Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XIII: Pedido real

En voz de Zack


Aquel mensajero que llegó de repente, resultó venir de Avior con un pedido directo del rey. Aunque la carta no brindaba muchos detalles, lo único que si quedaba claro era que mi presencia era requerida con urgencia. También indicaba que llevara a cuatro miembros confiables de mi escuadrón.
—Debería ir contigo —aseguró Darrell, sin embargo negué con la cabeza.
—No es necesario. El rey León especificó el hecho de solo ir con miembros de mi escuadrón —aseguré—. Tu capitán no te ha llamado, así que no debe ser algo muy importante. Además, tienes que quedarte con Daniel.
Terminó aceptando y me abrazó justo antes de mi ida.
—Cuídate allá —pidió. Yo solo asentí, luego le indiqué a mis acompañantes que me siguieran al portal que había creado antes.
Decidí llevar a Logan y a Rebel, junto a Samuel y Gasper. Mi hermano iba a otra misión acompañado por Jack y el resto de mis estudiantes. Dante, Connor, Tom y Danna se quedarían en la academia con Leo, mi entusiasta novio y mi adorable hijo.
Luego de despedirme de los demás, abrí un portal espacial directo a la plaza central de Abis. Debido a que Avior poseía una poderosa barrera, solo aquellos con autorización eran capaces de acceder a la Ciudad Flotante.
Como era de esperarse, la ciudad estaba en la penumbra perpetua, donde los días parecían noches y la noche misma era mucho más oscura. La sombra de la gran ciudad de Avior se cernía sobre la Ciudad del Abismo, sumiéndola en un crepúsculo eterno.
—Nunca había venido a Abis —declaró Rebel, quien miraba con asombro la gran ciudad que abarcaba todo el cielo. Se podía ver desde el suelo las ventanas de las mansiones, e incluso la punta del castillo del rey.
—Está muy oscuro. No parece que fuese de día —aseguró Logan.
—Quédense cerca, esta ciudad no es la más segura —dijo Gasper con cautela. Tenía razón, la sombra de la ciudad era bien aprovechada por los bandidos.
El único lugar seguro era la plaza, ya que al ser la única entrada a Avior, estaba fuertemente escoltada.
Me aproximé al guardián de la puerta que daba directo a la ciudad flotante. Era un hombre grande, de facciones rudas y voz estridente. Llevaba marcado en su rostro el pasado violento, en forma de cicatrices.
—Buenos días, soy el capitán del Escuadrón del Arlequín, Zack Navolger y ellos son miembros de mi escuadrón. Tengo una invitación por parte del rey —le saqué la carta firmada y sellada por el propio León Alisios. El hombre analizó con un instrumento mágico que parecía un lápiz. Luego nos escaneó a cada uno, observando con detenimiento nuestros gestos.
—Pensaba que los del Escuadrón del Arlequín llevaban máscaras y túnicas más llamativas —aseveró con recelo.
—S-solo nos vestimos así para las misiones. El resto del tiempo solo somos civiles normales —aseguré, tratando de parecer calmado a pesar de su penetrante mirada. De repente el hombre comenzó a reír de forma estridente. Todos intercambiamos miradas confusas.
—Lo siento, lo siento. Solo bromeo —dijo entre risas—. Sé que es usted, capitán.  Aunque no me conozca, usted ayudó a mi pueblo después de un desastre natural hace un año. Es un honor conocerlo en persona.
—Pues… gracias —pues vaya forma de honrarme—. ¿Cómo va la reconstrucción?
Ese pequeño pueblo se llamaba Nils y ya fuese por casualidad o destino, pasábamos por allí justo después del violento desborde de un río. La gente había perdido sus casas y algunos incluso a algún familiar. Pudimos hacer que el agua se desviase y regresara al cause principal y para mayor seguridad levantamos un muro que evitara un futuro desborde. Esa noche todos nos reunimos en la pequeña plaza central y nos divertimos con todos los habitantes. Era una forma de sobrellevar la desgracia sin caer en la desesperanza. A pesar de lo poco, fuimos tratados muy bien.
—Ya tienen sus casas en perfectas condiciones. Todos están deseando su visita para agradecerle como es debido —aseguró.
—Cuando regreses a Nils, diles a todos que pronto los visitaremos —le dije. El hombre asintió con una emoción que ni sus facciones de hombre rudo pudo ocultar. Luego abrió la puerta que cuidaba tan celosamente.
Del otro lado del portal se podía apreciar una calle de piedras muy limpia. Solo habían unas cuantas personas caminando, como era de esperarse de la ciudad capital donde solo los poderosos y la realeza podían estar. Ni siquiera ser noble garantizaba el vivir en Avior. Solo aquellos muy allegados a la corona, la realeza y ciertos duques poseían propiedades allí.
—No se parece en nada a casa —dijo la chica asombrada—. Oh, que bella fuente.
—No te alejes mucho, Rebel —la detuvo Gasper antes que se aproximase a la fuente que había visto—. Aquí la seguridad es muy estricta. Tenemos que ir al lugar de reunión inmediatamente.
—Cuanto antes termine esto, será mejor. Esta ciudad atosiga demasiado —aseguró Samuel sin una pizca de cuidado. Una mujer muy refinada nos miró de pies a cabeza antes de hacer un gesto de desagrado por nuestra presencia.
Tristemente por muy bella e increíble que fuese la ciudad, el clasismo en ella era algo demasiado poderoso. La gente de allí acostumbraba a mirar por encima de los hombros al resto, como si ellos no respiraran de la misma manera o no fuesen al baño igual que la plebe.
Justo antes de comenzar a caminar en busca del lugar de reunión, un oficial de la guardia real nos interceptó. Tras confirmar nuestras identidades, nos escoltó directo al castillo, el cual se encontraba justo en medio de la ciudad. Sus torres se elevaban en forma de puntas agudas hacia el cielo. Las ventanas reflejaban la luz, creando un efecto iridiscente que lo embellecía mucho más y sus muros de mármol blanco generaban una sensación de calma a la vista. A medida que nos acercábamos, la seguridad era mucho más intensa. Era extraño que hubiera tantos magos guardianes.
—Señor pilar, por favor sígame. Sus acompañantes pueden esperar aquí —pidió el escolta una vez que ingresamos al gran castillo—. Se requiere solo su presencia a la reunión.
—Está bien. Chicos, no se alejen mucho —les dije a mis estudiantes—. Ya vuelvo.
Sin más que decir, continué con la caminata por el gran castillo hasta donde sería la reunión tan urgente. El castillo seguía siendo tan espléndido como la primera vez que asistí, cuando el rey actual fue coronado. Inmensas pinturas de los antiguos reyes adornaban las paredes. Esos hombres y mujeres de antaño eran capaces de transmitir un aire de solemnidad a pesar de ser solo retratos. El único muro ausente de pintura era aquel que pertenecía a Kano. En vez de compartir su imagen como el resto de reyes y reinas, su lugar fue rebajado a una esplendorosa pintura que retrataba un paisaje silvestre de la campiña del reino. Luego de caminar por un minuto o más, llegamos a un salón un poco escondido del lujo del castillo.
—El capitán del Escuadrón del Arlequín y Pilar Copia, Zack Navolger ha llegado —anunció el hombre que me había escoltado hasta allí. Luego este se retiró del lugar y cerró la puerta tras mi espalda.
En el salón había una larga mesa de ébano en cuyo centro había un hermoso arreglo floral. En el lugar ya se encontraba el comandante del ejército, Doroteo Lynch. Dos mujeres que no conocía y el vicecapitán del Escuadrón Dorado y hermano de la Pilar Luz; su nombre era Lumière Leuchtend.
—Buenos días —dije una vez que me acerqué a la mesa. Tomé el único asiento libre, que estaba junto a una de las chicas que no conocía.
Su cabello era castaño y sus ojos azules muy intensos. Su piel era blanca, casi parecía hecha de porcelana. Emitía un poder mágico que, aunque era inmenso, no resultaba incómodo o asfixiante.
—Me da gusto verte, capitán Zack —dijo el comandante—. Ha pasado unos cuantos meses desde nuestra última reunión.
—Por favor, sabe que puede llamarme Zack. Lo de capitán está de sobra —aseguré con cierta vergüenza—. También me da gusto volverlo a ver. Imagino que todo va muy bien en Comondor.
—Todo va funcionando como un reloj. El antiguo comandante hizo muy bien su trabajo —aseguró conforme—. Imagino que tu academia también está bien. Solo escucho cosas buenas de tus chicos.
—Pues sí, aunque estos últimos días he estado bastante ocupado —más bien distraído con mi hijo.
—¿Cómo se llama tu hijo? —preguntó la chica a mi lado. Quedé totalmente helado tras su pregunta—. Oh, lo siento mucho. Fue grosero de mi parte preguntar esas cosas sin ni siquiera haberme presentado. Soy Avrora Jaras.
—N-no te preocupes… —ese nombre lo había escuchado antes, pero no recordaba de donde—. ¿Cómo sabes lo de mi hijo?
—Soy la Sacerdotisa de Avior. Mi Magia de Visiones me permite ver el pasado, presente y futuro. Discúlpeme por ver su pasado sin su permiso, pero a veces las visiones aparecen sin yo quererlo.
—Oh, ahora recuerdo de donde había escuchado tu nombre. Eres la vidente más poderosa del reino y la única con el poder de no solo ver el futuro, sino también el pasado y presente.
—Es cierto, la señorita Avrora nos ayuda mucho con sus visiones —dijo el comandante—. Pero me quedé intrigado con lo de tu hijo, no sabía que tenías uno.
—Es una historia un poco extraña…
—Seguramente Darrell Rosewald embarazó a una mujer para que pudieran criar a ese niño como si fuese de ambos —dijo de repente el hermano de Iris Leuchtend. Claramente le generaba incomodidad mi presencia. Pero poco me importaba, ya que no estaba allí por él.
—No podrías estar más equivocado, señor Caballero fulgurante —refuté, usando su apodo en vez de su nombre. A veces, el uso del apodo podía tomarse como insulto, dependiendo de la circunstancia—. Daniel es tanto mi hijo como de Darrell. Tal vez no nació de forma convencional, pero sigue siendo nuestro hijo.
—Seguro que no fue convencional. Dos hombres engendrando un hijo no podría ser más antinatural…
—Creo que debería medir sus palabras, vicecapitán —intervino el señor Doroteo, claramente molesto —. No toleraré ese tipo de ofensas hacia el capitán Zack.
El ambiente había pasado de ser cordial a tenso en un instante. Yo era consciente que Lumière solo quería transmitir su odio a Samuel a través de mí. Él mantenía una férrea e irracional aversión hacia mi amigo, a diferencia de Iris, que después de nuestra batalla mostró un poco de respeto hacia su consanguíneo.
—No se preocupe, señor Doroteo. La opinión del vicecapitán solo me genera un poco de mal sabor en la boca, que se pasara luego de tomar algo de agua —aseguré—. Además, la verdadera molestia del vicecapitán se debe a que soy muy cercano a su hermano. Hay gente que lo llama Brujo de la noche, seguro ha escuchado de él…
—¡Ese sucio bastardo no es mi herma…!
De repente la puerta del salón se abrió por completo. Seguidamente unos magos guardianes inspeccionaron el lugar con rapidez, para el ingreso seguro del rey. Todos nos levantamos de los asientos y nos arrodillamos como signo de respeto. Aunque esperábamos que el rey León estuviese con su galante vestimenta de monarca, la realidad fue otra menos esplendorosa. El hombre que cargaba el peso de un reino sobre sus hombros entro de forma muy casual, vestido sencillamente y sonriendo de forma cordial, como si estuviera junto a sus amigos más cercanos.
—Por favor, pónganse de pie —pidió él, con tono suave pero solemne—. Sé que están muy ocupados, así que les agradezco a todos por venir a esta reunión. La líder de la guardia real, Olivia Long, les explicará en detalle el motivo de esta reunión.
La mujer desconocida se puso de pie e hizo una leve reverencia al rey. Luego nos miró a todos muy intensamente con sus ojos marrones, como si estuviera viendo nuestras almas a través de los nuestros.
