.
Se quedó a solas al pie de las escaleras, la distancia no era suficiente para que el aroma de otro omega pasara desapercibido, sin embargo, lo único que podía olfatear era el del resto del personal, el de Yuna a quien había prácticamente detenido con el único fin de saber más información del invitado.
Estaba completamente intrigado por conocer a ese fascinante nuevo omega, ¿sería verdaderamente fácil de convencer para aceptar su plan?
¿Por qué Taehyung estaba tan emocionado con la noticia de su aceptación para que ocultaran a Jungkook? ¿Qué había descubierto además de lo obvio? Su estómago le robó la atención, pidiendo un poco de comida y siendo sinceros, en la reunión de la base del norte no pudo comer absolutamente nada.
Taemin se había casi encargado de hacerle sentir que algo no estaba bien, en especial cuando no le permitieron saber lo que comería o cuál sería esa merienda exclusiva para el omega. Definitivamente, estaban ocurriendo cosas muy extrañas en el norte.
Taehyung no era ajeno a aquel pensamiento, comenzando a buscar en el estudio algo que le diera indicios sobre lo que podía estar ocurriendo, había sido el estudio de su padre, no lo había usado, así que todo estaba tal cual el alfa lo dejó antes de morir. La última vez que estuvo ahí tuvieron una discusión al no aceptar lo que se le imponía como nuevo líder.
Su padre le había mencionado que en el norte se encontraba algo que guardaría su legado y los posicionaría como el clan más fuerte. Incluso intentó llevarlo a un lugar para mostrarle lo que un día sería suyo, mas Taehyung se negó rotundamente a aceptar cualquier cosa que involucrara hacer alianzas con otros clanes, ya tenía suficiente con tener al clan Park detrás de ellos respirándoles encima y exigiendo la unión con Jimin, la cual por supuesto que ambos involucrados se negaban a cumplir.
El destino tenía maneras sucias de hacerlo caer en sus responsabilidades, recordándole que no mandaba él, sino que todo era una causa y efecto de sus propias decisiones. ¿Sería todo diferente si hubiera aceptado seguir a su padre en esa ocasión? ¿Estaría a escasas semanas de unirse obligatoriamente con Jimin de ser así?
Se revolvió el pelo en desesperación cuando no encontró nada extraño o al menos que le diera una pista de lo que podía ser eso. Tenía demasiadas cosas para pensar, primero que nada se encargaría de hacer una reunión con el clan Park para saber el motivo de obligar a Jimin a utilizar ese tratamiento.
El omega no parecía diferente en ningún aspecto, quizá estaba más sensible que de costumbre, pero nada preocupante, sin embargo, no arriesgaría la vida de Jimin solo por un afán tonto de obtener un heredero cuando ellos ni siquiera estaban unidos. Aún.
No es como que lo hayas marcado...
— Mierda, ¿qué haré? – suspiró cansado, mientras se masajeaba las sienes. ¿Cómo le explicaría a Jimin que sí tenía un omega marcado en una de las habitaciones? Aún no estaban unidos con un lazo, era la única ventaja a su favor. Podía sentir el rechazo del omega como un pinchazo de alfiler clavándose en su pecho. Unos golpes en la puerta lo interrumpieron, dando paso a quien estaba llamando, esperando que fuera su cena, y vaya que no se equivocaba, sin embargo, no la esperaba acompañada —. Namjoon hyung.
— Espero que ahora estés de mejor humor y no me amenaces con el arma.
El alfa dejó la bandeja con la comida del líder sobre el escritorio antiguo del anterior líder. Namjoon sentía la misma nostalgia de Taehyung porque si bien él no era parte de la familia principal, se sentía como si lo fuera. El padre del líder había sido como una figura paterna para él cuando fue reclutado como escolta del futuro rey del clan Kim y la última vez que estuvo en ese lugar le había mentido en la cara a quien más confianza le había dado.
Se suponía que no dejaría que Taehyung lo acompañara en una misión importante que realizarían en una incursión hacia el muro; se suponía que solo debía realizar una misión de exploración a solas con un equipo pequeño de seguridad y luego regresaría para dar su reporte de lo que estaba ocurriendo en el lugar, pero la emoción de tener una nueva experiencia lo hizo aceptar la idea de que Taehyung estuviera a su lado.
— Lamento lo que ocurrió allá arriba hyung, es solo que de pronto sacaste el arma apuntando a Jungkook y no era un momento en el que estuviera del todo a salvo.
— Por si no te has dado cuenta, estoy más que capacitado para saber cuándo estás en peligro, le habría dado un tiro en la cabeza si hacía un mal movimiento – el alfa se cruzó de brazos, dejándose caer en la silla frente al escritorio, dejando que Taehyung por fin tomara bocado —. No solo soy tu mano derecha, también estoy a cargo de tu seguridad. Te pusiste en riesgo, no solamente en la habitación, también durante la tarde.
— Lo sé, pero no iba a permitir que Jungkook muriera. Ni en manos de esos locos o en las tuyas, mucho menor por ti, jamás perdonaría que te mancharas las manos de sangre que es inocente.
— Así que es un omega inocente, no sé cuál sea tu concepto de indefenso, pero lo único que yo pude ver en él fue sed de matar – el líder sonrió de lado, no negando que aquello tenía algo de razón, porque él mismo fue amenazado muchas veces de morir por esas manos que lo aferraron al cuerpo tibio contrario —. Me dirás quién es.
— Ni siquiera yo lo sé – Namjoon alzó una ceja esperando una mejor explicación, mientras que Taehyung descubrió que estaba compartiendo cena con cierto omega, era sopa y no podía estar más que satisfecho con aquello —. Es un omega que estaba cautivo en el recinto de los Jeon, no tengo idea de ¿por qué estaba ahí o cómo llegó a ese lugar? Jimin mencionó que en ese recinto hacen unas pruebas extrañas de fertilidad, así que necesito que me brindes toda la información – el líder se detuvo de su relato tomando una cuchara y señalando al mayor con el utensilio – dime qué fue lo que te dijeron. Es verdad que piensan hacer cosas raras con Jimin para tener un heredero.
Después de un suspiro cansado, Namjoon entrelazó sus manos, cruzó una pierna sobre la otra y comenzó a relatar absolutamente todo, haciendo especial énfasis en todas las veces que se ensañaron en dejar en claro que eso era algo que el antiguo líder Kim deseaba dejarle.
La manera en la que exponían todo el proyecto parecía el cuento fantástico de un clan, salvando a una sociedad completa amenazada por los errores del pasado, veintidós años para ser exactos. La guerra duró más tiempo de lo que esperaban, las manadas salvajes fueron el peor de sus enemigos, como única alternativa para mantener el bienestar de todos fue construido el muro.
Una construcción impenetrable, custodiada por los cinco clanes principales en el caso de que surja un nuevo ataque, los cuales no han sucedido desde que se terminó la construcción de aquella edificación, sin embargo, a las familias llegaban rumores de que se habían dado avistamientos de lobos salvajes.
Taehyung mismo se había perdido en el rumbo de la conversación cuando Namjoon entró en el tema del pasado, sin embargo, el alfa logró obtener su atención al explicarle el procedimiento que había visto para la producción y extracción de óvulos.
Coincidía en cierta parte con lo que Jungkook había comentado, las agujas, las hormonas, el celo provocado, la extracción del material genético, sin embargo, el alfa se detenía en una verdad a medias, maquillada con un final feliz. Sabía muy bien que todo eso era una vil farsa, pues el omega no podría estar mintiendo, no cuando él mismo notó las marcas en sus brazos, los moretones en su vientre, incluso el atisbo que había sido lastimado en el cuello.
— No lo sé Taehyung, fue una experiencia muy pacífica lo que vi ahí, incluso los omegas en el lugar se veían muy bien y felices al lado de quienes serían los compradores de...
— Es una vil cortina de humo – el golpe seco que dio en el escritorio provocó que el alfa frente a él alzara ambas cejas – Jungkook es parte de ese programa, no es como te lo mostraron. Tienen fases incluso para controlarles el celo, los bombardean de hormonas para que produzcan la mayor cantidad, no es solamente una dosis, yo mismo he visto en el vientre de Jungkook las consecuencias de ese horrible procedimiento.
De nuevo tenía esa mirada intensa, los colmillos del líder se encontraban picándole las encías, haciéndolo sangrar, Namjoon se incorporó en su asiento, aun sin perder el semblante serio, tomando una servilleta y extendiéndosela, indicándole que debía limpiar la comisura de su labio.
— Parece que este omega logra alterarte completamente – murmuró el alfa pensando muy bien todo lo que había ocurrido hasta caer en cuenta que había visto algo interesante —, por cierto, la información que me brindaron sobre los omegas siendo externos y teniendo vidas normales... parecía real. Lo llegué a pensar cuando vi a ¿Jungkook? Con una mordida. Su alfa estará preocupado, ¿no?
Taehyung tomó el vaso de agua que le acompañaba a su comida, un acto el cual el mayor conocía muy bien, lo estaba evitando ¿por qué?
— Líder, ¿por qué trajo un omega en celo y marcado a la residencia?
— Lo salvé.
— Taehyung, él tiene una marca, si es verdad que tienen a los omegas recluidos en ese lugar su alfa debe estar buscándolo.
— No.
— ¿No? Qué quieres decir con eso.
— A que no hay ningún alfa buscándolo, posiblemente los únicos que lo hagan sea el clan Jeon. Lo importante aquí es protegerlo, no dejaré que nadie le vuelva a hacer daño, él es...
— ¿Es?
— Una víctima en todo esto – el alfa se echó hacia atrás, sintiendo la tensión en su cuello y hombros, como si regresara al día en el que se le informó que ahora era la cabeza de todo un clan – esperaremos a que todo se calme, nos mantendremos por unos días aquí. ¿De acuerdo?
— Y qué esperas hacer si el clan Jeon pide registrar toda la residencia – replicó Namjoon, le parecía una locura ocultar un omega que se había escapado del recinto – somos los primeros sospechosos, solo piénsalo, fuimos invitados en secreto a sus instalaciones y el mismo día en el que aparecemos uno de sus tan preciados accesorios se da a la fuga.
— Entonces estarían marcando su sentencia con el resto de la sociedad – el líder se frotó el rostro al obtener la respuesta de uno de sus problemas – Hyung, no fui el único en entrar al recinto, había un equipo especial de deltas dispuestos a rescatar a los omegas. Era un operativo el cual no dudo que tenían la misión de incluso sacar a Jungkook, si llegan a sospechar de alguien puede que seamos de los segundos en ser señalados.
— ¿Deltas dices?, pero que no estaban extintos. O al menos creo que no conozco muchos que se hayan presentado con esa jerarquía en años.
— Puede que sea descabellado, pero fue así – Taehyung tenía esa mirada desafiante, la cual aseguraba que lo que había visto era real – los deltas pueden ocultar sus aromas, al igual que las jerarquías altas, por eso eran fáciles de hacerlos espías en la guerra, nadie se percataba, incluso puede que haya algunos fingiendo ser betas sin darnos cuenta.
— Bien, pero eso no explica por qué estás tan seguro que fueran deltas.
— Porque cuando logré entrar al recinto lo hice por un anexo oculto, incluso el guardia que estaba custodiando la entrada del grupo me dijo que ocultara mi aroma como el resto para pasar desapercibido.
— Si hablas de que eran un grupo, eso quiere decir...
— Que hay más de ellos y por alguna extraña razón están en contra de lo que hacen en ese lugar – el líder regresó a su posición en su silla, echándose hacia atrás – los deltas eran utilizados para trabajos de riesgo por su fuerza que se asemejaba a los alfas.
— Aunque siempre fueron considerados menos que un alfa por el factor de no poder crear un lazo y su naturaleza agresiva – Namjoon pensó en todo lo que había ocurrido, estaba seguro de que había escuchado algo sobre el despliegue de seguridad de deltas, había asumido que solo era un nombre, pero ahora-
— Hyung, creo que hay más cosas ocultas que solamente el recinto de los Jeon. ¿Crees que haya manadas de deltas o algo por el estilo detrás del muro o en las cercanías?
Eso encajaba perfectamente con todo lo ocurrido, minutos después de la demostración, la alarma de emergencia se activó dentro del recinto. Namjoon analizó la interacción de todos los omegas una vez regresó al área donde estaban reunidos, las escoltas de aquellas familias principales se dieron a la libertad de llevarlos a otro lugar mientras que los donantes se veían aterrados.
Pudo notar en algunos que portaban brazaletes extraños que eran ocultos con alguna prenda, sin embargo, mientras era escoltado fuera del lugar, tuvo la visión de un escuadrón especial desplegándose, los radios de estos estaban activos, mencionando que había un encuentro entre el enemigo y que el objetivo estaba escapando.
¿Acaso ese objetivo era el omega?
