Jungkook sentía como su ojo empezaba a cerrarse por el golpe recibido, pero no era ni sería la primera vez que se encontraba en esas circunstancias, las había tenido peores, ahora sólo le preocupaba darle la medicina a Jimin.

Como pudo lo llevó a un lugar más apartado y mirando hacia todos lados sacó la botella de ibuprofeno y acercándosela a los labios lo hizo tomar un sorbo, luego volvió a meterse la al bolsillo.

Lo recostó en el suelo y el se sentó al lado apoyado en un árbol que les proporcionaba algo de sombra.

Miró el cielo despejado, estaban en la segunda quincena de enero, el período más helado de los meses invernales, tendrían suerte si no morían congelados en la celda.

Jungkook vigilaba el sueño inquieto de Jimin, pero se tranquilizó al ver que después de un rato su respiración se volvió pausada y tranquila, se permitió cerrar los ojos pero sabía que no podía bajar la guardia.

Jimin era un enigma para él, cuando lo vio por primera vez le llamó la atención lo decidido y voluntarioso que se veía, pero ahora en el estado que estaba era una copia barata del hombre que había sido, ¿ acaso no tenía instinto de supervivencia?, ¿ cómo podía dejarse derribar tan fácilmente?.

Jungkook nunca tuvo una vida fácil, abandonado por su madre a la edad de siete años, ni siquiera sabía quién era, se crió como un pequeño ladronzuelo en las calles de Seúl, aprendiendo por las malas a desconfiar de todo y todos, llevaba unos tres meses como un vagabundo cuando un hombre al que intentó robarle lo atrapó, Kim Seok Jin, el hombre que le enseñó todo lo que sabía y que pasó a ser la única figura paterna que Jungkook conocía.

Tal vez Jungkook lleno un vacío en la vida de este hombre despiadado y sanguinario, por eso con él fue diferente, le enseñó con paciencia y amor a ser el mejor asesino a sueldo de Seúl, por eso estaba seguro que el no había sido quien lo traicionó, porque eso si, sabía que alguien lo quería implicado en la muerte de esa mujer, no era difícil entender que había policías involucrados en todo eso, pero Jimin no era uno de ellos, lo hicieron parecer culpable también, ¿ porqué?, aún no tenía respuestas y Jimin todavía no podía dárselas en el estado en que se encontraba tanto física como mentalmente.

Jimin empezó a reaccionar lentamente y se sentó, todavía un poco tembloroso.

- ¿ Te sientes mejor?- le preguntó Jungkook.

- Sí...gracias- respondió Jimin con la voz traposa y sintiendo la boca seca y amarga, luego miró a Jungkook y vio su ojo hinchado y prácticamente cerrado, la sangre se había secado alrededor de él.

- Estás herido- dijo Jimin que tenía recuerdos algo vagos de lo que había sucedido, debido a su estado febril no sabía bien si lo que recordaba era real o producto de su imaginación, pero obviamente lo de la pelea no era imaginación.

- No es nada, no te preocupes- le dijo Jungkook.

Jimin lo miró un segundo más y luego apartó la mirada para recorrer el lugar donde estaban, lo que vio no lo tranquilizó, el era policía o lo había sido, los hombres que circulaban alrededor eran todos delincuentes de la peor calaña, en esa cárcel estaba lo peor, aquellos presos que no tenían remedio, asesinos , violadores, narcotraficantes, y ahora él era uno de ellos, compartiendo celda con un asesino a sangre fría, y lo peor de todo era el único en que podía confiar, ¿ cómo diablos su vida ordenada y metódica se había transformado en un completo caos?, ¿ cómo era que un criminal como Jungkook lo protegía y cuidaba cuando ninguno de los que debían haberlo hecho lo hicieron?, su propia prometida lo había dejado solo creyendo todas las mentiras que dijeron sobre él, ¿ alguna vez lo había amado, si tan fácil le había dado la espalda?.

