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El Primer Incidente/El Comienzo De Todo

/Esto sucedió 5 días después del comienzo del campamento/. 

Los campistas esperaban con ansias lo que sería su primera noche de proyección de películas. Las concejales para esto han estado preparando todo, desde un pequeño puesto de cafetería para servir palomitas, frituras y refrescos como también una sección de con varias mantas para que grupos de 3 a 4 campistas puedan sentarse en el piso y así disfrutar de la proyección. 

La fuente de sodas sería atendida por una pareja de Yetis para poder suplir a los chicos antes de que la proyección comience. 

En lo que el trío de Brujas está acomodando los lugares, el asistente de las Concejales, Óscar, se encuentra al momento, montado en la parte central el proyector y conectando las bocinas para el sonido. 

El joven paquidermo está alegre por poder ayudar a sus amigas en algo más que no sea la cocina y es que aunque sea algo tan simple como preparar el proyector del cine para esta noche, le genera una sonrisa al saber que requieren de su ayuda en la isla. 

—¡fuaaa!, al fin terminamos de colocar las zonas para los campistas. 

—¿Acabamos?, Abby tú solo aplicastes las matrices para limpieza mientras nosotras limpiamos y colocamos a mano las mantas y cojines—es el reclamo y breve regaño de la amable Conejita a su ¿auto-proclamada rival?

—¡Tskss! Pomposita, no ves que aplicar las matrices mágicas en un área reducida requiere de un toque fino, delicado y minucioso, deberías de saber esto, al fin y al cabo te tuve que re-aplicar ¡unas ocho veces!, el examen de este tema en la mansión—es la respuesta jocosa de la Ailuropoda mientras le da una mirada burlona ante la falta de aptitud de su amiga en ese campo.

—¡Ya déjalo así Honey!, al fin terminamos y solo resta por ir por la película que se dará en unas dos horas más tardé— la joven Tigresa se gira en dirección de la chica Panda y con una alegre sonrisa en su cara hace la pregunta: "—Y ¿Qué película separaron ustedes dos?". 

Es la cuestión generada por Jessy, su tono amable y risueño para esta noche genera en Honey y Abby cierta incomodidad ante la selección que hicieron para su primera proyección. 

—¡Jessy!, verás… —es el intento de la Lepórida de contestar a la joven Tigresa sobre la selección de esta noche. 

Jessy al escuchar tal titubeo de su querida Lepórida, cambia su actitud a una más temerosa y enojada, —¡Chicas!, cómo pueden hacerme esto, es nuestra primera película en el campamento y ¡ustedes dos escogieron una película de terror!—es el iracundo comentario de la joven Tigresa, no contenta ante la posible selección realizada por sus amigas. 

¡Paf!, —¡Hiiie!—es el grito de dolor de Jessy, la culpable de esto es Abby al dar tremenda nalgada en su posterior y luego girarse para darle una sonrisa traviesas. 

—Me alegra ya tener tu atención miedosita, si escogimos una película de terror, pero es más de comedia o una parodia a estas, además las que deberíamos de quejarnos somos nosotras, ¡siempre acaparas a Óscar! Y no nos dejas a nosotras ningún momento para poder aprovechar dicha situación—es el burlesco comentario de la chica Panda, no sintiendo ningún tipo de arrepentimiento por lo qué acaba de hacer. 

—¡Mientras no estoy de acuerdo!, con la manera en que Abby actuó, lo cierto es que es más una comedia mezclada con el género de terror. ¡Y te guste o no!, ella tiene razón en que terminas abrazando hasta sofocar a Óscar. Pero también sabes que si por algún motivo él no está disponible, siempre estamos nosotras para ver por ti mi tierna ¡Minina! 

Son las palabras de la Lepórida dichas en un tono más tranquilo, asegurando a su amiga que no habrá problemas durante la proyección de la película. 

—¡Bien Chicas!, ya termine de montar el set del proyector y sus bocinas para el sonido—es la viva declaración del joven paquidermo, ajeno a lo que está pasando a unos pocos metros de él. 

—¡Ay fantito!—es el comentario de la joven Tigresa antes de correr y abrazar a Óscar y explicar la forma en que están actuando Abby y Honey. 

El joven paquidermo escucha con detalle mientras mira en dirección de la Ailuropoda y la Lepórida.  Este solo negó con la cabeza y procedió a consolar a su amiga diciéndole que estará a su lado cuándo pongan la película. 

Todo esto lo hace el joven paquidermo sin darse cuenta que Jessy está mirando a sus amigas y a la vez les está mostrando una sonrisa muy pícara mientras abraza fuerte al chico. 

Tanto Abby y Honey se enfurecen al ver cómo la joven Tigresa vuelve a acaparar a Óscar y de paso las pone a ambas como las malas del cuento.

[3 Horas más tarde]

Todos los campistas están expectantes ante el clímax próximo de la película, si bien el tema de terror fue algo secundario ante el humor del tipo físico y grotesco de algunas escenas, los campista esperan con ansias por ver el desenlace de esta parodia absurda de amor contra bromance. 

Más atrás de las mantas montadas se puede ubicar a Jessy y Óscar sentados en un espacio propio, la joven Tigresa tiene sujeto del brazo izquierdo al chico mientras su cabeza descansa recargada en el hombro del chico. 

A unos cuantos pasos al lado derecho de ellos se encuentra otra manta en donde están sentadas Abby y Honey. 

La Lepórida está mordiendo su botana de su predilección que son bocaditos de zanahoria mientras mira de forma afilada a la joven Tigresa, si bien no está muy contenta con tan baja táctica de hace unas horas. Ella sí se preocupa de que las pocas escenas de horror del filme asusten de forma grave a su amiga. 

La Ailuropoda en cambio se encuentra tomando agua de coco mientras espera a que le traigan el rellenado de sus palomitas. 

Una ventaja de la isla es el apoyo de las criaturas que fueron pre-escaneadas para formar parte del proyecto del campamento de verano, por ende un pequeño grupo de Aliens está apoyando a la mini-cafetería y llevan a los campistas la botana y bebida que escogen de un pequeño menú que se dejó en cada manta. 

La chica Panda había seleccionado esta película para que los 4 la puedan ver y así pasar un tiempo agradable. 

También para empezar ayudar a Jessy a perder ese miedo a las películas de terror. 

Pero como siempre subestimó la habilidad de su amiga para convertir esto en una oportunidad y ganar más terreno con Óscar. 

Bueno al menos le queda el obligar a el joven paquidermo a que la cargue hasta la cabaña, hey que le haya dado ventaja a su amiga no significa que ella tampoco se ha rendido, solo debe ser más asertiva. 

Los espectadores están al pendiente de la parte final de la película, en esta se observa el interior de una iglesia con destrozos en la parte de la feligresía. 

Enfrente del presbiterio se puede ver a una versión enorme de hombre de Jengibre usando las ropas de padre y enfrente de él se puede ver a una chica adolescente de la especie de los osos vistiendo un atuendo de novia pero sin velo, a un lado de ella se puede ver en el piso a un chico adolescente de la especie de los perros este viste de novio pero también se encuentra amordazado y atado, se puede ver que el chico está forcejeando para tratar de liberarse. 

¡PUM!, es el fuerte sonido escuchado por los presentes, la toma pasa a un plano amplio y se puede ver que la causa de esto es que las puertas bloqueadas del recinto fueron trozadas a causa del impacto de una minivan blanca, el vehículo impacta una de las columnas de concreto y la parte frontal de este queda completamente dañado. 

De repente las puertas traseras del vehículo son abiertas por completo al mismo tiempo. 

La toma se mueve para poder observar a quién baja de este. Se puede ver a un zorro adolescente vestido de cartero, el chico carga en sus manos un palo de golf. 

Cómo si se hubiera dado una señal de la parte dañada de la feligresía empiezan a salir pequeños hombres y mujeres de Jengibre que procede a ir en gran número sobre el zorro. 

El chico haciendo uso del palo de golf para golpear y moler a las pequeñas galletas de hombres y mujeres de Jengibre se va acercando lentamente hasta su objetivo principal que es la chica vestida de novia. 

—¡Wow!, esto es tan malo y cliché que es bueno—son las palabras de Sandy que al principio considero el filme un muy mal chiste, pero ahora junto a su hermano Fermín y su amiga Heidy, se la ha pasado dando comentarios sarcásticos y entretenidos que han hecho reír también a quienes están alrededor de ellos. 

—Lo que yo no puedo creer es porque hacer un ejército de criaturas y sólo usarlos para forzar a un chico que ni le ama a casarse con ella, digo con dicho fuerza se pudo haber apoderado del pueblo pero ¡no!, se fue directo a eliminar la supuesta competencia y al final optó por ir a forzarlo… 

—Meffy, es solo una película de comedia y terror, solo debe entretener. 

—Manuel, la trama al menos debe de tener algo de coherencia. 

Es la breve discusión de la enérgica chica Can con el normal Coyote. 

Todos ven el exagerado final en el que el zorrito cartero decapita con el palo de golf al último hombre de Jengibre y procede a noquear de un certero puñetazo a la osezna. 

Mientras los créditos finales pasan se observa como el chico desatá al atado chico can y proceden a huir del lugar. 

No percatandose de que el combustible de la minivan se está escurriendo por el piso de la feligresía hasta tocar uno de los pesebres caídos con velas encendidas. Causando un incendio que va creciendo hasta llegar al vehículo. 

El plano final es de la iglesia por fuera mientras se ve cómo ocurre una violenta y exagerada explosión. 

—¡No voy a negar que eso fue una exageración!, pero rayos que sí fue entretenido—es el comentario final de Fermín alegre de pasar un buen rato con sus amigos y los demás campistas. 

Con eso la proyección termina y el claro al aire libre para la proyección de la película se ilumina. 

Abby aparece al frente de la pantalla de proyección e indica a los campistas que pasen a sus cabañas a dormir. 

Mientras la gran mayoría está reacios a cumplir con dicha orden, las palabras de amable Conejita les hace recapacitar: —"Todo el que desobedezca esta orden, mañana temprano estará asignado a la labor de cocina automáticamente". 

Y con dicho comentario todos los niños y niñas del campamento se despiden y agradecen al trío de brujas y a su asistente la gran noche que tuvieron. 

En menos de 5 minutos la zona ya estaba vacía por completo. 

Ya habiendo comprobado que nadie estuviera presente las matrices de magia que colocó la chica Panda brillan de un tono blanco muy fuerte, de ahí toda la basura dejada empieza a levitar y a ser depositada en los botes de basura, posteriormente las mantas empiezan a flotar y a ser sacudidas de forma eficiente para doblarse por sí solas y  luego a acomodarse en una caja portable de plástico, a su vez todo el sistema de sonido y el proyector se desmontan y guarda en sus debidas cajas, lo mismo pasa con el filme este se desmonta por sí solo y  se guarda en su estuche. 

—Abby, mientras estoy agradecido con que esto guarde y limpie la zona, ¡me hace sentir un poco inútil!—es el sincero comentario de Óscar antes tal proeza mágica de automatizar un área con algunas matrices pequeñas. 

—¡Tsks!, lo siento enano, pero ya es muy tarde, además vamos a necesitar tratar de dormir lo mejor que podamos, ya sabes que la señorita ¡miedosita!.. 

—¡Abby!, tú sabes que Óscar estuvo pendiente de mí durante toda la película, no va a ser necesario una pijamada—es la respuesta de Jessy tratando de desarmar una situación que ella considera innecesaria al momento. 

El dúo de la Lepórida y Ailuropoda se le quedan viendo fijamente con una expresión seria y seca, finalmente y de forma sincronizada ambas suspiran y deciden dejar esto de lado para proceder a dirigirse a sus cabañas para dormir. 

—Bien si es todo— Abby procede a saltar para caer sobre la espalda del joven paquidermo, de ahí le abraza fuertemente y le indica a este que la carguen hasta su cabaña. 

El chico sólo se ríe del comportamiento infantil de su amiga y cumple con lo solicitado. 

La última en retirarse es la amable Conejita quien al final de manera casi reluctante se va, deseándole muy buenas noches a la joven Tigresa. 

Al quedar sola Jessy suspira, mientras la gran parte de la película fue de comedia muy absurda, sin embargo hubieron algunas escenas cortas que si le dieron algo de pavor, razón por la cual apretó con fuerza el brazo izquierdo de Óscar para tratar de ahogar esa sensación de miedo que ella llegó a sentir por esos momentos. 

—Bueno debo poder descansar sin problemas—. La Minina saca su varita la cual sostiene con su mano y concentrando magia procede a teletransportarse a su cabaña. 

[Al día siguiente] 

Se puede ver a una cansada Jessy tambalearse, si bien pudo dormir bien casi toda la noche, se despertó alrededor de las 03:45 AM, al tener una pesadilla donde una pareja enorme de hombre y mujer de Jengibre se estaba comiendo a sus amigos, mientra ella colgaba de una jaula próxima a ser cocinada. 

Brrb, le da escalofríos al recordar el sonido de las fauces de esas criaturas triturado la carne y hueso de lo que eran sus amigos. 

Sus instintos al despertar le rogaban que fuera ya sea con Honey o con Óscar pero encontrá de estos decidió aguantar el miedo que sentía al momento pensaba que era algo pasajero ¿no?

Luego de 4 horas despierta, se volvió algo paranoica, no ayuda que la comida reanimada mágicamente se estuviera moviendo en la Cabaña haciendo ruidos repentinos. 

El miedo le estaba pegando tanto que hasta considero ir con Abby… 

Pero de solo imaginarse su cara soberbia jactándose  de su percance… 

Prefiere mejor seguir lidiando con sus miedos por si sola. 

La joven Tigresa procedió a levantarse, con un movimiento medio lento de su mano derecha hace aparecer su varita y con un toque de esta se viste rápidamente a su uniforme habitual de bruja con todo y sombrero, el único detalle es que su largo cabello castaño está completamente enredado y en su cara se ven una leves pero notorias ojeras provocadas por la falta de sueño. 

La chica ve el reloj y nota que son pasadas de las 08:00 AM, rara vez se levanta tardé y mucho menos que ahora tiene obligaciones con el campamento. 

Jessy sale corriendo de su cabaña para poder ir a la reunión de asignación de tareas y responsabilidades del campamento. 

[Una Hora más tarde] 

Si el llegar tarde a una reunión considerada importante no les pareció inusual a los campistas, el ver el cabello mal arreglado de la concejal más entusiasta seguido de una pequeñas ojeras y con falta de aliento se les hizo algo fuera de lugar en más de una forma. 

—Buenos días chicos, lamento mucho la tardanza, Ahem, vamos a comenzar con la selección de grupos y las tareas que se aplicarán. 

