Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 31: Crepúsculo

Centímetro a centímetro, la tormenta temporal continuaba su lento avance sobre Misurugi. Los edificios a su paso se derrumbaban ante el torbellino del espacio-tiempo, y en medio de los escombros, trozos de lo que una vez fueron los ciudadanos de Misurugi sobresalían de entre lo que fuera la arquitectura, con su carne moldeada dentro de la piedra como bultos de arcilla. Arriba en el cielo, la batalla entre los drones de Embryo y las fuerzas unidas de Arzenal y la Network seguían combatiendo furiosamente. Los Para-mails de la Network volaban dentro y fuera del enjambre en un intento desesperado por mantener a los drones lejos de las tres naves. A bordo del puente del Aurora, Momoka les pasaba a todos algunas de las bolas de arroz que había hecho junto con la jefa de cocineras Linda, para ayudar a la tripulación a mantener su energía.

– Fusión dimensional completada en 83%. – anunció Riza. – La unidad de Lady Salamandinay acaba de entrar en el Pilar del Amanecer. La Unidad Ange la está siguiendo.

– ¿Qué hay del resto? – preguntó el Jefe.

– Jill se está enfrentando a Salia. – respondió Pamela. – Tusk está peleando contra Embryo, Susano'o está peleando contra el Para-mail de cuernos, las unidades Naga y Kaname se enfrentan a las unidades Irma y Tanya, y las unidades Hilda y Rosalie se enfrentan a Chris. Ramius y Badgiruel reportan que el 25% sus Para-mails han sido destruidos o incapacitados.

En los puntos ciegos de la artillería de proximidad del Aurora, el equipo de defensa luchaba una batalla cuesta arriba contra el enjambre que rápidamente se cerraba alrededor de ellos. Como un remolino de muerte, el boomerang de Vivian voló en arco entre los drones, enviando a cualquiera que esquivara directo en la trayectoria de su rifle de asalto. Abajo del casco ventral, Kat proveía cobertura para el Arquebus de Kamaitachi, cuyas espadas falchion gemelas cortaban en dos cualquier disco que entrara a su alcance. Arriba de ellos, Nonna y Mary se posicionaron espalda con espalda mientras mantenían al enjambre a raya con fuego automático y de cañón, mientras que en la proa, guiados por la puntería de Vulture, la torreta de rayos frontal derribaba grupos grandes completos con cada disparo.

– ¡Diablos, estas cosas no tienen fin! – maldijo Kat. – ¡Siguen saliendo más rápido de lo que logramos destruirlas!

– ¡No hay tiempo para quejarse, cariño! – replicó Jasmine. – ¡No podemos dejar que ninguna de las naves caiga! ¡Las necesitaremos a las tres para llevarnos a todos a casa!

– ¡Sólo déjenlo a nosotros! – añadió Vivian mientras atrapaba su boomerang y disparaba una granada que al explotar acabó con tres drones al mismo tiempo. – ¡Llámenme la exterminadora!

...

Embryo no estaba seguro de si debería reírse o irritarse. ¿Qué le hacía pensar a este simio que podría atreverse a desafiarlo? Desde su lugar en el hombro de Hysterica, Embryo ordenó a su unidad retroceder. Como esperaba, el miserable salvaje mordió el anzuelo y lo persiguió, haciendo poco más que desperdiciar sus balas contra el escudo de rayos de Hysterica. Dark entretanto estaba peleando contra el piloto del prototipo. Los dos se habían ido en caída espiral hacia el suelo, y ahora intercambiaban fuego bajo los remanentes de la ciudad. Ange mientras tanto había escapado de Salia y había seguido a la princesa de los DRAGONS hacia el interior de la cámara de Aura. Bueno, eso no importaba. Habría tiempo más que suficiente para recogerla antes que la fusión se completara.

– Resistirse es inútil. – suspiró. – No hay nada que puedas hacer para impedir la purga de este mundo.

– ¡Sólo obsérvame!

Embryo supuso que no debería sorprenderse. Bueno, no era que él esperase que un animal tuviera suficiente sentido para saber cuándo había sido derrotado. Hora de deshacerse de esta peste. Extrajo su rifle de rayos y le disparó al Arquebus rosa, pero su oponente era mucho más habilidoso de lo que esperaba, logrando moverse entre sus disparos mientras cargaba de frente. Muy bien entonces, sería mucho más divertido hacerlo pedazos cara a cara. Encendiendo el sable de energía en el brazo derecho de Hysterica, Embryo cargó de frente contra su oponente, y la hoja de plasma energizado chocó contra el escudo y la espada falchion que habían recibido tratamiento especial.

– Ange y yo nos prometimos una al otro que te pondríamos fin de una vez por todas.

– Pobre e insignificante tonto. – Como si una bestia primitiva como él tuviese una oportunidad con una mujer del calibre de su Ange. – Ange vendrá conmigo al nuevo mundo. Y tú no serás más que una memoria desagradable. Igual que el resto de los tuyos.

...

Con la rabia recorriéndola de pies a cabeza, Rosalie disparó sus cañones de hombro contra Chris sólo para fallar cada disparo. Pero eso era exactamente lo que esperaba. Con Chris totalmente enfocada en ella, no se dio cuenta que Hilda se escabulló para ponerse arriba, y ahora estaba a punto de asestarle con su alabarda desde encima. Chris levantó su escudo de rayos para desviarlo, y Hilda maniobró su pistola de rayos alrededor del borde para dispararle a Chris a quemarropa, sólo para que Chris diera un giro hacia atrás para ponerse fuera de peligro, y usando el mismo impulso para darle una patada giratoria a Hilda y alejarla.

– Buen intento, pero tendrás que hacerlo mejor que eso. – dijo sonriendo con arrogancia. En respuesta, Rosalie lanzó una granada que explotó directo en el escudo de rayos de Chris, cegándola con una nube de humo, lo cual Rosalie aprovechó para sacar su propia alabarda y lanzar su Glaive al frente. Chris extrajo su propia espada mientras Rosalie cerraba la distancia, y las dos otrora amigas chocaron hoja con hoja.

– ¡Marika necesita descansar en paz! – gruñó Rosalie. – ¡No me importa lo que tenga que hacer, Chris, no me detendré hasta que estés muerta!

– Es culpa suya por dejarse matar. – espetó Chris. El desdén en su voz sacudió tanto a Rosalie que no se dio cuenta que Chris estaba levantando su rifle de rayos.

– ¡Cuidado! – le advirtió Hilda. Lanzándose en el último momento, Hilda apartó a Rosalie del camino de un empujón antes que Chris y las otras tres unidades formaran un círculo y dispararan de ida y vuelta de nuevo.

– ¡Si la gente te utiliza y te empuja como les da la gana, entonces te lo mereces por ser débil! – continuó Chris. – Por eso me alegra que Embryo me haya ayudado a hacerme fuerte. ¡Ahora nunca más me voy a someter ante gente como ustedes!

...

Rio luchaba contra las fuerzas G y la máquina de Dark mientras continuaban cayendo en espiral hacia el suelo. Un empujón del Susano'o finalmente los separó, y el Para-mail con cuernos sobrevoló bajo encima de la ciudad, poniéndose de espaldas mientras lanzaba otra ráfaga de su rifle de rayos duales. Rio hizo un giro de tonel alrededor de los disparos y devolvió el fuego, enviando balas de energía carmesí desde su buster rifle por todo el cielo, mientras la máquina de Dark constantemente los esquivaba. Al alcanzarlo, Rio regresó su arma principal al punto de recarga de la retaguardia antes de desplegar su sable de pulso izquierdo, mientras él y Dark chocaban uno contra el otro sobre el cielo de la ciudad. Dark volvió a sacar su rifle de rayos duales, y Rio tuvo que detenerse cuando le disparó, viendo que su intención era derribarlo hacia la ciudad abajo. Rio hizo elevar a Susano'o hacia el cielo mientras apuntaba con sus dos cañones de rayos duales, sólo para dudar al darse cuenta que su puntería había puesto tanto a Dark como a la ciudad en la línea de fuego. Su oponente rápidamente capitalizó en ello y disparó, forzando a Rio a levantar un escudo de Aura para defenderse.

– Eres débil. – gruñó Dark mientras cerraba la distancia. No queriendo desperdiciar más Aura de lo necesario, Rio bajó la barrera y desvió el ataque de Dark. – Aún no puedes vencerme por tu cuenta, y aunque pudieras te rehúsas a hacer lo necesario para ganar.

– Ahí es donde te equivocas. – replicó Rio. Levantando sus cañones de rayos, Rio intentó disparar a través de la cabina igual que antes, sólo para que Dark diera un giro para evadir igual que antes mientras Rio giraba en la dirección opuesta, desplegando su sable de pulso derecho y logrando cortarle la pierna derecha a Dark por la rodilla. En lugar de arriesgarse para dar otro golpe, Dark volvió a disparar su rifle de rayos duales.

«Su atención está concentrada en mi brazo derecho,» observó Rio. «Por ahí es donde espera que saque mi buster rifle

Y allí fue donde cometió un error crítico. Echándose el brazo izquierdo detrás de su espalda, Rio extrajo su arma en un agarre invertido en la mano, girando el buster rifle hacia una posición de disparo y enviando un rayo de energía carmesí hacia la máquina de Dark.

