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Cumpleaños infeliz

Cumplir los nueve era algo importante no por los nueve si no que papá nos había prometido volver a México para pasar nuestros cumpleaños.

Desde la pelea con Invierno me había portado bastante decente para que no me castigaran con el viaje, eso y que al parecer si había tenido una contusión, un día libre y al volver se había sentido tan mal que aunque lo molestara no hacía nada lo que perdía la magia.

Desperté por las ganas de ir al baño, había tomado una siesta por la tarde pero se había convertido en un sueño completo.

No era tan tarde y después de descargar mi vejiga me di cuenta que moría de hambre.

Bajé por algo de cenar cuando escuché a mis padres en la cocina.

—Se lo dirás tú, le hacía tanta ilusión ir —mencionó mamá— incluso se a portado bien.

—Es su responsabilidad Sarah, no lo compensaremos por no comportarse como un idiota —expresó, mamá le pegó un golpe en la cabeza.

—No hables así de tu hijo —lo regañó— además es su cumpleaños.

—Le hará bien tener una fiesta aquí, así hace más amigos —mencionó.

—¡No lo prometiste! —intervine— no quiero mi cumpleaños aquí.

Mamá le miró apoyándome.

—Santi tengo mucho trabajo de acuerdo ahora me es imposible hacer ese viaje —explicó calmado.

—Pues nos vamos nosotros —exprese.

—Santiago no haremos eso —estableció mamá.

—¿Por qué no? Falto el año pasado —les recordé— siempre tiene trabajo.

—Gracias a el trabajo tienes todo esto que no se te olvide —me levantó la voz— tendrás tu cumpleaños aquí quieras o no.

—¡Eres muy injusto! —le grité.

—Y tú un mal agradecido —me regaño de vuelta.

—¡Sebastian! —exclamó mamá.

Me fui a mi habitación molesto, mamá no tardo en llegar con un emparedado.

—Largo —gruñi.

—No te pases Santiago —me regaño mamá.

Me giré para hundir mi cabeza en la almohada.

—Ya sé que querías pasar tu cumpleaños en México pero tienes que entender que por el momento no podemos —trató de calmarme.

—Prometieron que pasaría mi cumpleaños en casa —le recordé— aquí no tengo nada.

—Nosostros que papacito, tienes a Lu, Sam y los gemelos del terror —me recordó, si podían llegar a dar miedo.

—La abuela está allá, mis primos y mis amigos —le recordé.

Mamá suspiró para abrazarme.

—Además Sofia tampoco va a querer—traté de argumentar.

—Ella dijo que esta bien —mencionó.

—Traidora —murmure molesto.

Mamá sonrió para besar mi frente.

—Vamos Santi les haremos la mejor fiesta, te gustará lo prometo —se dijo más para ella.

—No lo creo —gruñi.

—Al menos lo intentarás, por mi —pidió.

Suspiré para asentir, me dió mi emparedado orgullosa.

—Me traes leche de chocolate —aproveché.

—Solo hoy —advirtió.

Mi mamá se tomó muy en serio en hacernos la mejor fiesta, pero simplemente no lo iba a ser porque no era donde yo querría.

Llegué a la escuela molesto por sus condiciones.

—Toma te invito a mi estupido cumpleaños —gruñi dándole la invitación a Sam.

—Gracias —sonrió viéndola.

Se las di a Bob y Rob para terminar con Louis.

—Te invitó a mi...

Lu me abrazó fuerte para tomar la invitación feliz.

—Gracias Santi —sonrió feliz.

—Wow será en Diamond Center —mencionó Sam asombrado.

—¿Algún problema? —pregunté confundido.

—Bromeas es el mejor centro de fiestas de Skys—aseguró.

—¿Skys? —pregunté más confundido.

—Así le dicen a los que viven en la montaña, lugar de niños ricos, unos creídos —expresó Sam.

—Yo vivo en la montaña —confronte.

—Oh claro que si —dijo riendo— al igual que Lu y los gemelos.

El chico sonrió seguía perdido viendo la invitación.

—Todos matarán por ir —aseguró Bob.

—Perfecto —planeé sacando las invitaciones.

—Tengo seis pases para Diamond center alguien quiere —grité.

Tan pronto como lo dije se alborotaron sobre nosotros.