Luego de esa disculpa, la joven Tigresa procede a explicar sobre las diversas tareas, así como que cada grupo se armara aleatoriamente cada 15 días, algunos campistas no están contentos con dicho anuncio, cuando empiezan a preguntar la razón de porqué no hacen todo con magia… 

La Minina pone una cara seria y les responde atentamente: —"Mientras que este campamento se creó por varios motivos, uno muy importante es que sepan de la existencia de la magia y su historia", "no obstante, es necesario que aprenda a tener responsabilidad de sus acciones, así como el también no ser dependientes de la magia para todo". 

La joven Tigresa les recalca que después de todo no querrán que la carta de reporte del campamento que se da al segundo mes a los padres de familia, les clasifique como holgazanes descuidados, provocando que sean removidos del campamento. 

Ante esa explicación toda queja en contra de esto se esfumó y procedieron inmediatamente a la asignación de equipos y luego a asignar las responsabilidades que tendrían por los próximos 15 días. 

Ya con esto realizado los niños comenzarán a partir de mañana con sus responsabilidades, todo esto bajo la vigía de alguna de las brujas o de Óscar u/o alguna criatura mágica asignada. 

Ya acabada la labor, todos procedieron a retirarse a desayunar o a comenzar con sus actividades del campamento más temprano. 

Jessy suspira de forma aliviada, ella comienza a relajarse por ende a cabecear por el cansancio y sueño. 

Pero en lo que está por dormir su mente le juega una mala pasada y le hace alucinar despierta que un hombre de Jengibre está enfrente de ella. 

—¡Aaaah!—es el grito de la joven Tigresa, la cual da un pequeño salto hacia atrás y levanta su mano izquierda en dirección de la criatura, mientras un brillo escarlata se empieza a acumular en la punta de los dedos de esta. 

—¡Eeeh!, este concejal Miller, Óscar, nos pidió que le dijéramos que vaya a la cocina. 

El pequeño grito del grupo de campistas conformado por un chico Coyote y una pareja de Gatos, logra sacar de su leve momento de demencia a la chica. 

—¡He he, he!, niños lo lamento—es el comentario apologético de Jessy, apenada por su actuar, el trío de chicos nerviosamente se excusan y se retiran dejando a la joven Tigresa nuevamente sola. 

—¡Argh!, bien universo hablaré de esto con Óscar—es él gritó de la Minina que pierde fuego al darse por vencida con su miedo latente. 

La Bruja nuevamente saca su varita y con esta procede a teletransportarse a la entrada de la cocina de la cafetería. 

Una vez enfrente de esta, Jessy entra de forma enérgica gritando —¡Fantito!, necesito que me ayudes… 

Pero tal petición se detiene en seco al ver cómo el joven paquidermo está en el piso boca abajo y que también sobre la espalda de este está sentada la amable Conejita la cual tiene atrapado entre sus brazos las piernas del chico. 

—¡Óscar!, solo tienes que renunciar a ese puesto y me detendré, no es malo ser mi asistente en los entrenamientos del equipo de sóftbol. 

—¡Hiiiegh!, nunca Honey los chicos me pidieron entusiasmados que les ayudará— ¡crack! —¡Aaaah!, mi espalda. 

—¡Oh!, por favor Óscar no estoy haciendo fuerza en esa parte.

—¡Pero me estás encajando el tacón de tu zapato, ¡waaagh!

Tal escenario violento y casi fuera de lugar para la considerada la concejal más amable y tierna del campamento dejaría en shock a cualquier campista. 

¡Tap, tap, tap!, es el sonido de pasos acercándose rápidamente a la espalda de Honey. 

La amable Conejita detiene el castigo que le está aplicando al joven paquidermo y trata de girar su cabeza para ver de quién se trata. 

¡Paf!, es el sonido leve que se escuchó cuando el sombrero de bruja de Honey azotó en el piso, —¡Hiiiegh!—es el grito de dolor de la chica, el motivo es a causa de la joven Tigresa que está pellizcando las puntas de ambas orejas de la Lepórida. 

—¡Honey!, suelta a Óscar.

—¡Nooo!, primero él debe renunciar a ser entrenador de Softbol y volver a ser mi asistente—es la respuesta terca y demandante de la amable Conejita. 

—¡Waaagh!, ¡hiiie!—son los nuevos alaridos de dolor de Honey, esta vez Jessy empezó a estirar las dos orejas de la Lepórida provocando un fuerte malestar en la chica. 

¡Ploc!, es el sonoro ruido de la puerta de la cocina, la nueva causa esta vez es la entrada de cierta Chica Panda que va acompañada de una pequeña niña ardilla y una joven Yegua, los tres miran en el piso a Jessy, Honey y Óscar con sorpresa. 

—¡Tsks-tsks!, empiezo a ver cierto favoritismo desmedido aquí—es el comentario burlón de la Ailuropoda, la cual empieza a negar con la cabeza el escenario que tiene presente. 

—¡Huh!, ¿que le están haciendo a Óscar?—es la pregunta generada por la niña ardilla, su expresión tierna y tímida hace muy difícil que el trío de brujas pueda contestarle. 

—¡Tcht!, Samantha, será mejor que vengamos un poco más tarde. 

—¡Pero Heidy!, es importante hacer esta petición antes de que sea la hora de la comida. 

—¡Si!, la haremos—es lo último que dice la joven Yegua antes de tomar a la chica Ardilla de la mano para proceder a salir lo más rápido posible de la cocina, la chica tiene un sonrojo notorio al malentender lo sucedió en la cocina. 

Cloc, es el sonido de la puerta al impactar nuevamente con la pared. El trío de brujitas y el joven paquidermo siente una gran sensación de incomodidad. 

—¿Tenías que decir eso Abby?—es la cuestión de Honey la cual procede a liberar a Óscar del castigo físico al cual tenía sometido. 

Una vez de pie, Jessy suelta sus orejas y procede a darle algo de espacio. 

—¡Abby!, los campistas van a malentender todo. 

—¿Y en que nos afecta a los cuatro?, yo digo que se hagan las ideas que quieran. 

—¡No obstante!, los tres estaban pasando un momento divertido sin mi—es la respuesta de la chica Panda, la cual empieza a sonreír de forma animosa a los tres… 

El dúo de chicas procede a esconderse detrás de la espalda del joven paquidermo, lamentablemente la baja estatura de este hace muy poco para protegerlas del inminente dolor que van a… 

¡PUM, PUM, PUM!, es repetitivo ruido casi consecutivo de los dolorosos coscorrones dados por la Ailuropoda a sus amigos. 

Mientras el trío se está sobando la cabeza ante dicha herida, la chica Panda suspira pesadamente, no pudiendo creer lo que pasó. 

Una vez más Abby retoma su expresión seria y gruñona ya contenta con haber expresado su enojo por dejarla de lado… 

¡En serio!, son muy pocas las veces en las que puede jugar de forma brusca y sus amigos lo hacen a escondidas en la cocina del campamento. 

—¡Abby!—es lo que dice Óscar mientras avanza hacia la chica Panda, —hump—esta solo le reniega y gira su cabeza para no verle. 

—Gracias en verdad—es lo que dice el joven paquidermo para proceder a abrazar a la Ailuropoda de forma cariñosa, esto apacigua y pone un poco más contenta a la chica. 

Luego de una explicación de que estaba pasando hace unos minutos, tanto Abby y Jessy tienen una sonrisa traviesa mientras miran fogosamente a Honey. 

Las dos no pueden creer que el equipo de Sóftbol haya solicitado que Óscar sea el entrenador del equipo, dejando de lado a la Lepórida. 

