22•
— Realmente no me siento capaz de poder conciliar el sueño esta noche, Chanyeol— Jungkook murmuró a través del teléfono. Sus manos rebuscando en el armario hasta dar con la chaqueta que Jimin habría usado hace tan sólo unas semanas atrás. Sonrió al recordar la menuda figura del joven envuelta por la tela, y sintiendo como su estómago se revolvía fugazmente, olfateó el olor del menor adherido en la prenda— . Creo que voy a explotar.
— Tú sólo tienes que calmarte — acotó el pelirrojo, una voz animada mientras el pelinegro mordía su labio y dejaba la chaqueta una nueva vez en su lugar, echando un vistazo hacia su cama y decidiendo no utilizar demasiada ropa en aquella noche penosa.
Caminando con desgano, Jungkook se dejó caer en la superficie acolchada, y masajeando sus sienes con la mano disponible, suspiró— . Es imposible hacerlo. No tienes idea de lo poco que me agrada el hecho de que Jiminie esté en este momento con BaekHyun y Jin, santo cielo.
— ¿Entonces por qué lo dejaste ir? — Intrigado, Park cuestionó. Los ojos avellanados rápidamente viajaron hacia la parte posterior de su cabeza, y pensando que verdaderamente su amigo era tonto, frunció el entrecejo.
— ¿Pretendes acaso que sea un novio controlador? Por supuesto que no, idiota — dejó saber, una voz neutra. Chanyeol soltó apenas una risita— . Por más que me gustaría estar reteniendo el cuerpo de Jimin aquí a mi lado, no es lo correcto. No al menos cuando él es tan buen chico y yo no he pasado el suficiente tiempo a su lado en los últimos días.
— No puedes echarte la culpa por eso.
— No lo hago, pero de igual manera, es inevitable pensarlo — cansado, Jeon giró sobre su propio cuerpo, posando la mirada en algún punto ciego de la amplia habitación. La brisa rozando su cuerpo de una manera gélida y sutil, haciendo contraste con el calor que le otorgaba el preocupado rebote de su corazón— . Y no podría simplemente castigarlo.
— ¿Crees que lo castigarías? Porque lo que yo creo es que ese niño es jodidamente adorable, tanto que no le importaría mandar a la mierda la idea de salir de fiesta con sus amigos por pasar la noche contigo. No. Ni siquiera un segundo, Jesús.
— Jimin jamás podría mandar a la mierda a nadie. ¿Acaso no has notado que no puede pronunciar siquiera una mala palabra? — Riendo suavemente, Jungkook mordió el interior de su mejilla. Sin lugar a dudas, él había ganado un enorme premio con Park Jimin, y a pesar del tiempo transcurrido, no se cansaría de admitirlo— . Realmente me encanta, y por eso debo dejarlo disfrutar... es decir, hombre, yo ya he tenido mi tiempo, él está viviendo el suyo.
— Que tengas claro que esta vez no soy yo quien te llama anciano — con una pequeña broma, Chanyeol aligeró el ambiente, y haciendo reír a su mejor amigo, sintió como la tensión salía en pequeñas cantidades de su cuerpo— . Como sea, Jeon, eres un buen novio, y realmente Jimin también lo es. No debes preocuparte.
— Oh, por Dios... No es lo que piensas — de inmediato negó— . Confío plenamente en Jimin..., infiernos, no confío en sus amigos.
— Entiendo — callado, Chanyeol apenas sonrió— . BaekHyun es un buen tipo.
— Habla por ti — y suspirando, cerró los ojos— . Yo sólo tomaré un poco de té y espero poder dormir pronto. Mañana sigue el trabajo, ¿no es así?
— Claro, quédate tranquilo. Jimin estará bien — afirmó, un saludo amistoso— . Buenas noches, novio psicópata.
Y soltando una última risa, él colgó la llamada. Ignorando por completo el frenético latido de su corazón, pero no pudiendo ignorar el mal sabor que ocupaba la boca de su estómago.
(...)
Jimin admiraba todo a su alrededor. Los nervios afloraban en su piel de una manera maravillosa, mediante sus pasos se prolongaban en el interior de la casa. Había personas por doquier; la luz tenue dando poca visibilidad sobre el piso y la música resonando de forma turbante contra las paredes del emplazamiento.
Él nunca había estado en un lugar similar, ni siquiera en sus sueños, y cuando comenzó a percibir el aire cálido que empezaba a azotarlo rápidamente, echó un ligero vistazo sobre su hombro. Sonrisas en su dirección cuando saludó tímidamente con su mano a las personas que conocía de la universidad, y miradas curiosas por parte de los extraños que no podían pasarlo desapercibido.
Era un completo prototipo no apto para aquel lugar, y desde luego, no era el único que lo sabía.
— Hey — BaekHyun murmuró, su mano conectando con el brazo del menor cuando pareció quedarse atrás. Echándole un vistazo rápido, le guiñó un ojo antes de soltar una ligera carcajada, aquella que sólo había logrado un genuino mensaje que ponía: "Será mejor que cuides a Jimin."— . Tienes mucha protección por aquí, eh.
— ¿Qué? — Confundido, el ojimiel frunció un poco sus labios, y cuando BaekHyun rodó los ojos riendo nuevamente, se dispuso a responderle al guapo pelirrojo.
"Ni siquiera tienes que decírmelo, precioso ;)"
— Deberíamos divertirnos, ya saben, comenzar con algo leve — Jin gritó, volteándose apenas un poco al detener su caminata. Sonrió en dirección a sus amigos, y haciendo un elaborado paso de baile, guiñó un ojo coquetamente— . Iré por unas bebidas.
Jimin lo saludó por los aires, una amplia sonrisa en sus labios cuando Byun soltó su agarre y guardó su móvil en el bolsillo. Una mirada brillante cuando el más pequeño lo observó— . Estás radiante hoy, BaekHyun. Pareces un solecito.
— Creo que no deberías decir ese tipo de cosas ahora, florecitas — murmuró, un tono jocoso que hizo reír al rubio— . No deberías exponerme ante tantas personas, o dime entonces, ¿quién te va a defender de los idiotas que quieran intentar algo? Perdería por completo la apariencia.
— ¿Qué querrían intentar los..., idiotas? — Ingenuo, Park cuestionó, y cuando la sonrisa en los labios del ojimarrón se extendió de una manera calmada, negó con la cabeza.
— Será mejor que no lo sepas — y no pudiendo evitar acariciar la mejilla del rubio, encogió sus propios hombros.
Los sentidos del rubio se encontraban plenamente conmocionados y sus ojos viajaban de aquí para allá observando todo a su alrededor, curioso como sólo él podía serlo. Al momento en que los chicos pasaron buscándolo por su casa, él pudo percibir el errático latido de su corazón casi rasgando la piel de su pecho. Por un lado se encontraba inseguro, demasiado, y es que iba a ser su primer real encuentro contra la vida alocada universitaria. Contra lo que, por supuesto, hacían los jóvenes comunes.
No sabía de alguna manera cómo reaccionar, y ni siquiera había podido imaginar cómo iba a ser la primera impresión. Desde luego, estaba siendo una experiencia aterradoramente espeluznante en el sentido de que ¡cielos! Él no encajaba de ninguna manera en ese lugar.
— Esto te encantará. ¡Te lo prometo! — Jin casi corrió al encuentro. Tres vasos en sus manos cuando llegó frente a sus dos compañeros. BaekHyun de inmediato le arrebató su bebida, y cuando los ojos curiosos del menor estuvieron observando el líquido en el vaso, arrugó levemente la nariz— . Vamos, no puedes simplemente venir a una fiesta y no probar una gota de alcohol.
— Mami dice que es malo — susurró, temiendo que alguien lo escuchase y llamase tonto. Él sabía que sus amigos no podían pensar lo mismo que los demás, y de esa manera, se sentía libre de poder expresar lo que quisiera. Aunque, desde luego, no estuviera realmente consciente de lo que el resto pudiera estar pensando sobre su conducta. Nunca— . Además, tengo dieciocho.
— ¿Y eso importa una mierda? — El mayor cuestionó, empujando el vaso en las delicadas manos de Park. Jimin intentó sonreír, y echando un nuevo vistazo a su alrededor, admiraba como todos aquellos adultos jóvenes parecían disfrutar más que nunca. Parecía genuinamente divertido— . A menos que seas un policía— lo cual no eres, estás fuera de peligro.
Encogiendo sus hombros ante el comentario del ojiavellana, Jimin observó cómo sus propios amigos parecían disfrutar de la bebida, y soltando un suspiro, supo que debía hacerlo. Él no podía simplemente decirles que no, y ya se había visto siendo víctima de aquel terrible sentimiento. ¡No podía ser una mala persona! Y no lo sería, no con sus únicos y leales amigos.
