Capítulo Dos
Una canción bastante alegre sonaba por los auriculares de Jennie sin embargo esta no causaba ninguna emoción en ella, recostada en su pupitre y con sus ojos cerrados para descansar un rato, pero aun así podía escuchar los murmullos de sus compañeras.
— ¿Por qué no regresa?
Era la pregunta que tenían todas las chicas en su boca, había pasado exactamente un mes desde que Lisa no salía de su habitación causando que sus compañeras se preocuparan más por ella. Sinceramente, aunque la castaña había caído bajo los encantos de la rubia, le parecía un poco obsesivo por parte de las otras estar todo el día hablando sobre Lisa.
Cuando su profesora llegó los murmullos cesaron de inmediato, Jennie quito sus auriculares y los guardo en su bolsón para poder prestar atención a su clase o al menos intentarlo.
Una cámara captaba como Jisoo y Rose escapaban por la ventana del salón de clases, ambas tomadas de las manos mientras trataban de correr lo más rápido posible para llegar al pueblo del lugar.
— ¿Estás segura de esto?
—No te preocupes además la clase es aburrida e inservible de todas maneras — La confianza de Rose era la que quería tener Jisoo—
La bajada hacia el pueblo era divertida para ambas, se sentían libres, como si fueran pájaros que volaban en el cielo.Cuando llegaron al pequeño pueblo, lo primero que hicieron fue ir a la tienda de música, encontrándose con nuevos álbumes que apenas acababan de salir
— Siento el olor a nuevo — Rose exageraba al respirar como si fuera la primera vez que estaba en aquella tienda—
— Mira este, es de Red Velvet, ¿Lo compramos? — Jisoo tomaba el álbum con sus manos mientras su sonrisa se agrandaba—
— ¿Tenemos suficiente dinero?
Ambas revisaron su mochila para ver si tenían el dinero suficiente para comprar el álbum, sin embargo, no lo tenían.
— Tenemos suficiente para un helado
Jisoo sonrió y tomó la mano de Rose para poder ir a la heladería; ambas tenían un helado de chocolate en su mano, lo comían con tanta alegría. Caminaron a unas pequeñas escaleras para sentarse y comer su helado tranquilas, sin embargo se encontraron con otras dos estudiantes
Las cuatro portaban su uniforme, Jisoo y Rose miraron a las otras dos chicas que simplemente estaban arreglando se las uñas hasta que notaron que las estaban viendo.
— ¿Jisoo? — La voz de Sana se hizo presente, los ojos de la japonesa se agrandaron por la sorpresa—
— ¿Sana? — Jisoo miraba a la japonesa—
— ¿Rose? — La voz de una de la mejores estudiantes de su salón se presentó—
— ¿Jihyo? — Rose estaba sorprendida de ver a una de las mejores estudiantes—
Las cuatro rieron y se sentaron juntas para hablar de cosas triviales; Sana le daba bocadillos a Jihyo quién trataba de pintarse las uñas
— Déjame hacerlo — Pidió Sana al ver que Jihyo lo estaba haciendo mal, le arreglo la uña en cuestión de segundos—
— ¿Cuánto tiempo durará mi manicura?
— Si abro un salón de belleza, ¿vendría a menudo? —Rose y Jisoo se deleitaba viendo la escena, esas dos chicas eran unidas—
— El hombre que se comprometió contigo es rico ¿verdad?— Todas sabían que a pesar de la corta edad de Jihyo, sus padres la habían comprometido con un hombre para que su empresa mejorará económicamente aunque a está no le gustará—
— Yo no le quiero casar es desagradable— Jihyo hizo una pequeña mueca— ¿Recuerdas el último que Lisa fue a estudiar?
El helado de rose se derritió un poco, cayendo le un poco en la cabeza a Jihyo, sin embargo esto no le importo porque estaba recordando aquel día.
—Queda poco para que nos graduemos y como es una tradición. En la ceremonia de graduación cantaremos una parte de Shakespeare, Ophelia de Hamlet. En el escenario— La estudiante hizo una pequeña pausa— Le pediré a Dahyun que se encargue de la música
— ¡De acuerdo!
— Ahora ¿hay alguien que se anime a hacer los solos?
La mirada y actitud de Jihyo era alegre, tal vez la idea de graduarse era fascinante para ella.
Rose iba a levantar la mano pero alguien se adelanto
— Debería ser Lisa— Comento una de las estudiantes, todas estaban de acuerdo con aquello, murmuraban sobre aquello con una sonrisa.
— De acuerdo, Lalisa Manoban está asignada para los solos
— No quiero — Lisa se negó sorprendiendo a todas las estudiantes—
— Quería escuchar a Lisa cantar Ophelia una vez más — Eran recuerdos tan fresco para Jihyo que sentía que se podía transportar ahí con tan solo pensarlo—
— Ella actuó así cuando la recomendaste — Dijo Sana mirando a Jisoo, una mueca de desagrado se posó en Sana sin embargo cambió cuando empezó a comer sus bocadillos de nuevo.
— Pensar que ella se encerró en su habitación por algo que la molesto, me pone furiosa
Después de un rato de silencio Sana volvió a hablar con una pequeña sonrisa
— Solo olvídala — Sana no era una persona que se enojara fácilmente, sin embargo aquella acción le había fastidiado, el ambiente se puso un poco pesado—
— ¡Ah! Mi helado se cayó — Jisoo hizo un puchero mientras apuntaba en medio de Sana y Jihyo, ahí estaba el poco helado que quedaba—
— Antes de regresar al instituto deberíamos pasar comprando chucherías —Sugirió Sana a quien le encantaban las golosinas y frituras, sin embargo estas en la institución se los cambiaban por verduras las cuales le desagradaban a la chica—
— Saben escuche un encanto para alguien a quien amas— Jihyo estaba con una sonrisa mientras miraba a las otras tres chicas—
— En la noche, exactamente a media noche, en el momento justo donde no es ayer ni hoy ¡besas la foto de ese alguien que te gusta!
Las chicas se emocionaron al escuchar eso, cada una estaba con una sonrisa y sus mejillas un poco rojas
— Entonces ¿el rumor es real? —Una quinta voz se unió a la conversación de las estudiantes, haciendo que estas voltearan asustadas a ver de quien se tratará—
— ¿Qué? ¿Señorita Kim?— Jisoo miraba a la señora que estaba atrás de ellas, vestía como si fuera una chica de anime—
La mujer las saludaba de manera alegre con la mano, para luego acercarse a sentarse junto a ellas.
— Ese encanto era muy popular en mis tiempos.
— ¿Uh? ¿Es uno de nuestros graduados? — Preguntó Jihyo aunque Jisoo trató de detenerla para que no preguntara, pero Jihyo siguió con su pregunta pues nunca había escuchado sobre la mujer, todas usaban el uniforme así que era fácil identificar a donde pertenecían—
— No le pueden decir a nadie, esa es una maldición que una chica infligirá a otra— La voz de la mujer se había vuelto serio, esta vez hablaba como una adulta que era y no como una adolescente—
— ¿Una maldición?— Preguntó la inocente Sana que estaba curiosa por el asunto—
— Sí hace mucho tiempo, en la escuela habían chicas que usaban esa maldición— Todas a excepción de Sana, se detuvieron a escuchar atentamente la historia que contaba la mujer—
— Hay una leyenda que dice que una chica muere y atormenta para siempre a aquella que quedó viva— Un escalofrío recorrió la espalda de las tres chicas, tal vez era por lo que había dicho o por cómo la mujer contaba la historia—
— Es por eso que los graduados de la escuela cantan Ophelia que murió por un amor trágico —La mujer cerró brevemente los ojos como si la historia le causará miedo a ella misma—
— Ya veo...
— Apurémonos, tenemos que irnos— Sana tomó la mano de Jihyo e hizo una señal para que las otras dos se levantarán—
— Rápido, tenemos que irnos, Discúlpanos— Sana hizo una pequeña reverencia hacia la mayor para después llevarse a las otras chicas, las tres chicas quedaron confundidas por el comportamiento de la chica de cabello castaño—
— No creas lo que dice la señorita Kim, ella no es graduada de nuestra escuela, solo se dedica a esparcir rumores — Advirtió Jihyo—
— ¿En verdad?— Preguntó Jisoo mientras todas caminaban hacia la tienda para comprar algunas chucherías antes de volver a la institución—
— Lo que digo es verdad
La noche cayó rápidamente, Rose estaba viendo la foto de Lalisa, la tomó con sus manos, admiraba la belleza de la chica tailandesa. No sabía cómo aquella chica podía estar encerrada en la habitación.
Lo único que se escuchaba era el reloj moviendo sus manijas, todo estaba en silencio;se acercó a la foto y la beso, justo cuando el reloj marcaba las 12 de la noche.
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