Seline
Primera impresión
Seline es un título que me recuerda inmediatamente a dos libros que disfruté de inicio a fin. Eleanor & Park y Fangirl. ¿Por qué? No por el contenido de la historia en sí. Tampoco por la sinopsis. Sencillamente, el título. Esto se debe a que un título que involucre un simple nombre puede hacer referencia a una novela de romance. Es curioso, porque también siento que puede ser a misterio o drama. En todo caso, en el momento en el que leí la segunda parte de la sinopsis llegó a mi mente aún más la vibra de este romance caótico. De esta persona que puede resultar una felicidad extenuante.
Seline es un título que, inherentemente a los gustos, te hace saber una sencilla verdad. No acabará bien.
La trama y la promesa
Bueno, siempre me gusta hablar de la trama y la promesa. Así que hablaré primero de lo que creía. Al inicio, quizá los primeros capítulos, creía que la historia iba a ser únicamente manejada bajo el punto de vista de Génesis, fue una sorpresa cuando descubrí que no era así. La historia gira entorno a Seline, tal como cuenta el título. Lo cual me sorprendió, ¿irónico? Estoy acostumbrado a que libros con el título así manejen al personaje que nombran con mayor secretismo, como aquella novela de Por trece razones, en la que la que la protagonista central nunca aparece realmente y toca ir descubriendo poco a poco quien es.
Con Seline no ocurre esto, o bueno, no del todo. Si la vamos descubriendo, pero desde diferentes puntos de vista, incluido el suyo propio. Entonces acá es donde se plantean varias cosas de las cuales voy a suponer. La trama paraguas que maneja esta historia es el romance de Seline con Génesis. Lo cual ya es una sorpresa, porque esto suele ser la trama nuclear. Mientras que la trama nuclear de esta historia es descubrir que pasa con Seline. Es decir, ¿Cómo cambiara? ¿O que hará ella?
Me puedo estar equivocando y quizá solo es un romance. Lo dudo. Esto principalmente a los últimos capítulos, donde los puntos de vista pasan a Kato y a Seline, expandiéndonos su pasado y panorama. Esto nos da una vista más profunda al hecho de decir: «Algo malo pasará». Ahí entra la promesa. Kato la pasará mal. Seline y Génesis la pasaran mal. Sabes que pasará como lector, y quieres que pase, aunque sabes que esto te romperá un poco el corazón.
Suposición de la recompensa.
¿Entonces cuál será la recompensa de tu historia? Es difícil decirlo en estos diez capítulos. Quizá que Génesis y Seline terminen juntos, pero no lo creo. La recompensa será como ambas lo dan todo, superen muchas pruebas y, al final, decidan que necesitan cambiar, hacer algo para mejorar y, sencillamente, separarse. Que Seline entienda que debe hacer algo distinto, ser mejor persona y se termine marchando.
Punto de vista.
La autora maneja una primera persona inmediata, que como lector ya sabemos que está pasando en la historia. Es el más común para este tipo de historias juveniles. Aunque, a veces la autora pasa a una primera persona flashback. Es extraño, no mentiré. ¿por qué? A gusto personal y de arquitectura, me gusta que solo se maneje uno de los dos para yo como lector poder mantener una continuidad perfecta, sin preguntarme cosas como: «¿Esto cuando se ubica?».
Mencionaré ejemplos para que me entiendas. La primera persona inmediata podemos verla en Eleanor & Park, simplemente la historia nos la cuentan de inicio a fin. Y los personajes se encargan de llenar esos huecos del pasado con recuerdos o diálogos.
La primera persona flashback es muy distinta. Es como El Nombre del Viento, en el cual nos cuentas una historia macro en el presente, donde nos cuentan que sucedió y se cuenta verdaderamente la historia mediante flashbacks. El problema de este método es que se pierde la sorpresa del final (un ejemplo, Kato y Seline), lo importante es ver el "como". Amo este método, de hecho, El Nombre del Viento es de mis novelas favoritas. ¿Qué pasa? Hay que saber manejar la continuidad basándote en el pasado y con saltos esporádicos al presente.
Entonces, ¿Qué sucede? Tu historia maneja saltos de presente a pasado esporádicamente. Un ejemplo, despues del capítulo 4 olvidé por completo a Génesis, pero amé a Seline.
Tengo una recomendación adicional y es simplemente de redacción. Sueles hacer algo llamado contar y luego mostrar. ¿Qué quiere decir esto? Imagina decir en una historia que un personaje es súper nervioso, y luego mostrarlo que no deja de mirar a los lados, tamborilear con los dedos y zapatear repetidamente. Esas 3 cosas son sinónimo de nerviosismo, no es necesario decir que está nervioso. Otro ejemplo es decir que alguien grita encolerizado, y luego poner un dialogo que diga: "—¡Malditos hijos de~~~!" Mostrar es más que suficiente, no es necesario contar.
Te dejo un ejemplo de tu historia, en el capítulo 7 Primera Carrera hay una escena donde Seline está cubierta de barro. Y dices:
«Hice un puchero como niña y le abrí los brazos, para advertirle que si seguía burlando la iba a abrazar.
»—¿Quieres un abrazo?»
Ahí estas contando y luego mostrando.
Es un error que yo también cometo a menudo y al irlo puliendo verás cómo las palabras disminuyen por si solas.
Conclusión.
La autora conoce su historia. Sabe que sucederá y maneja el romance adecuadamente. Su fuerte, sencillamente, son los sentimientos. La pasión que manejan los personajes al verse mutuamente. Digamos, la escena de Génesis y Seline es bonita por el hecho de los sentimientos que se manejan constantemente, no por el lugar en sí. Lo mismo ocurre incluso con Kato y Seline al final del capítulo 10.
Tienes una historia muy linda que sé que planeas que sea triste al final. Que haga doler. Y eso es muy genial. Porque desde el comienzo nos haces encariñarnos con Seline, mostrándonos una cruda realidad, un pasado caótico, atroz y nos hace subirla muchísimo en la escala de simpatía.
Solo te pido cuidado con romper corazones.
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