«Te tengo,» Rio sonrió al ver el rayo impactar de lleno, justo antes que algo impactara contra Susano'o y lo enviara de cabeza hacia atrás.

...

Salia no se esperaba que Jill le causara tantos problemas. Habían pasado años desde que su antigua comandante se había subido a un Para-mail, pero desviaba hasta el último de los golpes de Salia.

– Me tienes muy decepcionada, Salia. – la regañó Jill. – Te advertí sobre Embryo, y aun así dejaste que te atrapara en su red. ¿Y todo por qué? ¿Por un Ragna-mail y un título que suena bonito?

– El Maestro Embryo me ha dado mucho más de lo que tú jamás lo hiciste, Alektra. – respondió Salia. – Poder, reconocimiento, y lo más importante, ¡amor! ¡No dejaré que me quites todo eso sólo porque estés celosa de que ya no te quiere a ti!

– ¿En serio crees eso? Porque déjame decirte algo, Salia. Ese bastardo enfermo no ama a nadie excepto a sí mismo. Lo único que hace es atraerte dándote lo que quieres, sólo para desecharte cuando ya ha terminado. ¿O es que no te has dado cuenta de lo obsesionado que está con Ange?

La decisión de Salia titubeó, y Jill tomó ventaja para embestir a Cleopatra con el hombro, logrando separarlas.

– ¡Despierta ya, Salia! ¡No eres otra cosa que su mascota! ¡Yo caí en sus mentiras y él me quitó todo!

No, no podía detenerse ahora. Tenía que acabar con esto para poder ir tras Ange. De lo contrario sería desechada de nuevo.

– ¡Ya no caeré más en tus mentiras! – Lanzándose de frente, Salia sintió que las lágrimas caían por su rostro antes de empezar a agitar su espada contra el escudo de rayos de Jill. – ¡Embryo no fue quien me utilizó! ¡Fuiste tú!

...

Esto se estaba volviendo tedioso. Sin importar cuántas veces Embryo lo golpeara con Hysterica, el pobre y simplón simio se rehusaba a aceptar su lugar. «Tal vez debería educarlo sobre lo inferior que realmente es,» pensó.

– Dime, ¿qué sabes realmente sobre Ange? – El Arquebus rosa desvió su atención, y Embryo tomó ventaja de ello para poner algo de distancia entre ambos y disparar su rifle de rayos. – Una belleza que no puede ser mancillada. La sensualidad de una bestia salvaje. Oh, apenas puedo esperar para domarla. Y lo mejor de todo, es cómo se ve cuando pierde el control. Tu patética mente jamás podría imaginar tal imagen.

El primitivo de nuevo cerró la distancia, y chispas empezaron a volar cuando el sable de energía de Hysterica chocó contra la espada falchion, aunque por alguna razón los ataques de su oponente no habían perdido su foco.

Y de pronto, alguien empezó a reírse, y para su sorpresa Embryo se dio cuenta que venía de su oponente.

– Créeme, sé muy bien cómo se ve Ange cuando pierde el control. Diablos, podría decirte cuantas pecas tiene en el interior de sus muslos.

¿Qué acababa de decir? En ese momento de shock, Embryo falló en darse cuenta que el Arquebus levantaba su rodilla para golpear a Hysterica en el torso.

– ¡Tú eres el que no sabe nada sobre Ange! ¡Ella es violenta y tiene un temperamento muy serio! ¡Pero también le encanta reír y siempre dice lo que está en su mente! ¡Tú no eres más que una patética excusa de hombre!

La espada falchion intentó apuñalar a Hysterica sólo para ser repelida por el escudo de rayos.

– Hay algo diferente contigo. – observó Embryo. – Casi como si... no, no puede ser. ¡Miserable insecto! ¡¿Qué hiciste con ella?!

– Más bien deberías preguntar qué no hice con ella. Cuando la encontré, estaba tan feliz de verme que empezamos a devorarnos uno a la otra. ¡Y no nos detuvimos durante tres días completos!

Eso era imposible. ¿Ange y este animal? ¿Juntos? ¿Cómo pudo traicionarlo de esa manera?

– ¿En serio esperas que te crea una mentira tan obvia? Como si Ange fuese a dejarse mancillar por...

– Mejor que lo creas, imbécil. Ange me aceptó por completo y por su propia voluntad. Pude tocar las partes más cálidas y profundas de ella que tú jamás conocerás. Y ahora ya no tengo miedo. Porque cuando te hayamos vencido... ¡planeo volver con ella y hacerle muchas cosas más!

Embryo finalmente superó su shock, y en su lugar una rabia fogosa se apoderó de él.

– ¿Cómo puedes ser tan asquerosamente obsceno? ¡Violaste a mi esposa! Así que como castigo... ¡te exterminaré con mis propias manos!

Empujándolo con su escudo de rayos, Embryo persiguió a su enemigo, disparando salvajemente mientras los dos se circundaban uno al otro.

«¡Asqueroso simio degenerado! Después de que te mate, voy a purgar a Ange de la mancha que le dejaste por completo,» se juró.

...

Una explosión en los motores de Susano'o le permitieron a Rio finalmente estabilizar su movimiento.

«¿Qué diablos fue eso?» se preguntó. Una luz repentina en la esquina de su ojo captó su atención, y Rio no pudo creer lo que estaba viendo. En el cielo arriba de él, un escudo de energía dorada se había levantado en frente de la unidad de Dark para defenderse del disparo del Buster Rifle de Rio. «No puede ser...»

– Lo estaba guardando para mi golpe final. – admitió Dark. – Pero me forzaste a jugar mi mano antes de tiempo. Ya no tendrás una segunda oportunidad.

– Esa es la Luz de Aura. – dijo Rio. – ¿Cómo diablos la tienes? A menos que... – La realización golpeó a Rio como un tren. – Tú también la oíste. A Aura. Ella habló contigo, ¿verdad?

Dark bajó el escudo y descendió hacia él.

– Lo hizo. Pero a diferencia de ti yo no fui tan débil para dejarme seducir por sus mentiras.

– ¿Mentiras? – gritó Rio. – ¡Ella te estaba ofreciendo una salida! ¡Podrías haberte liberado!

– ¿Y con qué fin? – preguntó Dark. – Nada cambiaría. Aún seguiría siendo su creación, igual que tú. ¿En serio crees que tienes una oportunidad de ganar? Mira a tu alrededor. El Maestro Embryo ha creado todo este mundo, y nosotros nunca hemos sido más que sus peones. Incluso si por alguna razón me matas no significaría nada. Él ha decidido que tú y este mundo son un fracaso y ha declarado su juicio. Pero a diferencia de ti, he aceptado mi destino. Y con las píldoras de Dracunium que el Maestro Embryo confiscó de Lizardia, me aseguraré de que se cumpla su voluntad. – La espada de Dark comenzó a brillar con la Luz de Aura, y una hoja de energía se extendió desde el arma. – ¡Ahora muere!

El Para-mail de cuernos arremetió y la enorme hoja de energía descendió para partir en dos a Susano'o, sólo para detenerse cuando Rio imbuyó su propia Aura en la mano de su unidad para atraparla.

– Cobarde. – susurró. – ¡Maldito cobarde!

Como si la hoja de luz fuese un objeto físico, Rio dobló el brazo de Susano'o y arrojó a Dark a un lado. Dark apenas tuvo tiempo de enderezarse cuando Rio disparó su buster rifle y lo forzó a levantar otro escudo. Cerrando la distancia, Rio se lanzó contra Dark, que detuvo el sable de pulso de Rio con su propia espada.

– ¡Tenías una opción! ¡Pero la dejaste ir! ¡No eres más que una marioneta!

– ¡No espero que un anarquista como tú lo entienda! – gruñó Dark. – ¡El Maestro Embryo me dio un propósito! ¡Al servirlo, mi vida tiene significado! ¡Sin un propósito, no tenemos razón para vivir! ¡¿En serio crees que eres diferente de mí?! ¡Si yo soy la marioneta del Maestro Embryo, entonces tú lo eres de Aura!

Levantando su doble rifle de rayos, Dark se preparó para disparar a quemarropa, cuando Rio extendió su segundo sable y acuchilló el barril del arma.

– ¡No soy marioneta de nadie! – declaró Rio mientras Dark intentaba retroceder y Rio lo perseguía. – ¡Porque yo elegí esto! ¡Yo elegí rebelarme! ¡Yo elegí proteger a quienes sufrían persecución por como nacieron! ¡Ese es mi propósito! ¡¿Y sabes qué otra cosa es mi propósito?!

Arrojando su ahora inútil arma a un lado, Dark cargó una bala y disparó, sólo para que Rio la desviara con el Aura imbuida en su mano, y esta salió volando hasta impactar en uno de los pyrethroides, detonándolo en una bola de fuego que sacó fuera de curso a varios de sus aliados.

– Es Hilda. Y voy a salvar este mundo por ella. – Los sables de pulso una vez más chocaron contra la espada de Dark, mientras su oponente se preparaba para disparar una segunda bala. Sólo para que Rio diera un giro para apartarse, enviando su sable de pulso hacia la cabeza de Dark, apenas fallándola cuando logró cortarle uno de sus cuernos. – ¡Así que voy a ganar! ¡Y después que tú y Embryo ya no estén más, le mostraré una vida donde jamás tendrá que volver a llorar! ¡Y le haré el amor cada noche! ¡Hasta que ambos estemos viejos y canosos! – Bajo el martilleo incesante de ambos sables de pulso, Dark ya no podía encontrar la oportunidad para contraatacar, y se vio forzado a levantar su escudo de Aura para evitar un golpe fatal. – ¡Y en el intermedio, tendremos cien hijos!

...

El arrebato de Rio dejó a Hilda dan conmocionada que la espada de Chris estuvo a nada de cortarle la cabeza a su Glaive.

«¡Ese tonto!» pensó. «¿Es que se le olvidó que podemos oírlo?»

– ¿Está hablando en serio? – se rio Chris, cuya hoja estaba trabada en duelo con la alabarda de Hilda. – ¿Qué tan idiota es ese tipo?

Detrás de Chris, Rosalie disparó otro salvo, sólo para fallar cuando Chris salió disparada hacia arriba, y Hilda se lanzó a perseguirla.

– Uno muy grande. – respondió Hilda mientras las dos intercambiaban fuego. – Pero es MI idiota. ¡Y no lo cambiaría por nada del mundo!

– Supongo que no debería sorprenderme. ¡Sólo un idiota perdería su tiempo con una perra como tú!

– ¡Cómo si tuvieras derecho de hablar! – argumentó Hilda. – ¡La forma en como sigues a ese maldito bastardo como un cachorrito es patética! ¡Me sorprende que no te haya puesto un collar y una correa!

– ¡No te atrevas a hablar así de Embryo! – vociferó Chris, antes de cargar de frente contra Hilda y embestirla hacia el suelo. – ¡Él siempre está allí para mí! ¡Ha hecho mucho más por mí de lo que tú jamás hiciste!

– ¿Y qué es lo que ha hecho? – preguntó Hilda. – Puede que haya salvado tu vida, ¿pero cómo sabes que no lo hizo por su propio beneficio?

– ¡Porque él me lo dice! – espetó Chris. – ¡Él nunca me trata como menos que una amiga! ¡Y jamás es malo conmigo, como tú solías serlo!

El suelo debajo de ellas ya venía acercándose peligrosamente, así que Hilda decidió que era tiempo de hacer lo que mejor sabía hacer. Hora de darle la vuelta a la perra.

– ¿A eso le llamas un amigo? ¡Los amigos son honestos entre sí! ¡Los amigos pelean a veces! ¡Los amigos se hacen enojar unos a otros y luego lo superan! ¡Despierta ya, Chris! ¡Cualquiera que sólo es amable contigo no es un verdadero amigo!

– ¡Cállate! – gritó Chris. – ¡Sólo intentas confundirme, pero no funcionará!

Chris alzó su espada y le dio a Hilda el espacio que necesitaba para hundirle la rodilla en el estómago de su Ragna-mail. En el mismo movimiento, Hilda dio una voltereta hacia atrás y lanzó a Chris con una llave, sólo para enderezarse antes de que se fuera a estrellar. Desde arriba, una ráfaga de fuego de cañones y ametralladoras llovió sobre Chris mientras Rosalie se lanzaba en picada hacia ella. En respuesta, Chris voló bajo y levantó su escudo de rayos mientras la ráfaga diezmaba la ya arruinada ciudad debajo de ellas.

...

Salamandinay hacía descender más y más a Enryugo por el pasaje principal del ahora destruido Pilar del Amanecer. Poco después de lanzarse, Salamandinay había visto a la unidad de Ange ser derribada por una de las guerreras de Embryo. Pero por mucho que deseara acudir en su ayuda, Salamandinay sabía que no podía desviarse de su misión principal. Si Aura no era liberada, ambos mundos morirían. Todo lo que podía hacer era esperar que Ange tuviera la fuerza para salir adelante hasta que Salamandinay pudiera volver.

Una luz de advertencia empezó a destellar en la consola de Enryugo, y Salamandinay chasqueó la lengua al ver otro enjambre de los drones de Embryo se acercaba a ella. Cambiando a modo destructor, sacó al Seiran de Enryugo de su punto de fijación y disparó hacia arriba. El rayo de energía carmesí destruyó docenas de sus perseguidores, pero otros se las arreglaron para moverse en espiral a su alrededor. Los discos la rodearon, pero Salamandinay cambió a sus armas de combate cercano y siguió presionando, usando su espada Tenrai para cortar a los más cercanos mientras con su cañón de rayos en el otro brazo derribaba a los que intentaban ofrecer apoyo a sus congéneres.

– ¡Son realmente irritantes! – le gritó. Otra cuchillada de su Tenrai y finalmente vio el final del tubo cuando Enryugo logró librarse de sus perseguidores y nuevamente disparó el Seiran. El mamparo cayó ante la energía del arma, y Salamandinay se zambulló dentro de la masiva cámara. Y suspendida dentro de una barrera en el centro de la cámara, se encontraba aquella a quien había buscado por tanto tiempo.

– ¡Aura! ¡Por fin te he encontrado!

Ahora tenía que liberarla. Disparó el Seiran una vez más, sólo para que el rayo rebotase sin causar daño en la superficie de la prisión de Aura. Si la energía no funcionaba, quizás un ataque físico lo haría. Enryugo cargó de frente y apuñaló la barrera, sólo para ser repelida por el retroceso del impacto. Ahora los discos la habían alcanzado y comenzaban a entrar en la cámara.

– ¡No dejaré que interfieran! – Salamandinay volvió a lanzarse contra las motosierras voladoras. Sabía que aún tenía una opción, pero mientras tuviera que utilizarla no podía utilizarla. «Ange, ¿dónde estás?» se preguntó. «Se nos agota el tiempo.»

...

– ¡Reporte de estatus! – ordenó el Jefe.

– ¡Las reservas de munición para artillería de proximidad han bajado al 20%! – respondió Ersha.

– ¡Hay demasiados! – gritó Spider. – ¡No podemos seguir así!

– ¡Podemos y lo haremos! – replicó Jasmine. – ¡Rendirnos no es una opción, chico!

– ¡Estabilidad del campo cuántico fallando! – advirtió Emma. Afuera del Aurora, el escudo protector azul comenzaba a parpadear y a desaparecer. El estado debilitado de su enemigo no pasó desapercibido para los pyrethroides, que se lanzaron a hacer ataques suicidas. En conjunto con la artillería de proximidad, Vivian y los otros lograron derribar a la mayoría de ellos cuando una explosión sacudió toda la nave.

– ¡Reporte de daños! – demandó saber el Jefe.

– Impacto en el extremo de babor. – les dijo Pamela. – Los motores 1 y 3 están muertos. ¡Estamos perdiendo altitud! – Y para enfatizas el punto, toda la proa de la nave comenzó a inclinarse hacia el suelo.

– ¡Todo mundo, prepárense para el impacto! – anunció Jasmine. – ¡Intentaré aterrizar en el agua!

Girando el timón, el descenso del Aurora comenzó a moverse hacia babor, hacia el río del lado oeste que se extendía frente a ellos.

...

A bordo del puente del Ramius, el Almirante supervisaba la batalla en curso, la cual parecía inclinarse cada vez más en contra de Embryo. Aunque los Para-mails de la milicia habían sido reabastecidos de combustible y munición, los números de los drones seguían incrementándose. En el medio de considerar sus opciones, una explosión repentina en el cielo captó su atención, y el Almirante miró hacia el Aurora que descendía hacia el suelo.

– ¡Almirante! – gritó el timonel. – ¡El Aurora fue impactado! ¡Va en caída libre!

– ¡¿Hacia dónde se va a estrellar?!

– A unos siete grados y 1.500 metros hacia la proa de estribor. Están tratando de aterrizar en el río.

– ¡Esperen a que aterricen! – anunció el Almirante. – ¡Luego acerquémonos y démosle fuego de cobertura!

...

A pesar de la pérdida de energía, los repulsores lograron ralentizar la caída, lo suficiente para que el Aurora lograra alcanzar el río, aunque el salpicón todavía sacudió toda la nave. En el puente, la energía se fue justo antes que se encendieran las luces rojas de emergencia, y el personal de comando comenzara a levantarse con dificultad.

– ¡Denme un reporte! – gritó el Jefe.

– ¡Se cortó la energía principal! – respondió Pamela. – Daños mayores a los bloques 2,3 y 7.

– ¡También la artillería! – añadió Ersha.

– El Ramius se está moviendo por la popa a babor. – dijo Hikaru. – Están tratando de proveernos fuego de cobertura.

– Vivian. – llamó Olivier. – Tú y los demás necesitan mantener al enemigo lejos de nosotros hasta que podamos volver a hacer despegar la nave.

– ¡Muy bien, pero dense prisa! – les dijo Vivian. – ¡Casi no nos queda munición!

– ¡Mei! – gritó Jasmine por la radio. – ¿Puedes arreglarlo?

– El daño se ve malo, pero no es irreparable. – dijo la joven mecánica. – Denme veinte minutos.

– Hazlo en diez y te daré un descuento de por vida.

– Iré a ayudar a Maggie. – anunció Momoka. – Puedo hacer más para ayudar a los heridos.

Desde su estación, Ersha observó cómo la sirvienta corría hacia la escotilla y bajaba por la escalera de la torre de comando. Su mirada se dirigió hacia la ventana de observación mientras Vivian y el resto luchaban una batalla perdida para ganarles tiempo y que se recuperaran.

