Todos los años,el 25 de mayo,Rohan debía acompañar a su padre a una celebración en el castillo de Claster,la capital de Dartia.En esta celebración se conmemoraba el día de la fundación del reino,milenios atrás.
Para Rohan,aquella fiesta era un aburrimiento,y no disponían de tanto lujo como los demás nobles.
Su padre era el conde de Vadia,un pequeño valle que se extendía alrededor del viejo castillo en el que ambos vivían.En ese lugar,las tierras eran muy fértiles,pero no demasiadas para disfrutar de los privilegios que los demás nobles se daban.Rohan y su padre descendían de un campesino astuto y precoz que había huido de uno de los reinos del este y había conseguido hacer fortuna en Dartia como timador.La alta nobleza no les tenía mucho aprecio.

El día 24,muy de mañana,Rohan y su padre salieron hacia Claster para llegar a tiempo para la fiesta.El viaje fue largo y fatigoso,y Rohan,su padre y dos de sus criados llegaron exhaustos a la capital.Se alojaron en una posada de mala muerte bastante lejos del castillo,pues no les estaba permitido alojarse allí.

Después de cenar un tazón de sopa de col,Rohan se tendió en su camastro sin rechistar.Estaba acostumbrado a la pobreza,ya que Vadia había pasado por crisis más de una vez.Sin embargo,siempre había creído que no debían juzgar a su padre por sus orígenes.

La mañana del día 25,el conde despertó a su hijo sacudiéndolo con energía.

-Despierta Rohan,hoy es el día.

El muchacho se desperezó.

-Por favor,padre,estoy cansado...

-Vamos,hijo,sólo será un día.Luego podremos volver a casa.Levántate Rohan.

El chico se levantó y se puso su mejor traje,aunque este era bastante sencillo.Apenas desayunó cuando su padre ordenó ponerse en marcha.

En conde Craden era un obseso de la puntualidad.Odiaba llegar tarde.En eso,Rohan no se parecía a él.Era bastante impulsivo y a veces hacía las cosas sin pensar.
Su madre Nidia también había sido así,con carácter fuerte."Un carácter fuerte como una roca",solía decir su padre.

Rohan suspiró al pensar en eso.A veces echaba mucho de menos a su madre,que había muerto años atrás,cuando Rohan era un niño.
Adoraba a su madre.Ella,aunque procedía de una noble estirpe,jamás se había quejado de la discriminación social que sufría su esposo.Incluso había presentado quejas frente al rey.
Si Rohan y su padre iban a la fiesta de aniversario,era por su madre.Ella había sido muy valiente al desafiar a su familia casándose con un hombre de baja cuna.Cuando ella murió,todos los privilegios de los que habían disfrutado se desvanecieron y la presión social aumentó aún más si cabe.

Mientras estos pensamientos navegaban a la deriva en su cabeza,Rohan y su padre habían llegado al patio del castillo.Había mucha gente allí,hablando animadamente y disfrutando del sol primaveral.Iba a haber una justa,y los participantes preparaban sus lanzas y sus caballos.Rohan suspiró.Él,junto a otros chicos de su edad,iba a participar en la justa para ser armado caballero.
Estaba ensimismado en esos pensamientos cuando fue interrumpido por su padre,diciéndole que iba a ver a unos amigos y que fuera a ver la justa.Rohan se encogió de hombros y el conde dejó solo a su hijo.El joven no era nada tímido,pero le conocía y sabía que no quería estar en esa celebración.

El conde no estaba equivocado;Rohan odiaba esa fiesta,pues para él demostraba lo falsa que era la gente.Y eso era algo que detestaba.

Al no tener nada que hacer,el chico comenzó a caminar observando los elementos a su alrededor.Sin darse cuenta,sus pasos le llevaron a la explanada en la cual se celebraría la justa.Los participantes preparaban sus armas y monturas en el terreno de juego.

Rohan suspiró y se sentó en un banco cercano.Contemplaba con atención la explanada cuando una voz aterciopelada pero decidida captó su atención.

-¿Os encontráis bien?

Levantó la mirada y vio ante él a una muchacha bellísima.Sus ojos eran del color de la miel,y su pelo frondoso y castaño claro recogido daban un aire angelical a su rostro.Llevaba un hermoso vestido blanco,largo hasta los tobillos y un collar de piedras preciosas adornaba su blanco cuello.Era Kaira,la primogénita de los reyes de Dartia.

Rohan volvió a quedarse en blanco y la joven se sentó a su lado.

-¿Necesitáis un remedio o un potaje?-volvió a preguntar.

Rohan nego con la cabeza.

-Me encuentro bien,mi señora.

La muchacha sonrió.-Por favor,Kaira.

Rohan se sorprendió de que la princesa lo tratara con tanta naturalidad.

-Sé quién sois.-dijo de repente,como si le leyera el pensamiento,haciendo que se le helara la sangre en las venas por un momento.-Rohan de Vadia,hijo del conde Craden y la difunta condesa Nidia de Brester.

-Así es mi se...Kaira.¿No os da remordimientos juntaros con tan poco popular personaje como yo?

-Para nada.Yo siempre he pensado que vos también sois alguien como los demás.-le miró con los ojos brillantes.-Mi hermano,el príncipe Balic,participará en la justa.¿Vos?

-Sí,aunque las justas no son lo mío.

Kaira asintió y ambos se quedaron contemplando el cielo de la tarde sobre la explanada.

-¡Hermana!

Rohan y Kaira se dieron la vuelta y vieron a una muchacha morena con un vestido largo y un rostro de muñeca de porcelana.

-Hermana,nuestro real padre nos reclama para...Hacer más brillante su magnífica presencia.-resopló la joven,sin perder un ápice de compostura.
Kaira sonrió complacida y dirigió una intensa mirada a Rohan antes de decir:

-Ella es mi hermana,la princesa Diara...Ya veis que habla de manera muy pomposa.

-No te burles de mí,Kaira.-advirtió Diara algo molesta.-¿Qué estás haciendo con tan ignominioso personaje?-sin ningún tipo de tacto,señaló a Rohan con su dedo índice.

-Oh,nada.Sólo hablábamos.-la joven de ojos miel arqueó las cejas con sorna.-¿Acaso no puedo conversar con los súbditos de mi reino?

Diara enrojeció hasta las cejas.Era evidente que Kaira había tocado una fibra sensible.

-Nuestro reino,hermana.-recalcó la primera palabra.-Y tú,tienes suerte de que no advierta a mi padre de que estabas aquí con ella.-miró a Rohan.

-Sí,princesa.

-Kaira,vámonos ya.Nuestros reales padres se estarán impacientando.

-De acuerdo.-Kaira se volvió hacia el muchacho.-Conde.

-Princesa.

Diara se marchó con la cabeza alta en ignorando completamente a Rohan,seguida de Kaira,quien se despidió de él con una leve sonrisa.