— Está b— bien..., creo que probaré un poco — murmuró, encogiendo el cuello cuando los chicos ante él parecieron celebrar y sin poder evitarlo, sonrió. La felicidad a su alrededor no podía siquiera hacerlo sentir abrumado, y percibiendo el goce que se postró en su interior, acercó el vaso a sus labios. Un ligero olfateo en la bebida y cerró los ojos. Demasiado aniñado cuando el líquido traspasó su garganta y pareció quemar de una manera acalorada— . Ugh.
— ¡Sí! El pequeño Jimin está creciendo — BaekHyun gritó, abrazando de inmediato el cuerpo de su delgadito amigo cuando éste hizo una mueca, empujando el vaso de vuelta al rubio que reía asiduamente de su expresión.
— Creo que...yo mejor... No es lo mío — aceptó, sin embargo, una sonrisa amable estiraba sus mejillas sonrojadas cuando el pelinegro se alejó de él, y sus ojos estuvieron puestos una nueva vez en la pista de baile.
Los pasos coordinados lograban hipnotizarlo, tanto como las carcajadas que llenaban el lugar, peleando contra el bajo retumbante. Jimin siempre adoró ver delicados bailes; movimientos sutiles y agraciados, algo que aquella noche escaseaba. De igual manera, aquella danza alocada lograba hacerlo reír, cara roja cuando observaba personas demasiado cerca una de la otra y corazón ruidoso cuando los labios se juntaban a medida que las canciones sincronizaban.
Era mucho más salvaje de lo que alguna vez hubiera imaginado, y de alguna manera, deseó que Jungkook pudiera estar allí con él. Bailando alguna pieza lenta y romántica, de aquellas que no había escuchado en el tiempo de estadía.
— Mira lo que tenemos aquí — una voz ajena logró sacarlo de su ensoñación, y cuando buscó a sus amigos con sus ojos, recordó la vaga dicción de Jin al decirle que iba por más tragos. Pero ¿en dónde estaba BaekHyun?— . Me alegra mucho que hayas venido.
Cuando los orbes mieles se posaron en el sujeto que le hablaba de frente, un vaso en la mano y la otra apoyada en la pared, casi sintió que el aire se esfumó por completo. Ojos verdes encantadores, y una sonrisa de completo galán.
Jimin de inmediato sintió el sonrojo apoderarse de él, y cuando quiso tomar un poco de distancia, se vio completamente atrapado. Sonrió— . Te recuerdo.
— ¿Lo haces? — El castaño soltó una pequeña risilla, bebiendo un sorbo de su vaso y acomodándose mejor el cabello. Era un chico tremendamente atractivo— . Eso es muy gratificante para mí.
— ¡Sí! Tú estabas ese día en el supermercado con BaekHyun y Jin — relató, feliz— . Me..., tú me.. um mirabas mucho.
— Culpable — aceptó, una risa saliendo de su garganta cuando decidió tomar un poco de distancia. El rubio entrelazó sus dedos entre sí, nervioso, y cuando buscó a sus amigos con la mirada, volvió a fallar— . Pero lo cierto es que no pude detenerme. Eres demasiado lindo.
— Uh— yo — riéndose avergonzadamente, Park cerró apenas sus ojos. No podía seguir observándolo, y es que podía sentirse como un completo tonto— . Me llamo Jimin.
— Lo sé — aceptó, un guiño en su dirección y el rubio estuvo acomodando la modesta corona de flores sobre su reluciente cabello— . Soy Park Bogum y es un placer tenerte en mi fiesta, dulzura.
»— Veo que te han dejado solo.
— No — de inmediato, Jimin se abrazó a sí mismo, sonriendo apenas al rebuscar entre la multitud. Pero BaekHyun no estaba cerca— . Ellos sólo— son muy buenos conmigo.
— Como sea — riendo prontamente, Bogum aclaró su garganta, y haciendo un ademán hacia la cocina, él miró al rubio— . ¿Quieres un trago? Ven conmigo.
Imposibilitado a poderse negar, el más pequeño lo siguió. Esperó encontrarse a Jin junto a las infinitas botellas alcohólicas, pero su amigo no estaba allí, y cuando se recostó del mesón y admiró la coqueta sonrisa que estaba postrada en el rostro de Bogum, intentó relajarse un poco. Sonriendo igualmente, con el corazón plenamente enloquecido.
— Es muy linda tu casa — comentó Jimin, mirando los alrededores de la cocina. Personas conversando con vasos en mano y risas más alejadas de la ensordecedora música. Cuando el castaño se volvió sobre sus talones con un vaso adicional en su mano y lo estiró hacia el rubio, éste no pudo negarse, de nuevo.