Momoka tenía razón. Podía hacer mucho más en otra parte.

...

Con toda su atención concentrada en los ataques de Salia, Jill apenas estaba vagamente consciente del aterrizaje forzoso del Aurora en el río.

«Debo terminar esto rápido,» pensó al darse cuenta. «Pero no puedo matarla. Tengo que mostrarle la verdad.»

– Un Ragna-mail y un título cursi. – dijo Alektra mientras sus espadas volvían a trabarse en duelo. – ¿Realmente eso vale tu orgullo, Salia?

– ¡Nunca lo entenderías! – Los ataques de Salia comenzaron a incrementar su ferocidad y velocidad, y el escudo de rayos de Jill comenzaba a flaquear bajo el asalto. – ¡Toda mi vida nunca he tenido nada! ¡Ni un anillo! ¡O esa canción! ¡Ningún hombre tampoco se ha entregado a mí! ¡Sin importar lo que hiciera, nunca era lo suficientemente buena! ¡No fui elegida por Villkiss, por Rio, ni por ti!

Jill retrocedió intentando obtener algo de espacio para un contraataque, pero Salia presionó su ataque y su unidad comenzó a sacudirse bajo cada impacto.

– ¡Pero el Maestro Embryo sí me eligió! ¡Me eligió por quien soy! ¡Adiós, Alektra! ¡Ahora soy yo la que va a desecharte A TI!

Un último golpe, y el escudo de rayos de hizo trizas, mientras la espada de Salia continuaba su camino y cercenaba la pierna de Jill. Sin embargo, el impulso del ataque hizo que Salia perdiera el balance y le dio a Jill la oportunidad de poner algo de distancia entre los dos.

«Supongo que me merecía eso,» admitió Jill mientras Salia la perseguía. «Pero no puedo perder ahora. Embryo me lo quitó todo. No dejaré que te arrastre a ti también.»

...

Ahora que el rifle de rayos de Dark se había ido, era sólo cuestión de agotarlo. Y mientras mantuviera el escudo de Aura activado, lo estaría desperdiciando. En un esfuerzo por contraatacar, Dark disparó una tercera bala, pero sus defensas limitaban su movilidad, y Rio fácilmente lo esquivó.

«Tres fuera, quedan tres más,» contó Rio. «Y su Aura está empezando a flaquear. Ya casi se queda seco. Hora de terminar con esto.»

Amagando hacia la derecha, Rio levantó los cañones de su escudo para disparar mientras Dark bajaba el escudo de su brazo derecho para contraatacar, y Rio tomó su oportunidad. Apuñaló con su sable de pulso derecho directo hacia la cabina de Dark, cuando un repentino subidón de Aura golpeó a Susano'o haciéndolo retroceder. La máquina de Dark se giró hacia él y Rio vio que, aunque su ataque no fue un golpe fatal, sí logró romperle la cabina. Pero nada podría haberlo preparado para lo que estaba frente a él.

En la cabina de la unidad con cuernos, Dark tenía aspecto de estar al borde de sufrir un ataque cardíaco. El sudor chorreaba por su entrecejo y su respiración era muy agitada. Pero lo que realmente dejó en shock a Rio era el estado en el que estaba el rostro de su oponente. Los rasgos faciales de Dark se habían desfigurado en una forma vagamente reptiliana, y uno de sus ojos se había tornado de gris a amarillo.

– Qué... ¡¿qué diablos es lo que te has hecho?!

Desde dentro de su abrigo, Dark extrajo una botella de píldoras, que vació en su mano y se las tragó. Apenas lo hizo, Dark comenzó a convulsionar y sufrir espasmos. Frente a los ojos de Rio, la piel alrededor del ojo amarillo de Dark comenzó a endurecerse en un parche de escamas negras, mientras que debajo de su cabello blanco, un par de crestas nudosas comenzaban a brotarle del cuero cabelludo. Finalmente, las convulsiones terminaron y Dark se enderezó. Al hacerlo, Rio vio que su otro ojo también se había vuelto amarillo, mientras que la pupila del primero se acababa de convertir en una línea vertical, mientras un parche de escamas negras se había formado en toda la mitad izquierda de su rostro.

– Las píldoras de Dracunium. Te las has estado tragando en sobredosis. – entendió Rio finalmente. Así que eso era lo que iba a suceder. Tenía sentido. Los DRAGONS alguna vez habían sido humanos hasta que Aura alteró su estructura genética.

– Y gracias a su poder, no he perdido nada de mi energía. – sonrió Dark, cuya voz se había vuelto rasposa y siseante. Una vez más, un escudo de Aura apareció alrededor del brazo izquierdo de Dark, mientras una hoja de energía dorada se extendía desde su espada. Con su energía renovada, el Para-mail dañado pero aún operativo salió disparado de frente, y Rio esquivó hacia la izquierda, mientras la hoja de energía venía bajando y casi cortaba en dos a Susano'o.

– ¡Dark, detén esto! – gritó Rio. Disparó sus armas, pero los disparos rebotaron sin causar daños en el escudo de Dark. De nuevo, la hoja de energía brillante hizo un arco sobre el cielo, pero con su longitud era fácil ver por donde vendría el ataque. – ¡¿No ves lo que te están haciendo esas cosas?!

– ¡Irrelevante! – contraatacó su oponente. – ¡Mientras pueda matarte, no me importa lo que me cueste!

«Que sea como quieras entonces,» decidió Rio mientras continuaba eludiendo cada cuchillada. Mientras mantuviera la ofensiva, Dark no podría bajar su escudo, lo que significaba que tampoco podría disparar ninguna de sus balas incendiarias restantes. «No me queda mucha Aura, pero no pienso tirar todo por la borda sólo por poder.»

Después de todo, Hilda lo estaba observando. No podía permitirse verse mal.

...

El martillo hizo click en una recámara vacía, y Mary se dio cuenta para su horror que su pistola estaba vacía.

– ¡Se me acabó! – gritó.

En la distancia, el Razor de la Srta. Vivian se desplazaba rápidamente y maniobraba entre el enjambre, con su boomerang dividido en su forma de dos espadas, y acuchilló y apuñaló a cualquier pyrethroides que se le cruzaba. A poca distancia, el Razor de Kat también se había quedado sin munición, por lo que Kamaitachi le había arrojado una de sus espadas falchion, que empezó a empuñar junto con su hacha. Kamaitachi cogió su rifle de asalto, el único que tenía un cargador completo y empezó a alternar entre disparar a distancia y cortar a cualquiera que se le acercara lo suficiente.

– Me queda un cargador más. – respondió Nonna. – Sólo aguanta.

Su Hauser se alejó del enjambre y los drones rápidamente tomaron ventaja de ello. Uno logró cortarle la pierna derecha mientras otro dañó con su motosierra el cañón y el motor izquierdos, enviándola a precipitarse hacia el agua.

– ¡Nonna! – gritó Mary. Ya había perdido a Marika. No podía perder también a Nonna. Tres pyrethroides se lanzaron en picada hacia el Hauser azul oscuro, y Mary arrojó su alabarda, logrando alejarlas mientras se lanzaba y lograba agarrarla en el último momento.

– ¡Cuidado! – gritó Kat. Mary miró arriba y vio otro grupo de pyrethroides acercándose, pero con Nonna apenas sosteniéndose no habría forma de evadirlos. Al menos, no hasta que una ráfaga de fuego automático los hizo trizas. Desde la cubierta de vuelo del Aurora, un Hauser naranja acababa de despegar, con un cañón rotatorio en las manos.

– ¡Ersha! – Mary oyó gritar a Vivian. En respuesta, el Hauser levantó sus cañones de hombro y disparó una ráfaga de fuego disperso, y el ataque en forma de cono acabó con toda una sección del enjambre.

– Me alegro de haber llegado a tiempo. – dijo Ersha. – Todos, vayan adentro y reabastézcanse si pueden. Yo los cubriré.

...

Desde el borde de la bahía de Lanzamiento del Aurora, Vulture estaba tendido sobre la cubierta, con el rifle anti-armadura frente a él apuntando mientras comenzaba a dispararle a los drones. Con el cañón de rayos frontal dañado tras el aterriaje en el agua, le tocó regresar a lo básico. Acababa de asumir la posición cuando la mujer pelirrosa que había desertado de Embryo había venido corriendo desde el puente y les pidió a las armeras que le trajeran su viejo Hauser. Con una piloto extra allá afuera, los otros ahora tenían la cobertura para aterrizar y reabastecerse. Las dos novatas fueron las primeras en llegar. El Glaive naranja parecía que todavía podía pelear, pero el Hauser azul estaba fuera de comisión. Ahora también venían Kamaitachi y Kat, y el cañón rotatorio que Ersha se había llevado consigo ahora estaba esparciendo plomo ardiente en el cielo mientras Vivian la ayudaba, aprovechando la velocidad y agilidad de su Razor para acabar con cualquiera que intentara colarse por detrás con su boomerang.

– Vivian, tienes tres acercándose por babor. – le gritó. – ¡Alinéalos para mí!

