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Era cerca del mediodía cuando ambos chicos llegaron a casa. Soobin de inmediato se fue a la cocina para limpiar el desastre que con anterioridad había hecho, pues temía que Yeonjun se lastimara los pies si andaba descalzo por ahí. Mientras tanto, el menor se encargó de desempacar los suministros que llevaba para su viaje, uno que ahora ya no existía.

No se arrepentía de haber desistido, la sensación que sentía justo ahora al estar de vuelta con Soobin superaba con creces a la que sintió cuando estuvo lejos de él. Sentía que estaba comenzando a depender del semi elfo para ser feliz, pero no era una dependencia preocupante, mas bien bonita.

Cuando sacó de la mochila el primer tarro de mermelada su estómago rugió de hambre, y es que ese trayecto lo había agotado al punto de quemar sus energías casi completamente. Entró en un debate mental entre si ignorar el hambre que sentía o pedirle a Soobin que lo dejara comer aquello. Frunció los labios sin saber qué hacer.

En la cocina, Soobin recién terminaba de limpiar todo de la mejor manera posible. Luego de lavar y secar sus manos se colocó un par de guantes para surtir el horno con carbón de piedra, acto seguido buscó en la alacena la carne que previamente había salado para lograr conservarla por varios días. Su plan era azar esa carne y acompañarla con papas fritas y una ensalada de verduras.

—Yeonjunnie —dijo el castaño desde la cocina. No obtuvo respuesta hasta unos segundos más tarde, en donde escuchó un "dime" algo extraño y mal pronunciado. Alzó una ceja algo confundido, terminando de dejar la carne en el horno para encaminarse por la estancia hasta encontrar a Yeonjun.

Y el mitad elfo tuvo que fruncir los labios para evitar reír ante la imagen que encontró, aunque fue una tarea imposible. Yeonjun tenía en sus manos los tres tarros de mermelada completamente vacíos, y sus mejillas estaban muy sucias y pegajosas a causa de esa misma mermelada. Y por si fuera poco, ahora el peliazul padecía de hipo, siéndole inevitable dar pequeñísimos saltitos en su lugar mientras emitía ruiditos tiernos.

—L-lo sien- hip, lo siento mucho Soobinie hyung, tenía ham- hip, hambre.

El menor luchaba contra el hipo para lograr decir palabras coherentes, mientras sentía la vergüenza a flor de piel por ser descubierto infraganti.

—Oh Yeonjunnie, eres tan lindo~ —canturreó Soobin y luego de decirle al peliazul que enseguida regresaba, se encaminó a la cocina. Una vez en el lugar buscó una de las tantas toallitas que aún no utilizaba y la humedeció considerablemente.

De vuelta en la habitación se encontró nuevamente con Yeonjun sentado en la cama, dejó sobre la mesita el vaso con agua que había traído y se arrodilló frente al peliazul para estar así a la misma altura. Sin pedir consentimiento alguno tomó con su mano izquierda el mentón del menor, y con la diestra haciendo utilidad de la toallita se dió la tarea de limpiar las mejillas contrarias.

Yeonjun en un principio se sintió demasiado avergonzado y cohibido, pero el tacto era tan delicado y agradable que no pudo evitar cerrar los ojos y suspirar encantado. Amaba ese trato tan gentil que le brindaba el castaño despeinado.

—¡Listo! —anunció enérgicamente Soobin, dejando de lado la toallita cuando el rostro de Yeonjun estuvo limpio y reluciente. Tomó el vaso con agua y se lo brindó al contrario— Ten, para el hipo y también la sed. No sé cómo pudiste comer tanta mermelada.

El de hebras azules aceptó el agua y la bebió de inmediato, hasta que no quedó ni una sola gota. Dejó el vaso en manos de Soobin y observó al mitad elfo, teniendo las mejillas de un color rojizo bastante notorio.

—Ahora pensarás que soy un glotón... —susurró con timidez.

—No, no, no, para nada Yeonjunnie —Soobin se puso de pie, llevando la mano que tenía desocupada al cabello de Yeonjun, justo entre sus dos cuernos y acarició con parsimonia—. Lo único que puedo pensar es que eres una ternura que necesita alimentarse mucho para seguir siendo así de tierna.

—¡E-eso es más vergonzoso aún!

—También pienso que eres un futuro diabético por consumir tanta azúcar, pero si siempre luces así de bonito luego de comer mermelada entonces podría dejarlo pasar.

