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Lu

Los catorce ciertamente fue la etapa más extraña por una única razón: fue el tiempo en el que empecé a  salír con Lu.

Ciertamente siempre he amado a mi Lu, siempre lo amaría pero era de ese amor de mejores amigos, que digo el amor de hermanos... aunque en ese momento no comprendía esa diferencia.

—Vas a llegar tarde Santiago —me despertó mamá jalándome de la cama.

—Que tragedia faltar a matemáticas —me acomodé en mi camita.

—Si no estás en cinco te vas caminando —amenazó.

—Eso es maltrato —señale levantándome.

—Si soy terrible —negó saliendo.

Después de mi ducha bajé para desayunar, a las prisas pues la nerd quería llegar temprano.

—Podrías ya comprarme un auto —me adelanté— no te quitaría tu preciado tiempo.

—No me lo quitarías si no hubieras sido tan cabron para que te echaron del autobús —reprochó mamá.

—Fue tu culpa por enviarme —me excusé.

Mamá bufo para negar, al llegar Sofia le dió su beso para irse corriendo, estaba por salir cuando me detuvo.

—No se te olvida algo cabroncito —me regañó.

—Mamá ya estoy grande...

—Escúchame Santiago Daniel Dagda —Puff nombre completo no era bueno— me vas a dar beso de despedida hasta el día que me muera me entendiste.

Suspiré para besar su mejilla.

—¿Qué se dice? —obligo.

—Te amo mamá —completé riendo.

—Yo también cariño —sonrió victoriosa.

Negué divertido para irme, al entrar ahí estaban los dos tarados frente a la escuela.

Pasé entre los dos tirando sus donas que tenían en la mano.

—¡Santiago imbecil! —me gritó invierno.

Me giré para mirarle, en aquellos tiempos mi amor por inviernito ya estaba bajo control, ahora solo lo molestaba por compromiso.

—¿Qué dijiste? —regrese a él.

—Me debes diez —bajó la mirada a la dona.

—Veinte —agregó Perry mirando la suya.

Sonreí para recogerlas y dárselas.

—Yo las veo bien —sonreí— pruébala y dime.

—No la comeré —negó Perry— además no te tengo miedo, no eres nada sin tus matones.

Aquellos dos chicos que ya estaban hechos unos monstruos llegaron para abrazarlos por los hombros presionándolos con fuerza.

—Servicio completo Sant —dijo Lu llegando.

—Si me haces el honor —permití al latino.

El chico tomó la dona para acercársela a Perry.

—Podemos hacerlo por las buenas —le dió la dona —o las malas.

Perry se negó, un buen golpe en el estómago lo hizo retorcerse, Lu presionó su nariz obligándolo abrir la boca para meterle la dona.

—Espero seas más inteligente Inviernito —le acerque la dona toda mojada con pedazos de tierra y nieve.

—Te odio —aseguró.

—Gracias, me halagas —complete divertido.

Le metí la dona en la boca para que se callara de una vez, ambos se la comieron.

—A la otra sólo quédense callados —guiño Lu.

Chocamos puños para entrar a la escuela, mientras Lu iba por su desayuno metí mis cosas apresurado.

—¡Hey Santiago! —me llamó una voz molesta.

—No te metas donde no te llaman Tenis —le miré serio.

—Deja a mi hermano tranquilo me oíste —gruño molesto el castaño de ojo azul.

Joder Nike estaba bueno, pero me conformé con su hermano.

El chico se fue cuando los otros llegaron, Lu con una dona en mano.

—Enserio —negué riendo,

—Me la antojaron —explicó torpe.

Le di una mordida al pan aunque recibí un golpe del cabron.

Al llegar al salón ahí estaba el profesor con el bonche de hojas.

—Mierda las calificaciones —gruñí.

—Tranquilo te irá bien —me animó Lu.

—¿Cómo estas tan seguro? —pregunté mirándole.

—Porque me copiaste —me recordó.

Tenía sentido para mi, nos sentamos en nuestros lugares.

El profesor empezó a repartir los exámenes, para mi un 88, los gemelos con su 90 de avariciosos y mi Lu con ese 96 que no le gustó para nada.

—Bien chicos quedan solo dos exámenes más para cerrar calificaciónes así que es ahora o nunca si quieren mejorar —sonrío— buen trabajo Tyler y Louis —felicitó— felicidades por ese cien Tyler.

El chico miro a Lu orgulloso, aquella mirada que no me pareció, por la que pagaría más al rato.

Al acabar las clases Lu estaba demasiado alterado como de costumbre y no era de menos su padre era un imbecil con él si no sacaba buenas calificaciones, para su padre un segundo lugar era una pérdida de tiempo.

—Yo... iré a estudiar mejor —dijo nervioso.

—Louis no necesitas estudiar más, necesitas relajarte —asegure.

—Eso hice y saqué este estupida calificación— mostró molesto.

Suspiré para negar y masajear sus hombros.

—Es una calificación, no te define como persona —le recordé.

—Dile eso a mi papá —suspiró agotado.

—Lo haría pero no me dejas —le recordé.

—Conociéndote lo harías enojar y me negaría tu amistad —se cruzó de brazos— y no quiero eso.

Tenía razón pero que se le podía hacer, ayudarlo y evitar que tuviera un colapso como siempre.

—Vale te acompaño —bufé— Bob y Rob nos conseguirán el postre no es así.

Esa sonrisa y los gemelos desaparecieron antes de que dijéramos otra cosa.

—Odio cuando hacen eso —negó Lu.

Fuimos a la estupida biblioteca para que empezara a estudiar, tres minutos duré para terminar aburriéndome dibujando en la banca.

Una lágrima brotó de los ojitos de Lu manchando su cuaderno.

—Hey no —dije poniendo mi mano en su hombro— nos quitas credibilidad de matones si te ven llorar.

—Lo siento —susurró limpiándose sus ojitos— estoy cansado.

—A la mierda esto vamos a romper algo si —lo anime.

El chico negó cansado para seguir, odiaba esa cara de tristeza en mi amigo.

Perry salió de la biblioteca con un libro en mano, no lo tuve que pensar, sabía que hacer.

—Te traire una dona de acuerdo —lo anime.

—Con chispitas —me miró el castaño.

—Claramente —sonreí.

Lu asintió más calmado, no tarde en llegar a Perry que iba solo lo que era Perfecto.

—Hablamos —dije abrazándolo por los hombros.

—No...

—No me importa —interrumpí empujándolo para entrar al salón que estaba vacío.

—Así que este es mi fin —suspiró— siempre supe que moriría joven.

Ahora que lo recuerdo no mentía lo que es aterrador.

—Cállate —puse los ojos en blanco— escúchame bien porque no lo repetiré, debes sacar menor calificación que Louis en los próximos exámenes.

—¿Qué? ¡Claro que no! —se cruzó de brazos.

—Me ves cara de que estoy jugando contigo, no verdad —señalé empujándolo.

—Santiago una cosa es que me molestes y otra que me pidas que haga eso, algo que afectará mi futuro — señaló cansado.

—No te pido que repruebes solo que saques menor calificación un noventa y cinco está bien —me adelanté.

—No lo haré —se negó— prefiero que me mates.

Suspiré irritado y es que con los cerebritos no se podía.

—¿Qué te parece un trato? —opté de último— algo de inmunidad para ti y tu amigo.

—Nos dejarás de molestar —dijo esperanzado.

—No dije eso —lo detuve— claramente si lo hago sospecharán, pero si puedo ser menos idiota.

—¿Cuánto menos? —me miro interesado.

—Digamos tres insultos, dos bromas y un golpe a la —semana.

—Cuatro insultos una broma y ningún golpe —mejoró.

—Cuatro insultos, una broma según lo amerite y un golpe según este de ánimo, oferta final —señale.

—¿Qué pasa si no acepto? —preguntó intrigado.

—Seré lo más insoportable que hayas conocido en tu vida —informé— tanto que la única opción para que me detenga será cambiarte de escuela.

Perry suspiró inseguro.

—El segundo lugar no está mal —me adelanté.

—También incluye a Wint verdad —señaló.

Asentí, con un trato tan ajustado apenas y podría estar con él... pero en estos momentos mi prioridad era Lu.

—Acepto —sonrio extendiéndome la mano.

Cerramos al trato para dejarlo ir, regrese con la dona de mi chico para entregársela, esa sonrisa al comerla valía la pena.

—Te tardaste mucho —se quejó.

—Me distraje con algo —mentí, yo si era bueno en esto— entonces nos vamos a explotar jugos.

—Sant debo...

—Nada, hora de descansar cerebrito —lo apresuré.

Nos unimos con los chicos que habían conseguido macarrones de postre, unos deliciosos para ser honestos.

Conforme los días pasaban los exámenes se hacían presentes, mi padre siempre me exigía que saliera mejor pero desde lo de las pastillas mi madre se ponía algo sensible con el tema, con que no reprobara estaba bien.

Ambos cumplimos nuestras partes del trato, mi chico estaba contento y más tranquilo y ellos libres de nuestros golpes.

El día de la premiacion llegó, era un evento pequeño entre estudiantes solamente donde daban medallas por los lugares.

—Medallas de esfuerzo —anunció el director emocionado.

Las más ridículas para ser honestos, te las daban si mejorabas en lo más mínimo tu promedio y ahí estaba yo recibiendo mi estupida medalla que haría feliz a mamá de algo.

Inviernito también la recibió, mirándola con orgullo.

—A lo que aspiras en la vida a ser un esfuerzo —dije a su lado mientras los otros recibían sus medallas.

—Di lo que quieras yo me esforcé por esta medalla —aclaró— no como otros que sólo copian.

—Y aquí estamos recibiendo el mismo premio —asentí— la diferencia es que mi futuro brilla más que esta medalla y el tuyo será un quizás.

Me cerró la boca el cabron, pero ahí estaba yo aplaudiéndole sus logros gritando "Ese es mi esposo perras"

El chico bajó algo triste de la tarima, el momento llegó y anunciaron a los primeros lugares de cada salón, mi hermana era uno de ellos, le aplaudí con fuerza porque se lo merecía.

—Grupo Gamma, Louis Menéndez —nombró el director.

Mi chico subió aliviado a recibir su pequeño trofeo durante la ceremonia, le aplaudimos obligando a los demás hacer lo mismo.

Cuando acabo la ceremonia Lu corrió abrazarme feliz.

—Ves no tenías de que preocuparte —lo calmé.

—Es verdad —sonrió— iré por donas para festejar.

Bob y Rob lo siguieron para ayudarle, mientras yo recogía mis cosas el maldito se acercó a mi.

—Santiago, quiero que sepas que ya... ya no voy a seguir con el trato —dijo nervioso— yo merecía esa obvacion no él.

—No, de todos aquí él se lo merecía más —deje en claro— y será mejor que sigas con la boca cerrada y con el trato si no quieres...

—Santi... —dijo Lu mirándome dolido— tú, lo arreglaste.

—No, no es lo que crees —me adelanté.

El chico se fue de ahí corriendo, me giré para ver a Perry molesto.

—Acabas de cavar tu propia tumba Perry —sentencié.

Me fui tras mi mejor amigo para verlo entrar a uno de los salones.

—Lu —lo llamé— venga Lu vamos hablar —pedí.

No dijo nada, se quedó callado como si no hubiera nadie.

—Lu puedo ver tu pie —señalé negando.

El chico lo oculto para suspirar, fui a la parte trasera para sentarme a su lado.

—Hey lo siento si, ya se que no estuvo bien pero odio verte estresado —me adelanté.

—Papá tiene razón soy un fracaso —gimoteó.

—Tu padre es el fracaso de humano —señale— además tu sacaste estas calificaciones, te lo mereces, solo evite que te superaran.

—Aún así está mal —me miró molesto— no debiste hacerlo, yo podía superarlo si me hubieras dejado.

—Ya se que si. pero a que costo —bufé molesto— a que te quedarás sin dedos —señale su pobre manita.

—Santi yo...

—Tu padre es un imbecil de acuerdo, no sabe la fortuna que tiene de tenerte, eres asombroso Lu pero debes poner en tu lugar a tu padre —señale.

—No me vengas a decir eso hipócrita, o que, cuando le dirás a tu padre que no que no quieres ser doctor como él —me gritó— estamos en la misma.

Suspiré agotado, tenía algo de razón.

—Lo siento —me disculpe, me giré para ver al latino— tú me importas Lu, me importas mucho —asentí— y si tengo que dejar de golpear personas para que estés bien lo haré, a la mierda me volvería pacifista por ti.

—¿De verdad? —dijo con los ojitos cristalizados.

—Claro que si —confesé jalando su mejilla con mi mano— eras mi mejor amigo, mi persona favorita, mi...

No pude continuar, porque en ese momento comenzó la etapa de Lu besador, el chico me jaló con sus manos para besar mis labios, unos segundos en los que no entendía que pasaba.

—Yo... lo siento Santi me deje llevar y yo...

No le di tiempo de seguir porque decidí callarlo de la mejor forma, besándole, le devolví el beso porque se sintió bien, le devolví el beso por que estaba confundido, le devolví el beso porque lo amaba.

Nos separamos después de unos segundos para suspirar y dejar salir una sonrisa torpe.

—Creo que me gustas.... —dijo Lu tímido.

—Creo que igual —contesté riendo.

—Y eso... nos hace novios —propuso confundido.

—Eso creo —afirme más confundido.

—Bien —sonrio.

—Bien —afirme abrazándolo.

Nos fuimos de la escuela prometiendo que nuestro amor iba a ser secreto... tenía que serlo porque no había otra manera, o al menos eso creía

El primer beso de los latinos ¡QUE HERMOSO! 💕

Como dije Santi siempre idiota nunca inidiota. 💅🏽

Tratos vergas que hace él Santi, y es que Lu lo necesitaba.🙌🏻🥺

Ese amor siempre siguió y no hay día que los chicos no se amen pero como hermanos.🥰

Hermanos que se besan.🧐

En fin nos vemos la siguiente semana con más de estos dos 🌚, y no es por asustarlo pero en la siguiente ya iniciamos la cuenta regresiva, recuerden que son historia cortas.🥺

Se me cuidan, coman bien, abríguense, sean felices, los amo 🙌🏻

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