– Entendido. – dijo la joven piloto alegremente. Volviendo a formar una sola arma con su boomerang, Vivian arrojó el proyectil y logró enviar con éxito a los tres pyrethroides fuera de curso. Vulture hizo unos cálculos rápidos, predijo su trayectoria y empezó a concentrarse.

«Tal como dijo el Jefe,» pensó. «Si Rio puede hacerlo, yo también.»

Algo dentro de Vulture encendió una chispa de vida, y fluyó dentro de su rifle mientras disparaba. Desde la boquilla, una bala envuelta con la Luz de Aura salió disparada, e hizo trizas a los tres de una sola vez.

– ¡Excelente trabajo, Vulture! – celebró Kat, mientras ella y Kamaitachi aterrizaban. El flacucho francotirador encendió un cigarrillo y sonrió. Lo que fuera que sucediera en este día, no se arrepentía de nada.

...

Salamandinay maldijo mientras los drones continuaban bombardeándola por todas partes al mismo tiempo, y Enryugo intentaba mantenerlos a raya. Pero por cada oponente que derribaba, dos más tomaban su lugar.

«No puedo seguir con esto,» pensó. «Sólo me quedan diez minutos antes que la fusión dimensional se haya completado.»

En su lapsus de concentración, algo atrapó el brazo de espada de Enryugo y Sala vio que uno de los drones había disparado sus cables con ganchos para sujetarse de ella. Antes que pudiera derribarlo con sus disparos, dos más lograron sujetarla para empezar a hacerla girar, haciéndola perder el equilibrio mientras el resto se acercaba con sus cuchillas giratorias listas, cuando un disparo de energía atravesó el techo de la cámara, forzando a sus oponentes a dispersarse, y un familiar Ragna-mail blanco entraba a través del agujero.

– ¡Ange! – exclamó. Desde el sujetador de su motor derecho, Villkiss tomó su rifle de asalto de reserva y derribó a los drones que se habían sujetado de Enryugo.

– ¿Qué crees que estás haciendo? – preguntó Ange. – Estas cosas son demasiado débiles, ¿cómo puedes dejar que te superen?

Flotando espalda con espalda, las dos unidades dispararon sus armas contra el enjambre que continuaba asaltándolos desde todas las direcciones.

– Si te sientes así, pues con toda confianza siéntete libre de ocuparte de ellos tu misma.

– ¡Hey, espera! – gritó Ange mientras Salamandinay se elevaba. – ¿Qué vas a hacer?

– Voy a utilizar los Fásers de Discoria para liberar a Aura. Mantenlos lejos de mí hasta que esté lista para disparar.

– ¡Aguarda! ¿Y si terminas matándola?

– Aura no querría que su poder siga siendo utilizado para fines tan viles. ¡De cualquier manera, debemos detener esto ahora!

– Muy bien. – Ange finalmente accedió. Con el rifle de asalto en una mano y el Seiran que Salamandinay le había entregado en la otra, Ange tenía cubierto todo lo ancho de la cámara. – ¡Vengan pues, malditos discos voladores! ¡Denme todo lo que tengan!

«Siempre muy atrevida,» sonrió Salamandinay. Ahora que estaba cubierta, Sala comenzó a calibrar los sistemas de poder de Enryugo. Si disparaba al 25%, eso debería ser suficiente para romper la cámara de Aura sin matarla.

Kaze ni toban El Ragna

Sadame to chigiri kawashite

...

Quedaban menos de diez minutos antes que la fusión se completara. Pero antes de eso, Embryo tenía toda la intención de castigar al insolente simio que tenía en frente. El pensamiento de que su querida esposa se hubiese permitido ser denigrada de esa forma...

En cuanto la tormenta espacio-temporal finalmente llegó a las afueras de la ciudad, el sable de energía de Hysterica presionó su ataque y acuchilló el escudo de su oponente, cuando de pronto comenzó a escuchar la voz de una mujer cantando.

Kaze ni yukan El Ragna

Todorokishi tsubasa

– Esa melodía... – La reconoció. Esa asquerosa princesa de los DRAGONS estaba tratando de liberar a Aura. – ¡Dark! ¡Olvídate de esa peste! – le ordenó. – ¡Dirígete a la cámara de Aura ahora!

...

Todo su cuerpo se sentía como si estuviera en llamas. Dark sentía el aliento bombeando en su pecho mientras el poder de las píldoras de Dracunium se quemaban generando la energía en su interior.

«No voy a caer aquí,» se juró. «Aunque estas píldoras me destruyan, serviré a mi propósito.»

Ya podía sentir el poder de Aura que había tratado de seducirlo perdiendo su potencia, y estaba en el medio de restaurar su energía cuando la voz del Maestro Embryo le llamó por la radio de Baretta.

Hoshi ni toban El Ragna

Banri o koete kanata e

Hoshi no yukan El Ragna

Setsuna yuukyuu o

– ¿Qué sucede? – se burló su oponente. – Pensé que querías terminar con esto.

Dark chasqueó la lengua mientras se preparaba para hacer su siguiente movimiento.

– Eso dije. – respondió. – Pero al parecer, siempre me quedo sin elección al respecto.

Bajando su escudo de Aura, Dark disparó su quinta bala y su oponente la evadió tal y como esperaba. En su lugar, golpeó al pyrethroide que había intentado atacarlo por detrás y la explosión resultante hizo que el prototipo perdiera su curso. Con un estallido de sus motores, Dark envió a Baretta volando hacia la base en ruinas del Pilar del Amanecer. Una advertencia de los sensores le alertó de un ataque por detrás, y Dark logró evadir un rayo de energía carmesí que pasó de largo justo donde había estado antes.

– ¡Oh no, no lo harás! – le gritó el disidente. – ¡No dejaré que te les acerques!

El prototipo logró alcanzarlo e intentó acuchillar a Dark. Sus hojas comenzaron a echar chispas una contra la otra mientras volaban hacia el Pilar del Amanecer.

...

Era inútil, nada podía impedir la fusión ahora, excepto por Salamandinay y aquellos que se habían aliado con ella. Indispuesta a seguir sacrificando inútilmente a más de los suyos contra la pared espacio-temporal que iba en avance, la Suma Sacerdotisa Aura Midgardia había ordenado a sus guerreros retirarse. Ahora la tormenta había llegado a las afueras de la ciudad, y su hogar estaba siendo lentamente consumido.

– Sacerdotisa, ¿no deberíamos evacuar más lejos? – preguntó Lamia.

– ¿A dónde? – preguntó la Suma Sacerdotisa. Una mirada de realización se esparció por los rostros de su gente, mientras su destino se alzaba amenazadoramente sobre ellos. Todo el mundo estaba al borde de la destrucción. ¿Acaso importaba dónde se quedaban cuando sucediera?

Aah sen no toki no rinne no tabe

Tsunagi au te to te sagashi motome

– La canción de la Verdadera Estrella. – jadeó.

...

Vulture metió otra bala en la recámara mientras su aliento comenzaba a dificultársele. Usar la Luz de Aura empezaba a pasarle factura, y el enjambre seguía acercándose.

– Fusión dimensional completada al 91%. – anunció Lizardia por el intercomunicador.

– Rhino, ¿qué está sucediendo? – preguntó Vulture por su comunicador en la oreja. Cuando la nave se estrelló, Rhino había ido con algunas de las armeras para tratar de poner de nuevo a funcionar los motores. – ¿Por qué tardas tanto?

– Todo el sistema de enfriamiento está hecho pedazos. – respondió Rhino. – Estamos tratando de hacerle una línea de bypass.

Detrás de Vulture, Cynthia vino corriendo con algunos cartuchos para él. – Aquí tienes. – le dijo jadeando.

– Gracias, niña. – le dijo. Afuera, Ersha y Vivian habían sido acorraladas juntas por los pyrethroides. La aparentemente interminable energía de Vivian ya estaba a punto de agotarse, y pudo escucharla jadeando en busca de aire por su auricular. «Parece que esto es todo,» pensó resignándose.

– ¡Vivian, prepárate para correr! – dijo Ersha de repente. Vulture se dio cuenta demasiado tarde lo que estaba planeando, y el Hauser naranja salió disparado hacia arriba, con sus cañones normales y el rotatorio disparando en todas las direcciones al mismo tiempo. – ¡Aquí estoy! ¡Vengan por mí!

– ¡Ersha, espera! – gritó Vivian intentando seguirla, sólo para ser interrumpida por otro muro de drones.

«Mierda,» maldijo Vulture intentando apuntar. Pero con su Aura agotada, sus balas ya no tendrían la misma fuerza. Ahora el ciclón chirriante de cuchillas giratorias estaba acercándose. Uno de ellos le arrancó la pierna a Ersha y otro le quitó un brazo, antes que un tercero embistiera el torso del Hauser y comenzara a cortarlo.

– ¡Srta. Ersha! – gritó Cynthia mientras una ráfaga de balas de energía de repente llovió sobre el enjambre desde arriba.

...

– ¡Jefe! – gritó Hikaru. – ¡Tenemos múltiples nuevos contactos!

– ¡¿Otro enjambre?!

– No exactamente. – Un chirrido familiar hizo eco por todo el puente, y la tripulación miró en shock cómo un Bergantín púrpura comenzaba a bombardear al enjambre. Libre de su asalto, el Hauser de Ersha se desplomó hacia el suelo, mientras Vivian se elevaba para agarrarlo. Desde el cielo arriba de ellos, una enorme manada de cada tipo y tamaño de DRAGONS comenzó a descender hacia ellos.

– ¿Qué está pasando? – preguntó Emma.

– Las fluctuaciones gravitacionales. – respondió Lizardia. – Han debilitado tanto el espacio-tiempo que múltiples singularidades se están abriendo solas.

– Jefe, estamos recibiendo una transmisión. – anunció Olivier.

– Abre el canal. – En la pantalla delantera, apareció la imagen de una niña pequeña siendo cargada sobre un palanquín.

– Falsos humanos... no... Normas de Arzenal e hijos adoptivos de Aura. Yo soy Aura Midgardia. Mi gente ha venido aquí para ayudarles contra nuestro enemigo mutuo.

– ¡Bueno, ¿qué les parece?! – celebró Spider. – ¡Llegó la caballería!

– Pamela, envía un mensaje a todos los Para-mails restantes. – ordenó el Jefe. – Los DRAGONs no son nuestros enemigos. No los ataquen, y si alguno de ellos todavía puede pelear, apóyenlos.

Por todo el campo de batalla, los pyrethroides una vez más cayeron en el caos debido al inesperado ataque. Bergantines y Galeones abrieron fuego mientras el cielo se iluminaba con cientos de explosiones, y en el suelo, los Grandes Cuernos activaban sus campos gravitacionales que jalaron a los discos hacia la tierra para ser aplastados por el impacto. Algunos de los enjambres trataron de contraatacar, pero la milicia de la Network cubrió a los DRAGONs en sus puntos ciegos, algunos de ellos incluso montándose en los más grandes como si fuesen grandes corceles de guerra.

Entretanto, varios de los Bergantines más grandes descendieron hacia el Aurora y el Ramius. Colocándose debajo de ambas naves, dos Bergantines sujetaron por la popa en estribor y babor antes de desplegar sus alas para elevarlos libres del río. Mientras los dos restantes apoyaron la proa ventral en sus espaldas, en la distancia otros tres Bergantines ayudaban a cargar al Badgiruel hacia la seguridad.

«Bueno, ¿qué les parece?» pensó Jasmine. «Tal vez lo logremos después de todo.»

...

– ¡Rhino! – llamó Kamaitachi por la radio. – ¡Regresa a la cubierta de lanzamiento! ¡Necesitamos tu ayuda pero ya!

Dejando de lado su soldador, el hombretón miró a Mei, que asintió dándole permiso.

– Ve. – le dijo. – ¡Podemos arreglárnoslas aquí!

Corriendo a toda prisa por el pasillo, Rhino pasó al lado de varias Normas que habían sido heridas en el aterrizaje, y ahora estaban siendo atendidas por Maggie, Momoka y cualquier otro voluntario que pudieran encontrar. A su llegara, vio lo que parecían ser los restos aplastados y retorcidos de lo que solía ser un Hauser naranja tendido junto al Razor de Vivian. Y arriba de la cabina, Kamaitachi y el resto intentaban desesperadamente arrancar el capó de la cabina.

– ¡Deprisa! – gritó Kat. – ¡Tenemos que sacarla de allí rápido!

– ¿Qué está pasando? – preguntó Rhino acercándose.

– ¡Rhino! – lloriqueó Cynthia. – ¡La Srta. Ersha está atrapada! ¡Por favor, tienes que salvarla!

¿Ersha? ¿La que había desertado? Montándose sobre el destartalado Hauser, Rhino miró la cabina y asintió.

– ¡Háganme espacio! – les ordenó. Una vez que los demás retrocedieron, Rhino deslizó una mano entre la única brecha lo bastante grande para meter los dedos, mientras con la otra se apoyaba contra el casco.

«Concéntrate,» se dijo a sí mismo. «Concentra tu respiración. Siéntela fluir.»

Algo se encendió dentro de él, y su cuerpo empezó a brillar con una luz dorada, mientras hundía las manos y empezaba a abrir los brazos con fuerza.

...

«¿Qué pasó?» se preguntaba Ersha. «¿Estoy muerta?»

Lo último que recordaba eran los drones empezando a amontonarse alrededor de ella y Vivian. Eran las únicas que quedaban para defender al indefenso Aurora. La misma nave donde estaba Cynthia. Ersha no podía dejar morir a nadie más, así que se arrojó de cabeza hacia el enjambre, con la intención de destruir tantos como pudiera antes de que la despedazaran. Y luego uno de ellos comenzó a atravesar con su motosierra la cabina de su Hauser, y sus dientes rotatorios estaban a solo centímetros de partirla en dos antes que todo se pusiera oscuro.

Una sensación cálida le invadió el rostro y ella alargó la mano hacia arriba, temblando al sentir un dolor punzante en su cabeza donde un trozo de esquirla había quedado a nada de incrustarse en su cerebro. Abrió sus ojos y a través de su mareo, Ersha pudo ver una silueta masiva de pie sobre ella, cuya forma era obscurecida por estar contra la luz que le iluminaba detrás. ¿Un Para-mail tal vez? ¿Qué otra cosa podría ser tan grande?

Como si le respondiera, la figura metió las manos en su cabina, y Ersha sintió un enorme par de brazos sujetándola antes de levantarla, casi acunándola.

«¿Quién eres?» se preguntó. Los brazos que la sujetaban eran enormes y poderosos. Si quisiera, su dueño probablemente podría partirla en dos como una ramita, pero la estaba sujetando con tanta gentileza que no sintió miedo en absoluto.

Sintiendo una superficie plana y dura debajo de ella, el rescatador de Ersha la tendió y algo empezó a brillar sobre ella, emitiendo una luz en su cara. Su visión se aclaró, y quién apareció frente a ella fue nada menos que la chica a quien llamaban Kat, que suspiró de alivio.

– Parece que sus heridas sólo fueron superficiales. Va a estar bien.

Lentamente, Ersha se levantó y vio que estaba de vuelta en la cubierta de lanzamiento del Aurora, rodeada por Vivian y el resto. Lo más increíble, DRAGONs llenaban el cielo, peleando junto a los otros Para-mails mientras empezaban a diezmar al enjambre de drones de Embryo.

– ¡Srta. Ersha! – lloriqueó Cynthia. La niña se le tiró encima a Ersha y empezó a llorar sobre su pecho.

– Ya, ya. – susurró Ersha mientras acariciaba su cabello naranja. – Todo está bien. Ya estamos a salvo.

Mirando alrededor, Ersha se preguntó quién de sus aliados la había sacado de allí. Tuvo que haber sido uno de los de la Network, varios de los cuales estaban ayudando a las armeras a despejar la cubierta de la pila de chatarra que solía ser su Hauser. Pero ninguno de los hombres que vio parecía lo bastante grande para ser el que la había salvado.

«Esos brazos,» recordó. «¿De quién eran?»

...

Mientras observaba a las tres naves siendo elevadas hacia la seguridad en su monitor, Tusk tuvo que resistir el impulso de celebrar mientras él y Embryo continuaban danzando en medio de una tormenta de balas y fuego de láser.

– ¡Ya ríndete de una vez, Embryo! – se jactó. – ¡Ya perdiste, y no hay nada que puedas hacer al respecto!

– Oh, ahí es donde te equivocas. – le corrigió Embryo. – Aún queda una cosa que puedo hacer.

Embryo levantó la mano, y Tusk se preparó para cualquier truco que tuviera bajo la manga.

«Sólo inténtalo,» lo retó justo antes que los ojos de la unidad de Embryo destellaran de verde, y cinco señales de repente desaparecieron de su radar. Junto a la unidad de Embryo, lo que quedaba del Para-mail con cuernos de repente se materializó en el aire. «Parece que Rio te dio toda una pelea,» pensó.

¿Acaso planeaba usar a sus lacayos como escudos o para echárselos encima? Si ese era el caso, ¿dónde estaban? Cuatro señales más aparecieron en su radar y Tusk revisó sus posiciones para prepararse para su ataque, cuando de repente se dio cuenda de dónde estaban.

«No, no puede ser,» pensó. Al revisar en su monitor de babor, el corazón de Tusk se heló de terror al ver que Embryo las había teletransportado directo en el medio de los DRAGONs.

– ¿Maestro Embryo? – gritó Tanya.

– ¿Qué está haciendo? – preguntó Irma.

– Adiós, señoritas. – anunció Embryo. – Nunca olvidaré su sacrificio.

Con un chasquido de sus dedos, los Ragna-mails de repente lanzaron un ataque contra la horda que los rodeaba.

– ¡No! – gritó Tanya de terror. – ¡No... no puedo controlarlo!

Lanzándose de frente, Tanya empaló a un Clase Galeón cercano a través del pecho con su espada. Con su último aliento, el DRAGON bajó su cabeza y logró aplastar el Ragna-mail entre sus mandíbulas.

– ¡Tanya no! – gritó Irma mientras su propia unidad comenzaba a disparar a cualquier objetivo que se acercara, cuando uno de los Grandes Cuernos que estaba abajo en el suelo activó su campo gravitatorio, jalando al Ragna-mail de cromado amarillo y haciéndolo estrellarse contra el suelo con la fuerza suficiente para quedar aplastado como panqueque.

– ¡Bastardo! – gritó Tusk. – ¿Cómo pudiste traicionarlas de ese modo?