—No, no —seleccione a los niños— ¿Qué me das a cambio?

—Un lego —mencionó uno de los chicos.

—Hecho —sonreí dándole la invitación.

Después de negociar mis futuros regalos me senté, Sam me miró riendo.

—Mamá me dijo que tenía que invitar minimo a diez —explique fastidiado.

—Puedo llevar a mis hermanos —pidió Sam.

—Seguro, puntos extras con mamá —asentí.

—Espero poder ir —sonrió Lu— programare al chofer —asintió para si.

Negué divertido, me percaté que Invierno no dejaba de mirarme.

—Algún problema tonto —gruñi molesto.

—No —dijo bajando la mirada.

—Le gustas —susurró Sam.

—Cállate imbecil —me giré para aventarle su estuchera.

Entre burlas pasaron todo el día jodiendome incluso Lu quien solía ser muy reservado... jaja ayuda extraño a ese Lu, de verdad alguien tráigalo de vuelta.

—Invitarás a tu novio —se burló Sam

—Estas a dos de que me valga verga lo que sea que tengas y te parta la madre —sentencié.

—Intocable —sonrío victorioso.

Estaba dispuesto a lanzareme pero Bob y Rob me detuvieron.

—Ya me calmé —dije para que me soltara.

—Tranquilo todos pasamos por esto —aseguró Rob.

Al final de la escuela sin castigo alguno estaba por irme cuando miré a mi hermana darle una de las invitaciones al copo caído.

Me acerqué para confrontarla.

—¡Qué haces! —gruñi.

—Lo invitó a mi fiesta —expresó.

—Es nuestra fiesta y no lo quiero ahí —establecí quitándole la invitación.

Sofia me miró para darme un golpe en la cabeza y arrebatármela para dársela.

—Madura Santiago —regaño jalándome.

Miré a Invierno quien solo bajó la mirada.

—¿Por qué? —gruñi.

—Es una ofrenda de paz Santiago —contestó molesta.

—Él me provocó una contusión —lo señalé molesto.

—No esa te la ganaste por andar de cabron —me miró molesto— puedes comportarte por favor y dejarlo en paz.

La miré confundido para entender.

—Te gusta Invierno —sospeche.

Ella puso los ojos en blanco.

—Oh no, te gusta el ornitorrinco —adivine.

—Cállate —confirmó pegándome.

Mi hermana y sus gustos terribles... así de simple nos arreglamos pero me pasé la tarde molestándole.

El día de la fiesta llegó y no mentían el salón era genial, había una sala llena de videojuegos, una pared de escalar, pelotas de hámster... de todo.

—Te gusta Santi —sonrió mamá.

Levanté los hombros, si me gustaba pero no le daría la razón a papá.

—Más le vale con lo que costó —susurró papá.

—Quien quiso que la fiesta fuera aquí —le recordé.

—No van a pelear —regaño mamá.

—Así es contrólense —gruñó sofi abrazando a papá— ¿Cuál es nuestra sorpresa?

Papá sonrió para abrazarla y besar su mejilla.

—Dejen voy por ella —sonrió— a ver si se le quita el mal humor a este.

Golpe de mamá, gracias mujer.

Espere fuera un perro nuevo pues había perdido el mío ese día, mamá dice que no murió, pero que no lo encontraron aunque aún tengo mis dudas.

Mi papá llegó con algo mejor que un perro.

—¡Abuela! —grité emocionado.

Corrí hasta ella para abrazarla, ella me cargó para abrazarme más fuerte.

—Mi príncipe —sonrió besando mis mejillas— te extrañé tanto.

—Yo igual —la abracé.

Mi abuela besó mis mejillas, era una mujer elegante y no tan grande, sin embargo las canas empezaban a presentarse.

Sofia llegó para abrazarle, claramente yo era el favorito pero ella tenía a papá de su lado.

La abuela nos dio nuestros regalos los que no nos dejaron abrir, poco a poco empezaron a llegar.

—Bob y Rob —sonreí— gracias por venir.

—Venimos por la pared de escalar —dijo Rob.

—Y la comida —completó Bob.

Me dieron regalo doble al igual que a mi hermana, lo bueno de tener amigos gemelos.

Lu llegó con un regalo inmenso para dármelo y abrazarme con fuerza.

—¡Feliz cumpleaños Santi! —felicitó feliz.

