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Lo más difícil para una madre

Protagonistas: Dziva y Yemayá

Ubicación: antes de last Ragnarok

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¿Cuál es el momento más difícil para una madre?

Bueno hay muchos en particular pero uno de los más difíciles es...

...

...

...

Conocer a la pareja de tú hijo.

Si. Ese momento es para algunas madres el momento más delicado o incómodo dependiendo del caso. Pero siempre es difícil y ningún padre por más que lo diga está preparado para eso.

En el caso de una madre llamada Dziva y su hija Yemayá fue un momento como decirlo...

Mejor véanlo ustedes mismos...

En una pequeña casa cerca del mar se encontraba preparando la diosa del mar Yemayá para iniciar su día tranquilamente, hoy estaba libre de sus deberes...

- Umai-

De repente escuchó una voz masculina que conocía muy bien, la voz seguía diciendo lo mismo, poniéndose su bata bajo de su habitación para ver quién estaba afuera de su casa.

- Umai-

Cuando vio en la entrada se encontraba sentado un dios comiendo que conocía muy bien.

- ¡Umai!- se volteó a verla.

- ¿Aganju?-

Este chico de aspecto maduro pero joven se llama Aganju dios de los volcanes, los ríos, los desiertos y las tierras salvajes.

Su aspecto es de un hombre joven en sus veinticinco años sus ojos eran rojos como el fuego, con piel oscura, con una cicatriz en una ceja, su cabello es de color negro con las mechas rojas, un poco largo pero no tanto, liso pero salvaje.

Con bastantes músculos bien desarrollados por el arduo entrenamiento que hacía, sus brazos estaban muy bien trabajados y cubiertos de cicatrices por los combates que ha tenido a lo largo de su vida, su atuendo era una camiseta negra sin mangas, un pantalón camuflado y botas militares, con guantes de combate.

(Para que tengan más o menos la idea)


Él a diferencia de yemayá no fue un niño adoptado, de hecho era mayor que ella, era un dios completo, una fuerza salvaje de la naturaleza con un gran instinto de supervivencia, no vivía entre los dioses de Shona ya que su deber era vigilar las fronteras a jurisdicción del panteón. Un forastero por así decirlo.

- ¡Buenos días yemayá, que bella te vez hoy!- dijo con una gran sonrisa.

Aganju era un sol, su actitud contrastaba mucho de su aspecto físico y eso era algo que la diosa del mar amaba de él.

- Buenos días Aganju muchas gracias- dijo con una sonrisa y un pequeño sonrojo.

- ¡Genial!- se levantó para mostrar que era alto un poco más que su hermano Ogun y Mwari.

> ¡Casémonos!

A Yemayá le salió una gota de sudor, una costumbre de Aganju desde que empezaron su relación era que cada vez que la veía le pedía matrimonio.

No es que la diosa no quiera casarse con él pero su madre y su amiga le dijeron que debía asegurarse de que era el indicado.

- Ya te dije que debemos seguir en la fase de novios antes de eso- le dijo con una sonrisa incómoda.

Aunque por dentro.

> "Es tan lindo, ¿Cuánto más tengo que esperar para casarme?"

El dios asintió sin perder la sonrisa que lo caracteriza.

- Lo sé, pero no dejaré de decirlo, voy a seguir intentando hasta que te conviertas en mi esposa- dijo de forma firmé.

La diosa le dió un besito en los labios, eran sin duda una linda pareja.

- Pasa y espérame en la sala, tengo que vestirme- le dijo para que entrará.

Un rato después en la sala de la casa Yemayá bajo ya preparada con su bello vestido azul, sus sandalias de tacón y accesorios marinos.

(Para que tengan más o menos la idea)

El dios sentado en el sofá solo la miraba con un leve sonrojo.

- ¿Estás bien?- le preguntó la diosa.

- Es que te ves muy hermosa- contestó con una pequeña sonrisa.

- Gracias y dime, ¿cómo te ha ido?, ¿Oyá sabe que estás aquí?-

- Me ha ido bien y le dije a Oyá que me iba a adelantar, debe venir pronto, espero que tus hermanos no le hagan pasar un mal rato- dijo el dios de forma tranquila.