– Ambas sirvieron a su propósito. – Embryo se encogió de hombros. – Ahora, si me disculpas, debo ir a buscar a mi esposa. Dark, hazte cargo de esta peste, ¿quieres?

– Por supuesto, maestro. – Desde su espada, el lacayo de Embryo extendió una hoja de energía dorada, y trató de acuchillar al Arquebus de Tusk, forzándolo a retirarse mientras Embryo huía.

– ¡Vuelve aquí! – exigió Tusk intentando perseguirlo, sólo para que el Para-mail con cuernos lo volviera a obstaculizar, hasta que una repentina ráfaga de disparos de energía roja y rayos de plasma verde llovieran desde el cielo. Dark se lanzó de espaldas mientras Tusk miraba a sus siete y confirmó que Susano'o venía a toda velocidad hacia ellos.

– ¡Tusk, tú ve tras Embryo! – le dijo Rio mientras continuaba disparándole. – ¡Déjame a mí a este sujeto!

– ¡De acuerdo, gracias! – Ahora que su camino estaba despejado, Tusk persiguió a Embryo y logtó alcanzarlo justo antes que pudiera lanzarse por el pasadizo. – ¿A dónde crees que vas? – lo retó Tusk, disparando su rifle de asalto y forzando a Embryo a voltear a verlo.

– ¡Te estás convirtiendo en una MOLESTIA! – gritó Embryo.

...

Esto no podía estar sucediendo. Cleopatra ya no estaba bajo el control de Salia, sino que estaba volando por su propia cuenta. Por su visión periférica, sus ojos se ensancharon al ver cómo el hombre por quien se había plegado estaba huyendo.

– ¡No! – suplicó. – ¡Maestro Embryo, por favor no me abandone!

Algo empezó a chirriar, y Salia se congeló cuando miró arriba y vio a un Bergantín sobre ella, con la boca abierta y a punto de vengar a los camaradas a los que ella había matado. Sin ventana ni oportunidad de evadir, el tiempo pareció ralentizarse mientras los masivos dientes se cerraban, cuando algo a empujó fuera del camino. Al recobrar el sentido, Salia chequeó sus sensores, y para su shock vio a Raziya apenas sosteniéndose en el aire con un motor, ya que el otro había sido arrancado por su encuentro cercano con el Bergantín.

– Alektra... – susurró. ¿Por qué hizo eso? Podrían haberla matado.

– ¿Ahora lo entiendes? Esta es la verdadera cara de Embryo. No te vuelvas como yo, Salia. No desperdicies tu vida en alguien como él. – le dijo. Y girándose, Alektra se alejó volando y los ojos de Salia empezaron a fluir de lágrimas.

– ¡Alektra, espera! – le suplicó. Salia trató de perseguirla, cuando una ráfaga de balas cortó el aire frente a ella, y tres Glaives aparecieron para rodearla.

– ¡No te muevas! – le advirtió una voz masculina. – ¡Ríndete ahora o abriremos fuego!

Alektra desapareció en la distancia, y Salia lentamente alzó las manos de Cleopatra. «Volví a perder,» pensó.

...

En la cabina de Theodora, todo el cuerpo de Chris se había quedado frío. Apenas pudo registrar el chirrido de los DRAGONS a su alrededor, o el eco de su rifle de rayos.

– No... – susurró. – Embryo... ayúdame.

Esto tenía que ser una broma, ¿verdad? Embryo sólo estaba jugando. Él no le haría esto, ¿verdad? FinalMENTE, Theodora dejó de disparar y un Clase Galeón se puso frente a ella, con las quijadas abiertas y lista para aplastarla como pulpa. La negación se transformó en terror mientras Chris comenzaba a abrir fuego y lograba volarle la cabeza a la bestia en el último momento.

«¡Me abandonó para que muriera!» pensó. «¡Es igual que antes!»

– ¡SE ACABÓ! – gritó. – ¡YA NO CONFIARÉ MÁS EN NADIE! ¡POR MÍ PUEDEN MORIRSE TODOS!

...

Cuando Chris desapareció, Rosalie y Hilda inicialmente estaban confundidas, hasta que oyeron el grito agonizante detrás de ellas. En medio de la horda, el Ragna-mail de Chris estaba disparando salvajemente en todas las direcciones.

– ¡Muérete! – gritaba. – ¡Y tú! ¡Y tú también! ¡Muéranse todos!

– ¡Chris, ya detente! – suplicó Rosalie. Su rabia y deseo de vengar a Marika se fueron al ver cómo la cordura de Chris se rompía en pedazos, y un centenar de memorias invadieron su mente. Los momentos que pasaron juntas, el amor que habían compartido. Si moría ahora, todo habría desaparecido. Cambiando a modo vuelo, Rosalie hizo rugir sus motores y cargó hacia el fuege. Un disparo perdido le voló su cañón de estribor, pero Rosalie siguió adelante. – ¡Él no lo vale!

– ¡Cállate! ¡Sólo muérete! – chilló Chris, desviando su atención de los DRAGONs y enfocándose en ella, forzando a Rosalie a lanzarse hacia la derecha para evitar recibir un disparo. – ¡Todo es culpa tuya! ¡Me abandonaste, igual que él!

Detrás de Rosalie, Hilda apareció y detuvo la espada de Chris con su alabarda.

– ¡¿Cuántas veces tenemos que decirte que eso no fue lo que pasó?!

– ¡Intentamos volver por ti, pero creímos que estabas muerta! – argumentó Rosalie.

– ¡Ustedes dos siempre se unían para burlarse de mí! – dijo Chris medio sollozando. Con un empujón, hizo retroceder a Hilda antes de cargar contra Rosalie y romperle la alabarda por la mitad mientras pasaba. – A veces... ¡me sentía tan mal que quería suicidarme! ¡¿Por qué ustedes dos nunca se dieron cuenta?!

Chris levantó su espada y se preparó para asestarle el golpe fatal a Rosalie, cuando Hilda la agarró de repente por detrás.

– ¡Ya fue suficiente! ¡Ya te entendimos, pequeña mocosa mórbida, así que cálmate! – exclamó Hilda, alargando la mano para arrancarle el capó a la cabina de Chris.

– ¡Ella tiene razón! – Rosalie estuvo de acuerdo. – ¡Tienes que decirnos cómo te sientes, o sino simplemente vamos a asumir que todo está bien!

Rosalie se lanzó para agarrarla, pero Chris le estampó el codo al Glaive de Hilda en el torso y logró liberarse. Chris levantó su rifle contra Rosalie y se preparó para dispararle cuando un Goleta de repente se le lanzó encima desde arriba, y la fuerza del impacto hizo que Chris cayera de la cabina, mientras otros dos Goletas se lanzaban tras ella en picada.

– ¡Chris! – gritó Rosalie mientras abría su propia cabina. Con la adrenalina impulsándola, Rosalie saltó fuera de su Glaive, enviando la unidad ahora vacía en el camino de los Goletas, y obligándolos a desviarse mientras su trayectoria la llevaba directo hacia Chris, a quien rodeó con sus brazos. – ¡Ya te tengo!

– ¿Qué estás haciendo? – exigió Chris mientras las dos iban precipitándose de cabeza hacia el suelo. – ¡Ahora ambas vamos a morir!

– ¡No me importa! – Antes que Chris pudiera continuar, Rosalie la agarró y la besó. – ¡Te amo, Chris! ¡Y prefiero morir antes que vivir sin ti!

– ¿Entonces por qué? – preguntó Chris. – ¿Por qué me abandonaste?

– ¡No lo hice! ¡Te lo juro, creímos que estabas muerta! ¡No tienes ni idea de lo mucho que me dolió eso! Chris, por favor. Nadie se preocupa tanto por ti como yo. ¡Sé todo sobre ti! Tu manga favorito. Tu talla de sostén. Incluso dónde guardas tus golosinas. ¡Te necesito, Chris! ¡Así que por favor, no me dejes de nuevo!

– Ros...alie. – susurró Chris antes de echar sus propios brazos alrededor de ella. – ¡No lo haré! ¡Te lo juro que no lo haré!

Rosalie sonrió y se preparó para el final, cuando algo se acercó a ellas. Su inercia fue disminuyendo seguida de un choque por un lado, haciendo que aterrizaran revolcándose en el suelo. Justo antes del impacto, Hilda se había lanzado para atraparlas justo a tiempo.

– Lo siento. – Rosalie empezó a llorar en el pecho de Chris. – Lo siento tanto.

– Como sea. – suspiró Chris. – Aún no te voy a perdonar hasta que me compres algunas boinas nuevas.

– Te compraré mil de ellas. – le prometió.

– ¿Y cuándo nos bañemos no vas a utilizar toda el agua caliente?

– Nunca.

– ¿Y cuándo juguemos no vas a hacer trampa?

– Te lo juro.

– Pero Rosalie... esa chica a la que maté. – Chris empezó a moquear. – Aún está muerta, y no hay nada que pueda hacer para traerla de vuelta.

– Entonces dividiremos el costo de una tumba para Marika. Para que su memoria siga viva. – le dijo Rosalie. A través de sus lágrimas, Chris logró sonreír mientras se sentaba.

– Oh Rosalie, me siento como una tonta. Hace apenas un minuto estábamos intentando matarnos una a la otra, ¿qué estamos haciendo ahora?

