Raven caminó intranquilo hacia su casa por dos razones. No podía dejar de pensar en Crimson, estaba preocupado por él y por dejarlo con el odioso omega que lo había fulminado con la mirada. Y segundo, porque quería saber que sucedía con su Rae, ella nunca se había comportado de esa forma con nadie y mucho menos alguien como Crimson ¡vamos! No entendía como alguien podría odiarlo.

Abrió la puerta de su casa aspirando el olor a comida que emanaba y caminó a la cocina con curiosidad, preguntándose si allí encontraría a Rae. Bufó sonoramente al no encontrarla por allí y observó como su madre lo observaba y le daba una sonrisa de bienvenida.

Hola Raven ¿cómo estuvo?-. Sabiendo que Raven había visitado a su amigo aquella tarde-.

Estuvo bien, aunque después se tornó algo incómodo-. Murmuró lo último más para si mismo. Su madre lo miró cuestionante y el simplemente negó con la cabeza sin ánimos de contar la extensa historia.

Me alegro mucho por ti cariño-. Miró su reloj con el ceño fruncido y se mordió el labio preocupada-. ¿Has visto a tu hermana? La he estado esperando desde la tarde pero parece que se escapó de nuevo-. Raven rodó los ojos frustrado y se cruzó de brazos molesto. Rae tenía la típica rebeldía alfa que lo hartaba, quería hacer lo que quería cuando ella quería y era demasiado impulsiva en sus acciones. Siendo que el era un omega nunca entendió ese tipo de comportamiento tan... primitivo pero supone que es típico de ellos.
Aunque lo que lo hartaba más era el desesperante comportamiento de sus padres hacía ella, solo por ser alfa muchas de sus travesuras, como ella solía llamarles, eran olvidadas rápidamente porque ambos sabían que ella estaría bien, que sabía protegerse, pero nunca le habían puesto un alto definitivo.

¡Demonios!-. Gruñó.

Vocabulario Raven-. Hizo un mohín rodando los ojos.

Justo hoy que quería hablar con ella-. Bufó y su madre lo vió con la ceja alzada.

¿Se puede saber que es lo que le quieres decir?-. Mencionó en tono sugestivo.

No.-. Le sonrió de forma seca-. No es nada importante, me arreglaré con ella cuando la mire mañana.

Dile que avise para la próxima-.

No entiendo porque yo tengo que decirle-. Tomó una manzana de un bowl al sentir su estómago rugir y se dirigió hacia su habitación intentando no sonar tan irritado como lo estaba en ese momento.

¡Porque yo lo digo!-. Escuchó un grito desde la cocina y grito una afirmación a regañadientes antes de entrar en su habitación y cerrarla de un portazo.
Como gemelos, su hermana y el compartían un lazo, no como el de parejas destinadas pero si lo suficiente para poder percibir las emociones de uno y estaba seguro que esa sensación de enojo e irritabilidad no venían de el. Su hermana estaba así desde aquel día pero hoy se había intensificado hasta tal grado que incluso el estaba siendo afectado.
Se cambió de ropa decidido a dormir para quitarse esa sensación pero un portazo hizo que se levantara rápidamente de su cama. Se colocó sus zapatos y abrió la puerta curioso. Observó como su hermana entraba roja de la rabia sin saludar a su madre y se dirigía hacia su habitación como si tuviese fuego en los pies haciendo que cada paso resonara fuertemente por el pasillo.
Raven se alejó de la puerta y miró a todos lados sin saber que hacer por lo que retrocedió un par de pasos antes de que su puerta se abriera de golpe y entrara su hermana.

Hola-. Le sonrió nervioso.

Justamente lo que faltaba-. Añadió molesta olfateando un poco-. Estuviste con Crimson ¿verdad?-. El omega la miro incrédulo ¡su hermana estaba loca! Asintió y se encogió de hombros. Se removió un poco al escuchar el gruñido lobuno que salió de su hermana y se obligó a si mismo a mantener la postura.

No entiendo por qué ahora parece caerte mal-. Negó con la cabeza molesto.- incluso quería presentarte a su prometido y tu l-. Un gruñido más fuerte sonó haciendo que se callara.

¿Su jodido prometido?¡Él no es su alfa!-. El omega la miró como si le hubiese crecido otra cabeza y la miró con obviedad.

¿Qué demonios Rae? Estas completamente loca-. Se quejó sin entender.

¡Es que no se como no lo entiendes!-. Se acercó hacia la puerta frustrada  y Raven negó confundido.

Entonces dime, porque a mi parecer estas siendo completamente irracional e injusta con Crimson-. Frunció el ceño y miró incrédulo como su hermana salía furiosa de su habitación lanzando gruñidos que sinceramente lo aterraron a él y a su lobo, por lo que se decidió a hablarle al siguiente día cuando estuviese más calmada.

Sin embargo, cuando despertó ella ya no estaba  en su habitación. La buscó por toda la casa y observó que en su habitación varias cosas estaban rotas y esparcidas por todo el piso... vaya que estaba furiosa. Todo este problema le traía dolor de cabeza por lo que decidió olvidarlo por un momento mientras comía el desayuno con sus padres y ¡oh! Vaya sorpresa, no sabían donde estaba su hermana. Suspirando tranquilo depositó su plato en el fregadero, para luego salir rumbo a la universidad pero justo en ese instante una mejor idea surgió en su mente. Si Rae no le decía nada debía ir con la persona que seguramente si lo sabía.
Caminó casi corriendo intentado contener su intriga y tomar las precauciones adecuadas pero su mente solo podía enfocarse en su destino, el beta del complejo de Crimson.

Se dirigió hacia el portero de forma impaciente e intentó crear una mentira creíble para que pudiese subir.

Buenas tardes-. Sonrió un poco nervioso.

¡Hola!-. Le sonrió amable.

Me preguntaba si pudiese subir a visitar a un amigo..uhm su nombre es-. Recordó con esfuerzo el nombre que Crimson había mencionado-. Rio.- el portero tecleó algo en su  computador antes de mirarlo con la ceja alzada.

¿Piso cinco?-. Considerando que Crimson estaba en el piso cuatro asintió enérgicamente esperanzado pues recordaba que el pelinegro había dicho que se encontraba un piso arriba.- le llamaremos y esperaremos su autorización.- Raven sudó frío el verlo levantar el teléfono. ¡Diablos! Ahora que haría si no lo dejaban subir.

¡Disculpa!-. Se sobresaltó al ver al portero mirarlo expectante-.

¿Uhm?-. Estaba tan perdido en sus pensamientos que no notó la pregunta.

¿Cuál es tu nombre?-. Le sonrió un poco desconfiado.

Eh Raven, digale que soy amigo de Crimson y que es urgente-. Añadió intentando alimentar sus posibilidades. El portero asintió para luego colgar y sonreírle.

Dice que puede pasar-. Le brindó una tarjeta de pase hacia el elevador e internamente lanzó un suspiro de alivio. Corrió hacia el elevador y marcó el piso cinco moviendo su pie de manera incesante y mordiendo el borde sus uñas hasta que el elevador se abrió nuevamente y saliera al pasillo.
Miró hacia la derecha dudoso sin saber exactamente a donde dirigirse para después voltear a la izquierda y dar un brindo de susto.

¿Esta bien Crimson?-. El beta preguntó preocupado sin tener menor duda de quien era el omega que olía extrañamente familiar. Observó como este rascaba su cuello de manera nerviosa y asentía de forma apenada.

Si... sobre eso lo hice para que pudiera subir-. El beta lo miro serio y se cruzó de brazos mirándolo curioso-.

¿Te conozco?-. Preguntó dudoso.

Si... bueno no..uhm-. Suspiró-. ¿Crees que podemos hablar en un lugar más privado?-. El beta asintió y comenzó a caminar hacia su apartamento con el omega siguiéndolo. Su lobo no estaba inquieto pues sabía que el omega no era una amenaza para él por lo que lo dejó entrar y ambos se acomodaron en el sofá.

¿Y bien? Dime-. Preguntó impaciente. El omega carraspeo un poco intimidado y con el nudo en la garganta por la situación.

Yo... bueno puede que te parezca un poco extraño pero...-. No supo como explicarse y suspiró-. Uhm ¿recuerdas el día de la cita de Crimson?-. Rió tontamente. Río pareció tomar interés en lo que dijo y prestó totalmente su atención.

Si... dime-. Preguntó exaltado.

Es que... es que paso algo ese día... cuando tu.. uhm...-. Pensó intentado ordenar su mente y concentrarse-. Yo estaba con mi hermana y sentí como algo pasó allí p—. El beta lo interrumpió nervioso haciendo que el omega se sobresaltara.

¿tu hermana?-. Preguntó sonriendo anchamente sin dejar que terminara. Raven asintió un poco cohibido sintiéndose un poco confundido.-¡He estado buscándola desde entonces!-. Rió enérgico.

Espera...¿qué? ¡Entonces si paso algo!-. Añadió sorprendido sintiéndose aliviado y emocionado. El beta lo tomó por los hombros y lo miró feliz haciendo que quisiera retroceder un poco.

Ella es mi pareja, pero ese día...-. Gruñó apenado-. No pude hablarle, simplemente fue como un bloqueo.- añadió lamentándose y Raven lo miró atónito.

Mi.. mi hermana es tu pareja-. Repitió asimilándolo e intentando unir las piezas una por una. ¿Cuál es la relación de C-. ¡Mierda!

¿Estás bien?-. Preguntó intentando contener las ganas de correr hacia su pareja, sabiendo que el podía llevarlo con ella. Si esperaba un día más temía que se volviera loco.

¡Joder! Era por eso que estaba enojada-. Añadió lastimero al borde de pánico-. Ella creyó que tu estabas con Crimson incluso si eras su pareja.-

¿Qué?-. El beta lo miró casi con miedo-. ¿Por qué creería algo así?

Porque tu fuiste a traerlo y ella simplemente lo asumió ¡pero que imbécil es!-. Escuchó un gruñido y se tapó la boca apenado antes de mirarlo alerta.- Tengo que irme-. Asintió hacia el beta comenzando a correr hacia la puerta.

¡No te puedes ir!-. Miró como era ignorado totalmente-. Al demonio, iré contigo-. Corrió detrás del omega quien en vez de usar el ascensor había corrido por las escaleras. El beta buscó en los bolsillos de su pantalón la tarjeta de acceso y gruñó molesto cuando no la encontró. Miró a través de la puerta de vidrio y no pudo divisar al omega por lo que resopló.- ¿ahora que haré?-. Su lobo se removía inquieto de la emoción y por un momento se quedó inmóvil sintiéndose estúpido.- por que nunca le pregunté a Crimson.- se quejó de forma neutra antes de correr a su apartamento a buscar su llave de acceso e ir de inmediato esperando encontrar al omega pelinegro.

Raven corría escandalizado hacia la universidad, tenía que encontrar a Rae y decirle que lo que ella pensaba estaba mal. Sentía un nudo en la garganta debido a que ahora entendía porque su hermana estaba tan furiosa cuando le dijo que era su prometido, y eso no llevaba a nada bueno. Maldijo la condición alfa de Rae y trató de quitarse el mal presentimiento que se acumulaba junto con la presión en su pecho.

Entró al complejo de edificios agradeciendo que era tarde y que los pasillos estaban vacíos. Meditó por un momento que hacer, interrumpir la clase de Rae o esperar... esperar no mataría a nadie ¿verdad?
Suspiró con las manos sudando y caminó hacía los baños intentando calmar un poco el mal presentimiento. Escuchó un murmullo lejano y caminó confundido hacia los cubículos.

Crimson...?-. Susurró en un hilo de voz.