- ¿Mal rato?, mal rato les hiciste pasar tú el día que viniste aquí por primera vez- dijo con una sonrisa sarcástica.

Oh si ese día, fue digamos intenso y muy alocado...

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Retrocedamos unos miles de años.

Yemayá estaba bajando las escaleras con su pijama para desayunar y prepararse para iniciar su día.

Pero antes se acercó al sofá donde había una sábana con un bulto.

En donde debajo de este se encontraba otro ser que ella conocía muy bien...

- Vamos Oyá, despierta-

El bulto se movió con unos gemidos en la sábana, de está salió bostezando una chica un poco mayor que Yemayá.

Ella es Oyá diosa del viento y las tormentas.

Aunque también es la diosa de la muerte y los cementerios.

Su aspecto era de una chica de veinte años, de piel oscura, con tatuajes en las manos, con el cabello corto de rastas hasta su cuello que estaba rapado de un lado de color gris como una nube de tormenta, ojos amarillo eléctrico y en uno de sus ojos tenía una marca amarilla en forma de relámpago.

Su atuendo era como si fuera una pirata tenía una blusa corta, pantalones cómodos, usaba botas punk (aunque estaba descalza en ese momento), sus accesorios eran varios brazaletes, un collar y piercings en la oreja izquierda.

(Para que tengan más o menos la idea)

- Hey... ten más delicadeza conmigo anoche bebí demasiado...- dijo Oyá perezosamente frotándose un ojo.

- Te dije que no te desvelaras y te fueras temprano- Le dijo Yemayá.

- Ya te pareces a tú madre- dijo la diosa de la tormenta con una pequeña risa.

- Solo me preocupo por tí...-

Oyá es una diosa con bastante edad pero su aspecto y actitud no decían eso, era de naturaleza libre y despreocupada, Yemayá la conoció por parte de Olokun que necesitaba que trabajará con ella.

Si bien ambas empezaron un poco lento por la actitud rebelde y libre de Oyá, ambas se hicieron mejores amigas aunque la diosa de la tormenta era bastante alocada.

Se podría decir que era la Anansi de Yemayá.

Sin embargo era una diosa poderosa y podía contar con ella para que le cubriera las espaldas de ser necesario, era una muy buena amiga aunque no lo parezca.

Más tarde la diosa del mar se cambió poniéndose un vestido corto que era bastante actual con unos botines blancos.

(Para que tengan más o menos la idea)

Algo que caracterizaba a Yemayá era que siempre se vestía a la moda.

Preparó el desayuno para ambas, se volvió una costumbre que dejará que la diosa de la tormenta se quedará en su casa después de sus noches de fiesta.

- Está delicioso, ya te había dicho lo mucho que te adoro?- dijo Oyá bromeando.

- Ya perdí la cuenta...- dijo Yemayá con una sonrisa.

Si bien Oyá no fue criada por Dziva ella la trataba como una más de sus hijos eso no le molestaba, aunque los hermanos de Yemayá la criticaban por su estilo de vida y que era una mala influencia pero eso a Oyá le daba igual.

- ¿Hoy le vas a decir?- preguntó la diosa de la tormenta.

Yemayá asintió.

- Si...ya no puedo mantenerlo en secreto, ya llevo seis meses desde que empecé mí noviazgo con él...-

- Sin mencionar los años que lo llevas conociendo desde que empezaste a trabajar cuidando los mares- comentó Oyá.

- Estoy muy nerviosa, mí mamá y mis hermanos a veces son muy... sobreprotectores cuando se trata de forasteros, aún no se acostumbran a tí- explicó Yemayá.

- Relájate, todo salió bien conmigo, ¿Qué te hace pensar que no será igual con el tonto gorila?-

- Que cada vez que me menciona o me ve dice que va a ser "mí esposo o me pide matrimonio", menos mal que tú y Oshún lo orientaron aunque sigue diciéndolo- Oyá se rió por eso.

