I
Solo fue necesario un leve movimiento de su dedo indice para que el cielo se cubriese de humo negro, y que las llamas rodeasen las casas de madera. Niños lloraban con la necesidad de ser abrazos por sus padres, hombres estaban atrapados y rezaba porque sus muertes fuesen rápidas. Otros simplemente abrazaban a sus seres queridos, queriendo pasar sus últimos momento acompañados de esas personas que amaban y querían, pero para el conquistador esto estaba jugando a su favor.
El caos y la discordia se hacían presentes, facilitando la oportunidad para navegar libremente por las peligrosas aguas que rodeaban la isla en un intento de llegar al preciado objetivo que era ese castillo viejo, lleno de hierba saliendo de las formadas grietas... el castillo no estaba en sus mejores condiciones, pero aun así se mantenía firme.
—Mi rey.—informo uno de sus soldados, arrodillándose primero y haciendo que el sorprendido mencionado se girase para verlo.—Hemos encontrado un lugar para dejar las naves de guerra.—resumido de una simple manera, los barcos llenos de cañones que aun no dejaban de disparar. El rey, de nombre Rellik, puso su mano en su mentón.—Es un lugar apartado y en el que probablemente no...
Cuando el gigantesco monstruo levanto una mano los labios del joven se silenciaron de inmediato, volviendo a agachar la cabeza en señal de respeto hacia su rey. Dicho rey volvió a dirigir su vista al horizonte y aun con una mano en su mentón, dando la sensación de que estaba pensando algunas cosas... al fin de cuentas la voz grave, y algo profundo apareció y vaya que se hizo notar.
—Parece que aun se resisten los soldados, lo cual es malo. Muchos soldados de mi parte perdidos...—y suspiro dirigiendo su mirada al soldado, monstruo de 1,70 metros de altura y de la raza de los perros.—¿Donde esta el jefe?
—¿El jefe Ujk? Desde que dijo el plan de separación ha estado llevando a algunos civiles a un punto escondido y concreto del mapa, aunque aun se pregunta porque ha hecho eso.—afirmo aun arrodillo a los pies del rey, mientras que escuchaba los leves balbuceos, ademas de notar la mano del rey levantado su capa roja.—¿Majestad?—dudo cuando su realeza apoyo su mano en sus hombros, sin mucha fuerza... solo fue una extraña sensación.—
—Ven, álzate junto a tus hermanos y bañémonos en el polvo de nuestras víctimas.—y con eso dicho los navíos de guerra avanzaron, siendo guiados por el viento hasta su destino.—
En algún punto de la historia relacionada con los monstruos, este archipiélago formo parte del continente pero una fuerza mayor la separo del resto del mundo, como si de un exilió se pudiese tratar y los pecados sentenciaron a aquellos con ya una vida en el continente lejos de estos. Algunos aseguraban que los que vivían ahí eran bestias sin un razonamiento y si es que llegaban a tenerlo, solamente se trataría de luchar y sobrevivir. Resulta ser que las perfectas condiciones del archipiélago, sumado al avance en muchos aspectos de aquellos habitantes que llegaron a habitar en esas exóticas islas fueron perfectas para que la vida ahí fuese tan buena, o incluso si las cartas eran jugadas de manera impresionante, como lo fue cuando todo esta en un mismo lugar.
La parte frontal de los navíos no tardaron en tocar tierra, arrastrando esta con tal fuerza que parecía que quería llevársela con ellos y los guardias no tardaron en bajar del navío, liderados por su gran líder de 5 metros. Algunos aseguraban que las bestias eran aquellos que estaban separados del continente, ¿pero y si ellos todos ellos eran bestias sin un razonamiento que no fuese la sed de polvo bajando por sus manos y brazos, bailando entre los restos de sus enemigos? Rellik abrazaba esa personalidad suya con gusto, la amaba y gustaba de bailar en las tumbas de sus enemigos caídos o aullar a la luna con vigor para expresar la victoria que acababa de tener.
—Ya sabéis que hacer, y no me hagáis tener que repetirlo. Yo llamaré su atención, pues después de todo es a mi al que quieren... venga, dispersaos.—la orden fue dada y los soldados se movieron rodeando los francos de la villa. Algunos se metieron en las casas y otros las rodeaban, ¿cual era el plan del rey monarca? A ojos de sus soldados no tenían ni idea, pero si sabían lo que pasaba a aquellos que lo desobedecían.—... están tardando más de la cuenta.—simulo estar mirando un reloj de bolsillo, pero simplemente mirando hacia arriba se podía hacer una ligera idea de la hora exacta... y los distintos aromas que estaba percibiendo, lejos o cerca era lo de menos, los percibía y con eso le bastaba.—
Estuvo esperando por ciertos minutos que sintió se alargaban hasta las horas, cosa que no le importaba mucho porque sabía cual era el arte de la paciencia. Un guerrero calmado tiende a cometer menos errores, es un guerrero capaz de enfrentar a cientos de enemigos y dar miedo... si, la tranquilidad daba miedo y más en alguien como Rellik. Su altura lo ayudaba en eso, en destacar y por eso a los 30 minutos de estar esperando, con las filas de sus propios soldados ocultos entre las abandonadas casas y con algún que otro prisionero, una agrupación de sonidos metálicos apareció en ese lugar donde los colores anaranjados reinaban.
—Han tardado bastante.—susurro para si mismo, antes de posicionar sus manos detrás de su espalda, con firme pero seria mirada y casi mostrando su malestar.—Los reyes no merecen una espera que haya sido tan larga como la que ustedes, los soldados de este desolado poblado, merezca.—se agacho y ante su mirada se encontraban varias lanzas apuntando su mirada. Las ignoro por completo antes de sujetar la arena suave.—Imagino que habéis venido a detenerme, ¿cierto?—pregunto, jugando con la arena y dejando que esta cayese. Le estaba prestando mucha más atención que al resto del ambiente.
Ante él se encontraban soldados bastante bien armados, pero no muy protegidos. Era una estrategia para que los movimientos no se le hiciesen dificultosos y la manejabilidad fuese mucho más fácil, agradable y suave. Le agradaba las expresiones de miedo posadas sobre su persona, e incluso notaba los temblores. La tierra tembló cuando algo se acerco, calmando a los soldados y levantando las pequeñas piedras que se encontraban cerca de ellos.
Era un ser... que al castaño le costo describir, porque estaría admitiendo que le llegaba a su altura máxima. Su armadura, de un color bastante claro como lo era el azul junto a la capa de un verde no era una combinación de colores que agradaba a los ojos del monarca, lo cubría de forma completa y le era complicado mirar alguna cosa que no fuesen los ojos verdes de este. Su yelmo no era algo que lo cubriese tanto como si lo hacía la parte del pecho, y claro... quito la obviedad de que sus pies se encontraban descalzos. Le llamo la atención las rayas negras en el pelaje blanco tirando a naranja.
—¿Rey? Por supuesto alteza, de haber sido un simple conquistador más hubiésemos venido para combatirle con fiereza pese a que las ordenes de la reina nunca hubiesen sido esas.—respondió, ya cerca del castaño y sus soldados encontrándose detrás de ese gigante.—Lamentamos enormemente que hayamos tardado tanto en aparecer. La reina pidió que necesitábamos tardar para que no destrozase nada.—básicamente y en palabras un tanto complejas para algunos soldados le acababa de decir bárbaro y salvaje. Rellik comprendió el doble sentido de la palabra, pero roto sus cuencas grises para restarle una importancia.
—¿Enserio vamos a dejar que este salvaje entre en nuestro castillo?—pregunto de golpe la voz de uno de los soldados, uno que no portaba un Yelmo y le siguieron otras leves protestas por la decisión que el capitán gigante tomo. Manchar el castillo con los pasos de una peste como era Rellik le podía desagradar a todo el mundo.—Este "rey" ha venido destrozando nuestro poblado, todo lo que hemos construido es...
—¿Lamentable?—tomo la palabra el silencio castaño antes de poner la cara de perro confuso.—Perdonad noble caballero, pero que la paz no haya sido promocionado por la reina o "yarl" como usted suelen llamarla aquí, no se quiere llegar conmigo. En resumen, vuestra gobernadora valora unos ideales que protege como un dragón hace con un tesoro de rubís.—todo aquello que decía, lo hacía moviendo sus manos y cada cuando moviéndolas. Usaba el lenguaje corporal para expresarse, y las palabras le ayudaban aun más.—Vuestra vida es... como una hormiga. Os va a sustituir en un tiempo corto.
El silencio se hizo luego de esas palabras mientras que la calma de Rellik actuaba. Luego de las palabras duras del rey era obvio que todos, en especial los soldados que acaban de entrar, iban a cuestionar el sano juicio de su esposa y todo lo que estaba diciendo aquel ser. Era un demonio si, pero algo era... ¿agradable? No sabían poner en su cabeza todos sus pensamientos que estaban teniendo en ese instante, donde compartían espacio con el gigante. De hecho algunos, en sus adentros, sabían que la verdad de un soldado era esa.
Tener hijos y educarlos para servir a unos ideales que algunos de ellos ni compartían, pero pues, de algo siempre había que vivir. La vida de un soldado es esa, siempre con la vida peligrando para proteger a posibles seres que ni lo merezcan, mientras que la recompensa por su éxito era tan minúscula como era de esperar.
—Paradme pues noble caballero, quiero ver como intentas detener a un gigante rey con tus... capacidades físicas.—en efecto. Se estaba burlando de él por ser bajito, e incluso, más que sus otros compañeros.—Las consecuencias pueden llegar a ser horribles si te lo propones, así que será mejor que...—acerco su hocico, vacilante y sabiendo que no iba a poder pasarle nada malo.—... vayas con cuidado.
El rey no podía esperar un ataque del contrario felino, cuyas garras retráctiles salieron con fugaz rapidez. La sangre de monstruo, una sangre de reyes y gris como la nieve, comenzó a salir de la barbilla de Rellik, quien e incluso aunque se quejo del dolor, dejo de sangrar al instante. La sangre ya no se esparcía por todo el lugar y lo único que acabo en el suelo fue el cuerpo del soldado, con su yelmo destrozado e incluso hecho pedazos.
Nadie quiso saber nada del asunto, y solo cuando Rellik se fue con el gato montes negro es que hablo. Los guardias estaban alejados, y en algún punto el gato negro pensó que sería una buena idea acercarse a un gigante para provocarle un daño trasero... quizás no contó con muchos factores para que su plan ingenioso hasta cierto punto, se convirtiese en un intercambio de vidas. Lo primero de lo que dudo era de los rumores que afirmaban sobre la gran capacidad regenerativa, o la alta capacidad de cicatrizar con rapidez, todas esas heridas provocadas por ataques ajenos a otro rey.
La segunda razón era simple... Rellik era un rey. Un rey que era considero un animal salvaje y sin sentimientos, pero era un rey después de todo y era capaz de matar a quien fuese. ¿Quien se iba a interponer en su camino, después de todo? Nadie lo haría, pues los otros reyes del continente tenían preferencia por no meterse en asuntos de los contrarios a menos que afectasen de forma directa la economía de su reinado. El rey del oeste. Ese si era un salvaje que incluso Rellik trataba de evitar una confrontación directa y que, para suerte de todos, su esposa siempre acostumbraba a calmarlo.
—No deseaba tener que agredir a este soldado, pues es joven y estupido. Cosa que todos hemos sido y por lo que veo quieres que sea castigado caballero.—el vestido en noble armadura, con el símbolo de una flor en una esquina, sujeto los lados de su yelmo antes de alzar su protección.—...—se escucho un quejido por la parte del castaño, como si la presencia del aparecido le molestase.
Fuera de ese casco reluciente de color plateado se encontraba un felino de rayas negras y un pelaje dorado casi naranja, incluso se podía ver por la zona de los labios, unos pelos blancos y los típicos bigotes. En efecto, era un tigre y uno de los principales competidores contra la sangre del lobo, esa que corría por las venas del rey que no había traído su corona.
Cuando salía, en busca de una posible pelea dejaba de lado su realeza y su corona. Porque él era soldado y comandante, simplemente no podía traer la corona puesta a todos lados. Se sentía pesado y con responsabilidades, sin ella era libre de hacer lo que quise sin el temor de que alguien le mirase desde el más allá... eso, y que algunos reinos tenían mala fama por haber llegado a robar coronas de descuidados reyes antes que él. Debía ir preparado para todo, aunque mentiría si dijese que estaba preparado para encarar a un tigre.
—Noble soy en efecto, y mi deseo es la de proteger a la reina. Si tanto deseas verla que así sea, pues si cumplimos tus deseos a más gente vamos a salvar... estaría genial que el soldado me fuese entregado. Yo mismo le daré un castigo por usted, así sus manos no manchas alteza.—aunque había un tono respetuoso detrás de aquellas palabras, la seriedad era bastante propensas en esa frase.—Sus manos se que no deseas manchar, alteza...—y luego de aquello vio el cuerpo del soldado caer a los pies del comandante. Mientras se arrodillaba veía como el rey movía su mano.
—Pues que así sea fiel caballero andante. A la princesa me debes llevar hoy porque soy capaz de más maldad de hacer.—afirmo, y con un leve chasquido otros soldados, con el símbolo del lobo, aparecieron desde dentro de las casas.—Oh y... para que sepa que no me vais ha hacer nada... pues tendremos a estos pueblerinos como pequeña carnada.—se fijo en una mujer, no por nada en especial... quizás por sus atributos femeninos.—¿Hay un trato?
—... que así sea, Demonio Gris.—se levanto el caballero con lentitud antes de girarse y empezar a caminar. Le empezaron a seguir, pero pudo ver como Rellik se giraba para ver su navío encallado en la arena y organizar a sus tropas. Estaban organizando un posible futuro ataque.
Hola mis pequeños demonios :3
Espero que la estén pasando muy bien porque enserio tenía mucha ilusión por publicar esta obra relacionada con el canon de mis historias, pero primeramente quiero presentarme.
Mi nombre es OriginalKen2 pero puedes llamarme Ken porque es mucho más sencillo recordar un nombre de tres dígitos que uno que supera los seis dígitos xD. Me considero un escrito novatillo en este mundo pero con un gran entusiasmos y grandes ideas que pienso mostrar al mundo :D
Primeramente agradecer al publico que tengo por el momento por haber estado esperando esta historia desde muuuucho tiempo —creo que esta cosa lleva como cinco meses en mi blog de notas— aunque todo esto tiene un motivo, siendo este mis prácticas y que estoy cursando para un ciclo superior con el fin de elevar mis posibilidades de tener un trabajo a futuro en el que este cómodamente estable.
¿No mucho más que decir salvo preguntar que es lo que piensas del capítulo? ¿Que crees que va a suceder?
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