Tal petición fue escuchada por Honey la cuál fue a hablar con el joven paquidermo para explicarle lo que conlleva… 

Es lo que trata de explicar la amable Conejita pero la mirada certera de los tres presentes la obliga a explicar realmente que ella no está de acuerdo con dicha solicitud.

—Jessy, esta es la razón por la que le pedí a los campistas que pasarán mensaje en la reunión de hoy, que yo les estaba buscando a ustedes— Óscar suspira de forma tierna mientras se gira para voltear a ver mejor a sus amigas. 

—Se que soy solo un asistente y que algo como ser entrenador no es algo que yo pueda decidir directamente, por ende quería dejar esto como una decisión de ustedes tres… Pero ya saben Honey escuchó el comentario de los campistas y decidió persuadir me como ella hace para que desistiera de la idea. 

Ante esa explicación el dúo de la Tigresa y Ailuropoda le dan una mirada llena de molestia por la forma en que actuó su amiga Lepórida. 

—Óscar yo no tengo ningún problema con que tomes esa responsabilidad, después de todo, los chicos del equipo te buscaron para hacerte esa solicitud—es la respuesta de Jessy. 

La chica Panda continúa mirando a su Rival, por un lado molestara bastante a Honey el que Óscar se quede con uno de los puestos que ella estaba preparando, por el otro el enano le deberá un favor… 

No tiene mucho para pensar en una decisión satisfactoria para ella. —Mira enano, mi único inconveniente es que esto cortará en algunos días el área que tienes asignado que es la cafetería, por lo que ¿si no tienes inconveniente?, de que nos turnamos para cubrir esos días. 

La pregunta y posible solución a un dilema que el joven paquidermo no había considerado, y realmente no quiere ceder el control de la cocina… Bueno la verdad no quiere que Jessy y Honey tomen control de ella… Los traumas de cuando intentó enseñarles a la amable Conejita y a la joven Tigresa siguen estando muy fuertes… 

—¡Abby!, yo… Esto… 

—Es mi única condición Óscar—es la respuesta de la chica Panda, ¡que!, si va a obtener ventaja sobre sus amigos va a presionar hasta obtener lo que ella quiera. 

Además, le parece un poco injusto que sólo sea el joven paquidermo quien tenga uso y control de la cocina y cafetería. 

—¡Huh!, esta bien tu ganas pero ¡deben mantener la magia al mínimo!

Ante tal comentario la Ailuropoda sonríe de forma perversa mientras mira de reojo a sus amigas. 

—Trato, ahora el entrenamiento comenzará en una hora y debes preparar todo para la llegada de los miembros del equipo, por lo qué Honey y Jessy, hoy están relegadas al turno de la cafetería— el rostro de Óscar se empieza a palidecer ante dicha solicitud, el trata de hacer razonar a Abby… 

—¡Enano!, debes de ir de inmediato al campo de softbol—la respuesta de la chica Panda le recuerda su situación y sin poder decir más este se despide de las tres y sale corriendo para preparar todo para él entrenamiento de este día. 

Honey no discute lo propuesto pero ella no dejará de insistir hasta doblegar y… 

—¡Huh! Pomposita sabes que estás pensando en voz alta y ¿que te estamos escuchando verdad?—la cuestión de su auto-proclamada rival hace que la Lepórida guarde silencio y que se avergüence levemente. 

—Bien chicas confío en que podrán suplir la comida y el postre, de hecho las niñas que vinieron conmigo tenían una petición para Óscar— en ese momento Abby saca una libreta y voltea páginas hasta mostrar la receta completa de como preparar galletas de jengibre rellenas de mermelada. 

La joven Tigresa, grita por dentro, pero no se niega a completar lo pedido. 

[3 horas más tarde] 

Tanto Honey y Jessy están cubiertas de harina y con leves manchas de diferentes mermeladas. 

La Lepórida se terminó cansando y le rogó a su querida Minina que usarán magia para acabar rápido. 

La joven Tigresa está más cansada de lo habitual, recuerda que Óscar no permite que usen mucha magia en la cocina. La razón principal de esto es que no quiere que los ingredientes y productos y utensilios de cocina ganen conciencia. 

Si bien el joven chico deja escapar magia al momento de cocina está es muy leve y poco notoria, por ende no reanima a dichos objetos inanimados, pero el uso de magia de las varitas es otra cosa diferente, deben de tener un control casi milimétrico de esta como la chica Panda para hacer multitareas con ella y no dejar residual excedente que pueda impregnar las cosas. 

Por esa razón el chico limita el uso de la magia en la cocina, eso y porque en la mansión hay reglas muy severas de cocinar con cualquier ingrediente fresco viable. 

Esto es más porque el mayordomo o la ama de llaves de la mansión tomaban cualquier ingrediente que tenga consciencia y lo preparan tal cual sea su estado… Un recuerdo muy vivido por todos es de una noche en la mansión. 

Esa noche cenaron un buen y sabroso caldo de pollo y verduras… ¡Fue una lástima!, que se usarán ingredientes reanimados, ¡las súplicas y gritos de dolor!, de los tomates, calabacines y zanahorias al momento de ser picados, pelados y hervidos les revolvió el estómago a los cuatro antes de que pudieran probarlo. 

—Tu ganas Honey pero debemos de tener cuidado o de lo contrario… — La Lepórida traga saliva de forma sonora, sabe que su amigo Paquidermo no dudará en hacerles comer lo que haya tomado consciencia. 

Las dos se separan unos pocos metros del horno y proceden a posar como si fuera una coreografía tomando cada una su varita. Honey con la mano izquierda y Jessy  con su mano derecha, continuaron levantando dichas manos mientras las puntas de estas se ilumina levemente de su aura mágica correspondiente. 

No obstante el cansancio y un repentino susto al tratar de visualizar el horneado y confección de las galletas de Jengibre, provocó un desbalance de magia en la joven Tigresa. 

Toda su mano derecha acumuló magia soltando una explosión de rojo carmesí, dicha acción disparó a la brujita encontrá de un estante donde se coloca la harina. 

¡PUM!, ¡THUMP!

El ruidoso  golpe distrae a Honey pero esta termina correctamente el flujo de magia evitando alguna reacción peligrosa que le pudiera afectar. La Lepórida se gira y ve como la Minina está inconsciente en el piso, su cuerpo está cubierto por completo de harina y de sacos de esta misma. 

¡Ploc!, —¡Chicas pudieron acabar con todo, en una hora más hay que servir la comida!—es lo que dice la Ailuropoda al momento de entrar ve como el horno está al máximo con múltiples bandejas de galletas de Jengibre. 

El horneado es casi rápido, así como entran salen casi a los 5 o 10 segundos, todo esto manipulado por magia. 

—Tsks-tsks, el enano ¡no va a estar contento con esto!— la chica Panda empieza a buscar a sus amigas y se sorprende al ver a Honey moviendo sacos de harina para poder sacar a Jessy. 

Abby saca su varita y con… 

—¡No Abby espera!—es el pequeño grito de la Lepórida que es dicho tarde, la Ailuropoda ya había empezado a concentrar magia, esa pequeña chispa atrajo la magia inestable que está afectando al horno y los utensilios de cocina que están preparando las galletas. 

La magia inestable se torna volátil provocando una ligera pseudo-explosión que empuja a ambas chicas noqueandolas a la vez. 