Taehyung se dirigió hacia la ventana del estudio donde ya no se podía ver los jardines, las luces eran tenues y lo único que podía identificar a la perfección era la estructura del muro levantándose entre los árboles altos que intentaban ocultarla. Esa visión imponente jamás se borraría de su memoria, estar frente aquello le mostró lo minúsculo que era ante el resto de la sociedad.
— ¿Qué planeas hacer con la información que tenemos?
— Necesito más información que ayude a completar el rompecabezas, ¿por qué los Jeon están haciendo algo como esto? ¿De dónde salió la nota que te enviaron? ¿Cuál es la razón para torturar omegas? Necesitamos saber el verdadero motivo no puede ser solo para fortalecer a la sociedad.
— Veré si puedo obtener más información en la base militar, ya que estaremos aquí por más tiempo.
— El líder Jeon estuvo en la reunión con Jimin – mencionó sin más el líder obteniendo la atención de Namjoon, mas la falta de sorpresa en el rostro ajeno le hizo saber que estaba enterado de la situación – ¿lo sabías?
— Jimin lo comentó – un gruñido bajo fue imposible de contener para Taehyung, de nuevo escuchando que aquel alfa estaba involucrado en parte de lo ocurrido esa tarde.
— Quiero saber más de ellos, si en dado caso insistieran con una reunión, acéptala, será algo a nuestro favor, mantenme informado de todo lo que hagan hasta que regresemos a la residencia principal.
— Estaré atento ante cualquier movimiento de los Jeon – una murmuración fue la respuesta del líder.
— Ah, hyung, necesito que te encargues de alguien – el alfa esperó pacientemente para escuchar lo que diría – ¿qué castigo se le puede dar a un jefe de base militar que le faltó el respeto a Jimin?
— Un enfrentamiento entre lobos no estaría mal, sé que tiene un oponente más fuerte esperando su retiro.
— Haz que reflexione sus propias palabras.
— Como ordene líder.
Namjoon se colocó de pie, conociendo muy bien a Taehyung que necesitaría estar a solas después de aquella conversación, sus pasos alejándose le hicieron saber al líder que tendría la privacidad necesaria hasta que el sueño fuera demasiado, aunque algo más vino a la mente del alfa.
— Hyung.
— ¿Sí?
— ¿Cuál es la piedra antigua del clan Jeon? ¿Lo sabes?
— No lo recuerdo, llevan años con la nueva que apenas y la recuerdo, es más, estoy seguro de que la cambiaron cuando aún era un cachorro, ¿por qué?
— Simple curiosidad.
Se quedó a solas después de eso, aun dándole vueltas a todas las posibilidades, aún no tenía una razón específica para lo que estaba sucediendo. ¿Acaso el clan Park también estaba involucrado en todo aquello? Debían estarlo si es que enviaron a Jimin a tomar un tratamiento. ¿Quién siquiera se había atrevido a evaluarlo sin que se diera cuenta? Si no había sido el doctor principal de ambos clanes, entonces debía ser alguien externo, alguien cercano al clan Jeon. ¿Sería Min Yoongi?
El plazo para estar oculto de la sociedad se había terminado, comenzaban a haber demasiadas invitaciones a toda clase de tontos eventos, no quería participar en nada, sin embargo, era él o Jimin y prefería seguir cargando con el peso de ser el líder a exponer a su mejor amigo como lo había hecho ese mismo día.
Taehyung...
Aquello le hizo erizar hasta el último vello del cuerpo, era un llamado silencioso, por un momento pensó que se trataba de alguien al otro lado de la puerta, incluso llegó a abrirla, encontrándose con una oscuridad profunda, su ceño se arrugó al sentirse confundido ¿qué hora era?
Dio un rápido vistazo al reloj de pared del estudio, notando que eran ya pasadas las doce, ¿en qué momento se perdió tanto a sí mismo? El plato de comida estaba vació y tenía pequeños flashes de él metiendo bocados de sopa cada tanto mientras revisaba los papeles del escritorio.
Tomó todo entre sus manos, llevándolos a la cocina, dándose a la tarea de dejarlos limpios, el silencio de la casa hacía que cualquier pequeño ruido se hiciera más grande y eso no pasó desapercibido cuando escuchó una de las puertas de la segunda planta cerrándose. ¿Era posible?
Se secó las manos con rapidez, apagando las luces que había utilizado, quedando a oscuras, no temiendo andar por ahí, pues se conocía cada rincón del lugar. Subió las escaleras de dos en dos, esperando encontrar o más bien asegurarse de ver si lo que sus sentidos habían percibido eran reales.
El pequeño recibidor estaba vacío, el pasillo que se dividía en dos alas diferentes parecía ajeno a que siquiera un alma profanara la noche a excepción del líder quien entre pasos silenciosos avanzó hasta llegar a la última habitación donde sabía perfectamente que se encontraba Jungkook ¿estaría molesto por no regresar cuando lo prometió?
— Joder qué estoy haciendo – se regañó a sí mismo por estar en aquella situación como si fuera un adolescente escabulléndose en los pasillos para no ser visto – ¿estará despierto?
Se quedó parado ahí frente a la puerta, no sabiendo muy bien qué hacer, llevando su frente hasta la madera tallada. ¿Por qué estaba buscándolo? Miró hacia abajo, pareciéndole extraño que la luz siguiera encendida, ¿se habría dormido sin apagarlas? Dudó demasiado en entrar o no, no se sentía correcto, ni siquiera se conocían para tener ese tipo de confianza.
Mientras tanto, al otro lado, Jungkook se encontraba sobre la cama, sentado en posición de loto, esperando a ver al alfa decidirse en sí entrar o no. Se había quedado en ese lugar desde que lo dejaron a solas, apenas había comido un poco porque las náuseas regresaron a él, impidiéndole terminar la comida.
La omega que había llegado para entregarle la comida y la ropa no regresó luego de su breve encuentro, quizá solo se olvidó de él, le parecía muy extraño no sentirse vigilado todo el tiempo. Incluso se había dado a la tarea de buscar alguna cámara, esas cosas extrañas que siempre le señalaban en la esquina de su celda o la habitación.
Siempre le amenazaban con que veían todo desde las famosas cámaras, mas en ese lugar no encontró ninguna. Nadie lo estaba monitoreando, tampoco podía sentir a algún alfa estando cerca vigilando lo que estuviera haciendo. Podía huir en cualquier momento que nadie se percataría ¿Entonces qué estaba esperando?
Lo supo en el momento en que pensó en Taehyung prometiendo regresar, y ahí estaba, no podía olfatearlo, mas su instinto a flor de piel le insistía que se encontraba justo ahí.
