Tres
Víctor Marqués Kurms cayó en coma tras un pequeño golpe en su cabeza con una roca... Si lo se suena absurdo pues la piedra no media más que una canica; pero así fue... El pobre muchacho de no más de 23 años cayó en coma en el hospital en donde el primer sueño tuvo origen. ¿Lo recuerdan? En donde el doctor Lasso lo asesinaba, pero esto ya no sería posible cierto pues Marlon Lasso había sido el primero en morir.
Pero no fue de este modo, el muchacho sufrió un paro cardiorrespiratorio al siguiente día de que cayó en coma... Su padre y su madre estaban devastados; Valentina Kurms sería la siguiente en enloquecer en el lugar.
La noticia de la muerte de Víctor y la locura de Valentina también dañó mucho al pueblo y al alcalde; la prometida del muchacho se tiró del quinto piso de su casa muriendo al instante.
Esta vez el protagonista sería nada más ni nada menos que el cura... Anderson Brusels.
Tres.
En el panteón junto a la iglesia pude mirar a una persona excavando las tumbas, no logre ver quien era, no obstante ya tenía una idea; se parecía a alguien, pero estaba seguro de que era imposible.
Con cierto temor me acerqué a esa persona; para reprocharle y preguntar qué era lo que quería. Vaya sorpresa que me lleve al descubrir de quién se trataba... Mi madre. Casi me caigo hacia atrás al verle el rostro estaba como la última vez que la vi.
-Mama.- Pronuncié con un grado de incredulidad.
-Mi bebe.- contesto ella extendiendo los brazos. -Que bello estas Andy.-
Andy... Andy si era mamá.
-Mamá.- Respondí llorando y corrí a abrazarla. Pero al hacerlo tropecé y miré mis pequeños brazos y mis pequeñísimas piernas ¿qué carajo había pasado?
-¡Oh bebe!, ten cuidado cariño.- exclamó levantándome del suelo.- ¿quieres ir a tomar una malteada cariño?-
-Sí.- Asentí y tome su cálida mano, sus ojos brillaban como dos luceros radiantes.
Estando en él restaurando y tomando mi malteada de mora le pregunté que era lo que había sucedido.
-¿Qué ocurrió de que Andy?-
-Sí, mama... ¿Qué paso cuando te fuiste haces 66 años?.-
-¿De qué hablas?- Contestó ceñuda. -Nunca me he ido Andy.
Entonces el reloj dio las 3 de la tarde y volví de nuevo donde todo había comenzado.
Mire a alguien excavando las tumbas, como ya sabia quien era corrí hacia ella; pero al poner un pie en el panteón volví a tener 3 años. Corrí y abracé a mi madre y volví a preguntar.
-¿Qué hablas cariño?- Contestó. -Seguro lo soñaste, hace 66 años yo aún no existía.- Carcajeo.
Miré a mi alrededor y era verdad que nada había cambiado; eso es bueno... Entonces nada había sucedido, tenía a mi madre.
-¡Elizabeth!- Gritó un hombre a mi mamá. -ven aquí mujer.-
-Ya voy y deja de gritar esto es vergonzoso.- Respondió mi mamá a aquel hombre alto.
-Andy ve a jugar con los otros niños.- Dijo mi madre dándome un beso en la frente.
A las tres de la tarde volvió a sonar el reloj y se escuchó un disparo en el lugar al que había entrado mi madre hace un par de horas; un escalofrío recorrió mi cuerpo pues sabía que algo le había sucedido.
Por tercera vez Anderson Brusels miro a la mujer excavando las tumbas volvió al panteón, pero esta vez no lo cruzo llamo a la mujer y esta se acercó de verdad era su madre.
-¿De verdad eres tú?-
-Sí querido soy yo. ¿A quién esperabas?- Inquirió la mujer tomándome de la mano.
-¿Qué haces ahí?- Pregunté de nuevo.
-Fui a buscar tu carrito.- Respondió dándome un cochecito rojo.
Allí termino el sueño para Anderson pero no para el resto de Crossville.
Elizabeth, la madre del cura se transformó en un ser deforme y sin ojos en todo el pueblo se empezaron a abrir agujeros y puertas al infierno la mujer "dragón-araña-serpiente" como la llamó Federico y su grupo de amigos al siguiente día... Sí, escondían su miedo en humor... un humor muy estúpido, pero los ayudaba a distraerse de la realidad.
Aquella mujer arrancaba las almas de los habitantes de Crossville y las lanzaba directo al infierno, intentaron acabar con ella, pero no pudieron. ¡Más de 33 almas habían sido arrebatadas!
Todo Crossville estaba envuelto en llamas y monstruos de un solo ojo que buscaban a más personas para entregar a la mujer deforme que botaba fuego por la nariz y las orejas.
Miedo... Terror... Sintieron en Crossville con esta nueva pesadilla; mientras el cura dormía pensando en que él seguía teniendo 3 años y madre aún seguía viva.
***
Por fin la pesadilla terminó, pero esta vez 33 personas no pusieron la vela en sus puertas ni siquiera se levantaron de sus camas... Estaban muertos.
A las 3:00 de la mañana Crossville había llorado sangre con lo que brotaba de los ojos de los habitantes se marcó la vela con el número 10 y no volvieron a la cama despertaron todos al día siguiente frente a un espejo con los ojos chorreantes de sangre... menos el cura.
A las 3 y media de la misma noche la mujer lloró en un rincón del sótano, apagó la vela y lanzó aquel libro contra el piso. Ella quería ascender, pero esto se veía tan lejos, esa mujer después de estar en la cima de la montaña había resbalado y estaba cayendo con una velocidad alarmante y aquel demonio lo sabía.
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