—Buenos días a todos —comenzó con un saludo. Era la primera vez que escuchaba su voz. Desde mi llegada, se abstuvo por completo de decir alguna palabra—. Se les ha convocado como medida contra la Facción del antiguo rey que planea un ataque terrorista en la firma del tratado de paz de mañana —aseguró—. Como saben, mañana se firmará un pacto de paz con un representante del reino vecino de Gouveia, que dé fin a los conflictos fronterizos y una apertura comercial entre ese reino y el nuestro.
Había escuchado algo de eso. Debido a las acciones malintencionadas del antiguo rey, hubo una ruptura muy fuerte en las relaciones con Gouveia, lo que causó un ambiente de tensión en la frontera noroeste de Ivaria, que colinda con ese reino. Por suerte León Alisios había trabajado mucho para volver a formar amistad con nuestros vecinos. Aunque todavía había algo oposición a su política pacifista por parte de la Facción del antiguo rey, que buscaba derrocar a la actual corona y regresar al poder a Kano II.
—La sacerdotisa de Avior tuvo la visión de un ataque mañana en pleno acto. Por lo que la presencia del ejército tiene que ser reforzada en Abis, ya que allí se encuentra la entrada más directa a Avior —explicó la mujer.
—Muy bien, hoy mismo me encargaré de mover una cantidad generosa de nuestros soldados hasta Abis —aseguró el comandante.
—Disculpen —intervine—. ¿No sería más sensato aplazar la firma del tratado un día o dos, para así minimizar la posibilidad de un ataque?
—En un acto normal, se haría exactamente eso. Pero el representante de Gouveia ya está aquí y aplazar el evento, daría la impresión que nosotros no queremos o nos vale poco la paz entre ambos reinos —explicó el señor León.
Ciertamente tenía razón. Además que también mostraríamos debilidad ante las amenazas de una muy pequeña facción que no le interesaba el bienestar del reino.
—¿Para qué se necesita la presencia del Escuadrón Dorado y la del Arlequín? —cuestionó Lumière.
—Concentraré toda la fuerza de la guardia real en la seguridad exterior del castillo. Salvo por mí, que estaré presente para proteger al rey. El papel de ambos escuadrones será mantener la seguridad dentro del salón donde se hará el acto. Pedimos discreción para no crear temor entre los invitados, esa es la razón por la que pedimos pocos, pero fuertes miembros de sus escuadrones.
—Puede haber algo de traición dentro de todo esto —agregó la señorita Avrora—. Con mis visiones he podido descubrir la identidad de varios miembros de la Facción del antiguo rey. Aunque hay uno que se mantiene lo bastante oculto como para no aparecer en mis visiones. Así que estoy segura que ese personaje será la llave para que el ataque ocurra.
—Uno de ellos es Noel Báal, hijo mayor de la antigua familia noble Báal y un importante militante dentro de la Facción —sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo.
—Escuché que su hermana menor está bajo tu cuidado, Arlequín de la copia —dijo Lumière, con un tono para nada amable. Todos enfocaron sus miradas en mí.
—Rebel Báal es mi estudiante y miembro de mi escuadrón. Puedo garantizar que no comparte los ideales de su hermano y como prueba máxima está el hecho de ser ella la que rebeló el Plan del Crepúsculo Negro que salvó la vida de su majestad hace dos años —expuse rápidamente—. Ella vino conmigo como miembro confiable, así que si desconfían de ella, también lo hacen conmigo.
Ella no tenía la culpa de ser familiar de uno de los terroristas más buscados del reino. Era mi estudiante y no dejaría que la volvieran un chivo expiatorio. Ya demasiado tenía con cargar la misma sangre que Noel Báal.





Buenas, buenas. Nuevo capítulo servido. Espero que les haya gustado. A partir de ahora, vienen muchas cosas interesantes *ríe macabramente*. Estén pendientes de las siguientes actualizaciones.
Siéntense libres de dejar sus comentarios y opiniones. Siempre me emociona leerlos. Y un voto tampoco me caería mal.
Sin más que decir, nos leemos en la siguiente actualización. Besos y abrazos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro