Capítulo 36
Jimin despertó antes que Jungkook y se dedicó a mirar el rostro relajado y sereno de éste mientras dormía, tenía un rostro hermoso sin ser perfecto, su piel suave, una nariz grande y unos labios ni gruesos ni delgados con un lunar bajo ellos, ¿ sería normal tener ganas de tocar con sus dedos cada detalle de ese rostro?, ¿ porqué al mirarlo sentía tanta ternura?, Jimin sacudió la cabeza para despejarse, todo debía ser causado por el encierro.
- ¿ Terminaste de mirar "fresita "?- dijo Jungkook abriendo sus ojos y sonriendo.
Jimin se puso colorado al ser sorprendido.
-¿ Te da vergüenza "fresita"?, no te preocupes, generalmente me dicen que soy irresistible- le dijo Jungkook arrugando su nariz y sonriendo divertido de la cara de Jimin.
-¡ Vanidoso!, yo...yo no te estaba mirando- dijo Jimin bufando.
-¡ Mentiroso!- dijo Jungkook y lo atrajo a sus brazos riéndose mientras Jimin trataba de alejarse.
-¡ Sueltame Jungkook!- le dijo Jimin poniendo sus manos sobre su pecho para empujarlo.
- Hueles exquisito- dijo Jungkook pegando su nariz en el cuello de Jimin e inhalando su aroma.
- Es sólo jabón, tú también usaste el mismo- dijo Jimin que se estaba poniendo un poquito nervioso por tanta cercanía.
- Pero huele increíble en tú piel "fresita"- dijo Jungkook mirándolo fijamente.
Jimin se puso a reír de puros nervios.
-¿ "Fresita", puedo besarte?- preguntó Jungkook mirándolo.
- Jungkook...ya no estamos en prisión, si alguien nos ve lo encontrará raro- dijo Jimin serio.
-¿Tú no quieres?- preguntó Jungkook.
- No se trata de eso Jungkook...debemos empezar o por lo menos ir intentando ser menos apegados- dijo Jimin.
- Lo sé...pero ahora mismo sólo deseo besarte...será el último- dijo Jungkook haciendo un puchero con su nariz arrugada, gesto que a Jimin se le hizo irresistible.
- De acuerdo, será el último Jungkook- dijo Jimin mordiendo su boca.
Jungkook sonrió ladino, había ganado la partida.
- ¿ Bueno y qué esperas?- preguntó Jimin al ver que Jungkook no hacía nada.
- Creo que tienes razón...mejor dejémoslo así- dijo Jungkook riéndose por dentro al ver la cara de asombro en Jimin.
- Ahhh...bueno- dijo Jimin tratando de no sonar desilusionado y empezando a levantarse.
Jungkook se largó a reír y lo atrapó antes de que se le escapara.
- No tengo tanta fuerza de voluntad "fresita"- dijo Jungkook acercándole para besarlo como tenía ganas de hacerlo, sintió como Jimin sonreía sobre su boca, después de eso buscó de manera hambrienta la cavidad bucal de Jimin metiendo su lengua para invadirlo, Jimin no se nego y enredó la suya con fiereza, hasta el se sorprendió de lo apasionado y necesitado que lo ponían los besos de Jungkook, precisamente por eso debía ser el último, pero lo disfrutaría a concho por lo mismo.
Jungkook tenía sus manos enredadas de forma posesiva sobre la nuca de Jimin, para profundizar aún más el roce de sus bocas, Jimin no supo en que momento sus manos vagaban por el abdomen de Jungkook acariciando y tocando sin control, de un simple beso pasó a estar muy pero muy excitado, y por el bulto que rozaba su pierna sabía que Jungkook estaba en la misma situación.
- Jungkook...Jungkook...jadeo Jimin sobre la boca de él- debemos parar.
- Es la última vez " fresita"...déjate llevar...no es como si nunca lo hubiéramos hecho...no me dejes así...por favor- dijo Jungkook ahora besando la delgada piel del cuello de Jimin mientras este jadeaba agitado.
Jimin cerró los ojos y se dejó llevar, el tampoco podía parar ahora, necesitaba desahogarse junto a Jungkook, sería la última vez, se repetía mentalmente...y luego ya no pudo pensar más, la lengua de Jungkook y sus manos estaban haciendo estragos con su cuerpo.
Jungkook lo volteó sobre el colchón dejandolo con su espalda en ella, luego se posicionó sobre sus piernas, rozando sus miembros duros, el roce era una tortura exquisita que los tenía a ambos gimiendo y jadeando.
- Así...más fuerte...aahh Jungkook- susurraba Jimin en la oreja de Jungkook, quien aceleró sus movimientos hasta hacerlos frenéticos.
- Ahh...así...así- gimió Jimin a punto de lograr un orgasmo.
Jungkook atrayéndolo atrapó sus labios entreabiertos para absorber sus gemidos, sus labios estaban húmedos y calientes invitando a ser devorados, y con una última estocada ambos vieron literalmente las estrellas de la intensidad del orgasmo que lograron, cayendo aún abrazados y exhaustos, sin ganas de separarse aún.
Jimin lo llenó de besos en su cuello, se sentía saciado y pleno aún en la nube del placer obtenido.
- Eres increíble "fresita", creo que voy a extrañar esto- dijo Jungkook aún un poco ronco.
- Yo también...pero debemos hacerlo- dijo Jimin depositando un beso en su frente.
Jungkook ya no dijo nada más, sabía que Jimin tenía razón, pero no estaba contento con saberlo.
Eran cerca de las nueve de la mañana cuando bajaron a desayunar, Hobi ya se encontraba en la cocina junto a Suga y Taemin.
Jimin les sonrió, su ánimo había mejorado bastante.
-¿ Durmieron bien?- preguntó Jungkook sirviendo café para todos.
-¡ Como un bebé!- dijo Hobi también de mejor humor.
Lo que hacía una buena cama pensó Jimin mirándolo.
- Las sábanas se sentían tan suaves, ni parecidas a las de prisión- dijo Taemin sonriendo.
-¿ Y tú Suga?- preguntó Jungkook ante el silencio de éste.
- Bien- dijo escueto.
Todos se miraron y se largaron a reír.
Apa Jin los observaba, tal vez Jungkook tenía razón, se veían unidos, y no le pasó desapercibido el cariño con que Jungkook y Jimin interactuaban, tosió para que lo notaran.
- Apa...¿ un café?- preguntó Jungkook acercándose a él.
Apa asintió sentándose en la mesita de la cocina viendo como todos se quedaron en silencio.
- Pueden sentarse a desayunar...no muerdo- dijo serio empezando a beber su café.
Todos tomaron asiento y empezaron a desayunar.
- Luego los quiero a todos en mi oficina, necesitamos hablar- ordenó Apa Jin, porque el ordenaba y punto.
Todos asintieron y siguieron desayunando de manera más relajada que la noche anterior, nadie habló, hacía mucho que no disfrutaban de comida tan buena.
- Creo que estaba tan acostumbrado a la comida mala de prisión, que incluso la extraño- dijo Jimin con una expresión de profundo placer al morder una simple tostada.
Apa Jin sonrió, tal vez Jimin no fuera como el pensaba, el chico emanaba una especie de candidez y dulzura sin darse cuenta, ahora entendía un poco la actitud de su muchacho, bueno sólo un poco.
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