—¡Ya basta hyung! —Yeonjun llevó ambas manos a sus propias mejillas, intentando ocultar lo mucho que esas palabras lo habían ruborizado. Aún no se acostumbraba a que Soobin lo llamase "bonito" con tanta frecuencia y naturalidad.

—¡Pareces un tomate! —medio chilló el castaño, y justamente esas palabras desbloquearon algunos pensamientos que ya no recordaba —. Oh, había olvidado que quería pedirte un favor. ¿Podrías buscar tomates en la huerta? Es para la ensalada.

Yeonjun asintió enseguida, corriendo fuera de la casa para escapar de esa incómoda y vergonzosa situación.

Nunca más volveré a comer mermelada.

...

Esa noche, mientras comían siendo iluminados por la luz de luna que entraba por la ventana, acompañada de varias velas, Soobin sacó un tema que le inquietaba un poco desde temprano.

—Yeonjunnie, sobre eso que dijiste, de que quieres ser independiente —divagó un poco en sus pensamientos mientras llevaba a su boca un trozo de carne azada y luego una pequeña porción de ensalada. Se aseguro de ingerir correctamente el alimento antes de volver a hablar—. Si gustas podemos compartir las tareas del hogar.

Al escuchar por dónde iba la conversación, el peliazul prestó total atención. Asintió a las palabras dichas por Soobin para mostrarse completamente de acuerdo.

—Por supuesto hyung, eso es lo que quería desde un inicio. No me gusta sentirme inútil...

—Y no lo eres, es solo que pensé que debía evitar pedirte ayuda para no incomodarte —Soobin respondió, llevándose el último bocado de su comida a la boca—. Supongo que ya está todo arreglado, he aquí la importancia de la comunicación. ¿Qué tareas te gustaría hacer?

Yeonjun lo pensó un poco antes de responder.

—Umh, cualquiera exepto cocinar. No soy bueno en eso...

—Está bien, entonces yo cocinaré para ambos —solucionó calmadamente el mitad elfo. Desvío su mirada desde su plato vacío hasta Yeonjun, quedando maravillado por la hermosa imagen que ante sus ojos se mostraba. Los tenues rayos de luz provenientes de la luna iluminaban de una manera casi irreal los ojos del peliazul, dando paso a infinidad de brillitos. De igual manera, sus bonitos labios resplandecían y se veían demasiado... apetesibles.

Yeonjun estaba hablando, mas el cerebro Soobin era capaz de procesar información en ese momento, estaba más concentrado en seguir el movimiento que sus labios hacían. ¿Qué era esto? Se supone que veía a Yeonjun como un hermano menor.

Pero ciertamente, si en realidad lo viera como un hermano menor no tendría aquellos pensamientos. Tampoco habría tomado las mejillas de Yeonjun entre sus manos y, mucho menos, hubiera juntado sus labios a los del peliazul en un efímero beso, pero que fue suficiente para sentir la suavidad de los belfos contrarios y quedar encantado con el sabor que estos poseían. Tomó valor de quién sabe dónde y volvió a repetir la acción, sonriendo al ser levemente correspondido por Yeonjun. El momento era perfecto, pero lamentablemente todo lo que empieza debe acabar.

—H-hyung... ¿por qué...

Pero Soobin todo lo que pudo hacer fue huir como cobarde a la cocina, poniendo la escusa de que debía lavar los platos y dejando así a Yeonjun sin una explicación para sus acciones. No era la primera vez que besaba al peliazul, pero la diferencia es que las anteriores fueron en lugares como las mejillas o la frente, y estaba asustado, pues besarlo en los labios le había gustado más que en alguna otra parte.

Diablos, siento cucarachas en el estómago.

Maratón 1/ ?

Feliz 2025 a todas aquellas personitas que se han tomado el tiempo de pasarse por mi historia, no saben lo muy agradecida que me encuentro con ustedes y espero que este nuevo año esté lleno de sorpresas bonitas y buenos momentos tanto para mí como para ustedes.

Me haría muy feliz si me acompañan y apoyan mis proyectos de este año, daré lo mejor de mí para no decepcionarlos. Mi misión es crecer como escritora y al mismo tiempo brindarles un rato agradable con mis historias, tal vez hacerlos llorar o sacarles una sonrisa.

La nota termina aquí porque sino sería más larga que el capítulo lol, recuerden cuidar mucho su salud. ᕙ⁠(⁠ ⁠~⁠ ⁠.⁠ ⁠~⁠ ⁠)⁠ᕗ

Rhythms_of_Darkness