La magia inestable de la joven Tigresa, mezclada con la de sus dos amigas se mezcla provocando una creación de cientos de galletas de Hombres y Mujeres de Jengibre, los cuales empezaron a moverse… 

[7 Horas después] 

—¡Hugh! Mi cabeza—es el quejido leve de Jessy al levantarse del suelo de la cocina y al remover el peso de varios sacos de harina. La joven Tigresa una vez ya parada mira a su alrededor, ve como la cocina está apagada por completo y no encuentra ninguna de las bandejas de galleta de las que ya habían horneado previamente. 

—Lo último que recuerdo es que estábamos haciendo un hechizo en conjunto Honey y yo y que… — La Minina recuerda lo que detonó la explosión de magia que la terminó lanzando encontrá de los estantes que tenían los sacos de harina. 

—Debo encontrar a Honey y disculparme por dejarla con tal carga. 

¡Thud!

La joven Tigresa voltea a ver que causó ese ruido pero no encuentra nada, supone que la magia excedente reanimó a las galletas y la comida. 

—¡Genial!, ahora Óscar nos va a forzar a comer todo lo que haya adquirido conciencia— Jessy se lamenta del horrible castigo y decide salir a la cafetería. 

Cuando la brujita entra en el área de la cafetería se sorprende por ver las mesas y sillas tiradas en el suelo, otro detalle que ve es lo que parece ser ¿unas esferas grandes de color cafe?, regadas en el piso de la cafetería. 

La joven Tigresa se acerca a una de ellas, le llega un olor dulce a ¡Jengibre!.. 

—¡Ay no!— la concejal se abalanza sobre la esfera golpeándola y desmoronando la cubierta de galleta, dejando al descubierto a uno de los campistas, un joven Lepórido de pelaje amarillo vestido de shorts de mezclilla y playera azul holgada y con una gorra igualmente de color azul posada sobre su rubio cabello.

—¡Sparky!, vamos chico despierta—es el apresurado grito de la Bruja mientras sacude levemente al campista. 

El chico empieza a despertar y se sorprende y alegra de ver a una de las concejales, este procede a lanzarse y abrazar de la cintura a la minina. 

—¡Waaa!, Jessy fue horrible, a la hora de la cena cientos de galletas de Jengibre con forma de hombre o mujer nos atacaron. 

El chico conmocionado explica cómo todos creían que se trataba de una broma de Abby y Honey, como en la hora de comida donde. Todo estaba servido y no se veía a las concejales por ningún lado. 

El chico sigue explicando que al momento que eran cubiertos estas cosas se absorben unos a otros para crecer en tamaño y así atacarlos mejor o para encerrarlos en las esferas que se encontraba previamente. 

Jessy tiene un pequeño tic en su ojo derecho, al momento le cruzó también la idea de que es una muy  mala broma de las chicas… 

Pero al ver el estado de sus campistas lo descarta, el único transeúnte que acordaron involucrar en el fuego cruzado son ellas mismas y al joven paquidermo por obvias razones. 

—¡Jessy atrás de ti!—el grito de terror y sorpresa del Lepórido la saca de sus pensamientos. 

La Bruja se levanta, gira y mira rápidamente en dirección de su espalda y lo que puede ver le da pavor y le hace sentir en su espalda escalofríos. 

En la entrada de la cafetería se ve más de cientos de galletas de Jengibre, que al momento de ver más presas empiezan a chocar las unas con las otras tomando forma literal de una masa amorfa de color café, la masa ya alcanzado cierto volumen se alarga y amasa hasta tomar la forma casi gigante de una mujer de jengibre. 

—¡Aaargh!—es el sonoro grito de la criatura la cual se prepara para arrojarse sobre sus nuevas presas. 

Jessy está congelada por el miedo, esta situación es casi igual que sus pesadillas, su cuerpo no reacciona.

—¡Jessy huyamos!— Pero al sentir como Sparky le jala del brazo y trata de llevarla a un área segura le hace por fin salir de su estupor. 

La Bruja se suelta del agarre del campista y se gira para estar nuevamente enfrente de la gigante de galleta, Jessy recuerda cómo Óscar le dijo a manera de broma que una forma rápida de destruir a estos seres sería remojarlos en una taza enorme de leche caliente o que con sólo agua caliente o normal sería suficiente para deshacerlos. 

La joven Tigresa alza primero su mano izquierda apuntando está en dirección de la criatura… 

El joven Sparky no cree lo que ve, la concejal Jessy se separó de su agarre y decidió hacerle frente a la criatura que está dándoles cacería, se pregunta si hará algo, pero no la ve sacar su varita. 

Pero es cuando contempla cómo su brazo izquierdo fue alzado y extendido en dirección de la gigante de galleta que puede vislumbrar, cuando un brillo carmesí empieza a fluir del brazo y acumularse en las puntas de los dedos de la Minina. 

Lo siguiente que ve le asombra y le hace preguntarse qué tipo de bruja es la concejal de la isla. 

Pues a manera de presión se dispara una ráfaga de luz carmesí que impacta a la criatura este sigue avanzando pero un poco más lento es cuando está casi por llegar… 

¡PAFF!, ¡SPLASH! 

Esa descarga carmesí se convirtió en agua disparada a una gran presión, el impacto perforó el pecho de la criatura pero como si no fuera suficiente la concejal alza el brazo y procede a retraer este en un movimiento que imita a una marea que se alza. 

El chico se da cuenta que el agua que había impactado a la criatura fue jalada por el suelo y regresó para acumularse como un muro que comenzó a impactar al ser y a empujarlo fuera de la cafetería.

—Tsks, esto nos dará poco tiempo, ¡Sparky!, por favor empieza a liberar a los demás campistas, voy a colocar una barrera breve para mantenerlos a salvo. 

Es el comando dado por la Joven Bruja, mientras saca su varita y procede a salir fuera de la cafetería. El joven Lepórido de cabello rubio tiene una mirada soñadora y suspira con anhelo, mientras observa como la Minina sale de la cafetería

—¡Ahora comprendo! Qué es lo que el elefante ve en ellas… Tan solo quisiera decir lo mismo de ellas sobre él. 

Ya una vez acabado su soliloquio, el chico procedió a empezar a liberar a los campistas. 

Unos minutos más tarde la Joven Tigresa regresa dentro, ve que la gran mayoría de los campistas están libres. 

—Bien Jessy, estás viviendo lo que pasó en la película, sólo que está vez sin… — La Minina tuvo un ataque entre ansiedad y miedo al recordar el detalle particular ya cerca del fin de la película. 

—Chicos, ¿han visto a las concejales Abby y Honey?—la única respuesta obtenida es un verbal no o una negación rápida con la cabeza. 

—¡Grandioso!, esas dos deben de haberse dejado capturar a propósito, solo espero poder llegar a tiempo antes de que el supuesto ritual comience o haya terminado—es el comentario lleno de enojo de la joven Tigresa. 

—Déjame acompañarte Jessy, puedo servir de ayuda para distraerlos mientras rescata a las concejales y a Óscar.

La respuesta de Bruja fue silbar fuerte con sus labios, de pronto los presentes escuchan un sonido peculiar acercándose más a su ubicación, ¡Fwsoosh!, cuando el ruido se detuvo de golpe todos observaron una escoba cuyo palo alargado de madera es de color café y la paja de la cabeza esta teñida de rojo, otro detalle es que la escoba tiene montada un asiento acolchado parecido al que se usa en la sillas de montar. 

—Ve al campo de softbol y trata de localizar a Óscar, voy a estar dando un chequeo rápido en los alrededores para ver si no hay más campistas capturados—ya explicado lo que harán la joven Tigresa procede a caminar en dirección de la escoba para proceder a montarla. 

Pero antes de partir, —¡Sparky!, toma—. La Minina le arroja al chico lo que parece ser una bengala pero el cuerpo de esta tiene runas pequeñas en color blanco, dorado y rojo. 

—Es una vengala mágica de emergencia, si hay algún peligro deberá ser suficiente para protegerte y darte tiempo de salir del área y para actuar como señal y poder llamarme y a las criaturas que están asignadas como seguridad en la isla. 

Ya aclarado todo la escoba sale disparada al cielo nocturno a gran velocidad, permitiéndole a Jessy  el poder circundar el campamento más rápido y a la vez poder detenerse sin riesgos para poder auxiliar a los campistas faltantes. 

—Bien a encontrar a ese Elefante, digo es solo el campo de softbol, ¿que tan grave puede ser la situación en ese lugar?

[Media hora después]

El joven Lepórido está corriendo lo más que puede, algunas de las galletas se amasaron para tomar forma de perros guardianes de Jengibre, el chico maldice y crítica a las criaturas por salirse del guión de la película. 

Lo que pensaba que sería algo sencillo se hundió al ver desde lejos a una pareja de gigantes de Jengibre parados en el centro del diamante del Campo, como a su vez puede ver al Paquidermo dormido junto a las otras dos concejales. 

Un punto que considero chusco y es la razón por la que le descubrieron, al oírlo reír de forma desmedida, es que varios campistas entre ellos Sandy y ese chico conejo que intentó unirse al club de mecánica y trenes del campamento. Se encuentran capturados en la misma masa redonda de galleta pero aquí sus cabezas están expuestas, los campistas están colocados de tal forma que su vista se centra en dónde están ubicados Abby, Honey y Óscar. 

El chico ya casi cansado por correr alrededor de las gradas, opta por cambiar el rumbo de su trayectoria para ir directo al centro del diamante. 

El chico empieza a descender por la gradas saltando hábilmente y evitando las embestidas de los perros guardianes de Jengibre, es cuando está pasando la segunda base para ir en línea recta hasta el centro que es emboscado. 

Del césped se empiezan a alzar nuevamente cientos de hombres y mujeres de Jengibre preparados para acorralar al chico. 

Este ya viendo que no tiene opción, procede a sacar la bengala, la cual rompe en dos, de inmediato ambas partes trozadas se incendian y se propelen con fuerza liberándose del agarre de Sparky para llegar al cielo nocturno a cierta distancia se da una leve explosión de luz la cual ciega a todos menos a su usuario. 

El chico usando el tiempo dado escapa del área a toda velocidad saliendo por completo del estadio. 

Una vez a gran distancia y casi a unos metros de la cafetería,  el joven Lepórido se desploma en el piso ante el esfuerzo desmedido de mantener una gran velocidad. 

—¡Esto queda en su manos!, concejala Miller—es lo último que dice el chico para levantarse y comenzar a trotar para entrar en la cafetería. 

Algunos minutos antes de la persecución de Sparky. Sandy se pregunta cómo esto terminó de esta manera, recuerda cómo luego de la comida ese chico Conejo llamado Elliot, se le acercó con un mensaje de Óscar pidiendo que acuda al campo de sóftbol. 

La Minina no entendía el motivo de esto, por curiosidad aceptó y decidió acudir para ver de qué se trataba dicha invitación. 

Fue cuando llegó al campo y vio a algunos de los miembros del equipo como esa chica oveja y ese muchacho Koala se estaban retirando al ya haber finalizado la práctica del equipo. Pero el joven paquidermo seguía en el campo esperándola. 

Aquí el chico una vez que la vio y le dio la bienvenida, fue cuando decidió ir directo al grano del asunto. 

Comenta que escuchó de cierta joven Yegua, que ella era buena jugadora de softbol y que quería alistarla para el equipo. 

Obviamente ella se negó al principió, el elefante volvió a insistir, en ese momento la niña esperaba un discurso emotivo del deporte y trabajo en equipó, como lo que le dio la concejal Fisher en sus intentos de hacer que se uniera a algún club deportivo. 

En su lugar el chico solo le preguntó qué quería ella para unirse y practicar lo básico en el equipo. 

Sandy ante tal comentario mostró sorpresa pensando que era una broma, así que le hizo una petición sobre libros de ciencia ficción que venden en la tienda de curiosidades del campamento de la isla. 

Unos libros de auto—relato que permite a sus usuarios profundizar y vivir la historia, los vendedores se negaron a vendérselos indicando que la restricción de edad es para mayores de 14 años. 

El joven paquidermo guardó silencio, parecía contemplar la solicitud de la gatita. 

Luego de unos breve minutos en silencio el chico habló indicando que no sería un problema el comprarle y darle tales tomos, pero le indico que la restricción de edad de estos seguirá funcionando, puesto que esa magia de seguridad fue colocada para no traumar a gente más joven e impresionable. 

Sandy se sorprende de nuevo y acepta entonces el unirse al club de softbol, al principio ella casi no toma la oferta, cuando le explicó sobre esa seguridad, pero si puede obtener esos libros tan solo tendrá que esperar unos dos años más. 

La gatita casi da saltos para celebrar y por la emoción de que esa colección de libros pronto estará en sus manos. 

Sandy entonces ve a Óscar sacar un termo el cual abre y se sirve en la tapa de este que actúa como vaso. 

Le llegó un agradable aroma a té de menta, el joven paquidermo le ofreció una taza a la mínima, pero esta la rechazó cortésmente. 

Es cuando el chico está por beber su taza de té, cuando Sandy se percata que detrás de Elliot una torre de hombres de galleta de Jengibre está por caerle encima. 

Justo cuando está por avisarle siente que es derribada y envuelta en una sustancia ¡pegajosa!, la chica siente cómo casi todo su cuerpo está envuelto en ¿masa de galleta?

La chica está casi confundida, hasta que recuerda la película de anoche… 

—Esto debe ser una broma de Abby—fue lo último que dijo antes de perder el conocimiento, por alguna extraña razón lo último que recuerda es un aroma dulce. 

Luego de eso despertó y ve a las dos concejales enfrente de dos gigantes de galleta de Jengibre, en el centro se puede ver a Óscar acostado en el césped del campo, dormido. 

La chica suspira pesadamente y se pregunta en dónde está la tercera concejal, no es normal que la dejen de lado. 

¡Buuum!; ¡PUM!

Ese ruido  particular y la iluminación repentina del firmamento oscuro dejó brevemente cegada a los espectadores. 

Una vez que todos recuperan la vista, se puede ver a las galletas de Jengibre en alerta. 

¡Fwoosh!, ¡PUM! 

La gatita observa como uno de los gigantes azota el suelo, toda su cabeza está despedazada, la causa de esto es una escoba de vuelo de bruja. 

Las criaturas pequeñas entran en mayor alerta, una gran parte se aproxima con urgencia para reponer al gigante destruido. 

—¡Así que!, están despiertas pero no han intentado liberarse ustedes dos—los presentes escuchan la voz de Jessy, y notan que en su tono de voz hay una seriedad alarmante. 

Lo siguiente que vieron de donde está el cuerpo caído del gigante, se levanta una erupción de magia en color rojo la cual procede a dividirse  y se disparan contra de los cientos de galletas dispersas en el césped. 

Todos observan como el cuerpo del gigante se incineró pero el césped del campo se encuentra sin daño visible. Lo mismo pasa con las galletas más pequeñas. 