Podía percibir al alfa sintiéndose indeciso al otro lado de la puerta, así que cansado y con su poca paciencia a flor de piel se puso de pie, llegando hasta la puerta, deteniéndose en el momento que tomó el pomo, no sabiendo si podía abrirla o no. Podía escuchar la respiración de Taehyung como si se sintiera intranquilo.
Pegó su rostro contra la madera para saber si algo ocurría, su labio inferior fue atrapado entre sus dientes y sus uñas rasguñaron apenas la puerta sintiendo el ansia de saber lo que estaba pasando. Escuchó cómo los pasos comenzaban a alejarse de la habitación en la que se encontraba, quizá había malinterpretado todo y el hecho de mencionar que regresaría solo era un decir para que no lo esperara.
Regresó hasta la cama, donde volvió a acurrucarse, esta vez sintiéndose cansado, verdaderamente necesitaba dormir, al menos mientras su celo se mantuviera controlado todo estaría bien, su lobo parecía estar renuente ante el medicamento, aunque tampoco era como que importara mucho.
Llevó su mano hacia su cuello, el cual se dio cuenta de que si se esforzaba un poco pensando en el alfa la hacía arder y escocer la piel, no sabía lo que significaba aquello, pero ahora sentía adolorida esa parte, casi se asustó cuando sintió húmedo, pero suspiró de alivio cuando notó que solamente era sudor.
El calor estaba regresando a él, así que antes de que fuera una completa tortura se obligó a sí mismo a caer rendido en un sueño profundo.
— Duérmete. Duérmete, mañana escaparé de aquí. No sé por qué pensé que él podría ayudar en algo – frunció su ceño al sentirse tonto por confiar demasiado en otra persona – ni siquiera pudo cumplir una simple promesa, solo debía regresar. Estúpido alfa, siempre son iguales, solo buscan ganarse tu confianza y luego...
Sus párpados pesaron al punto de hacerlo caer rendido ante el sueño, entre una nebulosa de inconsciencia, donde su lobo tomó el control de su cuerpo acurrucado hasta ser un ovillo entre las sábanas, abrazando una de las almohadas porque así calmaba su propio malestar.
Sus manos hicieron puños con la tela que tuvo a su alcance, sintiendo una textura diferente a la suave y delicada, uno de sus ojos se abrió apenas, dejándole ver entre la cortina de sus pestañas aquel abrigo que él mismo había dejado sobre la cama.
Frunció su ceño mientras que entre sus aún adormecidos sentidos arrastraba la prenda hasta llevarla cerca de su rostro; la olfateó solo un poco encontrando los rastros de su sangre, sus colmillos se expusieron al mismo tiempo que un gruñido bajo hizo vibrar su pecho.
Su cuello punzó en el momento que intentó moverse, haciendo consciente al lobo que la mordida era profunda. El dolor lo hizo quedarse quieto, alejando el abrigo que solamente estaba impregnado con el olor a hierro y una leve fragancia a té verde, el propio, ese que siempre se hacía más fuerte cuando estaba molesto.
Necesitaba terminar de pasar el celo, su respiración agitada lo estaba haciendo consciente del calor que regresaba a él, era molesto sentirse así, al menos en ese espacio podía estar tranquilo, nadie intentaría nada, podría darse a la libertad de ser vulnerable por primera vez en mucho tiempo. Se quejó internamente cuando su vientre dolió exigiendo que algo calmara su malestar.
De pronto al otro lado de la puerta se escucharon pasos, el clic del seguro siendo quitado y sus sentidos solo lo hicieron ponerse en guardia al sentir que alguien invadía su espacio. Gruñó, aunque la advertencia fue obviada por el intruso, y él no tenía interés en seguir ignorando su propio sentir. El celo se estaba haciendo insufrible, incontrolable incluso para Jungkook, que estaba acostumbrado a dominar su parte animal en esos momentos.
— Omega – esa voz profunda le hizo erizar por completo. El toque en su cabello fue gentil, sin embargo, no se movió ni siquiera para buscar consuelo en el tacto delicado, todo dolía, ardía y molestaba – lo siento...
No lo escuchó pronunciar palabra alguna, nada más que esa disculpa, sin embargo, la luz molesta que seguía en la habitación de pronto desapareció, dejándolo en la oscuridad. Sus ojos se apretaron mientras él mismo luchaba con el celo, ahora abrazándose a la almohada aún más. Pronto a sus sentidos llegó el aroma a menta, haciéndolo relajar.
Su cuello dejó de punzar, dejando por fin tranquila la piel sensible de la herida. El tan conocido mantra con el que siempre lograba regresar a sus sentidos se repetía en su cabeza.
... La Luna no manda en mí.
— Descansa, estoy aquí.
La calma regresó a él, quizá se debía al sueño, o posiblemente al cansancio de ser expuesto a tanto, haciendo que su cuerpo no resistiera más tiempo alerta.
La mañana en la residencia empezó como cualquier otra, cuando había visitantes en el norte, con todo el personal iniciando labores, no sin antes tomar sus respectivos desayunos, haciendo el ambiente más relajado. Las risas no faltaban y mucho más cuando se trataba de alguno de los nuevos haciendo enojar a la señora Sunhee.
Pronto las risas disminuyeron cuando la figura de un alfa se hizo ver en el lugar. Se estiraba constantemente, sus quejas por el dolor en su cuello se debía a la mala posición en la que logró dormir un par de horas y ahora solo anhelaba tener un momento de paz. Taemin se veía agotado, había estado en el turno nocturno después de un agotador viaje desde la residencia principal. Quería comer un poco y regresar a su habitación para tomar un descanso de al menos unas tres horas.
— Buenos días a todos – saludó aun masajeando su cuello con poco interés si su saludo era devuelto, aunque no podía esperar menos del personal, siendo que todos siempre mantenían un ambiente agradable, dándole una respuesta unánime – ¿Hay café?
— Claro que sí – la voz de Yuna se robó su atención y pronto se vio la silueta de la chica con una bandeja con platos sucios y otra con lo que parecía un desayuno sin tocar. Estaba cansada, pues desde buena mañana atendió al líder e intentó hacer lo mismo con cierto omega, fracasando completamente – ¿por qué no te paras y te lo sirves tú mismo?
— Estoy cansado, Yuna, estuve toda la noche despierto solo para asegurarme que nadie intentara atravesar la seguridad o perturbara tu sueño – el alfa sonrió de manera encantadora, recibiendo un pequeño empujón por parte de la omega – cuanta agresividad desde tan temprano ¿qué ocurre contigo?
— A mí nada, pero tú vienes aquí y piensas que te serviremos.
— Lo haces para Namjoon hyung.
— Él es...
El silencio invadió a todos, haciendo que Taemin se enderezara en su lugar al ver que Namjoon ingresaba con su tan característico semblante serio, tenía puestos unos lentes que resbalaban por el puente de su nariz y en sus manos tenía una tablet con el itinerario de la semana.
— Pensé que estarías durmiendo Taemin – murmuró el alfa, restándole importancia a la presencia del alfa menor —, pero ya que estás aquí, sería mejor que ayudaras a todos con las tareas en vez de agregarles más trabajo.
— Hyung solo pedí un poco de café – su queja y pedido no tardó mucho ser complacido cuando Lia le colocó una taza frente a él, reverenciando rápidamente – gracias.
Su mirada no dejó ni un momento la silueta de la nueva omega, obteniendo un golpe en la cabeza por parte de Yuna, quien se giró en su sitio, ignorándolo por completo y llamándole la atención a Lia, quien parecía más que ruborizada al haber obtenido la atención del alfa.
— Bien, ya tienes lo que querías, ahora será mejor que no sigas agregando más carga al personal.
— ¿Por qué de tan malhumor? Parece que todos amanecieron del lado equivocado de la cama, les recuerdo que fui yo el que no durmió.
— Creí escuchar que te dormiste en la sala de monitoreo durante la última hora – agregó Sunhee, haciendo reír a todos tanto por lo mencionado como por las quejas del alfa menor.
— No dirían eso si se pusieran a pensar un momento por qué es que estamos desplegando tanta seguridad – Taemin supo que había abierto la boca un poco de más cuando sintió esa aura aterradora, podía sentir las dagas enterrándose en su cuerpo, todas siendo lanzadas por los ojos de su mayor.
Namjoon tensó su mandíbula, mientras que la mirada del alfa hacía temblar a cualquiera, sin embargo, era algo que repercutía en todos los presentes, así que sin más bajó la tablet colocándola sobre la mesa y quitando sus lentes para poder masajear a gusto sus ojos.
— Escuchen todos, nuestra estadía aquí se prolongará por unos días más, sé que habíamos anunciado que estaríamos por tres días, pero debido a ciertos asuntos nos quedaremos por más tiempo.
— ¿Es por el joven Jungkook? – interrogó la señora Sunhee quien se había mantenido al margen de todo.
— Sí, él es un invitado muy especial, es de nuestro clan – los jadeos de todos no faltaron, la sorpresa como era de esperarse – no tienen que alarmarse, ¿de acuerdo? El líder ha pedido que se maneje esto con completa discreción.
— ¿Tendrá un trato como el líder o el príncipe? – cuestionó alguien más obteniendo murmuraciones de afirmación y otras sorprendidas por el atrevimiento.
— No, él es solamente parte de nuestro clan, así que trátenlo como alguien normal. Háganlo sentir bien, por lo poco que se sabe ha pasado por mucho, ¿entendido?
— Sí – se escuchó en un tono unánime, obteniendo la aceptación del alfa para que todos siguieran con su trabajo.
Mientras que todos regresaban a sus tareas usuales, dejando un ambiente más serio gracias a la presencia de Namjoon, Yuna y Lia salieron de la cocina para subir a la habitación de cierto omega que necesitaba la dosis de supresor, el líder se había encargado de recordarles que debían aplicarle la misma sin falta por la mañana. Ambas omegas tomaron todo lo necesario, escabulléndose así de la vista de todos sin que se dieran cuenta, todo a pedido del mismo Rey. Debían hacerlo con discreción.
— Señora Sunhee, podría por favor llevar el desayuno para el líder y el príncipe...
— El líder ya despertó Namjoon-ssi – interrumpió la mujer, haciendo que el alfa se sintiera confundido al no saber eso mismo – vino aquí muy temprano pidiendo comida para el joven Jungkook y para él.
— Y ¿dónde está ahora?
— Entrenando – murmuró Taemin dando un sorbo a su café, exagerando un poco el sonido de satisfacción – qué buen café y más cuando una chica linda lo sirve por ti – la omega mayor le propinó un buen golpe en la cabeza haciéndolo quejarse – ¡Auch!
— No seas grosero Park Taemin, compórtate con Lia.
— Lo siento, señora Sunhee – excusó el alfa aun masajeando el área afectada, no dolía verdaderamente, pero la sorpresa del acto lo había tomado con la guardia baja – hyung no puedes decirle algo, me está agrediendo sin justificación.
— ¿Por qué me metería en tus asuntos? Además, te lo mereces por no respetar a tus mayores o al personal. Ahora dime en dónde está el líder – replicó Namjoon sin importar las quejas contrarias.
— Está entrenando hyung, desde muy temprano decidió que era buena idea hacer una pelea con el resto de los escoltas.
— ¿Mutó?
— Sí, y lo último que vi es que está haciéndolos polvo a todos.
Eran dos días seguidos en los que mutaba, no era malo, pero sí extraño que tomara esa actitud tan a la defensiva. La manera en la que había decidido mutar solamente para atrapar a Jungkook había sido sin duda algo impropio del líder y ahora decidía estar entrenando con un enfrentamiento entre lobos.
Tomó entre sus manos sus cosas y decidió salir también, esperando saber la razón para que estuviera peleando de esa manera con el resto de sus escoltas. Ni bien salió de la cocina hacia el jardín, pudo escuchar a los lobos aullando por el dolor, iba a necesitar atender a los heridos, o al menos podía estar seguro de que drenaría toda la energía acumulada durante todo ese tiempo.
Mientras tanto, ambas omegas en el interior de la casa, tenían una orden qué cumplir, andando por el segundo pasillo de manera presurosa como sus pasos se los permitían, estaban tratando de llegar a la habitación de Jungkook. Yuna necesitaba la ayuda de alguien más con el omega, ¿por qué? Todo gracias a que cuando intentó llevarle el desayuno se negó rotundamente a que siquiera pusiera un pie en el lugar.
Las últimas horas del celo estaban haciendo efecto en el omega, así que prefería tener algo de ayuda a entrar nuevamente sola a ese lugar. Lia parecía demasiado curiosa por saber lo que estaba pasando en la habitación, la señora Sunhee fue quien ofreció a su sobrina a atender al omega, así que ahí estaban ambas, se detuvieron frente a la puerta donde podían percibir un aroma intenso a naranja y té verde.
— ¿Crees que esté despierto? – cuestionó de inmediato Lia al sentirse nerviosa porque el aroma era demasiado intenso y ella sabía por la misma Yuna que el omega no había dejado que su esencia se esparciera por el lugar – me refiero a su lobo. Puedo sentir su aroma.
— Yo también, es extraño porque no lo hizo ayer por la noche, cuando estaba en el pico más fuerte. Probablemente, su lobo habrá tomado el control en algún punto de la madrugada. Lunas, ¿será agresivo? O ¿estará a la defensiva? – la omega vaciló en sí entrar o no, sin embargo, le había prometido al líder que se encargaría de su invitado —. Espero que no esté despierto y si lo está roguemos a la Diosa Luna para que esté de buen humor.
Yuna metió su mano en el bolsillo de su delantal, apretando la medicina que le sería aplicada a Jungkook, no le había parecido alguien peligroso o malo cuando lo vio por primera vez estando a solas, los gruñidos y actitudes eran de un omega sufriendo durante su ciclo de calor. La manera en la que estaba manifestando los síntomas no lo había presenciado antes, en su familia los celos eran muy tranquilos una vez utilizaban los supresores, pero parecía que Jungkook no estaba pasándola nada bien.
La dosis que le habían aplicado debía durar al menos doce horas, mas parecía que no era suficiente y ni siquiera había pasado el tiempo exacto de la aplicación. Se observaron mutuamente para asegurarse que ninguna huiría en el momento de entrar, abriendo por fin la puerta.
Para alivio de ambas el omega estaba acurrucado en el medio de la cama, encarando hacia la ventana, su respiración era acompasada, no hacía ningún movimiento extraño y parecía que estaba dormido.
— Lia, camina – le animó la omega al verla parada en el marco de la puerta, haciéndola adentrarse al lugar – tenemos que ser rápidas, no sabemos si despertará pronto.
— O si estará de humor – Lia avanzó tan rápido como pudo, cerrando la puerta, observando a Yuna sacar el medicamento para comenzar a preparar la dosis – crees que el líder lo haya encontrado cerca del muro.
— No lo sabemos, tampoco nos debe interesar el saberlo. Vamos ayúdame a revisar si está dormido – la omega se quejó y recibió una mueca por parte de Yuna para que obedeciera. Lia avanzó hasta el otro lado de la cama donde tuvo la visión de Jungkook, tenía el rostro contra la almohada que aún abrazaba con fuerza.
— Parece que sí.
— Bien, necesito que le descubras el brazo.
Lia obedeció a la orden, comenzando ponerse más nerviosa cosa que fue captada por el mismo Jungkook, quien sus sentidos estaban alerta, esperando, analizando lo que ocurría. Su propia esencia comenzó a disiparse, dejando solo una nube fantasma de lo que probablemente había dejado salir mientras dormía.
El tacto tembloroso de la omega lo hizo dudar de lo que estaban haciendo, sintiéndose confundido cuando Lia soltó aquel jadeo, mirando horrorizada cuando notó las marcas en sus brazos. La piel blanquecina del omega estaba llena de cicatrices, llegando hasta el final de su antebrazo.
— ¿Qué ocurre? ¿Por qué actúas así?
— Yuna, él está muy lastimado – la omega frunció el ceño pensando que lo que estaba señalando Lia era aquella marca en el cuello y que quizá al ser menor aún no sabía muy bien cómo se veía una de esas – mira su brazo.
— ¿Brazo?
— Mi tía, decía que todos los alfas que estuvieron involucrados en la guerra tenían este tipo de marcas provocadas por las peleas constantes con lobos – susurró mientras que se ocultaba detrás de la mayor – dicen que todo aquel que se acerca al muro termina así.
— Son mordidas muy profundas – susurró mientras pasaba su tacto por la piel que ardía en fiebre, haciendo que se concentrara en la tarea que debía cumplir, inyectando por fin la dosis que necesitaba – debe haber estado metido en peleas muy fuertes.
— Y si las manadas salvajes lo atacaron o lo tenían cautivo. Yuna la marca que tiene está...
La omega revisó la marca, encontrando solo un rastro rojizo, parecía que había estado apretando la zona. Yuna se puso de pie para dirigirse hacia el baño donde tomó una toalla, mojándola con agua fresca y así quitar la sangre.
— Noona, crees que el alfa de ese joven sea una de las bestias salvajes, quiero decir que lo tomara por la fuerza, esa mordida no parece hecha por una persona – Lia le seguía de cerca a Yuna quien estaba ocupada en calmar la fiebre mientras el medicamento hacía efecto —. ¿Qué tal si vienen a atacarnos o peor aún deciden hacer algo contra el líder?
— Calla niña tonta, no es lugar ni momento para hablar de eso, por ahora debemos cuidar del joven Jungkook – la omega dejó la toalla sobre la frente ajena, volviendo a cubrir al omega con las mantas y con sus prendas, ocultando las marcas – si se llegan a acercar aquí el propio líder se encargará de ellos.
Jungkook se sentía confundido con todo lo que hablaban, no comprendía muy bien por qué su conciencia apenas estaba regresando. Entendía algo sobre las manadas detrás del muro y algo sobre un ataque. ¿Los estaban amenazando?
— Tienes razón, lo vi entrenar esta mañana con los escoltas, creí que les arrancaría la garganta. ¿Por eso le nombran así?
— Te refieres a su nombre entre las familias principales.
— Sí... escuché que desde muy pequeño ha sido incontrolable y que ha matado a cientos de lobos salvajes – la emoción de Lia estaba haciéndole doler la cabeza a Yuna – es tan magnífico que juro que en el momento en el que me habló se me erizaron todos los vellos del cuerpo.
— Deja de decir tonterías.
— Apuesto que podría saber si alguien es un desertor de las mandas con solo olfatearlo por lo sensible que es a los aromas, ¿no es así?, en ese caso veríamos sangre correr por esta residencia.
— Lia.
— Es la verdad, nuestro Rey, diamante de sangre, es el alfa más fuerte – fantaseó la omega haciendo que Yuna virara los ojos. Esos solamente eran rumores falsos al no saber nada sobre el líder Kim, todos y cada uno eran simples mentiras que creaban la imagen de un alfa desalmado, cuando en realidad era todo lo contrario.
— Si ya terminaste de hacer escenarios imposibles, deberíamos irnos de aquí. Posiblemente nos necesiten abajo.
— ¿Y él? ¿Qué pasará cuando despierte?
— Nuestro rey decidirá – el chillido de emoción de la omega no se hizo esperar y solo eso bastó para que se dirigiera a la puerta – por ahora será mejor que descanse joven Jungkook – susurró Yuna sintiéndose triste por el omega que parecía no haber tenido una vida fácil.
