-Queridos: Estamos aquí junto al altar, para que Merlín y Morgana garantice con su gracia vuestra voluntad de contraer Matrimonio ante el Ministro y la comunidad ahora reunida. Merlin bendice estos amor conyugales, y él, enriquecenos hoy y danos fuerza demasiadas diría yo, para que puedan cumplir las obligaciones del Matrimonio. - En esta parte Tom usurero algo como viejo verde - Por tanto, ante estas personas yo les pregunto. - Fueron las palabras de Dumbledore.

- ¿Vienen a contraer matrimonio sin ser obligados, libre y voluntariamente?

- Sí, venimos libremente. - Dijeron todos al mismo tiempo.

- ¿Están decididos a amarse y respetarse mutuamente, bajo la ley del matrimonio durante toda la vida?

- Sí, estamos decididos. - Dijeron todos.

-¿Están dispuestos a amar a cualquier producto de su relación, y a educarlos según la ley de Merlín y Morgana?

- Sí, estamos dispuestos. - Volvieron a decir.

-Que así sea y si no llegará hacer que el peso de la ley se los demande.

-Este loco tenía que ser - Susurro Tom y James le pisó el pie para callarlo.

-Ahora pueden unan sus manos - Dijo Dumbledore. - ¿Tom Malvolo Riddle aceptas a James Charlus Potter como tu legitimo esposo, amarlo y respetarlo, de hoy en adelante, en lo próspero, en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y en la salud, hasta que la muerte los separe? - Dijo Dumbledore.

-Si, acepta - Dijo Tom.

-¿James Charlus Potter aceptas a Tom Malvolo Riddle como tu legitimo marido, amarlo y respetarlo, de hoy en adelante, en lo próspero, en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y en la salud, hasta que la muerte los separe? - Volvió a decir las mismas palabras.

-Me conformó - Susurro James.

-Ahora los anillos - Dijo Dumbledore, el encargado de acercarlos era Severus.

Primero Tom agarre el anillo y se lo pone a James.

-Recibe este anillo como signo de mi amor y de mi fidelidad. - Dijo Tom y después deslizó el anillo por el dedo anular.

James agarró el otro anillo y era la señal para que Severus se retirara.

-Recibe este anillo como signo de mi amor y de mi fidelidad. - Dijo James para después deslizó el anillo por el dedo anular.

-Por el poder del Ministerio y de Merlín - Dijo Dumbledore movió una de sus menos por el aire que rodeaba las manos de los novios y apareció una cinta dorada que los unió - Uno su magia como una sola.

De repente una luz dorada vino desde sus manos y cuando terminó, la cinta se deshizo.

-¿Y el tatuaje de almas? ¡Ni eso puedes hacer bien viejo loco! - Grito Tom al ver que no tenía, ni James ni él, el característico tatuaje en la muñeca de la unión de almas.

-Mi muchacho yo lo hice - Dijo Dumbledore tranquilo y Tom estaba a punto de maldecir al Director por el brillo en sus ojos pero las palabras de James lo interrumpieron.

-Tom, arde - Dijo James y señalo sus costillas entre las transparencias se podía ver una snitch con las alas contraídas, siguiendo el 'ardor', Tom se levantó lo manga del traje hasta el codo para ver una snitch con las alas abiertas.

-Sorprendente - Dijo Albus - Hace décadas que no se veían tatuajes de almas en distintos lugares y siglos que no se ven distintos, van a tener un gran futuro.

-Es sorprendente... - Susurro James.

-Vayan a sentarse que ya es mi turno - Dijo Regulus y a poco que hecho a los recién casados a patadas, James besó a Tom y bajaron del altar.

-Cuanta efusividad Señor Black - Dijo Dumbledore.

-Mi efusividad es por convertirme en Lady Malfoy y terminar en una cama - Murmuró Regulus. - Avancemos rápido con esto Albus, yo quiero estar acá y este también, lo amo y él a mi, rápido que quiero ir al hospital y después a un hotel - Dijo Regulus y en ningún momento dejó a Lucius hablar.

-Unan sus manos - Dijo Dumbledore. - ¿Lucius Abraxas Malfoy aceptas a Regulus Arcturus Black como tu legitimo esposo, amarlo y respetarlo, de hoy en adelante, en lo próspero, en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y en la salud, hasta que la muerte los separe? - Dijo Dumbledore.

-Obvio que si. - Dijo Lucius.

