Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

16.

Un par de meses habían pasado desde su última visita al pueblo, y realmente no pensó que extrañaría la actividad y el bullicio del lugar. No lo mal entiendan, no detestaba la calma del bosque, solamente se le hacía un poco abrumadora porque el silencio lo insitaba a perderse en sus propios pensamientos. Aunque desde la llegada de Yeonjun todo había cambiado drásticamente.

A veces pensaba que estaba confundido con respecto a los sentimientos que tenía por el peliazul, quizá solamente era un cariño fraternal que desarrolló hacia la única persona con la que tenía contacto en años. Pero luego recordaba lo feliz que se sentía a su alrededor, los latidos acelerados de su corazón con simplemente verlo sonreír, o las noches que no durmió por quedarse observando al menor. Definitivamente estaba enamorado, se negaba a creer que ese sentimiento tan bonito no era amor.

Es por eso que luego de encontrar entre sus cosas unos viejos pendientes de su difunta madre, junto a una pulsera dorada, decidió que los vendería para comprarle algo especial a Yeonjun. Los objetos mencionados con anterioridad son de gran significación para Soobin, pues constituyen el único recuerdo que tiene de su progenitora. Mas está convencido de que se encuentra completamente listo para dejar el pasado atrás y darle un nuevo comienzo a su vida.

Luego de caminar por quien sabe cuantas horas se encontraba completamente exhausto, pero no podía permitirse perder más tiempo holgazaneando. Acomodó su gorro y dejo escapar un suspiro al encontrarse frente a la pequeña joyería.

Prontamente las cálidas paredes de la tienda lo acogieron, y no pudo evitar sentirse a gusto con el característico olor del lugar. Luego de que la campanilla de la entrada sonará, un joven rubio alzó la cabeza y de esa manera ambos cruzaron miradas.

—¡Soobin hyung! —chilló el menor con pura emoción, retirando la mascarilla que llevaba para protegerse y corriendo para recibir a Soobin.

—Huening Kai... —Una voz más profunda se escuchó a sus espaldas, siendo esta perteneciente al dueño de la tienda—. ¿Cuántas veces debo decirte que seas más cuidadoso? Pudiste arruinar la pieza...

—¡Namjoon-ssi! ¡Soobin hyung está aquí!

Soobin sonrió viendo la interacción entre ambos. Kai y Namjoon son las únicas personas en el pueblo que conocen su verdadera naturaleza y que en ningún momento lo juzgaron, pero no son lo suficientemente cercanos como para considerarlos amigos. Eran unos conocidos agradables.

—Muchacho... ¿Qué te trae por aquí? —preguntó el mayor entre los tres, retirando sus anteojos y brindándole una cálida sonrisa a Soobin—. Huening Kai, ve y prepara un chocolate caliente para todos por favor.

—Enseguida.

—Yo... bueno —comenzó Soobin, buscando entre sus bolsillos las prendas que quería vender. Cuando las hubo hallado se las mostró al mayor—. Dime si son de oro, quiero venderlas.

Namjoon antes que nada se colocó sus anteojos, seguidamente tomó con cuidado las prendas entre sus manos para analizarlas cuidadosamente y terminar asintiendo.

—Si lo son, ¿cuánto pides por ellas?

—Eh, no lo se. Lo suficiente como para hacerle un regalo especial a alguien importante —respondió de inmediato, por su mente pasando el bonito rostro del peliazul que lo esperaba en casa.

—Alguien importante... ¿eh?

Y ante esa cuestión, al semi elfo se le fue imposible controlar sus nervios, tanto así que sus orejas se removieron inquietas debajo del gorro que traía para cubrirlas.

—S-si. Me gustaría que pudieras ser tú quién lo confeccionara —admitió tímidamente mientras que el mayor lo invitaba a tomar asiento—. Te pagaré el doble si puedes terminarlo para mañana, quisiera regresar cuanto antes.

—Oh, wow, ¿a que se debe tanta prisa? —inquirió un poco sorprendido el joyero, pues le parecía una locura que Soobin estuviera dispuesto a pagar el doble.

—No quiero... dejarlo solo mucho tiempo.

—¿A quién? ¿A esa persona importante? —Realizó la pregunta en busca de avergonzar aún más al castaño, alzando las cejas repetidas veces. En ese momento hizo acto de presencia Huening Kai, trayendo consigo una bandeja con tres tazas de un humeante chocolate y unas galletas.

—Espero les guste, en especial a Soobinie hyung, debe estar cansado del viaje —Realmente el rubio era alguien adorable, era imposible no agarrarle cariño si siempre cargaba esa expresión amable en su rostro, con un toque  inocente que lo hacía lucir angelical.

—Muchas gracias Hyuka —Y no solo agradeció por el chocolate, sino que también por su interrupción ya que lo había librado de un momento incómodo y vergonzoso. No es que se avergonzara de Yeonjun, más bien tenía pena de hablar de sus sentimientos tan abiertamente.

—Bueno, con el dinero de estas joyas es suficiente para confeccionar una bonita prenda y te quedará algo de dinero. ¿Algo en mente para el diseño?

Soobin asintió escuchando las palabras de Namjoon, a la vez que daba un pequeño sorbo a su chocolate tibio y agradecía una vez más al pequeño Kai, ya que realmente le había quedado delicioso.

—Me gustaría...

...

La tarde se desvaneció entre pláticas y al estar tan animado Soobin olvidó el cansancio que sentía. Es por eso que luego de pasar por el puesto de frutas de la señora Lee y venderle las zanahorias que había traído, no perdió tiempo y buscó hospedaje.

Siempre que iba al pueblo dormía en un pequeño alojamiento dirigido por dos ancianos carismáticos, pero que aborrecían por completo a las criaturas del bosque, y por ende, a los híbridos. Soobin intentaba pasar este hecho por alto y disfrutar del trato amable que recibía al hacerse pasar por un humano común y corriente.

En la noche a pesar del sueño que sentía le era imposible pegar un ojo, no dejaba de preguntarse sobre el estado de Yeonjun. Realmente le dolía pensar que justo ahora el peliazul estaba solo, bueno, tenía a Sung, pero de igual manera le hubiera gustado dormir con él como cada noche.

Dió vueltas en la cama intentando conciliar el sueño, pero realmente parecía una misión imposible. Pasó sus manos por su cara frustrado, solo esperaba que este repentino viaje no fuera en vano.

Y sobre todo, deseaba que a su pequeño Yeonjun le gustara el regalo que prepararía, asimismo que aceptara la propuesta que tenía en mente Soobin.

Porque... ¿qué perdía con intentarlo?











Cap corto y me voy, debería estar estudiando jaldjks 😞.

Tal y como prometí, este capítulo está dedicado a MeeyCoxma, efectivamente, mi próximo fanfic será TaeGyu.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro