Capítulo Siete
— Todo empezó cuando descubrimos la foto de Lisa... — Susurró Sana quien había llegado a la conclusión después de analizar un rato la situación que estaba sucediendo.
Las 5 chicas se encontraban sentadas en el suelo de la habitación de Jennie, a excepción de Jennie quien estaba sentada en su cama.
— Desde el día que descubrimos la foto, empezamos a ver a Lisa —Habló Jihyo quien estaba mirando el suelo, también había pensado sobre esa situación, estaba pensando el porqué después de ver esa foto, todas tenían alucinaciones de Lisa.
— Y después sin que nos demos cuenta estamos frente a la foto que esta en el ático... — Jisoo había tenido aquel insidente unos días atrás, había estado asustada cuando vio que estaba en el ático, no sabía cómo había llegado ahí, ni como había estado tan cerca de aquella foto.
— Y cuando recobramos la conciencia estamos a punto de besar la foto de Lisa — Momo ocultó su rostro entre sus piernas.
— ¿No era así la leyenda que nos contó la señorita Kim? — Admitió con terror Sana, aunque no lo admitía en voz alta, aquella historia la había aterrado y a la vez le había dado curiosidad.
— ¿No es esa la maldición que una chica infringe a otra? —Jihyo estaba tratando de comprender todo, en aquella habitación habían 5 chicas que estaban tratando de comprender aquella situación, estaban cansadas de no poder dormir, de tener esas ojeras y tener que estar siendo regañadas en clases por levantarse.
— ¿Te refieres a que Lisa esta maldita?
— No... Lisa nos dio la maldición —Jihyo parecía comprender todo, aunque posiblemente no era más que una hipótesis de la chica.
—¿Por qué no es esto extraño? ¡Se encerró en su habitación! Se aparece como un fantasma y nos seduce... — Los ojos de Jihyo indicaban desesperación, estaba cansada de que le pasara aquello.
¿Por qué a ella? Era la pregunta que rondaba su mente constantemente desde que Lisa se le aparecía como un fantasma.
— ¡Le impuso una maldición a su propia imagen! ¡Nos está volviendo locas! —Los ojos cristalizados de Jihyo nos indicaba que estaba cansada de aquella situación, mientras que las demás sólo la miraban sin expresión alguna en sus ojos.
Jihyo las miró tratando de hacer que comprendieran lo que estaba diciendo, sin embargo el fantasma de Lalisa volvió a aparecer, estaba detrás de Jennie y Momo, haciendo que esta se espantara.
Jihyo se levantó del lugar para salir rápidamente de la habitación, quería dormir, tal vez solo así podía descansar de la figura de Lisa, quien la estaba volviendo completamente loca.
Dejando en la habitación a 4 chicas confundidas por la actitud de estas
— Debería... Ir a dormir creo que será mejor descansar — Sana se despidió de sus amigas para luego salir de habitación, necesitaba dormir puesto que no había podía dormir en los últimos dias.
Las demás chicas abandonaron la habitación para poder descansar un poco, dejando sola a Jennie.
La castaña miró el techo de su habitación, suspiro levemente, no había ningún sonido en la habitación, ni siquiera el reloj con su tik tak se escuchaba, era como si hubieran silenciado toda la habitación.
— ¿Qué es lo que quieres?
Se preguntó a ella misma, haciéndose la misma pregunta que todas querían hacerle a Lisa en aquel momento.
¿Por qué se encerró? ¿Por qué las atormentaba?
Eran tantas preguntas pero no habían respuestas, entre más trataba de pensar hacia qué le doliera la cabeza, cerró los ojos y trató de dormir para ver si el dolor de cabeza desaparecería, quería volver a clases, tal vez volver a estudiar sería una buena distracción para dejar en el tema de aquel fantasma que los atormentaba.
Aunque Jennie por fin durmió plácidamente, Jihyo quién no había podido dormir aquella tarde, al fin estaba lista para a dormir, sin embargo la figura de Lalisa volvió a aparecer, esta por miedo salió de la habitación, sin embargo apareció en la iglesia, todas estaban cantando.
Sonrió para sí misma y suspiro levemente, todo había sido una pesadilla, se había quedado dormida parada, una habilidad que había adquirido con el tiempo, el punzante dolor de cabeza la mata a, tocó un poco su cabeza para ver si así se le pasaba.
Sin embargo el fantasma de Lalisa apareció nuevamente al lado de ella, espantada empujó a una compañera para correr lejos de aquel fantasma.
Corrió tan lejos de la iglesia intentando escapar de aquel fantasma, que había llegado a un lugar donde había pasto, el patio del lugar.
Sin embargo no noto cuando cayó al estante, estaba tan nerviosa que no se había dado cuenta cuando había estado tan cerca del estanque.
Miró a los lados para ver hacia dónde nadar, sin embargo los pasos de alguien caminando hacia ella llamaron su atención, miró hacia adelante para ver de quien se trataba.
Era Lalisa, más bien su fantasma, caminaba sobre el agua lentamente, acercandose a ella de manera lenta, tanta que causaba temor en la coreana de ojos grandes.
Al estar delante de Jihyo se detuvo, se agachó hasta la altura de esta, estiró su mano hasta la mejilla de la coreana y la acaricio levemente, se acercó al oído de esta
— Liberame.. De la maldición —Susurró, lo cual hizo que esta despertara de alucinación, estaba delante de la foto de Lalisa a punto de besarla como las veces anteriores.
Estaba asustada, su corazón latía rápidamente, su respiración también era agitada, se alejo de aquella foto maldita, como ella la llamaba.
Sin embargo está no era la única en el lugar, a su lado había llegado Momo, quien estaba a punto de besar la fotografía de Lisa.
— ¡No! — Jihyo empujó a Momo, tirandola lejos de la foto, esta rápidamente tomó la foto entre sus manos y se alejo de Momo para que no pudiera quitarle la foto.
Y cuando el reloj marcaba las doce, Jihyo se encontraba besando aquella foto.
Una adolorida Momo, despertó de su alucinación, abrió los ojos tan grandes como un plato, ¿por qué está en ese lugar? Se preguntaba, se levantó del suelo, su mirada se fijo en Jihyo besando a la foto.
Eso no podía estar pasando, negó con su cabeza sin embargo eso no pudo detener que en un descuido, Jihyo había desaparecido ante sus ojos; la busco por todos lados durante las siguientes horas, pero esta no había dejado señal alguna.
Eran apenas las 5 de la mañana cuando se encontraba tocando la puerta de la habitación de Jennie, la castaña había escuchado el ruido, de forma perezosa se levantó a abrir aunque despertó completamente cuando vio a Momo con la mirada baja delante de su puerta.
Ninguna dijo una sola palabra, pero la mirada de confusión de Jennie se notaba, Momo levantó su mirada e inmediatamente se tiro a llorar.
Jennie la abrazó fuertemente, una corazonada le decía que no había nada bien.
Las hermanas religiosas no tardaron demasiado en saber que Jihyo había desparecido, a sí que todas estaban en la sala en donde hacían anuncios importantes.
— Todas, por favor escuchen me con atención... Después de Park Chaeyoung, la señorita Park...
Los pensamientos de Jennie impidieron escuchar lo que decía la hermana que estaba explicando todo lo que había sucedido.
Jihyo... Desapareció, de la misma forma en que Rose lo hizo
¿Es por qué ella beso la foto de Lisa?
— Por algún tiempo vamos a prohibir que salgan de las inmediaciones del establecimiento, las hermanas harán rondas por todas las habitaciones a cada momento, van a verificar que todas estén en sus habitaciones, no hay nada a que temerle... — Advertía la anciana— El señor Jesús está con nosotras, no debemos olvidarnos de creer en nuestra fe
Los ojos cansados de Jennie, notaba como el fantasma de Lalisa bajaba desde el techo, tal vez era por la falta de sueño o tal vez no.
Su cabello se movía como si hubiera viento, estiraba su mano como si quisiera tocar la cara de esta aunque estuviera lejos.
La cabeza de la castaña empezó a doler fuertemente, tambealeaba un poco como si hubiera bebido, hasta que finalmente una estudiante cayó al suelo, y como si de una ola se tratara, las estudiantes empezaron a caer desmayada.
Eran pocas las que no se habían desmayado, en el medio estaba Jennie, viendo como el fantasma de Lisa se acercaba a ella, estiró su mano hasta acariciarle la mejilla mientras se acerba a su oído para repetir aquellas escalofriantes palabras
— Liberame de esta maldición...
Hasta que finalmente, el cuerpo cansado de la castaña colapso, cayendo en el piso desmayada, tal vez era por aquel fantasma o por la falta de sueño.
Mientras que las pocas estudiantes conscientes y las hermanas religiosas, trataban de entender que estaba sucediendo además de tratar de despertar a algunas chicas
— ¡Despierten... Despierten! —Eran las palabras que tenían en boca las estudiantes que trataban de despertar a sus compañeras inconscientes.
— Despierte por favor — Una de las hermana golpeaba un poco las mejillas de la estudiante para despertarla.
— ¿!Qué pasó?! ¿¡Qué paso?!
Tanto alumnas como hermanas religiosas trataban de despertar a las chicas aunque eso se veía casi imposible, la desesperación las estaba invadiendo
— ¿Están muertas?
Una de las hermanas religiosas se acercó a una alumna para ayudar a despertarla, sin embargo noto su celular, con cuidado lo tomo, notando que lo que había visto era una foto de Lalisa se asustó un poco pues en esta no se le veía una sonrisa.
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