-¿Regulus Arcturus Black aceptas a Lucius Abraxas Malfoy como tu legitimo marido, amarlo y respetarlo, de hoy en adelante, en lo próspero, en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y en la salud, hasta que la muerte los separe? - Mientras Dumbledore hablaba, Regulus movía el pie impaciente.

-Si, aceptó - Susurro Regulus

-Los anillos - Dijo Dumbledore, el encargado de acercarlos era Sirius, Regulus había amenazado al pobre, si llegaba a perder los anillos iba a hablar con Remus para convencerlo de pedir el divorcio mágico.

Entre Lucius y Regulus se pusieron el anillo al mismo tiempo y los dos dijeron las palabras a la vez.

-Recibe este anillo como signo de mi amor y de mi fidelidad.

-Por el poder dado por Merlín y Morgana - Moviendo su mano volvió a aparecer la cinta entre sus manos - Hago su magia una sola.

Y se logró ver claramente el tatuaje de almas.

-¿Que es esta cosa? - Susurro Regulus sobre los labios de Lucius cuando este lo beso.

-Las reliquias de la muerte - Murmuró Dumbledore.

-Las reli... ¿Que? - Susurro Regulus pero quedó ahí cuando Sirius y Remus se acercaron a felicitarlos.

-Una foto todos juntos - Propuso Remus y la cabeza de Regulus ya fue para otro lado, olvidándose del tatuaje de almas.

-¿Alguien sabe algo de mamá? - Preguntó Regulus después de la foto.

-¡Si! Nos dijo que apenas pudiéramos vayamos para el hospital - Dijo Severus.

-Me voy a cambiar y vamos - Dijo Regulus y salió corriendo (como pudo) para los pasillos del lugar.

-¿¡Y la fiesta Reg?! - Grito James desde donde estaba.

-¡Comienza tu solo! Nosotros vamos al hospital y volvemos en un o dos horas - Dijo Regulus y siguió corriendo como pudo.

-Lo voy a ayudar a quitarme el vestido - Dijo Lucius distraídamente y desapareció por el mismo lugar.

-No nos vamos a ir más con estos dos - Susurro Sirius.

Una hora después...

-Adivino tardaron una hora y solo te cambiaste de ropa - Sugirió Severus.

-Si, tres veces me la cambio - Dijo Regulus y se esconde dio detrás de Lucius.

-Pervertidos ninfomanos, nosotros aquí esperando y ustedes lo hicieron tres veces - Dijo Sirius.

-Vamos al hospital - Dijo Lucius evitando mirar a su cuñado y hermano adoptivo.

Se aparecieron antes de que Severus pudieron decir otro comentario hiriente.

-¿Donde creen que estén? - Pregunto Severus.

-Hay que preguntar a la recepción - Dijo Sirius y él se acercó a preguntar a la chica que estaba atendiendo en el mostrador.

-Buenas, ¿Queríamos saber en qué habitación está Orión Black de Malfoy? - Pregunto Sirius y le chica sin levantar la vista todo dos veces una especie de teclado holográfico.

-Habitación 104 en el tercer piso, está prohibido aparecer, subir aquellas escaleras hasta el piso 3 desde a la izquierda en la primera intercepción a la derecha, es la segunda habitación del lado izquierdo, suerte - Dijo la chica y los dejó ahí a los cuatro sin entender mucho.

-¿Alguno entendió? - Pregunto Sirius y se vieron obligados a moverse porque detenían la fila.

-La verdad no - Dijeron más o menos lo mismo los otros tres.

-Mejor le mando un patronus a papá - Dijo Lucius pero antes de que pudiera sacar la varita de la túnica un Auror se les había acercado.

-No se puede hacer magia en San Mungo - Dijo el Auror.

-¡Viento de veces e visto a gente hacer magia aquí! - Grito Sirius.

-Tienen permiso o autorización, ¿o tal vez es de vida o muerte? - Preguntó el Auror.

-Pues no - Susurró Severus.

-Entonces pueden caminar, Aurora ya les dio las instrucciones y allí hay un mapa del hospital - Con su mano apuntó un mapa gigante que ninguno de ellos había visto antes - Y le advierto que si intenta usar magia estos obligado a retener su varita hasta detenerlo - Le recordó el Auror y resignados se fueron a ver cómo se hacían un lugar entre toda la gente perdida que miraba el mapa.

-Esto esta peor que astronomía - Maldijo Sirius. - Son muchos colores y líneas quién pueden entender esto.

-Hola chicos - Dijo una voz detrás de ellos.

-Evans - Dijo Sirius.

-Black, Malfoy, hola Sev - Dijo Lily.

-¿Por casualidad sabrás dónde queda la habitación 104 del piso 3? - Pregunto Severus.

-Síganme - Dijo Lily y los cuatro comenzaron a caminar como soldaditos, una detrás de otro por las escaleras.

-¿Y que viene a ser en... San Mungo? - Pregunto Lily buscando conversación.

-Nuestra madre está en trabajo de parto - Dijo Lucius.

-¿Nuestra madre? - Dijo Lily en burla.

-Orión Black, nuestra madre - Dijo Sirius. - ¿Y tú Lily, la asquerosa de tu hermana murió?.

-¿¡Que cosa de mi hermana, Black?! - Casi gritó Lily y justo antes de que Sirius pudiera responder, Abraxas apareció por el pasillo y Severus empujó a Sirius lejos de Lily.

-¡Chicos vengan! - Grito Abraxas y una viejita le señaló un cartel de guarde silencio por el bien de todos.

-¿Lily no era tu amiga Severus? - Preguntó Lucius mientras terminaban de caminar el pasillo hasta Abraxas.

-Terminamos mal - Susurro tristemente Severus.

-¡Vamos chicos! - Dijo con emoción silenciosa Abraxas - Los bebés ya nacieron, son hermosos, rosados y pequeños - Dijo emocionado Abraxas y los chicos fueron metidos infraganti a la habitación.

-Mamá - Dijo Regulus cuando se acercó a la cama donde estaba Orión despierto pero medio perdido.

-Regy, viste a los bebés - Dijo en un susurro Orión.

La atención de todos se dirigió a un bostezo, los cuatro miraban a las dos cunitas que estaban en la habitación y en cada cunitas descansaba un lindo y regordete bebé.

-Ya comieron y en seguida se durmieron - Dijo Orión. - El que está envuelto en una cobija blanca es Valentín, el nació primero y el otro es Sebastián - Dijo Abraxas.

-Y no hay favoritismo - Gruño Lucius.

-No hablen fuerte que lloran como dos mandrágoras recién nacidas, Regy acércate y cuentame como fue la boda. - La voz de Orión se escuchó débil.

-Fue perfecto mamá - Dijo Regulus.

-¿Y la fiesta? ¿Bailaron el vals? - Pregunto Abraxas.

-No fuimos a la fiesta, James y Tom están allá - Dijo Severus.

-¡¿Como?! Y qué hacen acá entonces, vayan y disfruten de la fiesta, ninguno de nosotros nos vamos a ir de acá por tres horas o cuatro horas - Dijo Orión sobresaltado.

-No queremos dejarte solo - Dijo Regulus.

-Vayan, solo van a tener una fiesta de recién casados, cuando vuelvan vamos a seguir acá - Dijo Orión.

-¿Seguro, má? - Preguntó Regulus.

-Segurisimo, ¿Quieren cargarlos antes de irse? - Dijo alegre Orión.

Después de un rato los chicos salieron de la habitación.

-¿Abraxas a donde crees que vas? - Gruño Orión cuando se dio cuenta que salía detrás de los chicos.

-Por un té - Susurro apenado Abraxas.

-Y yo soy Cenicienta, ven acá y mensajeame los pies, aun le duelen - Dijo en un gruñido Orión y se destapó los pies.

En la fiesta...

-Hace ocho años que nos conocemos, uno más o una menos pero para mi parece que los conozco desde toda la vida, son mis compañeros, mis amigos, nada de eso para mi ya son mis hermanos, saber y pensar que el resto de mi vida estarán a mi lado ya me dije las ciento de aventuras que me esperan y aún más importante que estarán en esas aventuras. Los conocí el primer día de Hogwarts a algunos, otras antes y algunos después pero pensar que hoy me estoy casando junto a ustedes es la mejor de las elogiada, los adoro amigos - Dijo James y todos brindaron con una copa de Champaña.

-El día que me caso están todos ustedes a mi lado y el día que renovemos votos ustedes estarán ahí, yo espero que dentro de unos años se peleen por ser el padrino de mi hijo o madrina, ustedes están a mi lado cuanto más los necesito, los adoro hermosos. Aunque coman mi comida y si, te hablo a ti Sirius y a ti Lucius, no te hagas el inocente - Después vinieron la d palabras de Regulus.

-Por nosotros... - Brindaron.

Fin.

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Llegamos al final de otra historia, gracias por todo, y nos volveremos a ver en el epílogo.