Una acampada en la enfermería. Enero de 1976.
Foto tomada por Ted Tonks.

Se había lastimado la muñeca en el partido de quidditch contra Hufflepuff. Luego de que se retiraron de la enfermería sus primos y sus hermanas, ella esperaba que apareciera el chico que más le importaba, ¿o es que no le interesaba si estaba bien? De acuerdo, no era una gran lesión, pero igual la habían dejado en la enfermería aquella noche.
Una lucecita se acercó lentamente en la oscuridad.
- ¿Mucho dolor?- preguntó una voz y ella sonrió, sintiendo que su corazón latía más fuerte que nunca- Nadie debe enterarse de que vine a visitarte- dijo el muchacho con un suspiro- pero necesitaba saber si estabas bien.
La chica asintió, componiendo una mueca de dolor. Le encantaba que Ted se preocupara por ella.
- Puede venir la señora Promfrey, mejor métete en la cama.- dijo. El muchacho tardó en responderle, porque la idea lo había dejado atónito. La chica tomó la varita mágica y encendió unas luces entre el colchón y la colcha, de manera que parecía una tienda de campaña. Ted observó aquello extrañado.
- Dromeda, ¿son necesarias esas luces?
- Me gusta mirarte...- repuso ella con ternura- Además, desde fuera va a parecer que no hay luz alguna.
Hablaron toda la noche. Cuando amaneció, Ted debió huir de la enfermería.