Capítulo VII: Sombra de la noche
En voz de Zack
Sinceramente me había hecho a la idea que nada malo podría pasar. Después de un tiempo en relativa calma, casi había olvidado que estaba en la casa Spiegel, donde era odiado y maldito por sus habitantes. Tal como dijo la señora, no era bienvenido en ese lugar y cuando finalmente el duque supo de mi presencia, se desató el caos.
El hombre, de unos sesenta y tantos años se aproximó hasta mí, empujando a aquellos que se cruzaban en su camino. Tras él venían cuatro sujetos vestidos de negro, con gestos igual de hostiles que el duque.
Inmediatamente me puse de pie y me preparé para lo que se avecinaba. Mi amigo y estudiante se interpusieron entre el hombre y yo. Las personas se apartaron rápidamente y crearon un círculo alrededor de nosotros. Los guardaespaldas del duque bloquearon cualquier vía de escape. Cada uno con sus grimorios abiertos, preparados para atacarme.
—¡¿Qué hace un maldito asesino como tú en mi casa?! —gritó él, con un estruendoso tono indecoroso. Sin embargo, no me inmuté por sus palabras.
—Debería calmarse, duque Spiegel. Vengo como acompañante de…
—¡No me importa que vengas como la ramera personal del hijo Rosewald! —vociferó con aversión—. Tu repulsiva presencia en mi casa no será tolerada. ¡Arresten al asesino de mi hijo! —ordenó a los sujetos de túnicas negras.
Rápidamente busqué entre la multitud a Darrell, pero parecía que estaba demasiado lejos como para percatarse de la situación. Al notar la hostilidad de los presentes, Dante y Ruben abrieron sus grimorios para defenderme de cualquier hechizo. Estaban dispuestos a enfrentarse a esos tipos para nada débiles con tal de defenderme.
—Por esta razón no quería venir. Sabía que algo así ocurriría —musité para mi, aunque mis guardaespaldas alcanzaron a escuchar. Lentamente abrí mi grimorio y dejé brotar mi poder. Al sentir la inmensa presión de mi poder mágico, vacilaron en sus intenciones de arrestarme. Inclusive mis amigos se vieron afectados por mi demostración de poder—. Sé que ésta es su casa y sus dominios. Pero no permitiré que alguien como usted, pérfido y sin moral, me ponga las manos encima. Yo conozco aquella historia, donde mantenía como prisionero a un jovencito. Se de cómo lo tenía encadenado como bestia y lo trataba de forma inhumana.
El hombre abrió los ojos de la sorpresa—. ¡C-cállate, maldito asesino!
—Puedo seguir hablándole a todas estos distinguidos invitados de todo lo que le hizo a ese chico…
De repente sentí una inmensa presión fría y oscura. Era tal que parecía opacar la mía.
Las personas mostraron temor por el avance de aquel que provocaba esa sensación tan punzante. El hombre que me había estado observando se acercaba hacia nosotros. A diferencia del duque, las personas temerosas se apartaban de su camino.
—Un plebeyo rebelándose ante la nobleza, ¿cómo debería lidiar con ello? —se preguntó a sí mismo, pero todos alcanzamos a escucharlo—. Mi señor, permítame a mí castigar a éste criminal en su nombre y devolver la dignidad que su presencia ha perturbado. Le aseguro que no será indoloro.
El duque dirigió su mirada hacia mí, complacido y seguro tras las palabras del sujeto. Ese hombre era peligroso, no tanto por su poder mágico abrumador, sino por el hecho que su actuar reflejaba cuan oscuro era su ser.
—Le recuerdo que Zack Navolger es el capitán del Escuadrón del Arlequín, por lo que sus acciones pueden tener futuras repercusiones —intervino Dante—. El rey en persona declaró que no había ningún motivo para juzgarlo. Por lo que cualquier acto de ajusticiamiento iría en contra del mismo rey.
—¿Acaso el mago al que llaman Arlequín de la copia no puede hablar por sí mismo? —espetó el duque—. La ley dice que puedo pedir una compensación si he sido ofendido en mi casa. Como ese hombre, si es que puede llamarse así; ha dicho mentiras sobre mí delante de los invitados a la fiesta de compromiso de mi hija, puedo pedir un duelo como expiación a la ofensa.
Suspiré con resignación. No había manera de salir de esa situación de forma educada. Ellos querían hacerme sufrir de cualquier manera y no importaba usar cualquier artilugio para conseguirlo.
Observé a las personas congregadas a nuestro alrededor. Estaban boquiabiertas por la situación mi murmuraban todo tipo de cosas entre ellos. Logré ver a Darrell aparecer apresurado de entre las personas. Estaba angustiado y cuando intentó intervenir, uno de los hombres de negro le impidió el paso. Yo le hice un gesto para que se mantuviera allí y no se preocupara.
—Está bien. Puedo tener un duelo en contra de quien sea —aseguré—. Ya que buscan con mi derrota una expiación a mis supuestos agravios, entonces yo demostraré la verdad de mis acusaciones con la victoria.
El tipo de negro mostró complacencia. Luego hizo un gesto con la mano hacia uno de los guardaespaldas del duque. Éste asintió y abrió un portal hacia alguna parte desconocida. En un primer momento dudé, ya que cualquier trampa podía aparecer allí. Pero luego terminé dando un paso hacia ese lugar. Mi convicción era mucho mayor y era necesario poner en su lugar a esos personajes.
—Zack, no tienes que hacer esto —aseguró mi amigo, en un susurro—. Puedes crear un portal lejos de aquí he irnos.
—Lo sé, Dante. Pero tengo que hacer esto, no solo por mí, sino también por Jack. Ese hombre mató a su madre y luego lo mantuvo como una bestia durante mucho tiempo —expuse—. Por favor, explícale a Darrell la situación y no dejes que se involucre. Esto es algo que solo me compete a mí.
Sin decir más, pasé por el umbral del portal espacial. Del otro lado parecía ser un campo especial de combate. Tras mirar hacia atrás, me percaté que estábamos en la zona exterior de la mansión Spiegel, pero lo bastante lejos como para causar daños a ella y a cualquier invitado.
En el lugar estaban el duque y su esposa. También la hija comprometida junto con un joven de casi la misma edad y suponía que era su prometido. Había un anciano con gran barba gris y sombrero de punta. Estaba bien vestido, por lo que de seguro era un invitado y ahora era testigo del combate. Por último estaba ese hombre de aspecto oscuro y aura punzante. Mis dos guardaespaldas habían venido conmigo y, aunque hubiese preferido que no estuviera, Darrell también se aproximó hasta allí, con una angustia que salía hasta por sus poros.
—Él es el alcalde de Volterra. Hará de árbitro y testigo en este duelo —dijo el hombre oscuro, señalando al anciano—. Por cierto, creo que no me he presentado debidamente. Soy el mago guardián de la casa Spiegel, Hyde Shadow. Como guardián, mi deber es proteger a la familia, otorgarle justicia y ser implacable cuando tengo que defender su honor…
—Eso está muy bien —interrumpí sus palabras—. Ya conoces mi nombre y todos mis títulos, así que me abstendré de ese protocolo. Terminemos con esto de una vez —espeté.
—Me encanta cuando alguien como tu tiene tanta disposición a ser castigado —siseó con satisfacción. Luego se posicionó en un extremo del campo, sacó su grimorio y se preparó.
—Las reglas son simples. El combate terminará cuando uno de los magos no pueda combatir. Ya sea por estar inmóvil por más de diez segundos, inconsciente o muerto. —avisó el anciano, con voz temblorosa—. Pueden comenzar.
Rápidamente agité las páginas de mi grimorio y justo cuando iba a lanzar un hechizo, unos picos negros que emergían del suelo se aproximaban rápidamente hacia mí. De no ser por mis ávidos reflejos que hicieron apartarme, hubiese sido empalado por esos picos de materia oscura.
No se parecía a la Magia de Oscuridad de Samuel. Esta magia era mucho más lóbrega y carecía por completo de esencia.
Me percaté que esos picos negros volvieron al suelo y la materia oscura regresó hacia el hombre. Luego se erigieron en forma de tentáculos, rodeándolo por completo.
—Magia de Copia: Flechas sagradas —invoqué un hechizo de luz.
—Magia de Sombra: Falsa oscuridad —los tentáculos negros se desplegaron y formaron una cúpula para protegerlo. Tal como en la magia de Samuel, la luz no parecía afectar mucho a su magia.
Rápidamente activé varios hechizos de múltiples elementos y los lancé hacia él. Sin embargo, no lograba hacerle daño a su defensa. Tras haberlo atacado con fuego, rocas, luz y rayos y no conseguir un resultado, me empezaba a sentir frustrado. Sería mucho más fácil encerrar todo el campo en Other Atlas, pero había un hechizo de Magia de Espacio que limitaba la mía. Parecía que el duque había ordenado a sus magos que crearan una cúpula disruptiva con la excusa de evitar un supuesto escape de mi parte. Aunque sabía muy bien que la verdadera intensión de ello era limitar mis hechizos de Magia de Espacio.
—¿Te ocultarás por siempre? —inquirí.
—No te desesperes, Arlequín de la copia. Sería muy aburrido si acabo muy rápido contigo. Además que mi señor quiere verte sufrir —aseguró con tono sombrío. Luego la masa negra que lo protegía regresó al suelo y se extendió a su alrededor, formando un manto oscuro y maleable. Luego emergieron tiras finas de oscuridad, que dirigió hacia mí a toda velocidad.
Rápidamente me aparté de su trayectoria, me sentí confiado de ser capaz de esquivar sus ataques. Sin embargo, en ese instante de confianza arrogante, esas cintas negras giraron y regresaron. Aunque logré apartarme, hubo tres que lograron herirme. Dos de ellas penetraron mi brazo y otra creó un corte superficial en mi mejilla.
—¡Zack! —mi novio intentó intervenir, sin embargo los magos al servicio del duque se lo impidieron. Además que yo me giré y con un solo cruce de miradas, se calmó. Entendió que sería peor si intervenía.
—Parece que el hijo del duque Rosewald está preocupado por ti. Yo pensaba que solo eras su juguete —aseguró el hombre de negro con perfidia—. Debes sentirte importante por haber logrado tal hazaña. Ser la mascota de un noble debe ser lo más asombroso que te ha pasado en la vida.
Impuse mi mano en las heridas sangrantes de mi brazo. Sus palabras malintencionadas solo buscaban afectarme y hacerme perder el combate.
—Tú no eres mucho mejor —declaré—. Siendo el perro faldero de un hombre como ese, no estás en una buena posición para juzgarme.
El hombre chasqueó la lengua y arrugó su entrecejo. La seriedad en su mirada fría me dio a entender que se había molestado. Sin previo aviso volvió a lanzar esas tiras hacia mí, más veloces y con intención de acabarme.
—Magia de Copia: Vorpal —invoqué una espada mágica perteneciente a Darrell. Era totalmente negra y fina, como un sable. Pero al activar su habilidad, la oscuridad la envolvía para hacerla tan filosa como para cortar cualquier cosa.
Me eché a un lado para evitar el ataque. Luego, con mi mano sana lancé un tajo para cortar las sombras. Los fragmentos cortados se desvanecieron al instante, lo que me brindó una valiosa información sobre su magia y como derrotarla.
Tal parecía que su Magia de Sombra estaba limitada por el hecho que no se podía mover independientemente, como ocurría con la Magia de Oscuridad. Él extendía y manipulaba su propia sombra, por lo que al separar una parte de ella, ese fragmento se desvanecería inmediatamente, como acababa de pasar.
Además, había otra debilidad en su magia, tan obvia que por mi arrogancia no fui capaz de ver.
—Magia de Sombra: Siluetas sombrías —del suelo emergieron figuras con forma humana, con la diferencia que sus manos eran puntas filosas en vez de dedos. Al mirar con más detenimiento el suelo, me percaté de un fino hilo negro que conectaba su hechizo con la sombra principal bajo sus pies.
—Creo que ya es tiempo de acabar con esto —le dije, mientras agitaba las páginas de mi grimorio en búsqueda del hechizo que me daría la victoria. Él se mostró algo confundido por mi afirmación.
Las sombras se aproximaron hacia mí, apuntándome con sus armas y listos para acabar conmigo. Usando a Vorpal los cortaba justo en el medio del cuerpo, haciendo desaparecer la mitad de esas cosas al instante. Pero al no deshacerme de la fina unión con su sombra, la parte cortada volvía a crecer como si nada.
Sin embargo, ya había encontrado el hechizo ideal para esa situación. Podía ver la victoria acercarse, pero antes de vislumbrarme con su luz, tenía que oscurecerlo todo para poder llegar a ella.
Saludos mi gente bella, ¿cómo están? Espero que estén muy bien. Yo ya estoy bastante mejorado. Solo un poco de tos todavía, pero no es algo grave.
Hablando de la historia: ¿Qué tal les ha parecido el capítulo? ¿Cómo creen que va la historia? Esto solo es el inicio. Tengo preparado muchas cosas interesantes.
Si creen que lo merece, pueden darle una estrellita, comentar, enviarme un mensaje. Lo que quieran será bien recibido.
Nos leemos en la siguiente actualización.
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