Una vez que termina, se puede visualizar a la joven Tigresa con ambos brazos extendidos, la chica perdió su sombrero de bruja en el impacto, otro detalle es que no tiene su calzado puesto. 

Mejor dicho este se deshizo ante el empuje de la magia de la brujita, sus dedos de los pies junto a sus manos tiene extendidas garras negras y afiladas. 

El dúo de Abby y Honey están asustadas ante tal imagen, son raras la veces que su Minina se enfurece de esa manera. 

THUMP, THUMP, THUMP, es el sonido del último gigante de galleta de Jengibre, la criatura se lanza a atacar a Jessy, pese a su tamaño la criatura acorta rápidamente la distancia entre los dos y arremete con un golpe directo a la chica. 

¡PUM!, el ruido del golpe y el cráter profundo denotan un ataque dado con una fuerza abrumadora, la criatura levanta su puño de galleta y no encuentra una mancha roja desparramada en el cráter del piso. 

No ve y encuentra a la Felina, —Grrgh—ese rugido breve pero profundo y primitivo se dio cerca de la criatura, en su brazo aferrada con sus garras de brazos y pies se puede ver la joven Tigresa. 

Su postura es de un depredador a punto de dar un ataque certero y brutal a su presa, los presentes empiezan a notar como manchas notorias empiezan a aparecer en su pelaje castaño, estos son los patrones que son típicos en los tigres pero en el caso de la Minina estos son en un tono rojizo oscuro. 

Y de un movimiento rápido el brazo empieza a ser cortado cada trozo que empieza a caer se incendia hasta desaparecer en cenizas. Pero esto no se limitó sólo a esta extremidad. 

Todo el cuerpo del gigante está siendo cortado y quemado a una increíble velocidad. 

Y así como comenzó la criatura ya no existe más. 

¡THUD

Es el súbito y sonoro ruido que hace el cuerpo de la joven Tigresa al caer al suelo, su cuerpo está en una postura rígida, la chica al momento se encuentra con los ojos cerrados respirando de forma agitada ante el esfuerzo físico que tuvo que hacer para destruir al gigante de Jengibre. 

Ya una vez calmada, Jessy, entonces se voltea a ver a sus amigas. Ambas tragan duro su saliva al sentir esa mirada iracunda. 

Y de un momento a otro a gran velocidad la joven Tigresa acorta la distancia entre ellas. 

La Lepórida y Ailuropoda están preparadas para recibir el regaño de su amiga, después de todo era su responsabilidad el cuidar de los campistas, pero estas criaturas les embosco luego de que quedarán inconscientes por la magia volátil del hechizo inconcluso que había en la cocina. 

Lo más humillante es que solo requirieron colocar masa en sus manos y piernas, para que de esa forma las usaran como baterías para alimentar a las cientos de galletas de Jengibre que ganaron conciencia. 

—¡Pónganse de pie ahora mismo!— Las chicas acatan la orden dada, ven cómo Jessy alza su mano derecha, sus garras se iluminan de un rojo tenue pero igualmente peligroso. 

La chica Panda y la amable Conejita estaban esperando un golpe o bofetada de su amiga Felina. Sin embargo el hecho de verle alzar sus garras les dio un breve momento de temor que se convirtió en pavor al observar como ella baja esta con rapidez. 

¡Schlink!, ¡schlink!

El sonido de cortes precisos se escuchan en el aire, thud, seguido de un sonido leve de algo cayendo en el piso. 

Luego de haber cumplido con su cometido las garras de la Minina se resguardan nuevamente, el patrón rojo oscuro de tigre que adornaba su pelaje comienza a desaparecer. 

—No me tiene contenta, ¡cómo pueden dejarse secuestrar solo!, para ir con el guión de esa tonta película y además como se le ocurre usar polvo de hadas con Óscar. 

La queja de Jessy dicha a todo pulmón les sorprende pero en el caso de cierta chica Panda es una oportunidad para poder ocultar lo que pasó. 

—¡Jessy!, eso no fue… — Thud. 

—Argh mi pie, ¡Abby qué crees que estás haciendo!

La Ailuropoda le da una mirada sería a su Rival y empieza a negar con la cabeza, luego de esta acción se gira y mira a los ojos a su amiga la joven Tigresa. 

—¡Lo lamento en verdad Jessy!, esto era para hacerte perder el miedo, bueno fue una idea luego de que la magia inestable de cierta Minina y Pomposa hiciera que lo cocinado le diera conciencia a lo cocinado. 

—Sobre Óscar… Bueno tu tampoco, quieres pasar de vuelta ¿con lo que pasó en la mansión verdad?—es la explicación rápida de Abby rogando porque se crea dicha excusa. 

—¡Ustedes!—es el grito de enojo de la joven Tigresa, la cual alza su mano derecha y con una breve concentración de magia atrae a su escoba la cual una vez en su mano la impulsa hacia arriba en dirección del cielo nocturno para alejarse de sus amigas por la situación que crearon. 

[Una Hora después del fiasco de los hombre de Jengibre]

Se puede observar a la joven Tigresa sentada sobre un tronco en un claro del bosque. Esta se ve un poco decaída y algo triste por los sucesos que pasaron el día de hoy. 

Jessy no puede parar de sentirse culpable por dejarse llevar por sus miedos y permitir que estos se formarán físicamente por un descuido de su magia. 

En especial se siente triste porque la excluyeron… 

—¡Argh!, cómo puedo estar celosa de mis amigas por ser secuestradas para una ficticia ceremonia de bodas con Óscar y que a mi se me dejara de lado

Es el grito colérico de la Minina, su enojo es que se le ignorara  y dejará de lado, dicha sensación de abandono pudo más de lo que habitualmente soporta. 

Por ende se soltó un poco y fue tras de los causantes de dicho dolor que fue provocado en su corazón. 

—Los niño y niñas del campamento, ¡deben estar aterrados por mi comportamiento—es el triste comentario de la joven Tigresa, mientras procede a recargar su rostro encontrá de sus dobladas rodillas. 

—¡En realidad! Sparky, Elliot y  Sandy están muy preocupados por ti, ni que hablar de Abby y Honey que están desesperadas al saber que aún no regresas de vuelta siendo tan tardé—dicha respuesta era algo que Jessy no esperaba. 

La joven Tigresa ve como a poco a poco el joven paquidermo se vuelve visible a unos cuantos pasos a la derecha de ella.

Cuándo finalmente es visible puede apreciar el rostro de Óscar, ella ve una sonrisa sincera y una expresión de alivio, al parecer el chicó estuvo un buen rato buscándola. 

El joven paquidermo procede a sentarse a lado derecho de la joven Tigresa su mirada está al frente, al momento un silencio incómodo se hace presente, no ayuda tampoco que la chica ahora esté con su vista fija en el suelo. 

—Sabés hace tiempo me contaste el cómo eras más una chica obsesionada con la perfección y que descuidabas casi todo lo que no fueran tus estudios— Óscar de repente rompe el ambiente que estaba molestando, no obstante el tema del que habla es algo delicado. 

Una Jessy más joven creía que la amistad no tenía mucho valor. Por tratar de concentrarse en lo académico y buscar sobresalir terminó empujando los pocos lazos de amistad que había creado. 

