No había tiempo de dudar. La señal ya estaba hecha y solo se necesitaba un error para causar el desastre. No podía dejar que mis temores me hicieran flaquear en ese momento. Tenía que mostrarles a todos el resultado de mi entrenamiento.

Samuel se abalanzó a ellos como una veloz sombra amorfa. En su paso por los ladrones, dejó inconsciente a un par. En ese mismo momento un destello de rayo mando a volar a unos cuantos por los aires, sin darles tiempo que usaran sus magias. Elijah comenzó a disparar sus flechas magias y Jack hizo aparecer su pincel y paleta de colores, listo para el combate.

Yo me giré y pateé con fuerza la lámina que había sobre mí. De un salto llegué al suelo, justo enfrente de dos de los ladrones. No lo pensé ni un segundo y abrí mi grimorio.

—Magia de Copia: Combo de explosiones —lancé el hechizo justo antes que ellos pudieran siguiera abrir sus libros de hechizos. Las bolas de fuego explotaron, mandándolos a volar muy lejos.

Me giré a ver a Danna, quien era la más cercana al líder. Ella había transformado en cenizas su túnica floral, dejando a la vista la de color naranja. Encendió fuego desde los pies y usando ese impulso le dio una fuerte patada a quien la tenia sostenida.

—Eso es por tocarme con tus sucias manos —declaro ella. Luego se impulso en el aire y con el arma que le hizo Gasper, comenzó a disparar a diestra y siniestras.

Ya habiendo iniciado el ataque, los ladrones comenzaron a atacar y defenderse. Los ataques mágicos volaban de un lado y otro. Viento, rocas, fuego, agua, todo tipo de elementos iban y venían en todas las direcciones.

Sentí una magia detrás de mí. Apenas volteé hice aparecer una brújula para desviar una gran bola de fuego hecha por uno de los vándalos.

—¡Ya verás! —dijo él—. Magia de Fuego: Maestro de las flamas.

Aparecieron pequeñas bolas de fuego que giraban a su alrededor. Luego todas fueron amedrentadas hacia mí. No era un hechizo muy complejo, así que agité las páginas de mi grimorio e hice que apareciera una pared de agua que las apagó en un instante.

El sujeto parecía absorto tras mi demostración de magia.

—¿C-como es que puedes...

Volví a pasar unas cuantas páginas y con la misma agua que me defendió, hice que se acumularan en tres esferas encima de mí.

—Magia de Copia: Trinidad de agua —el trío de bolas acuosas salieron disparadas, rebotando entre ellas y el suelo de forma caótica, para luego impactar al mismo tiempo al ladrón. Después de eso no se movió más.

Observé que mi tío usó el mismo hechizo que segundos antes yo había utilizado. Luego le vi invocar otro defensivo a gran velocidad. Parecía ser muy diestro en la magia.

Jack sonreía al haber atrapado a tres criminales con unas raras serpientes que escupían fuego y parecían estar recubiertas por corteza de madera musgosa. Aunque observándola con un mayor panorama, se trataba de un árbol cuyas ramas eran serpientes constrictoras que escupían llamas. Verdaderamente la magia de ese pintor era extraña e increíble.

Vi como el líder acumulaba magia en sus puños, luego los impactó con fuerza en el suelo, haciendo temblar todo el lugar. Inmediatamente la superficie se partió y surgieron altos muros de tierra y rocas filosas. No había un objetivo fijo, lo que pretendía era desconcentrarnos y dividirnos. Me di cuenta que lo había hecho con todos nosotros. Pensaba que separándonos tendrían más ventajas.

Busqué un camino que me llevara hacia alguno de mis amigos, pero en cambio terminé frente a uno de los ladrones. Parecía estar a punto de invocar un hechizo de neblina. Si hacia eso, estaba seguro que eso sí nos pondría en completa desventaja. Tenía que detenerlo.

—Magia de Copia: Oleaje furioso —le lancé una gran ola justo antes que pudiera lanzar ese hechizo.

—Maldito —me dijo, dando un gran salto y apoyándose de una nube para evitar ser arrastrado por mi hechizo de agua—. Magia de Neblina: Laberinto nebuloso.

De su grimorio gris y blanco, surgió una bruma blanca que poco a poco iba a arropándolo todo. No podía permitir que lo extendiera por todo el lugar. Aun no poseía un hechizo que me sirviera contra la neblina, pero había algo que si podía hacer para confinarlo. Se trataba de un hechizo de Gasper, era el más apto para aprisionar a alguien e impedir que use magia. Tenía que invocarlo antes que siguiera dispersando esa niebla y luego se me hiciera imposible encontrarlo.

—Magia de Copia: Mapamundi volteado —donde el ladrón se encontraba aparecieron varios anillos que giraban en distintas direcciones. Atrapándolo inmediatamente.

Cada anillo representaba una dirección cardinal y estaban dispuestos uno dentro del otro. Dejando el centro libre para un objetivo.

—¿¡Q-que es esta magia!? —gritó alterado. No podía usar la suya y apenas podía mover el cuerpo.

Con el movimiento giratorio de los anillos, se creaba una esfera cerrada color celeste. Dentro de ésta, el espacio fluctuaba entre las perturbaciones direccionales causadas por los anillos, lo que al mismo tiempo perturbaba el flujo de la magia. Imposibilitando así que el que esté atrapado pueda usarla. Realmente era uno de los mejores hechizos de Gasper.

Escuché un poderoso estruendo, seguido de explosiones y temblores. Tom, Danna y Samuel estaban destruyendo los muros de tierra desde el aire. El primero soltaba chispas por la emoción. Parecía un psicópata lanzando relámpagos sin titubeos. La chica no se le quedaba atrás, disparando con esa cosa, mientras surcaba los cielos como una bola de fuego. El bromista reía mientras golpeaba con bolas oscuras a los ladrones en el trasero. Parecía que lo estaban disfrutando.

Aunque casi todos estaban ya vencidos. No podía ver ni sentir al líder. Parecía que había desaparecido y abandonado a los suyos.

Me encontré con Elijah, quien estaba rodeado por cuatro ladrones en el suelo. Aunque estaban intactos, parecían desorientados y miraban con confusión todo su alrededor. Sabía perfectamente que se trataba de su Magia de Memorias. Les robaba los recuerdos apenas eran impactados en la cabeza con sus flechas azules. Por eso estaban así, sin saber quiénes eran ni lo que hacían. Simplemente estaban a la deriva, ahogándose en un mar de incógnitas.

—Me encargué del que creaba la bruma —le dije. Este me abrazó apenas me vio.

—Menos mal que estas bien. Estaba buscándote, pero cuando me acercaba, aparecían más de estos tipos —parecía que se estaba disculpando por no haberme encontrado alguien.

—T-tranquilo. Estoy bien —le aseguré—. Vamos a encontrar a mi tío y a Jack.

—Está bien...

Justo cuando volteamos, una gran roca impactó a mi hermano en el estomago, haciéndolo volar hacia atrás.

—¡Elijah! —le grité cuando lo vi llegar a varios metros detrás. No parecía moverse. Miré al causante, era el tipo con el pañuelo negro, el líder. Apreté mis puños para contener la furia. No tenía derecho a dañar a mi familia.

—Uno menos —rió él—. Vamos a ver que tanto aguantas tú.

Tragué fuerte. Moví las páginas de mi grimorio, buscando un hechizo que fuese adecuado para él. Había lastimado a mi hermano. Eso no quedaría impune. Inmediatamente pensé en un hechizo que estaba seguro que acabaría con todo el asunto de una sola vez. Aunque no lo había hecho antes, tenía que intentarlo.

Rápidamente agité las páginas de mi grimorio, encontré el primer hechizo que buscaba y lo activé, a toda velocidad llegué al siguiente e inmediatamente pasé al último que necesitaba para crear lo que sería mi primer hechizo de ese nivel. Mi grimorio se iluminó con más luz que la que emitía cuando activaba un hechizo normal.

—Magia de Combinación: Tormenta explosiva —sentí como mi magia era drenada de golpe. No se parecía a nada de lo que había experimentado antes. Era como si mí propia energía vital fuese absorbida por el hechizo. Pero todo era por un motivo.

Se acumularon unas nubes negras sobre nosotros. Retumbaban violentas mientras destellaban en su interior lo que sería el caos en la tierra. Observé complacido el cielo ennegrecido y como comenzaron a caer uno a uno poderosos rayos y bolas de fuego hacia mi enemigo. No habría piedad para quienes lastimaran a mi familia. El sujeto intentó ocultarse bajo tierra, pero no lo lograba debido a las diversas explosiones hechas por los rayos y el fuego. Me alegraba que funcionase. Resultó mejor de lo que hubiese podido imaginar.

Mis compañeros llegaron rápido a donde yo me encontraba. Miraban asombrados mi despliegue de magia, mientras el hombre intentaba minimizar el daño con su Magia de Tierra.

Por suerte estaba mi tío tras de mí, ya que cuando terminé el hechizo, sentí que mi cuerpo caía sin una gota de fuerza. Todo había sido consumido por la Magia de Combinación.

El tío Evan me llevó, con ayuda de Tom, hasta donde estaba mi hermano inconsciente. Luego él abrió su grimorio y usó el hechizo sanador que me mostró la primera vez.

Sentía gran alivio cuando esa agua sanadora corría por todo mi cuerpo, absorbiendo el dolor y minimizando el agotamiento. Mientras eso ocurría, Jack y Samuel aprisionaron al líder, el cual estaba bastante herido. Su ropa estaba destruida, al igual que el pañuelo sobre su cabeza. Poseía varios cortes profundos en sus brazos y el rostro. También salía sangre de su boca y nariz. Realmente le había hecho bastante daño.

—¿Cómo estás? ¿Te duele algo? —interrogó mi tío, escudriñando con preocupación todo mi cuerpo.

—S-si... p-pero Elijah... —se me dificultaba hablar. Realmente me había exigido mucho con ese hechizo. Aunque lo que me importaba en ese momento era mi hermano.

—Está sanando. Fue muy fuerte el golpe, pero pudo ser peor. Tranquilo, yo me encargaré de él —aseguró él para darme tranquilidad.

Mis compañeros terminaron de aprisionar a los bandidos que quedaron restantes. Luego los dispuso en una línea, uno al lado del otro, todos unidos por una cadena que a su vez estaba enganchada al carruaje.

Todos fueron llevados al pueblo más cercano para disponerlos ante la ley. Después ello, los comerciantes del lugar aseguraron estar en deuda con nosotros y nos darían provisiones y víveres siempre que las necesitáramos. Era un buen trato, nos hacíamos cargo de los criminales y ellos nos recompensaban con cosas que servían. No todo tenía que ser específicamente dinero.

Antes de entregarlos a la guardia, me dispuse a tocar cada grimorio de aquellos que me parecían tener hechizos útiles. Eso incluía al tipo que creaba neblina y al líder.

Tras transcurrir una hora, más o menos, mi hermano despertó. Apenas eso ocurrió, lo abracé con fuerza. Él se quejó un poco, no pude evitar sentirme preocupado por él. Después de todo, había sido un fuerte golpe.

Sin embargo, en el pueblo visitamos a un mago experto en sanación. Según su criterio, no había daños importantes y con el transcurso de unas cuantas horas, estaría completamente sano.

Sin más asuntos que atender en ese lugar. Partimos de él con la carreta llena de cosas para la academia, dadas por los comerciantes agradecidos. Estaba seguro que Lilian se alegraría mucho cuando lleguemos con todas esas cosas. También estaba emocionado por contarle todo Connor y Gasper.

Mi primera misión había sido increíble. Definitivamente no fue como elentrenamiento. Fue una batalla real, con riesgos reales a nuestra vida. Aunquegracias a nuestro esfuerzo en conjunto, no hubo nada que lamentar.

Otro capítulo, espero que les haya gustado c:

Voy a seguir continuando con las actualizaciones. Espero culminar con todos los capítulos.

Buneo, nos seguiremos leyendo. Me encantaría leer sus comentarios.