- Tú querías un gorila como tú madre y eso es lo que tienes-

Yemayá suspiró pero la verdad es que sí ella quería estar con él no es que no quiera casarse pero aún le falta madurar para poder dar ese gran paso que era el matrimonio.

- Aganju es tan dulce...- dijo con una mirada soñadora.

> También es tan firme, justo, noble, guapo e increíble hay como lo amo.

- Sin mencionar que es uno de los guerreros más fuertes del panteón vi como una vez le plantó cara al dios cocodrilo de Egipto y terminó en empate, sin duda tienes un gran paquete en tus manos- dijo Oyá que lo conocía desde hace mucho tiempo.

Ambas amigas siguieron disfrutando su desayuno para luego salir al pueblo a comprar unas cosas.

Cuando llegaron al pueblo vieron que todos estaban muy alterados, eso les llamó la atención.

- ¿Serán los de Egipto?- comentó Oyá.

- No creó, si no habrías recibido un mensaje de las fronteras- dijo Yemayá.

- Cierto. Vamos por el chisme- dijo su amiga con una media sonrisa.

Yemayá asintió irían a ver a alguien que siempre les decia todos los acontecimientos...

...

En el hospital del panteón.

Se encontraron con el encargado en ausencia de Dziva.

- Hola hermanito-

El dios Babalú-Ayé.

- Hola...Chicas- saludó con su típica voz lúgubre.

- Veo que has estado ocupado rarito- dijo Oyá viendo a varios guardias noqueados

- Si...según dijeron alguien les hizo un suplex- explicó el dios médico.

Entonces recordando se acercó a ellas mostrando un poco su ojo esmeralda y les dijo.

> Ya atraparon al intruso... y lo tienen ante el Rey Mwari, mamá está con él...aunque la verdad no sé resistió a la captura...

- Y no dijo su motivó?- preguntó la diosa del mar.

- Dijo... que buscaba tú casa Yemayá... y todos enloquecieron...-

Yemayá trago saliva no podía ser él, ¿Verdad?

- Oyá, ¿no creerás tú que...?-

- Conociéndolo, está tan loco por tí que sí creo que lo hizo- contestó la diosa de la tormenta riéndose.

La diosa del mar entró en pánico de todos los escenarios que había imaginado tenía que ser el peor.

- ¡Tengo que ir al palacio rápido!-

- Yo te llevo, Babalú trae palomitas esto será divertido!- dijo la diosa de la tormenta con una sonrisa tranquila.

- ¿Es el famoso novio de yemayá... del que me hablaste...?- preguntó Babalú trayendo una bolsa de palomitas.

- ¡Oyá!- Yemayá regañó a su amiga por su falta de discreción.

- ¿Qué?, él sabe guardar secretos, además no dijo nada desde que le conté hace meses- contestó Oyá y Babalú levantó el pulgar.

Yemayá suspiró resignada.

- Está bien, ¡solo llévame ahora!-

La diosa del mar se acercó a su amiga que usó su magia para teletransportarlos a los tres con un rayo.

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En una chispa de luz llegaron los tres, la diosa del mar corrió rápidamente a la entrada pidiéndoles que la dejarán entrar.

Y ahí en la sala del trono estaba Mwari, su madre y su hermano Ogun.

Junto con un montón de guardias apuntando con lanzas al intruso Aganju atado y sentado.

Del cual, ninguno de ellos sabía que era su novio.

- ¿Yemayá-chan, qué haces aquí?- preguntó Dziva sorprendida.

- Bueno Emm,yo... esté yo...-

- ¡Yemayá, te estaba buscando por todas partes!- dijo Aganju alegre y muy desconectado de la situación.

- Yemayá lo conoces?- preguntó Ogun.

Oyá y Babalú se sentaron en un sofá con palomitas para disfrutar del espectáculo.

- Uf esto se pondrá bueno- dijo la diosa de la tormenta.

Yemayá estaba muy nerviosa nunca se imaginó que esto pasaría todos la estaban mirando muy expectantes.

- Que te sucede Yemayá?- preguntó Mwari.

Ella suspiró tarde o temprano tendría que enterarse.

- Bueno mamá... yo sí lo conozco él es Aganju- ella empezó.

> Y el es mi...

- Soy su futuro esposo-

Yemayá se puso pálida y Aganju como si nada con su sonrisa.

Dziva estaba con los ojos abiertos, Mwari, su hermano y los guardias estaban con los ojos abiertos y la boca abierta hasta el piso.

Los dioses en el sofá estaban viendo entretenidos la situación.

- Tal... como dijiste Oyá- dijo Babalú tranquilo comiendo palomitas.

- Así es- dijo Oyá con una sonrisa traviesa.

En ese momento a saber de dónde, apareció Anansi con unas bebidas sentándose junto a los dos dioses.

- ¿De que me perdí?- preguntó la diosa del engaño tomando palomitas.

- Bueno la melosa acaba de conocer a su yerno y el escándalo está por empezar...- La diosa de la tormenta empezó a hacer la cuenta regresiva.

> En tres...dos...uno...

- !¿Eeeeeeeeehhhhhhhhhh?!-

- ¡¿Como que esposo Yemayá!?, ¡Aún estás muy joven para irte de mis brazos!- Dijo Dziva sacudiéndola con lágrimas cómicas.

- No no no...bueno si, somos novios pero no hemos llegado a lo más complejo...- dijo Yemayá mareada.

> Puedo explicarlo todo...

- ¿Eh?, pero si ya dormimos juntos Yemayá- dijo Aganju confundido.

- ¡¿Acaso ustedes...?!- Dziva empezó a pensar en lo peor.

- ¡NO!, nosotros no hemos hecho "eso"...- Ahora la diosa del mar con la cara roja estaba alterada.

- Pero si tú me dejaste ver...-

- ¡AGANJU DETENTE, TE VAN A MATAR SI SIGUES HABLANDO!- grito Yemayá.

- ¡¿Tocaste a mí hermana cerdo?!- Ogun estaba preparado para matarlo.

- ¡NO HICIMOS NADA!-

En el sofá los otros tres seguían viendo el escándalo.

- ¿Cuánto tiempo...seguirán?- preguntó Babalú.

- Yo diria que unos cinco minutos más- respondió Oyá bebiendo.

Ahora veían como la diosa del mar estaba deteniendo a todos con sus poderes creando látigos de agua para evitar que le hicieran daño a su pareja.

- Por eso me caen tan bien ustedes dos- dijo Anansi riéndose.

Unos largos minutos después, Yemayá logró calmar a todos y les pidió que se fueran para dejarla a solas con su novio y su madre a pesar de las protestas de Mwari y su hermano Ogun.

Menos Oyá, Babalú y Anansi que seguían sentados viendo todo, ya que nadie se dió cuenta de la presencia de los tres.

Y ahora estaba sola con su madre, Aganju estaba apartado a un lado junto a los otros tres dioses en caso de que alguien hiciera una locura.

La diosa del mar tomando aire empezó a explicarle a su madre.

- Ok mamá, si tengo novio él es Aganju- Dijo Yemayá.

- Mucho gusto suegra- dijo el dios del volcán alegremente.

Dziva se estremeció un poco por ser llamada así.

- Lo conocí hace años cuando empecé a trabajar fuera de Shona...- La diosa con un sonrojo siguió explicando.

> Bueno al principio no le presté mucha atención, pero empezamos a hablar y convivir una cosa llevó a la otra, me di cuenta de que era increíble nos empezamos a juntar y hacer cosas, de repente lo besé él me dijo que yo era hermosa, yo le dije que era guapo, nos hicimos novios y ya llevamos seis meses.

- Es una buena explicación...- dijo Babalú.

- Si y no te olvides de la parte donde él te vio desnuda por accidente!- dijo Oyá con una sonrisa traviesa.

- Eeehhh!?- Dziva se alteró de nuevo.

- ¡Oyá!- Yemayá regañó a su amiga- no no no pasó nada Aganju se disculpó luego...

> Te lo iba a decir tranquilamente, pero alguien no me hizo caso y provocó un alboroto!

Aganju con un sonrojo se llevó una mano a la nuca.

- Lo siento amor es que me emocioné porque finalmente me los ibas a presentar y lamento mucho lo de los guardias quería preguntarles donde vivías pero me atacaron y me defendí-

- Mmmm es una buena razón, ellos aún me atacan cuando vengo- dijo Anansi.

- Porque tú no eres bienvenida Anansi!- dijo Dziva.

- Tú hermana no tenía problemas-

Yemayá suspiró para concluir.

- Mamá yo se que te tomó por sorpresa y tienes tus dudas...- la diosa del mar miro de frente a su madre.

> Pero en algún punto tengo que crecer y experimentar cosas nuevas, Aganju es un buen novio aunque a veces hace cosas raras y alocadas, no es tan civilizado pero él me quiere mucho y me ha cuidado muy bien de los peligros.

- Vaya heredó el gusto de la melosa por los gorilas- comentó Anansi.

- Si, oiga Aganju es uno de los dioses más fuertes del panteón debería haber visto cómo expulsó una vez a los de Egipto!- secundo Oyá.

- ¿¿Tienen que seguir aquí??- preguntó Yemayá muy incómoda.

- Te estoy ayudando a que tú madre lo acepte y Babalú te está dando apoyo moral- dijo su amiga y Babalú hizo una seña de rock.

Yemayá suspiró para decir muy determinada.

- El punto es que yo lo amó, si me gustaría tener un futuro con él pero aún no estoy lista para casarme pero si quiero tenerlo en mí vida y espero que lo entiendas...-

Hubo un largo silencio, Dziva estaba muy pensativa, de cierta manera le recordó cuando le contó a su hermana mayor Dzivaguru sobre Mwari aunque eso fue demasiado desastroso.

Entonces la diosa abrazó a su hija con unas pequeñas lágrimas.

- ¿En qué momento creciste tanto Yemayá-chan?-

> Sabía que esto iba a pasar pero no sabía si estaría lista...

- Entonces si lo aceptas?- preguntó Yemayá.

- Si, pero con respecto a los demás bueno él no dio una buena primera impresión así que pueden salir pero sus citas tendrán que ser aquí cerca por un tiempo para que se acostumbren a su presencia- explicó Dziva.

Para decirle seriamente.

> Eso sí nada de matrimonio ni noches de pasión por el momento aún estás muy joven.

Yemayá asintió muy feliz y le dió un abrazo a su madre que correspondió con una sonrisa.

Aganju se acercó y se inclinó de rodillas respetuosamente.

- Muchas gracias señora suegra le prometo que siempre cuídare a su hija en las buenas y en las malas- dijo serio y muy determinado.

- Por favor no hagas eso, no me gusta que se inclinen, te harás daño en las rodillas- dijo la diosa preocupada.

Los otros tres dioses en el sofá aplaudieron.

- ¡ViVAN LOS NOVIOS!- grito Oyá.

- yo... quiero ser... el padrino- dijo Babalú tímidamente.

- Bien hecho melosa no te tenía fe pero me impresionaste!- dijo Anansi.

- ¡¿Por qué siguen ustedes aquí?!- dijeron madre e hija al mismo tiempo.

Aganju solo pudo reírse de buena manera de verdad eran tal cual como su novia los describió.

...

Unas horas más tarde, luego de calmar la situación y de explicarlo todo, ahora la pareja se encontraba en la entrada a la ciudad en donde había un muro destruido.

Aganju estaba reparando el muro colocando ladrillo por ladrillo pero se veía tranquilo.

El dios herrero miró con sus ojos naranja impresionado de la habilidad manual de ese dios.

- Mmmm veo que tienes buena habilidad- dijo Ogun que lo estaba supervisando.

- Gracias y disculpa de nuevo por destruirlo de verdad eres un gran ingeniero como dijo tú hermana- dijo el dios de los volcanes con una sonrisa tranquila.