Tan pronto como Yuna se alejó de él, Jungkook abrió los ojos esperan que la puerta fuera cerrada con seguro, lo cual nunca sucedió, se incorporó en la cama quitándose de encima las mantas, la toalla cayó sin más haciendo que el omega no comprendiera muy bien el fin de eso. Se colocó de pie, dirigiéndose hacia la ventana donde había pasado, observando durante horas todo el lugar.
Había visto lobos merodeando la zona, mientras que otros guardias custodiaban el lugar en sus formas humanas. Se acomodó el sudadero, el cual le quedaba bastante grande de hecho y se frotó el lugar donde había sido inyectado, no fue en lo absoluto doloroso como en sus anteriores experiencias, ¿podía una persona ser así de delicado? Yoongi lo era con él porque no soportaba el trato de los otros doctores o enfermeras, pero ¿esas omegas?
Le restó importancia al hecho, no le daría más vueltas a una simple acción que al final le beneficiaba, con esa dosis bastaría para terminar su celo y él podría escapar sin ser visto.
El escuchar a ambas omegas hablando sobre el Rey, diamante de sangre no le trajo nada de tranquilidad, había escuchado historias sobre un alfa desalmado el cual mataba a sangre fría, lo llegaron a comparar con él en varias ocasiones para burlarse de la facilidad con la que podía asesinar a todo aquel que se pusiera frente a él. Yoongi también le mencionó que ese rey lo vería en la presentación de la tarde anterior¿estaría de acuerdo ese ser despreciable con lo que hacían ahí?
Gruñó molesto al recordar que era constantemente comparado con una bestia sanguinaria y para colmo un alfa, ¿no se suponía que todos los alfas eran así de impulsivos?
Jungkook no era agresivo solo por la sed de sangre, lo hacía en defensa propia, cuando su instinto le advertía que no estaba a salvo, por el contrario, de ese alfa que solo sometía a diestra y siniestra. Si su vida dependía de ese mismo Rey, no le cabía duda que su tiempo ahí se había terminado.
— ¿Qué es esto? – murmuró para sí mismo cuando sintió frío en sus piernas, notando la ausencia de una de las prendas con las que él mismo se vistió.
Los pantalones cortos que llevaba puestos no los recordaba haberlos colocado la noche anterior, el sudadero tampoco era el mismo, lo supo en el momento que vio las prendas tiradas en el suelo, eso solo le advertía que por la noche su lobo había tomado el control.
— ¿Qué fue lo que hice?
Comenzó a tocar todo su cuerpo, brazos, buscando nuevas mordidas propias; piernas, esperando encontrar rasguños; alzó el sudadero esperando ver alguna marca en su vientre o costillas, pero en cada una de ellas no había nada solamente su piel intacta. Llevó sus manos a su trasero esperando sentir dolor de algo, obteniendo solo un jadeo al estar sensible aún.
Nadie lo había tomado la noche anterior, recordaba una voz junto con un aroma que lo estaba arrullando, pero nada más que eso, no existía recuerdo alguno de una pelea, un encuentro íntimo o siquiera la más mínima profanación a sí mismo.
Frotó su rostro intentando obligar a su memoria a darle más recuerdos, despertando al no encontrar nada, por inercia llevó su mano hacia su cuello donde encontró la mordida. Se dirigió al cuarto donde se encontraba aquel reflejo gigante de él mismo, admirando así la marca de la mordida, esperando que haya sanado.
— Sigue ahí – frotó con un poco de fuerza haciendo doler el área – ¿por qué no te quitas? Ya dije que no lo quiero. Tonto Taehyung – se quejó al ver que aquello no se borraba – ¿si le pido que la quite lo hará? Aunque primero debo buscarlo.
Salió del cuarto de baño, dirigiéndose por fin hacia la puerta, la cual no se atrevió a abrir por querer esperar al alfa, pero no había llegado, así que decidido a huir, se planteó dos objetivos. El primero encontraría al alfa para que borrara la marca y el segundo, ni bien se borrara eso de su cuello, huiría hacia el bosque.
El pasillo con el que se encontró no era nada parecido con lo que conocía, esperaba ver paredes blancas o grises, pero era diferente. Había recuadros con dibujos de personas, algunos otros parecían paisajes de un lugar inexistente como cuando él mismo hacía pequeños trazos en la tierra, solo que estos tenían colores, algunos se veían tan reales como si la persona estuviera justo ahí.
El suelo era extraño, no era liso, tampoco frío, tenía un color rojo intenso como la sangre. Las luces en las paredes no eran blancas y molesta, más bien se sentía cálida, todo el lugar daba esa sensación de calor. Al fondo del pasillo vio pasar a una persona, yendo a paso apresurado, sus pasos fueron lentos e intentó esconderse de la vista de cualquiera.
No quería ser atrapado tan rápido, tampoco estaba en la mejor condición para pelear con alguien, era demasiado temprano, aún no había comido lo suficiente y sentía los rezagos del celo. Se ocultó lo mejor que pudo, aunque se dio cuenta de que nadie lo estaba esperando, buscando o siquiera prestando atención.
Unas escaleras lo recibieron al terminar el pasillo junto con una enorme vista de la primera planta, al frente de él se encontraba una cosa gigante que hacía pequeños destellos de colores con la luz que entraba a través de las ventanas, estaba colgando del techo y se veía tan hermoso e hipnotizante.
Siguió avanzando, asombrado con todo lo que había, aunque no duró mucho cuando escuchó voces y su primer instinto fue escabullirse por otro de los pasillos de la primera planta. Las murmuraciones de las personas que estaban ahí eran extrañas, cosas como limpiar, llevar comida, lavar y cosas de seguridad que debían ser revisadas.
— Lia, puedes por favor llevar el desayuno al príncipe.
— Sí.
Jungkook siguió avanzando por el lugar hasta que encontró una puerta donde vio salir a varios con cosas que olían muy bien. Su estómago reclamó por un poco de comida y decidió esperar a que esas personas dejaran el lugar para escabullirse, quizá podría robar algo antes de encontrarse con Taehyung. Aunque, ¿dónde podría buscarlo? ¿Debería preguntar por él? ¿Le responderían o lo encadenarían por salir de la habitación?
Avanzó hasta llegar al lugar, le recordaba a la pequeña cocina de su hogar, o al menos así le llamaba su madre a ese espacio donde mantenía los utensilios con los que cocinaba todo lo que él cazaba. Se escabulló dentro encontrando demasiadas cosas confusas, olía muy bien, pero no sabía dónde encontrar la comida, lo que sí pudo identificar con facilidad fueron las frutas, algunas cortadas en trozo y otras enteras en un enorme plato, tomando una de las manzanas.
— Oye, ¿quién eres? – la omega mayor lo sorprendió tomando varias de las frutas, algunas fresas, unos trozos de algo naranja dulce y jugos, para luego morder una de las manzanas – esa es la fruta del líder y el príncipe. ¿Eres nuevo? ¿Cómo entraste aquí?
— Y-yo – la omega frente a él se sorprendió, no era de sorprender aquella reacción, conociendo muy bien que el color de sus ojos siempre provocaba eso. Intentó buscar una salida rápida notando cómo alguien más ingresaba por una puerta lateral, era un alfa, por lo que pudo olfatear.
— Señor Sunhee – Taemin detuvo lo que iba a decir cuando vio a la mujer verdaderamente asustada, mirando fijamente a un chico de aspecto desaliñado – ¿quién eres?
El gruñido del omega junto con el color de lila en los ojos hizo que ambos se sorprendieran, no reaccionando con rapidez cuando Jungkook avanzó rápido y de manera amenazadora, haciendo que Taemin lo esquivara, dándole paso al omega de salir por la puerta por la que había entrado el alfa.
La omega mayor seguía estando sorprendida, pues todo había ocurrido muy rápido y tan confuso a la vez, el alfa la tomó por los hombros buscando alguna herida o algo que le advirtiera que le sucedía algo.
— Señora Sunhee ¿está bien?
— Estoy bien, pero será mejor que lo atrapes, solo ten cuidado con él, parecía muy asustado.
El alfa asintió hacia ella, mientras que salía de nuevo hacia el jardín, comenzando a correr detrás de aquel chico al cual intentaba olfatear, sin obtener nada, ¿era un beta? Imposible, él había visto el color cambiando en sus ojos ¿Qué hacía alguien como él en la residencia?
— Lunas, estoy en problemas, ¿cómo pude perder a un omega que estaba encerrado en una habitación? Debí poner el seguro – la voz de Lia invadió la cocina – tía Sunhee, ha visto por aquí un omega extraño.
— ¿Extraño?
— Aja, es un chico de cabello castaño y piel muy blanca.
— Ouh debe ser el ladronzuelo, ese que estaba tomando la fruta del líder.
— ¿Lo vio? – cuestionó alterada la omega haciendo que su tía ampliara los ojos e intentara quitarla de encima.
— Que si lo vi, me dio un susto de muerte cuando lo encontré aquí mismo. Tenía una mirada confusa y estaba sosteniendo varías frutas, ¿por qué lo buscas?
— Tía, ese es el joven Jungkook – la omega mayor se sorprendió llevando sus manos hacia su boca – dónde está, ¿sabes a dónde se fue?
— Salió asustado después que Taemin entrara del jardín.
— ¿Lo encontraron? – la voz profunda de Taehyung hizo que ambas mujeres le dirigieran la mirada, así como una rápida reverencia.
— Líder, el joven Jungkook, estuvo aquí, pero parece que Taemin lo asustó.
— Salió a los jardines y Taemin dijo que lo perseguiría – habló con culpabilidad la omega mayor dando una reverencia más – discúlpeme líder, no sabía que era él, pensé que era un intruso.
El líder gruñó molesto al no saber muy bien lo que había ocurrido, comenzando a avanzar hasta la puerta del jardín intentando buscar alguna pista sobre el omega, de nuevo había escapado. Otra vez estaba huyendo de él, debía haber pasado algo muy malo como para que considerara estar en peligro y decidiera salir sin más de la casa.
No le habría importado el hecho de encontrarlo vagando por la casa, o bien encontrarlo en otra parte de la residencia, pero jamás esperó que al salir de su habitación, y al dirigirse a la impropia con el único fin de disculparse por no llegar cuando estaba despierto, se encontrara con la sorpresa de que la puerta estaba abierta, el lugar vacío y ni un rastro de Jungkook.
Cuando preguntó por el omega, tanto Yuna como Lia se vieron las caras con el temor de haber hecho mal el trabajo encomendado, cuidar de Jungkook. Lo buscaron por todas partes, sin tener éxito, comenzando así la búsqueda por toda la casa.
Escuchó las quejas de alguien en el jardín mientras más se acercaba al lugar, encontrando a Taemin ordenando a dos de los escoltas buscar en los alrededores.
— ¡Taemin! – se preocupó al verlo con el rostro lleno de sangre, junto a un golpe que estaba hinchando su pómulo izquierdo, sosteniéndose la parte herida con molestia con su lobo expuesto en sus ojos haciendo brillar el dorado – ¿está bien?
— Líder.
— ¿Qué ocurrió?
— Un intruso en la propiedad, asustó a la señora Sunhee. Traté de alcanzarlo no parecía peligroso, pero ni bien me acerqué para atraparlo por detrás, terminó atacándome – sonaba justo como cierto omega que aparentaba ser indefenso, mas no lo era —. Ya he enviado a los muchachos para que lo rastreen.
— Cancela esa orden, yo lo buscaré.
— Pero líder.
— Obedece.
El alfa tomó su comunicador para informar sobre la nueva orden, los lobos que estaban de guardia en ese momento poseían un collar con el cual podían recibir instrucciones rápidas, obteniendo así un aullido como respuesta hacía dejar de perseguir al intruso.
Taehyung sacó un pañuelo para colocárselo en la nariz a Taemin, revisándolo con rapidez para saber si no estaba herido de alguna otra parte.
— ¿Te hizo algo además de esto?
— No, esto fue porque lo tomé por sorpresa. Creo que me rompió la nariz con su cabeza y me dio un golpe en el rostro.
— Tienes suerte, no te dio directo en el ojo. Ve adentro, pide a la señora Sunhee que te dé hielo, si necesitas más atención, dile a Namjoon – el alfa asintió como respuesta ante la orden de su líder, siendo ayudado por el mismo para ponerse de pie – viste hacia dónde se dirigía.
— Por allá, se dirigió por ese camino – señaló aquel pequeño laberinto, el cual ocultaba perfectamente detrás el lugar de entrenamiento, por una parte, y hacia el otro lado estaba el espacio favorito de su madre.
Una vez estando a solas, Taehyung se dispuso a encontrar a Jungkook, intentando llamarlo sin obtener una respuesta. Debía encontrarlo antes que alguien más se cruzara con él, de lo contrario habría una masacre y definitivamente quien se quedaría sin seguridad sería él.
*Nota final: me imagino a Taemin en plan, un niño flotó sobre mí y voló un árbol con sus puños*
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