—Dime, ¿qué es lo que quieres olvidar?
— A la soledad. Quiero que deje mi vida.
Quiero que se vaya, que me deje en paz.
Maldita soledad. Siempre está ahí, escondida.

Pero, ¿qué sería yo sin la soledad?
Ella me da calor en las noches frías.
Sé, que ella nunca me va a abandonar.
Es el acento de mi apreciada poesía.

Pero, la quiero olvidar, no verla más,
por eso intento reírme de la vida.
Pero, ¿qué sería yo sin la soledad?
Es mi fiel musa, nunca me engañaría.

Las demás musas me dejaron atrás,
me abandonaron en esta orilla.
Y en esta orilla me casé con la mar.
Dejé de lado a la Luna, ya no me quería.

Pero me equivoqué y me volví a enamorar
de la Luna y de una estrella pequeñita.
A veces se pone celosa la mar,
golpeando con sus olas esta orilla.

Y a la deriva me pierdo de bar en bar
para olvidar todas mis pesadillas.
Nunca bebo sola, ahí está soledad.
Ella brinda por mí , yo , por olvidarla algún día.