La llegada de un extraño lo sacó de sus pensamientos.

- Mucho te habías tardado- escupió Jungkook mirándolo, era Hobi.

El susodicho sonrió y se sentó al lado de ellos.

- Me debes una- dijo Hobi dejando de sonreír.

Jimin miró a Jungkook sin entender.

- El es Hobi "fresita "- dijo Jungkook respondiendo la muda pregunta de Jimin.

- ¿Cómo no me recuerdas?, estabas en la mesa cuando hablé con Jungkook.

Jimin levantó una ceja, que Jungkook lo llamara " fresita " frente a un desconocido le cayó como patada en la guata, pero no era momento de decir nada, quería saber quién era el sujeto y porqué Jungkook estaba en deuda con él.

- Estaba enfermo, dudo que recuerde algo- respondió Jungkook por Jimin.

- ¿ Entonces por eso entraste en la enfermería a robar medicamentos?- preguntó Hobi.

Jungkook asintió.

Hobi pegó un silbido y volvió a sonreír.

- Deben ser bastante unidos para arriesgarte de esa forma por él- dijo Hobi señalando a Jimin con la cabeza.

Jimin se puso rojo, ¿ Jungkook había robado medicina por él?.

- Sí, ahora suelta lo que tienes- le dijo Jungkook.

- Cálmate, todo a su tiempo, por ahora están bajo mi protección y la de los míos, les pasaré algo de ropa y comida.

- No quiero deberte más favores- respondió seco Jungkook.

- Ya lo haces, unos favorcitos más no hacen diferencia. - le respondió Hobi cerrándole un ojo, luego miró a Jimin.

- En cuanto a tí déjame advertirte que debes tener cuidado hasta de tú sombra, tu apariencia es tan delicada y frágil, que serás acosado constantemente por otros reos, ¿ si me entiendes verdad?- dijo Hobi.

- Déjalo en paz, si alguien le toca un pelo es hombre muerto.- habló Jungkook no dejando lugar a dudas que lo haría si se diera el caso.

- Vaya, vaya, cómo que lo proteges demasiado.- dijo Hobi con una mirada algo sarcástica.

- Metete en tus propias cosas, no me jodas- le dijo Jungkook a Hobi enojado con lo que el individuo estaba insinuando.

Hobi sonrió y asintió con su cabeza.

- Ok, una última cosa, y sólo porque me caen bien- dijo Hobi.

- Seguro- dijo Jungkook con ironía.

- Por las tardes, antes de meternos en las celdas nos mandan a ducharnos, trata de que no vean a tú amigo más de la cuenta, sino habrá problemas.- Hobi se paró del suelo y desapareció.

Jimin miró a Jungkook indignado.

- ¿ Ése tipo insinuaba que tú y yo?- no terminó de hablar de la ira que lo consumía.

- Da lo mismo, que crean lo que quieran- dijo Jungkook restándole importancia.

- ¡ Eso dices porque no es a tí que te tratan como si fueras una mujer!, ¡ decirme delicado y frágil!- Jimin chasqueó la lengua furioso.

- ¿ Cuál es el problema?, ahora tenemos que preocuparnos de seguir con vida, si eres delicado o no, no me interesa. - dijo Jungkook despectivamente.

- ¿No es problema?, ¿Eso te parece?, ¡ soy un hombre y ahora tendré que cuidar mi culo hasta de mi sombra!, - dijo Jimin apretando furioso sus manos.

Jungkook se puso a reír, definitivamente Jimin se sentía mejor, está era la peor comedia que estaba viviendo en carne propia y no dejaba de ser jocosa a su manera.

- Te ayudaré a cuidarlo, no te preocupes. - dijo Jungkook sin dejar de reír.

Jimin lo miró con odio y frustración.

- ¡ Pudrete!- le dijo Jimin y se apartó a una buena distancia, pero de reojo lo miraba y no pudo evitar ver las ojeras y el cansancio en el rostro de Jungkook.