—Gracias por venir —dije devolviéndole el abrazo— ya puedes soltarme.

—Ya lo hice —dijo aún pegado a mi.

Lo separé de mi riendo para revolver su cabello.

—Gracias por el regalo —dije mirándole.

—Es una estatua de la BatFam —sonrió— oh debí esperar a que lo vieras —mencionó abatido.

—Agradece que se esperó hasta hoy, casi lo dice tres veces —Bromeó Sam llegando con un cabestrillo.

—Viejo era lastimarte hoy no antes —regañe divertido.

—Ya ves —negó riendo— feliz cumpleaños Sant —dijo chocando los puños.

Tomé los regalos para irlos a llevar a la mesa.

—Te ayudó cariño —se ofreció la abuela.

—Gracias Abue —sonreí.

—Príncipe ese chico que te abrazó —miró a Lu atándose sus agujetas, teniendo que empezar pues si olvidaba un paso el proceso se arruinaba.

—Ah si es Lu, así es el —asentí.

—No dejes que lo haga, podría confundir a las personas —me dijo— no queremos que piensen mal de ti.

Asentí... si supiera.

Volví con los demás para ir a los juegos de video, nos adueñamos de la sala pues Sam no podía hacer otra cosa, los gemelos los habían botado de la pared de escalar y a Lu no lo dejaban jugar videojuegos en casa.

Salí en busca de algo de beber cuando lo vi llegar.

—Es en serio —dije mirándole.

—Mamá me obligo —murmuró bajando la cabeza— feliz cumpleaños —menciono dándome el regalo.

—Gracias —murmuré viendo la envoltura de Batman—no me matará o si.

Invierno negó riendo para mirarme con sus ojos azules.

—Pues ya estás aquí —murmuré— ojalá no te diviertas.

El chico solo asintió, que aburrido.

Me fui a dejar el obsequio para volver con los chicos que mamá ya estaba sacando de la sala.

—Mamá —gruñi.

—Llevan pegados todo el día aquí anden a jugar —nos regañó —ahora Santiago.

De un momento a otro los perdí de vista, me quise subir en la pared pero o sorpresa ahí estaba él, me subí a las pelotas de hámster y ahí estaba él aunque lo admito fue divertido chocarlo y él no se quedó atrás.

Pero cuando me subí a los juegos enormes me lo volvi a topar.

—Deja de seguirme —gruñi.

—No lo hago —dijo bajando la cabeza.

Suspiré abrumado, apenas y me miraba.

—Puedes dejar de hacer eso —ordene.

—¿Hacer que? —preguntó sin verme.

—Evadirme con la mirada —gruñi— no te convertirás en piedra.

Él me miró para volverlo hacer.

—¡Basta! —exclamé.

—Lo siento —susurro.

—Oye así no eres divertido, yo te molesto y tú a mi —establecí— más yo que tú.

Invierno negó mirándome con sus ojos azules.

—Es por lo del golpe en la cabeza —supuse.

Invierno asintió sus ojos empezaban a cristalizarse, si dramático desde siempre.

Suspiré para plantarle tremendo golpe en el hombro,

—Estamos a mano de acuerdo —arregle.

Invierno sonrió, aquella sonrisa que ame por primera vez.

—Una carrera hasta abajo —mencioné.

—Arrastrare tu trasero —asintió feliz.

—Ya veremos —negué— listo, ahora...

Lo empuje para ganar algo de tiempo.

—Santiago tramposo —dijo riendo.

Aquel día fue el único que como niños no nos odiamos, pasamos la fiesta prácticamente juntos haciendo competencias, y lo admito me encantó.

Cuando menos lo noté la fiesta se había acabado.

—Adiós Santi —dijo Lu aferrado a sus dulces de la mano de su chofer.

—Adiós Lu —negué divertido, ciertamente adorable.

Invierno me miró para tenderme el puño.

—Nos vemos —dijo sonriéndome.

—Supongo, para aclarar yo gané —aseguré.

Invierno negó divertido para irse pues su mamá le esperaba con un bebé en brazos con el cual llegó para besar sus mejillas.

—En fin, el amor —murmuró Sam.

—Eres un tonto —afirmé.

El chico sonrió para revolver mi cabello.

—Algún día lo aceptarás Santiago —sentenció, lo malo es que no estuvo ahí para decirme te lo dije.

—Algún día te partiré la madre —amenace.

El chico miró su brazo para negar.

—Intocable —negó.

Me despedí de un abrazo para volver con mamá y ayudarla a guardar los regalos.

Al llegar a casa subí para abrir mis regalos, patinetas, sables de luz, muñecos de acción, de todo un poco.

Como dijo Lu su regalo era el más caro de todos y el mejor sin duda, los gemelos me habían regalado legos y Sam la mejor patineta de todas.

Deje al último el regalo de Invierno, al abrirlo no pude evitar sonreír.

Era un oso de Batman, no era noticia que me gustara mi mochila y lapicera eran de él.

Abracé al oso por un momento para luego dejarlo en mi cama, bajé por algo de pastel y leche para terminar mi cumpleaños hasta que los escuché hablar.

—Solo quiero que tengan en cuenta lo que pasó —mencionó la abuela.

—Mamá fue un abrazo a su amigo no hagas esto más grande —señaló papá.

—Ahora fue un abrazo, pero qué tal si después es una tomada de manos, un beso —mencionó— se los dire solo una vez, si el niño les sale maricon no lo quiero en mi familia, me niego a reconocer a un nieto mío como gay.

Y lo hizo... no le salí gay pero si polisexual, que según la abuela era el mismo pecado, fue la última en enterarse pues nunca se lo dije hasta los planes de la boda cuando llamó para felicitarme y hablar de la afortunada, en efecto cuando le dije que era el afortunado me dijo que no era su nieto.

Ese miedo que sentí en ese momento me hizo volver a mi habitación, darle un último abrazo al oso y ocultarlo en el fondo de la cama como lo hice por mis sentimientos a Invierno.

El lunes en la mañana llegué para tomar mi lugar, mientras platicaba con Sam el chico llegó, con el pelo despeinado y una sonrisa grande.

—Hola Santi —me saludo feliz.

Le miré de arriba abajo analizándolo.

—Que quieres —murmure con molestia.

—Amm nada —dijo confundió— oye abra un torneo de fútbol y quería saber si querías estar en mi equipo.

Negué riendo para mirarle.

—Porque jugamos un día ya piensas que somos amigos —ataqué— no seas patético.

—Yo pensé...

—No lo hagas, eres malo para eso —gruñi— aclaremos esto tú y yo no somos amigos, no puedo serlo de un chico como tú.

Invierno asintió para irse a sentar a su lugar recargándose en la mesa ocultando su cabeza entre sus brazos.

Sam me miró confundido, creo que fue el primero en asumir que no era hetero... también predijo que Lu iba a ser un desmadre, tenía diez pero la sabiduría de un hombre adulto.

—Algo rudo no crees —mencionó.

Suspiré para negar.

—No lo entenderías —susurré abatido mirando como Tyler trataba de averiguar que le pasaba a su amigo.

—Tu abuela —supuso.

Asentí, él me dió un par de palmadas, me acomodé en mi lugar para suspirar.

Desde los ocho sabía que era diferente, a veces me gustaban las niñas y otras veces los niños, también sabía que de decirlo me quedaría sin abuela, aquel miedo fue lo que me llevo a mi primer corazón roto cuando ni siquiera sabía que se podía tenerlo.

Terrible, lloremos 😭.

El primer cumpleaños de Santi en tierras desconocidas es lo que marcó esta historia.🥺

El pequeño latino arreglabdoselas para conseguir sus regalos favoritos, digno de él.🙌🏻

Me alegra que puedan conocer un poco más a los amigos de Santi, los gemelos del terror y si Lu bebé porque merecemos esa ternura en nuestras vidas.🥰

Con respecto a Sam él tiene su propia historia llamada No More Lives escrita por ElChon1 donde también sale Sofi y Santi por si gustan darse una vuelta, tristemente no se a podido terminar la historia por fallas técnicas acá del patrón. 😡

Pero bueno, ¿Santi y Wint en algo así como su primera cita? Sip estaban destinados.🌚

Tristemente la Abuela del nene nos vino a fregar todo y bueno que puedo decir no todo es arcoíris en el Pride Month, existe gente así incluso más siendo latinos.🥺

Pero triunfó el mal 🔥 con su retoño incluido.

Nos vemos la siguiente semana.💅

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