El dios herrero se sonrojo un poco este tipo era raro. Sacando un cigarrillo para fumar se puso a pensar.

- Creo que ya había oído de tí... ¿de verdad eres fuerte?-

- Eso dicen, Yemayá también me dijo que eres muy fuerte,cuando quieras hacemos un combate amistoso-

Ogun solo bufó pero con una sonrisa.

- Si yo te aviso y creo que otros también van a querer hacerlo porque has roto miles corazones- dijo el dios herrero sarcásticamente recordando cómo un montón de dioses y humanos adoptados le reclamaron por haberles robado a su amada diosa según ellos.

Aganju solo se rió por eso y siguió trabajando. Ogun se sentó junto a Yemayá que también los estaba acompañando.

- Si es un buen tipo- dijo el dios herrero soplando humo.

- ¿Verdad que sí?- dijo la diosa de forma soñadora- y es muy guapo.

Yemayá tenía ojos de corazón, a su hermano le salió una gota de sudor.

(Para que tengan la idea)

No había duda que su hermana tenía los mismos gustos que su madre.

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Volviendo al presente ambos estaban sentados en la playa cerca de la casa de yemayá, el dios solo volvió a reírse con una mano en la nuca recordando eso.

- Si lo siento, lo siento, pero de verdad se noto que todos te quieren mucho-

- ¿Qué habrías hecho si no?-

- Hubiera seguido el consejo de ese dios cocodrilo; habría venido a media noche te cargaría en mis brazos y huiríamos juntos muy lejos para ser felices- dijo el Aganju con una sonrisa.

A Yemayá le salió una gota de sudor conociéndolo sin duda hubiera hecho eso.

- Bueno me alegra mucho saber que de verdad lo que sientes por mí es auténtico...- entonces ella lo tomó del rostro.

> Te amo...

- Yo también te amo...-

Ambos mirándose fijamente se acercaron y...

(Para que tengan la idea UwU)

Se dieron un profundo beso sin duda se amaban mucho menos mal que aceptaron su relación y no tendrían más problemas.

...

...

...

Bueno más o menos...

- Muy bien solo fue un beso todo bajo control-

A lo lejos Dziva junto a su esposo estaba vigilando a la pareja lista para sonar el silbato en caso de que tratarán de hacer algo de lo que aún no estaban preparados según ella.

- Amor creo que estás exagerando es un buen muchacho- dijo Mwari con algo de desaprobación.

- Cariño...- Dziva volteó a ver a su esposo con una sonrisa y emanando un aura algo oscura como si fuera Dzivaguru.

> Solo quiero asegurarme de que estén bien así que por favor deja que haga mi trabajo de madre.

Mwari sudo frío y asintió cuando se ponía así daba tanto miedo como su hermana gemela.

En fin, no se le puede pedir a una mamá que deje de ser sobreprotectora.

Mucho menos si esa mamá es Dziva.

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Hacia tiempo que quería volver a escribir otro one-shot de Dziva y de verdad disfrute haciéndolo.

Luego de todo lo que ví en last quería verla en ese escenario en donde uno de sus hijos le presenta a su pareja y bueno este fue el resultado. Para ella es muy difícil dejar ir a sus retoños adoptados.

Quien lo diría aunque no son parientes de sangre sin duda como diría el dicho "de tal palo tal astilla" Yemayá tiene el mismo gusto por los hombres.

Dejando de lado los chistes espero les haya gustado los comentarios están abiertos para que expresen su opinión.

Espero tener otra idea para seguir disfrutando con esta bella mamá y quizás en el próximo su nee-chan participe e interactúe en un AU con los inadaptados jeje.

Pregunta: que personajes podrían encarnar a Aganju y Oyá; por mi parte para Aganju pensé en Arataki Itto de genshin Impact o Kyojuro Rengoku de Kimetsu no yaiba. Para Oyá pensé en Bullet de BlazBlue o Ikumi Mito de Shokugeki no soma. Si tienen otros candidatos déjenlo por aquí.

Eso sería todo nos vemos en la próxima actualización.

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