— Gracias — dijo, un nuevo sorbo y animó al rubio, quien tragando saliva, bebió el líquido en el vaso. Un sabor dulce, completamente agradable— . Especial para ti.
— Está muy rico — de inmediato, él aprobó, sacando apenas una risilla del más alto, quien cruzando los brazos sobre su pecho, se dispuso a mirarlo con convicción.
— Entonces dime. ¿Sales con alguien?
Los ojos del rubio de inmediato se iluminaron al pensar en Jungkook , y asintiendo con vigor, admiró las cejas contrarias expandirse con sorpresa; sin embargo, una sonrisa completamente pérfida haciéndose notar. Jimin, por supuesto, no fue capaz de descifrarlo— . ¡Tengo el mejor novio del mundo!
— Eso es tierno — admitió, encogiendo el cuello— . No puedo imaginar lo afortunado que es ese chico. Cielos. Sólo mírate, eres un precioso milagro.
Tras unos segundos en silencio, Park soltó una risa bastante tonta, y tomando del vaso en su mano, sintió una oleada de calor arremeter por completo contra su rostro. Los ojos de Bogum paseando por la anatomía del más pequeño, y una mordida de labio haciéndole saber a Jimin que la diversión comenzaría a entrar por sus venas.
— Supongo que ya habrán tenido sexo — de manera divertida, el chico continuó. Los ojos mieles abriéndose plenamente avergonzados, y el líquido en su garganta provocándole severa tos. El mayor rio, y no tardó en admirar el poderoso rubor que se extendió por las tiernas mejillas contrarias.
— Uh — nervioso, Jimin apenas desvió la mirada, y no pudiendo contener la nueva risilla que se liberó de su garganta, se sintió patéticamente extraño— . Kookie, él q-quiere esperar a que yo esté preparado. Es un..., me ama mucho y esperará lo s-suficiente.
— ¿Entonces eres virgen? — Alzando una ceja, él bebió lo último de su vaso, y abandonándolo en el mesón, admiró las muecas del rubio cuando bajó la mirada y pareció tragar saliva.
Era un tema de conversación no demasiado asequible para el menor, y desgraciadamente, ya lo había comprobado la primera vez que lo tocó con Jungkook . Sin embargo, no podía hacer nada para escapar de él, no porque sus piernas no tenían la suficiente velocidad para llevarlo corriendo lejos, o al menos, su cuerpo no era tan fuerte como para mantenerlo alejado.
El pronto mareo comenzó a atacarlo de manera desprevenida, y cuando dejó el vaso a un lado, pasó una mano por su frente repentinamente sudorosa. Poniendo sus ojos en los contrarios, observó el verde comenzar a mezclarse en diferentes tonalidades. Un arcoíris de colores que lo hizo sonreír imprevistamente, jugando con sus sentidos y haciéndole sentirse en una espumosa nube de algodón de azúcar.
»— No tienes que seguir siéndolo para cuando termine la noche, bebé — y con aquel último comentario, Bogum cogió la mano del más pequeño. Sus dedos helados rozando contra los otros cálidos, y los ojos cerrándose de manera divertida— . ¿Me acompañas a mi habitación? Creo que necesito cambiarme la camiseta, y tú puedes ayudarme con eso.
— Hijo de puta, será mejor que vayas a buscar otro culo para follar — con un pronto empujón, el ojicafé estuvo siendo alejado del más pequeño, y no entendiendo demasiado bien lo que su vista borrosa le proporcionaba, Jimin admiró como el ceño fruncido de Jin se acercaba a su lado. La risa de Bogum brotó, y la del ojimiel no tardó en aparecer poco después— . Camina, chico floreado.
Sacándolo pronto de allí, Jin luchó contra los pies tambaleantes de Park, y cuando el brazo del más pequeño lo agarró con fuerza, perdiendo la coronita de flores en medio del apogeo, él negó con la cabeza. La risa dulce del rubio saliendo contagiosa, y Jin no pudiendo contenerse por mucho más tiempo.
— ¿Qué jodidos te ha dado ese idiota, Jiminie? — Cuestionó, llegando fuera de la casa. BaekHyun fumaba un cigarrillo, y cuando miró la escena, pareció horrorizado— . Deberías elegir mejor a tus amistades.
— ¿Eso..., eso los incluye a t- ti y a BaekHyun? — Riéndose, Jimin preguntó, y cuando los brazos del ojimarrón estuvieron ayudando al rubio, éste rio.
— Posiblemente, lo creo.
— Qué mierda. Te dejé sólo por cinco minutos — BaekHyun murmuró, escandalizado cuando admiró la expresión perdida del rubio.