– Bueno, duh. Nos estamos reconciliando, ¿qué otra cosa? – dijo otra voz. Arriba de ellas, Hilda había salido de su cabina.

– ¡Diablos, Hilda! – gritó Rosalie. – ¡Se suponía que esa fuera MI línea! ¡Me robaste mi momento!

Un repentino sollozo volvió a desviar la atención de Rosalie, que se giró para ver a Chris derrumbarse por completo, y ella misma también perdió su propia compostura antes de arrojarse a sus brazos.

...

Desde donde estaba parada, Hilda sonrió al ver a Rosalie y Chris llorando en los brazos de la otra. Dudaba que las cosas fuesen fáciles para Chris considerando todo lo que había ocurrido, pero al menos era mejor que tener que morir cualquiera de ellas.

Arriba, los DRAGONS continuaban aniquilando los drones de Embryo que quedaban, mientras el Aurora y las dos naves de la Network eran elevadas hacia la seguridad. Los tres Goletas que habían atacado a Chris habían agarrado su Ragna-mail, mientras en la distancia, Rio seguía peleando contra Dark. Y juzgando por la cantidad de daño que había sufrido el Para-mail de cuernos, ella sabía que él volvería pronto.

«Ahora todo depende de ti, Ange,» pensó. El papel de ellos ya había terminado. Ahora Ange tenía que terminarlo.

...

Aa Sen no toki no rinne no tabi

Tsunagi au te to te sagashi motome

El rifle de asalto de Ange hizo click en una recámara vacía, por lo que se lo arrojó a un dron que se acercaba. Extendiendo su bayoneta, comenzó a alternar entre acuchillar a los que se ponían a tiro, y dispararles a los que mantenían su distancia.

– ¡Sala, date prisa!

Kokoro kawashi ibuku kaze yo

Aratana sekai o tobe

Al fin, la canción llegó a su clímax, y unos vórtices gemelos de energía espacio-temporal brotaron de los hombros de Enryugo. El ataque impactó la barrera de la prisión de Aura, y todo el mundo desapareció en un destello cegador.

...

Desde las ruinas en el Pilar del Amanecer, una columna de luz salió disparada hacia el suelo. Más brillante que el sol, al grado que el Jefe y el resto de la tripulación del puente del Aurora tuvieron que cubrirse los ojos para no quedar ciegos.

– Jefe, tenemos un nuevo contacto. – anunció Spider. – ¡Y es enorme!

Desde el interior de la columna de luz, una enorme sombra empezó de repente a tomar forma. Finalmente la luz se apagó, y en su lugar flotaba un DRAGON más grande que ninguno de los que ellos jamás habían visto. Su cuerpo prístino brillaba con una luz dorada mientras su cuello sinuoso se alzaba para desatar un rugido que parecía hacer vibrar toda la existencia. A lo largo y ancho de todo el campo de batalla, tanto humanos como DRAGONs se quedaron inmóviles ante la increíble vista.

– ¿Ese es...? – se preguntó Emma.

– Ese sí que es un DRAGON. – susurró Jasmine mientras alguien la llamaba.

– ¡Aurora, habla Tusk! ¡Puedo confirmar el contacto con Ange y Salamandinay!

...

Como si todo el mundo a su alrededor hubiese cambiado, Ange y Sala se encontraron de vuelta afuera. En el cielo arriba de ellos, los DRAGONs se amontonaban alrededor de Aura, bañándose en la luz que irradiaba ella.

– ¡Ange! – dijo una voz familiar. Miró arriba y vio a Tusk que venía volando hacia ellos, junto con Rio, Naga y Kaname detrás de él.

– ¿Están bien ustedes dos? – preguntó Rio.

– ¡Lady Salamandinay! – celebró Naga. – ¡Lo lograron!

– Por fin se terminó. – suspiró Kaname.

– No del todo. – corrigió Ange. – Tusk, ¿qué sucedió con Embryo?

...

Mientras descendía por el pasadizo del Pilar del Amanecer arriba del modo vuelo de Hysterica, Embryo suspiró con fastidio. Cuando Aura se había liberado, él finalmente había encontrado la abertura para dejar a ese primitivo atrás. Pensar que una banda de rechazados y disidentes pudiera causarle tantos problemas.

– Ya perdiste, Embryo. ¿Qué harás ahora? – dijo alguien. Desde arriba, quién venía descendiendo sino Alektra, y en el Ragna-mail que él le había dado a Ersha.

– ¿Qué no es obvio? – le preguntó. – Ya he perdido interés en este mundo, así que voy a abandonarlo.

Levantándose su visor, Alektra le sonrió.

– Llévame contigo. – le ofreció. – Quiero ir a donde sea que vayas.

– ¿Es así? – Al llegar a la ahora vacía cámara de Aura, los dos desembarcaron de sus Ragna-mails y se acercaron uno a la otra. – ¿Y por qué querrías hacer eso?

– Porque te amo. – le respondió ella. – El tiempo que pasé contigo fue la única felicidad real que jamás conocí. Ya no queda nada para mí en este lugar, así que vamos a donde podamos estar juntos para siempre.

– Me temo que eso es imposible. – le dijo Embryo. – Nuestra historia se terminó.

– No tiene que ser así. Ange nunca te apreciará, no como yo lo haré. – dijo ella. Embryo simplemente se rio.

– Me temo que no lo entiendes. Yo nunca te amé. Simplemente sentí lástima por ti. Verte sufrir por amor no correspondido hacia un hombre que nunca podrías tener. Eras tan patética que simplemente decidí complacer tus fantasías.

La mirada de shock en el rostro de Alektra no tuvo precio. Incluso más cuando se contorsionó en rabia.

– Entonces así estamos. – siseó ella mientras levantaba su puño artificial. – ¿Me lo arrebataste todo sólo por eso?

– ¿Estás enojada, Alektra? Bueno, si golpearme con ese brazo de metal oxidado tuyo te hace sentir mejor, adelante, hazlo con toda confianza.

La furia de Alektra se tornó en una sonrisa, y Embryo se dio cuenta demasiado tarde de la trampa.

– Como desees. – Al mover su muñeca, un destello verde salió disparado, y algo golpeó a Embryo en el pecho, congelándole todo el cuerpo.

...

Realineando su muñeca, Jill observó con gran satisfacción cómo la bala congeladora implantada en su prótesis encasillaba a Embryo en un gran bloque de hielo. Ese era el problema de ser inmortal, que te volvía descuidado.

«Disfruta de tu prisión,» pensó. «Podrás pasar toda la eternidad pensando en los peligros de la arrogancia.»

Mientras su sombra permaneciera congelada no podría revivirse a sí mismo. Y eso significaba que no podría interferir más con su mundo.

– Jill al Aurora. – llamó por su comunicador. – Ya tengo asegurado a Embryo. Envíen a alguien para ayudarme a transportarlo.

– Interesante. Ciertamente no me esperaba eso.

Esa voz. No podía ser. Jill se giró justo cuando un rayo de luz ardiente la atravesó por el abdomen. Cayendo de rodillas, Jill se agarró el agujero sangrante en su torso mientras el Hysterica se alzaba frente a ella.

– Pero me temo que fue un esfuerzo desperdiciado. – habló la máquina.

– Tú... – susurró con agonía – ... esa máquina... no puede...

Desde la corona en la frente de Hysterica, un segundo rayo láser perforó el cuerpo congelado de Embryo, que se partió en docenas de fragmentos mientras el aire sobre el hombro de Hysterica empezaba a brillar y Embryo reaparecía.

– Adiós, Alektra. – dijo mientras su máquina se elevaba en el aire. – Me temo que no tengo uso para una ex-amante.

Hubo otro resplandor en el aire, y el Hysterica desapareció mientras Jill finalmente sucumbía a su herida y colapsaba en el suelo.

– Em...bryo... – susurró justo antes que la oscuridad se apoderase de ella.

...

Cuando la luz brotó desde el Pilar del Amanecer, Rio había perdido de vista a Dark, que junto con Embryo habían tomado la oportunidad de escapar. Pero en ese momento tenían cosas más importantes de que preocuparse. El cielo seguía oscuro, y la tormenta espacio-temporal continuaba avanzando.

– Uh, chicos. Tenemos un problema. – señaló.

– Atención a todo Libertus. – comenzó a transmitir Lizardia de pronto. – La fusión dimensional ya ha llegado al 95%.

– No lo entiendo. – dijo Ange. – Aura ya está libre, ¿por qué no se está deteniendo?

– El poder de Aura era simplemente el detonador. – explicó una voz. – En este punto, el proceso ya ha ganado demasiado impulso para detenerse.

– ¡Ange, cuidado! – le advirtió Tusk.

Sacando su pistola, Ange disparó detrás de ella, donde Embryo había aparecido de repente. Su enemigo desapareció, sólo para rematerializarse al otro lado, mientras Rio y los demás se apresuraban a ir hacia ellos. Pero antes que pudieran alcanzarlos, Embryo le puso la mano en el hombro, y Villkiss de repente comenzó a inclinarse hacia abajo. Cambiando a Susano'o de vuelta a modo destructor, Rio atrapó a Villkiss con Susano'o, pero todo lo que encontró en la cabina fue el traje de piloto de Ange y su anillo.

– Se ha ido. – les dijo a todos.

Esta historia continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro