Capítulo 4 El virus vampiro.
- Jack, ya lo hemos estado ocultando durante bastante tiempo, creo que ya podemos confiar en Summer y Eric - susurré yo.
- Espero que tengas razón - susurró Jack.
- ¿Y bien? - dijo Summer impaciente.
- Sí, entre Luna y yo sí que hay algo - confesó Jack.
- ¿Es eso cierto Luna? - preguntó Summer mirándome.
- Sí - confirmé yo.
- Bien, demostradlo - dijo Eric.
- ¡Eric! - exclamé yo echándome a Jack con la cara roja por vergüenza.
Jack aprovechó el momento para besarme.
- Ohhh, Jack, a veces eres tan romántico... - dijo Summer soltando una pequeña carcajada y mirándonos enternecida.
- Ya vale Summer - dije yo con la cara roja sin dejar de separarme de Jack.
Después nos mantuvimos en silencio durante toda la cena y cuando terminamos de comer pagamos la cena. Salimos del restaurante y Jack y yo quedamos en que Elisa se iba a dormir a su casa, ya que habíamos dicho que era su prima.
Todos salimos del restaurante y cada uno nos fuimos a dormir a nuestras respectivas casas.
Cuando nos metimos en la cama Summer y yo. Necesitaba hablar Summer de lo que había pasado, sobre que me pasó cuando volvimos del viaje de París, que cuando volví quité todas las fotos, pósteres, selfies y demás que tenía de Jack y yo.
- Summer necesito hablar contigo sobre esto - dije terminándome de meter en la cama y mirando al techo preocupada.
- ¿Qué pasa? - preguntó Summer.
- ¿Se lo vas ha decir a papá y mamá? - pregunté yo.
- No tranquila, no me agrada que Jack, un chico malo esté contigo, pero bueno si así lo quieres tú pues te respeto en tu decisión, bueno, tengo que reconocer que Jack es súper atractivo - dijo esto último con aires de soñadora, como diciendo "que suerte tienes".
- Sí - dije yo suspirando.
- Bueno y dime, ¿os habéis acostado? - preguntó Summer yendo directa al grano.
- Que va, todavía no, dice Jack que no quisiera hacerme daño - dije yo.
- Pues yo sí, pero sólo una vez - dijo Summer.
- Bueno mejor vámonos a dormir, que ya es muy tarde, más tarde te contaré más cosas - dije yo mientras Summer apagaba la luz.
A la mañana siguiente nos levantamos, como de rutina, fuimos a desayunar, después de desayunar con toda la familia salvo Max, fuimos a vestirnos.
Una vez vestidas le mandé un mensaje a Jack diciéndole que tenía ganas de verle para comentar sobre los aspectos más importantes de la misión y para ello quedamos en un parque que quedaba en frente del instituto.
Pero justo antes de salir oigo a Papá y a mamá hablar de algo y como mi curiosidad no tiene límites pues gracias a mis poderes de diosa de la naturaleza utilizo mis orejas para escuchar toda la conversación.
- Luna no puede ir a la misión con Jack, Anishaki ha creado un virus al cual lo llama "el virus vampiro" que consiste en extraerle el veneno de los colmillos de un vampiro el cual hace que al morderte te conviertas en vampiro, así que él ha hallado la manera de extraerlo y gracias a una jeringa se lo pueden inyectar a Luna - dijo Papá serio.
- ¿Y la podríamos perder para siempre? - preguntó mamá preocupada mientras le caían lágrimas.
- Sí - dijo papá.
Esta vez salí de la casa corriendo para que nadie me viera y me fui corriendo al parque con lágrimas cayéndome de las mejillas.
Una vez llegué, Jack ya estaba allí esperándome y cuando me vio llegar así vino corriendo hacia mi.
- Jack mis padres no me dejan a la misión - dije con los ojos rojos por haber llorado.
- ¿Y tú qué quieres? - preguntó abrazándome.
- Yo quiero ir a la misión - dije yo dejando de llorar y limpiándome la cara con el pañuelo que me dio Jack.
Me quedé unos momentos en silencio analizando lo que acababa de decir "yo quiero ir a la misión" , yo quería ir a la misión con él, pero tenía un poco de miedo por si llegaba a pasar lo que había dicho papá.
- ¿Entonces...? - continuó Jack.
- Pero el problema es que tengo un poco de miedo por si tu padre me puede convertir en vampira - dije yo.
- ¿Luna, tú, una diosa de la naturaleza, tiene miedo?, en todo caso el que tendría que tener miedo soy yo, yo tendría que tener miedo de lo poderosa que eres - dijo Jack besándome.
- Cuando estoy contigo no tengo miedo - dije yo cuando nos separamos por falta de aire.
- Ah, a propósito, me ha dado esto Olga, son dos billetes del tren a Málaga - dijo sacando de sus bolsillos dos billetes de tren mientras me los mostraba.
- Guau ¿y cuando tenemos que cogerlo? - pregunté yo.
- Esta mañana, por eso te dije en el mensaje que prepararas una mochila, la tienes ¿no? - dijo Jack.
- Sí, otra cosa,¿qué has hecho al final con Elisa? - pregunté yo.
- Le dije a Eric que cuidara de ella y ahora está en su casa - dijo Jack.
- Genial - dije abrazándole.
- Bueno, será mejor que vayamos a la estación de tren - dijo Jack cogiéndome de la mano mientras íbamos en dirección a la estación.
Los dos llevábamos ropa deportiva pero íbamos arreglados, era la norma para ir a misiones, tienes que ir en ropa deportiva o no vas, además los dos llevábamos una mochila con todo lo necesario, es decir, las provisiones, la ropa, el botiquín etc.
Cuando llegamos a la estación cogimos el tren sin dificultad alguna ya que era una línea especial, era de uso único para los mags y en unas horas llegamos a Málaga.
Al salir del tren Jack propuso que debíamos de hablar sobre lo que pasaría después de encontrar a Aurora, ya que supusimos que haría muchas preguntas.
- Bien, hay que pensar que podemos hacer cuando encontremos a Aurora - dijo Jack.
- Sí, es verdad,mmm..., tal vez le podríamos decir que venimos desde Pandora y nos ha enviado Clara - dije yo.
- Vale , está bien hagamos eso - dijo Jack de acuerdo conmigo.
- ¿Y cómo vamos a encontrarla? - pregunté yo.
- Pues gracias a que sabemos que perfume usa y supongo que ya intuyes el resto - dijo Jack mirándome con cara de "ya sabes a lo que me refiero" y la verdad es que sí.
No tardamos en identificar el olor del perfume de Aurora y comenzamos a seguirlo hasta llegar a la playa. Entonces la encontramos allí y nos acercamos a ella para decirle lo que teníamos pensado.
Llevaba un vestido ligero blanco, estaba descalza, tenía el pelo suelto y estaba sentada.
Así que cuando nos vio llegar se levantó.
- ¿Quienes sois? - preguntó ella preocupada.
- Tranquila, nos ha enviado la princesa Clara - dijo Jack.
- No queremos hacerte nada, pero tienes que venir con nosotros cuanto antes, es por tu seguridad y la de todos - dije yo intentando sonar lo más calmada posible.
- Vale, está bien, pero quiero ver a la princesa Clara o no iré con vosotros a ninguna parte - dijo Aurora.
- Bien, voy a llamarla - dije yo mientras Shasha marcaba el número.
- Dime - dijo Clara.
- Tienes que venir a Málaga, tenemos a Aurora pero se niega a venir, tienes que venir para convencerla, te mando la ubicación, adiós - dije yo.
- Está bien, ya voy, adiós - dijo Clara colgando el teléfono.
- Bien, ha dicho que viene, mientras tanto podríamos tomar algo en algún sitio - dije yo.
- Genial - dijo Jack.
Fuimos a la cafetería más próxima de la playa y justo antes de entrar me pareció ver a Max así que como mi curiosidad no tiene límites fui a mirar.
- Id entrando vosotros, yo tengo que hacer una cosa - dije yo.
- Vale, pero ten cuidado - dijo Jack.
- No te preocupes - dije mientras entraban.
Una vez estaban adentro, me fui al callejón donde me había parecido ver a Max y efectivamente allí estaba.
- Hola hermanita, ¿me echabas de menos? - preguntó Max mientras me cogía de la mano.
- ¡Max!, sí que te echaba de menos, ¿qué te ha pasado?, ¿ya te han soltado?, pero si papá dice que necesitabas la varita del poder para volver con nosotros - dije abrazándole confusa por lo que estaba pasando.
- Es evidente que eres más ingenua de lo que me esperaba, tu amor por Jack te ha cegado - dijo una voz que me resultaba extrañamente familiar.
- Esa voz..., me resulta extrañamente familiar, ...¡Anishaki!, oh no, esto es una trampa - dije yo.
- Exactamente y no lo podría haber logrado sin Max, así que dale las gracias a tu hermano por todo lo que está haciendo por ti - dijo Anishaki acercándose lentamente hacia mí con una jeringa en su mano.
- ¡Ja!, ¿gracias?, ¿por qué? - dije yo con valentía mientras forcejeaba intentando salirme de Max.
- Por esto - dijo corriendo hacia mi y pinchándome la jeringa en el cuello.
Al momento sentí como todo mi cuerpo se dormía, es decir como si me hubieran puesto anestesia, los párpados me pesaban.
Así que Max me soltó y me desplomé en el suelo.
¿Qué pasará ahora con Luna?
¿Cuáles serán los efectos del denominado virus vampiro?
Descubrid eso y mucho más en los siguientes capítulos.
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