— Sí y eres un completo idiota por eso — Jin reprendió, dándole un ligero golpe— . Bogum estaba intentando meterlo en su cama, y realmente la íbamos a pasar muy mal.
— Bogum es un b-buen chico — aseguró el ojimiel, riendo— . Él quizá notó que yo necesitaba una siesta, por eso— por eso quería llevarme a su c-cama.
— Claro, seguro por eso — Jin gruñó, poniendo los ojos en blanco cuando BaekHyun le hizo una seña y le devolvió el peso de Jimin. El rubio lo abrazó de una manera cariñosa, y ante el acto, el mayor sólo masajeó su espalda.
— No podemos dejarlo aquí, no así — Byun comenzó, sacando su teléfono y mordiendo su labio de manera nerviosa, antes de echar un último vistazo a sus amigos, él cerró los ojos, y marcando un número conocido, llevó el móvil a su oreja— . ¿...Chanyeol?
— Pero... ¡¿Qué le han hecho?! — El pelirrojo saltó de su auto de una manera casi teatral al observar a Jimin sentado a un lado de la calzada, carcajadas incoherentes saliendo de su garganta mientras sus dos amigos aguardaban a su lado. El ojimarrón de inmediato se levantó, una sonrisa coqueta en sus labios cuando vio a Park, pero éste no parecía estar tan feliz como le hubiera gustado— . Joder, no puedo creerlo.
— ¡Chanyeol! — Chilló el rubio demasiado feliz, intentando ponerse de pie y volviendo a caer sentado en su posición. Jin soltó una risilla ante la diversión, pero cuando los ojos marrones del mayor lo fulminaron, calló de inmediato— . Uoh, ¡has venido a la fiesta con nosotros!
— No, no, he venido a rescatarte, pequeño pastelito — Chanyeol comentó, negando con la cabeza cuando cogió las manos de Park y lo levantó de su asiento, un reproche hacia los otros chicos y estuvo admirando el gesto feliz que permanecía en el rostro de Jimin. No demasiado alejado de la realidad— . ¡¿Está drogado?!
— Suponemos que lo está — el pelimarrón chasqueó, limpiándose el pantalón cuando estuvo de pie y cruzó los brazos— . Lo mejor será que lo lleves contigo.
— Por todos los cielos — clamó el más alto. Jimin tocando sus rizos como si fuesen algo mágico, y la sonrisa de BaekHyun intacta como antes.
— Hazle caso a Jin, bebé — Byun dijo, acercándose a Chanyeol y masajeando el brazo de Jimin, quien le sonrió de regreso— . Y por favor, trata de no meternos en problemas por esto.
— Oh, no. Ustedes mismos ya se los han buscado — pareciendo enojado, metió a Jimin en el asiento trasero de su auto, y suspirando de manera cansada, pasó una mano por su rostro. Todo iba a estar muy, muy feo— . Aténganse a las consecuencias, Jungkook no estará nada feliz con esto.
— Kookie siempre está feliz... Él es...Kookie es una c-cajita de felicidad. ¡Estamos hechos el uno para el otro! — Jimin murmuró desde adentro, haciendo reír nuevamente al pelimarrón, quien poniendo los ojos en blanco ante la idiotez de aquellas palabras, hizo un saludo hacia los otros chicos antes de caminar de regreso a la casa. Tendría que arreglar cuentas con Bogum, y esperaba ansioso para hacerlo.
— Gracias por venir a buscarlo — BaekHyun murmuró, mordiendo el interior de su labio cuando Chanyeol estuvo a punto de subir a su auto. Negó con la cabeza, no completamente dispuesto a decir algo. Estaba bastante decepcionado en aquel momento— . Espero que no pienses que fui yo el que hizo esto.
— Hablaremos después, BaekHyun.
— Como quieras — sonriendo, apenas se acercó al pelirrojo, y cuando sus narices estuvieron juntas, dejó un pico en sus labios. Los propios de Park luchando con estirarse en una sonrisa, y su deseo por permanecer indiferente peleando fuertemente— . Adiós, florecitas. Ha sido una buena noche, ¿eh?
— ¡Una noche fantástica!
Y no diciendo nada a cambio, Chanyeol se metió en el auto, masajeando sus ojos y echando un último vistazo a BaekHyun antes de mirar por el retrovisor y encontrarse con la sonrisa iluminada de aquel niño.
— Es increíble, hasta en tu peor condición, sigues siendo jodidamente tierno.
Desde luego, él tenía que prepararse para la tormenta que Jeon Jungkook iba a desatar al día siguiente.
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