Irónicamente su primera amiga se negó a perderla y le terminó regresando el empujón con más fuerza, no recuerda bien en qué momento fue, debido a las constantes discusiones que tenía con su primera amiga, no se dio cuenta de cuando apareció alguien más que quería formar un nuevo lazo de amistad con ella… 

En cierto punto ellas se las arreglaron para hacerle ver que no solo estaba ignorando y descuidando su ámbito social, sino que a la vez no prestaba atención a su salud. 

Fue cuando se desmayó en su escuela, por sus desvelos para acabar con tantos proyectos seguidos que cuando despertó en la enfermería de su escuela a las primeras personas que vio al despertar fue a esas dos chicas. 

La primera amiga que hizo y a la nueva chica que insistía en ofrecerle su amistad y cariño. 

Recuerda que cuando trato de hablar su primer amiga le explicó su situación claramente: "—¡Minina!, juro que si preguntas por cómo están tus maquetas e informes"—. "—¡Yo misma te vuelvo a desmayar de vuelta!". 

"—¡Abbigail!, esa no es forma de tratar a alguien que está delicada de salud". 

"—¡Oh Constanze!, callate, no ves que tengo que seguir regañando a esta desconsiderada, como se atreve a preocuparme por todo un año y…

Y ante el regaño de Abby y el considerado reclamo de Honey, la joven Tigresa consideró toda su situación y terminó riéndose por todo. 

Ahí se dio cuenta de lo que estaba perdiendo con su obsesión y a la vez agradeció a sus amigas por recordarle y hacerla comprender su situación… 

Aunque sigue enojada con la chica Panda por darle tremendo coscorrón una vez que la enfermera indicó que sólo fue un desmayó leve por falta de sueño y que no padecía de nada grave. 

Las tres son muy unidas desde entonces. Más ahora con su embrollo al tener reseteada sus edades, ya que esto rompió todos sus lazos y amistades que tenían. 

—Comprendo lo importante que son Abby y Honey para ti Jessy. Lamento que lo que pasó hace rato te haya hecho sentir excluida—es el comentario de Óscar que saca de sus pensamientos a la decaída Minina. 

El joven paquidermo se voltea para mirarla a la cara mientras que inconscientemente su mano izquierda se posa sobre la mano derecha de ella, el chico procede a tomar esta para darle un ligero apretón. 

—¡Jessy!, desde el día que las conocí y me dieron el regalo de su amistad, siempre tuve miedo de arruinarlo, pero se muy bien con lo que me han enseñado que dejarme llevar por esos sentimientos y pensamientos negativos, sólo empeorará todo– Óscar procede a verla en los ojos, la respiración de ambos es tranquila y relajada. 

En esta noche clara debajo de un mar de estrellas que iluminan la abundante oscuridad, un corazón solitario es encontrado por otro que compartió su misma desdicha. 

Uno preocupado y temeroso por el bienestar y seguridad de ella y la otra alegre y conmovida por recordar que tiene a gente que se preocupa y le ama. 


El joven paquidermo suelta la mano de la chica y procede a mirar el cielo nocturno, este apunta con emoción y señala una pequeña estrella fugaz. 

Jessy se decepciona un poco creyendo que por fin pasaría a algo más pero nuevamente se alegra ante el inmaduro comportamiento de su amigo. 

Su alegría es contagiosa y no es sólo porque sus emociones se están desbordando. Por el momento no presionará la situación y disfrutará de esta noche como es debido. 

[Pasada de la media noche] 

Se puede ver a Óscar cargando en su espalda a Jessy. La Minina al momento de sentir el calor y percibir el aroma a zarzamora y menta del chico, ella se terminó relajando lo suficiente para caer dormida en la espalda del joven paquidermo. 

El chico logra llegar al frente de las cabañas de las concejales, enfrente esperando se puede ver a Abby y Honey, las dos están con sus brazos cruzados y con una expresión semi-molesta. 

La chica Panda estaba por dar un regaño a sus amigos de la infancia pero al observar a la joven Tigresa dormir plácidamente en el lugar que ella siempre toma se detiene. 

La Ailuropoda le indica a Óscar que avance hasta estar con ellas. En lo que el joven paquidermo se acerca, Abby sacó su varita la cual está en su mano derecha, con un leve movimiento  de esta el suelo se ilumina de color blanco, poco a poco se empieza a atenuar la luz revelando que la misma luz está tomando forma de escritura y letras. 

Una vez que el área quedó cubierta por dicha escritura esta se desvanece por completo, —¡presumida!—es el animado comentario de la Lepórida, viendo como su autoproclamada rival creó una matriz múltiple para el área del piso, prácticamente transmuto el área para que el aire circundante pueda actuar como un colchón y a la vez la temperatura se ajuste para impedir que sientan frío o estén muy acalorados, esto junto a un asignación de tiempo para que mañana temprano esta se desvanezca. 

Honey no va a negar la gran pericia que Abby tiene, más que una Bruja ella fácilmente pudo tomar un empleo como artífice que es lo más buscado en estos últimos años. 

—Bien fantito, siéntate dándonos la espalda—. Óscar obedece ante la indicación dada por la chica Panda, una vez sentado en el suelo, siente como si su cuerpo completo estuviera flotando, la única tensión que siente es sobre su espalda, pero es más leve que antes. 

Sin embargo el chico siente como hay un nuevo peso que se está apoyando en sus hombros al voltear a ver observa como la Lepórida y Ailuropoda están sentadas una a lado derecho y otra en su lado izquierdo, ambas están recargando sus cabezas en sus hombros. 

El chico se ríe de forma leve, —¿por qué?, siempre me usan como un oso de peluche en las pijamadas que tenemos. 

—Óscar ¡Shsh!, fue un día muy ajetreado, vamos a descansar y en la mañana tendremos una charla muy severa con nuestra tierna Minina, por lo que por mientras a dormir—es el comentario final de Honey quien se acomoda mejor para empezar a dormir. 

—Yo nada más tengo una duda, ¿por qué hueles a menta con zarzamora?

Toda esta interacción está siendo observada por cierta prenda de ropa reanimada que está apuntando todo, esta se detiene y mira al cielo arriba de la ubicación del trío de brujitas y de su hermanito. 

Este vislumbra como lentamente se está materializando lo que parece ser un libro. 

La Pijama se infla de forma casi espontánea y procede lentamente a tomar su apariencia plana típica. 

—¡Rayos! Pensé que tendríamos más tiempo, tsks, sea quien seas te deseo la mejor suerte porque escogiste los recuerdos y memorias de alguien muy complicado—es lo que dice la prenda de ropa reanimada, mientras guarda sus apuntes. 

Este día fue muy animado y eso que apenas van solo siete días, a partir de hoy en la mañana tendrá que ver que se intensifique el entrenamiento de su hermanito y viendo que la Coneja está enfada ya tiene una excusa para manipular… 

¡Demonios!, sigue pensando como el Camisón de la Abuela del pequeñín, la Pijama frunce/arruga la parte de enfrente de la tela dando una expresión de enojo. 

—¡Esto cansa!, quien manipula a quien, tcht ¡eso ya no importa!, tan solo debo de enfocarme en proteger a mi familia y ver qué sobreviven ante los que vendrán—es el casi apagado reclamo de Pijama mientras procede a dirigirse a la cabaña que comparte con Óscar. 

Sí Pijama tendrá que omitir esto del reporte, tal como los objetos reanimados de la mansión le indicaron. Por más tentador que sea provocarle un ataque de pánico a Sue. 

Nota del Autor: Bendito trabajo, las actualizaciones van a estar lentas por esto

Agradezco de antemano a Mrbigccv por su apoyo con las ilustraciones del fic

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