Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo V: Invitación

En voz de Zack


Ya habían transcurrido unos cuantos días desde mi combate con Leopoldo. Él parecía adaptarse muy bien con el resto de nosotros, sobre todo con Connor. Aun era muy pronto para asegurarlo, pero por los indicios que veía, parecían llevarse muy bien. Mi amigo estaba bastante extrovertido y hasta radiante cuando estaba con él. Y solo habían pasado pocos días.
Peter se había marchado el mismo día del combate. Según él, su escuadrón no podía pasar mucho tiempo sin capitán, ya que harían destrozos en la sede. Por lo que había escuchado, eran bastante singulares y con facilidad para causar problemas.
—Veamos, Rebel usa tu magia para mover la roca hasta la marca —le ordené a una de mis estudiantes.
Ella era una chica pequeña y algo rellenita, pero muy dulce y graciosa. Le gustaba vestirse de forma colorida y alegre, lo que encajaba perfectamente con su actitud. De entre todos los chicos, ella era quien más fácilmente se ganaba el corazón de todos.
—¡Pero es una roca gigante! ¡Moriré antes de moverla! —se quejó ella.
—Si podrás. Solo tienes que intentarlo hasta lograrlo —le dije.
—¿Por qué no lo hace Logan o Amy?
—Porque esta prueba está hecha específicamente para ti. A Logan le encomendé controlar su magia dentro de una botella de agua sin contaminarla totalmente. Y a Amy le pedí que hiciera un árbol de agua, de tamaño y estructura real. Eso la ayudará a afinar su control mágico. Y a ti… bueno, ya sabes lo que tienes que hacer.
—Pero es algo demasiado pesado para mi Magia de Viento. Aunque lo intentara, no podría moverla ni un milímetro.
—Los tornados en la naturaleza pueden levantar rocas como ésta con mucha facilidad, así que deja las excusas. Practica hasta conseguirlo.
Sin decir más, la dejé para que empezara con el entrenamiento. Observé a Logan con las palmas sobre la botella con agua y como concentraba su magia en un punto turbio, mientras que el resto del liquido permanecía cristalino. A él no parecía darle problemas su control mágico.
—Lo estás haciendo perfecto, Logan. Puedes tomarte un descanso —le dije, a lo que el chico asintió.
Luego miré a la chica rubia y como se esforzaba mucho para mantener una figura con su agua, pero al poco tiempo se desplomaba. De entre todos, ella era quien más dificultad tenía por ser muy mala controlando su magia.
—Esto es muy difícil, profe Zack —aseguró la chica. Me acerqué hasta ella para brindarle un poco de apoyo moral.
—Es por eso que te pedí que lo hicieras —le comenté—. Sé que eres capaz de hacerlo.
—Pero soy un desastre como maga. Tal vez por eso mis padres me abandonaron…
—¡No digas eso! —le hablé severamente—. Esos pensamientos son los que influyen en tu control mágico. Mientras albergues esas ideas destructivas en tu mente, será difícil que aprendas a manejar tu poder —necesitaba auto-valorarse más para que pudiera alcanzar su verdadero potencial—. Eres hermosa, inteligente y con un poder asombroso. Lo que pasó con tus padres no fue tu culpa. Si quieres respuestas, primero tienes que hacerte fuerte para que el peso de la verdad no te derrumbe.
Ella me miró fijamente. Sus ojos aguados cambiaron de semblante, ahora parecía tener un poco más de motivación.
—Gracias, profe Zack —tras limpiar sus ojos, volvió a enfocarse en el entrenamiento.
Dejé al trío con lo suyo, mientras que yo entraba a la casa. Tom, Dante, Gasper y el par de estudiantes restantes había respondido a una solicitud de ayuda por parte de uno de los duques de la región sur. Mi hermano había salido con Danna desde temprano. Jack estaba pintando en su habitación, mientras que Samuel había salido de cacería.
—Eres un profesor bastante exigente —una voz desde atrás llamó mi atención. Rápidamente me volteé y le sonreí.
—Hola, ¿ya terminaste de entrenar con Leopoldo?
—Sí. Y lo vencí —aseguró con orgullo—. Connor se quedó para consolarlo.
—Oh, eso está bien —mientras más tiempo pasasen juntos, mucho mejor sería el resultado final.
—Dirás que tengo mucha imaginación, pero creo que a Connor le gusta ese chico —aseguró un poco dudoso.
No pude evitar reír—. Parece que no soy el único que lo piensa. Yo también lo creo y por eso le sugerí a Leopoldo que se quedase un tiempo.
—¿Ahora eres el ayudante de Cupido? —inquirió con burla. Luego, de repente se abalanzó sobre mí—. ¡Ven aquí, te mereces un abrazo!
—¡No! —chillé despavorido. Darrell estaba bastante sudado y sucio—. Ve a bañarte.
Le tiré una toalla y con mucho esfuerzo lo arrastré hasta el baño.
—Oye, ¿por qué no me acompañas? —sugirió con cierta picardía, justo cuando pretendía dejarlo solo. Yo le miré con mi ceja arqueada y media sonrisa.
—Estoy en mi horario de maestro —le dije. Darrell me miró con cara de cachorro suplicante. Lo odiaba, él sabía que no podía resistirme a esa mirada—. Tal vez más tarde. Lo prometo.
Sin darle más tiempo para que me convenciese, cerré la puerta del baño y salí de allí. Aunque me moría de ganas pasar un rato con él, también tenía unas responsabilidades más importantes en ese instante. Además que, el día todavía era joven y aun quedaba mucho tiempo para hacer cualquier cosa interesante.
Caminé hacia la ventana y me quedé mirando hacia el campo, donde estaban practicando mis estudiantes.
Más allá se alcanzaba a ver el bosque en plena primavera, con su intenso verdor y vida. Y en el fondo de ese mar vegetal, las montañas se alzaban a lo alto, compitiendo entre ellas para ver quien alcanzaba el cielo primero.
Me llenaba de felicidad estar donde me encontraba. A veces dudaba si merecía todo lo que tenía. Tener cerca a mis mejores amigos. Enseñar a unos estudiantes increíbles. Y mi más grande tesoro era tener a Darrell junto a mí. Era mucho más de lo que alguna vez llegué a anhelar.
—Te daría una pepita de oro por cada pensamiento tuyo —susurró mi amor, a un lado de mí. No me había percatado su salida de la ducha. Inclusive estaba ya vestido—. ¿Ahora si te puedo abrazar?
Su pregunta era innecesaria. Yo mismo lo abracé y besé sus suaves labios.
—¿Te he dicho hoy que te amo?
—No lo recuerdo —fingió disgusto—. Deberías compensarme con otro beso —sin dudarlo volví a darle otro—. Ahora sí soy feliz.
Ambos nos encaminamos fuera de nuestra alcoba, hacía el campo donde estaban mis alumnos. No era necesario que me siguiera, pero él insistió en hacerlo.
—Oye, me gustaría decirte algo. Pero… es complicado —dijo de repente, muy serio.
Estábamos a medio camino a mi destino, por lo que cambiamos la trayectoria hacia la sala común. Como la academia estaba casi vacía, era es esperarse que nadie apareciese.
—Dime, ¿Qué quieres decirme? —lo empujé a que me hablara.
—Hace un par de semanas llegó una invitación para asistir a una fiesta de compromiso. Recuerda que con el viaje de mi padre, me vi en la obligación de ir en nombre de la familia Rosewald. La invitación es para dos personas, así que… —comenzó a explicar muy bien, pero a medida que avanzaba, parecía cada vez más nervioso—. Q-quería saber si te gustaría ir conmigo.
Sonreí para relajarlo. Parecía demasiado tenso solo por preguntarme eso.
—No tengo problema. Pero… ¿crees que será correcto aparecer juntos en una reunión así? —le pregunté—. ¿Qué piensa papá sobre esto?
—M-me escribió una carta y dijo que estaba bien. Y no tienes que preocuparte por lo que digan esas personas. La mayoría no posee mucho cerebro y mucho menos corazón para entender —dijo.
—Está bien. Supongo que tienes razón —yo podría soportar un poco de malas caras por un rato. Además que no me molestaría poner en su lugar a cualquier baboso refinado que nos faltara el respeto.
—Pero… hay otra cosa —tragó fuerte y respiró hondo—. La fiesta es en el ducado Spiegel. El duque va a celebrar el compromiso de su hija menor.
Con esa noticia comprendí al fin la razón de su nerviosismo. Me molestó un poco que se abstuviera de decir ese detalle antes de haber dado mi respuesta.
El duque Spiegel fue un férreo opositor a la amnistía que se nos fue otorgada por el nuevo rey. Él, junto con otro par de duques, intentó ejercer presión para que nos arrestaran a mis amigos y a mí. Por suerte la mayoría de duques brindó su apoyo y las exigencias del duque Spiegel fueron ignoradas.
Comprendía muy bien su enojo, ya que yo había sido el causante de la muerte de su hijo. Pero él había asesinado a mi tío Evan y a Lilian. Encerró y torturó a Tom, para luego entregárselo a ese doctor demente. Sus actos infames fueron los que sellaron su destino.
—¿Crees que es una buena idea? —inquirí con seriedad—. Sabes que tengo historia con ese hombre.
—Lo sé, pero… mi padre insistió que tengo que ir. No quiero estar allá solo, a merced de todos esos buitres avariciosos. Te necesito para que me calmes —era difícil resistirme a ese tono suplicante y ojos de cachorro que ponía.
Suspiré resignado. No era una buena idea y me tenía que preparar para el conflicto que seguramente surgiría.
—Está bien —dije finalmente—. ¿Cuándo es la fiesta?
—Mañana en la noche —lo miré fijamente, con gana de colgarlo de su amigo por unas horas. Sabía muy bien que todo había sido estudiado estratégicamente. Él era consciente que podría cambiar de parecer si habían muchos días de por medio.
Sin embargo, por más que deseara retractarme de mi decisión, no me atrevía a hacerlo. Después de todo, era algo necesario para él y no me sentía capaz de dejarlo enfrentar aquello solo.
Solté un largo suspiro, dejando que en con él saliera mi frustración. Luego lo miré, obviamente no muy feliz.
—Prepararé todo entonces —luego, abandoné el lugar.
No me sentía cómodo con la situación, pero ya nada podría hacer. Lo acompañaría a esa reunión por al menos un rato, como cortesía. Después me marcharía de allí para evitar cualquier conflicto que pudiera surgir. Aunque tal vez con mi sola presencia surjan demonios que estaban en letargo, que a su vez despierten sentimientos largamente reprimidos.
—¡Profe, levanté la roca un poco! —apareció Rebel, muy emocionada y también fatigada.
—Eso es genial, sabía que lo harías —le dije—. Tómate un descanso. Luego quiero que me muestres como lo hiciste.
La chica asintió y se fue a paso acelerado. Miré por la ventana y vi como Amy continuaba practicando. Podía ver que estaba mejorando un poco. Ya la figura no se desvanecía al instante, sino que mantenía la forma por más tiempo. Sin embargo, todavía no alcanzaba la forma de un árbol que le pedí.
—Esa chica realmente se esfuerza —dijo una voz detrás de mí. Al girarme, mi amigo de cabello rubio estaba a mi lado, un paso detrás.
—Sí. Deseo mucho que aprenda a dominar su inmenso poder. Así podrá tener una vida sin temor a descontrolarse —aseguré—. ¿Y Leopoldo?
—Creo que fue a su habitación a ducharse —dijo con un tono sutilmente retraído—. Sabes… no sé si esté bien, pero me gusta pasar tiempo con él. Su energía es envolvente, pero sin llegar a atosigar.
Sonreí, después de todo no estaba equivocado con mi intuición.
—¿Te enamoraste de él? —pregunté, mirándolo fijamente.
—Yo… no lo sé. Nunca me he enamorado —bajó su mirada—. Pero creo que puede ser. ¡Dime como es estar enamorado!
—Bu-bueno… —su pregunta me tomó desprevenido—. Siempre estoy pensando en Darrell, más cuando he pasado tiempo sin verlo. Me da un cosquilleo en el estómago cuando está cerca y también cuando me halaga o dice algo bonito.
Connor lo pensó por un momento. Luego soltó un suspiro y su mirada cambió.
—Supongo que si estoy enamorado. Desde que lo conocí no dejo de pensar en él y cuando me halaga causa un hormigueo en mi estómago y mi pulso se acelera —confesó con su rostro enrojecido—. ¿Qué debería hacer?
—Pues… supongo que confesárselo. Mi sexto sentido me dice que él también siente algo por ti —le dije—. Pienso que es lo mejor.
—Creo que tienes razón. Tengo que pensar en un buen momento para decírselo—aseguró pensativo.
—Espero que salga bien —de corazón lo deseaba. Una persona tan agradable como él, merecía a alguien igual para que juntos iluminen en sus momentos oscuros—. Por cierto, tendrás que hacerte cargo mañana de la academia. Sé que era mi turno, pero Darrell necesita que vaya con él a una fiesta.
—No pareces muy feliz —dijo lo evidente.
—No lo estoy. Jugó sucio para convencerme —le dije—. Es en el dominio Spiegel.
—Recuerdo cuando estuvimos con el rey, y como delante de todos nos acusó de terroristas y asesinos. También está aquel asunto con Jack —aseguró con preocupación—. Pueden llevar a alguno de nosotros como guardaespaldas.
No era tan mala esa idea. Si algo llegase a ocurrir, al menos tendría un poco de ayuda.
—Tienes razón. Tal vez lleve un par de los chicos —le dije.
Aunque esperaba de corazón que nada malo o desagradable ocurriese, en el fondo sabía muy que ese deseo no era posible. La aristocracia era dura y cruel, además de despiadada y manipuladora. Salvo algunas excepciones, la mayoría solo busca ver la destrucción de quien está a su lado, respirando el mismo aire y teniendo la misma idea.

Actualización servida. Buenos días, mi gente bella. Espero que estén bien, yo no lo estoy mucho u.u. Con todo el estrés de la mudanza, el esfuerzo físico de cargar los muebles hasta un tercer piso y el polvo de todas las cosas guardadas he terminado con asma T-T estoy en cama. Queriendo hacer mucho y no poder es frustrante. Me estaba acostumbrando a una rutina de ejercicios para ponerme guapo y ahora  no puedo. Lo peor es que si salgo a caminar y comienzo a toser de repente, la gente se horroriza pensando que es Covid-19 lo que tengo -.-'... En fin, cosas que pasan.
Pueden dejarme sus comentarios y opiniones. estaría muy feliz leerlos. Si creen que lo merece, pueden votar también. Cualquier gesto de cariño será bien recibido.
Nos leemos en la siguiente actualización.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro