National City...

  Después de lo ocurrió en el edificio, Clark intentó despejar su mente de lo ocurrido, llevó a J'onn a las instalaciones, él ya había logrado calmarse de su trance, ahora le tocaba al hombre de acero. Se dirigió a la fortaleza de la soledad, necesitando eso... Soledad

   Mientras tanto, en la DEO intentaban recabar más información sobre el Varkariano quien recientemente se había convertido en un asesino.

— Parece ser que la piedra es indestructible o al menos la visión de calor no le afecta, quizás haya algo que si— piensa en voz alta el morocho de pelo largo. — Y que tiene poderes aunque el bastón no esté en su posesión.

—Eso no quiere decir que tenga poder infinito, no puede sobrecargar la piedra y menos con tan pequeñas proporciones — agrega J'onn quien aún se encontraba un poco aturdido por los sucesos anteriores.

— La madre de Kara puede ayudarnos, Argo tiene como fortaleza una piedra denominada Harun-El, quizás pueda tener alguna idea sobre esta —propone Alex, la cual se acerca a Cisco. —¿Podrías enviarme hasta allá? — Pregunta amablemente, a lo que Cisco la traslada gustoso, yendo con ella para así volver juntos.

— Mientras esperamos a que Alex y Cisco regresen, lo mejor que podemos hacer... Es resistir y poner un poco de orden en esta cuidad – alienta Digg.

   Pasadas las horas, todos estaban sumidos en la tarea de proteger la cuidad, informarse sobre el sujeto y sus habilidades, tanto que no notaron que Superman había regresado e ingresado por la ventana.

—Mi tiempo en la fortaleza de la soledad concluyó y también pude entender que en verdad necesitamos ayuda de los mejores. Así que me comunique con los mejores. — anunció, haciendo que todos voltearan a verlo, junto con sus dos acompañantes.

—¡Oh por dios! No me digas que... ¡Que pasada! ¡Estamos frente a Batman y Wonder Woman! —exclama Felicity. totalmente sorprendida y emocionada. — Batman en más sexy en persona — le susurra a Iris, quien asiente rápidamente.

— Gracias Señorita Smoak —Sonríe el murciélago.

— ¡Madre mía! ¡Sabe mi nombre! — exclama aún más emocionada, teniendo que sentarse porque creía que se desmayaria.

— Tanto tiempo sin verte Wonder Woman — saluda amable J'onn, la misma había colaborado con la DEO en alguna que otra oportunidad.

— Me alegra verte J'onn — sonríe, tomando la mano que le estaba extendiendo el marciano.

—Parece que están teniendo algunos problemas con un Virkiriano — pronuncia Batman completamente serio.

— Varkariano — corrige la mujer maravilla. — Hemos venido a darles una mano. Este viejo de aquí, se había retirado porque ya le dolían los huesos —carcajea la muchacha señalando a Batman.

— Al menos yo no me tome unas vacaciones sabáticas, trabaje hasta el final —contraataca el murciélago.

En algún lugar...

   El cuarteto de Superheróes estaba sentado apretadamente en el sillón del camerino de la doble de Supergirl. Sus codos chocaban uno con el otro y eso estaba haciendo estresar a la reina de hielo, esta situación la estaba irritado más de lo que podía imaginar y hacia todo lo posible para que su debilidad no fuera expuesta.

— Te corres o te cógelo el brazo —amenazó la chica a su amigo velocista, el cual rápidamente se movió, apretando al resto.

— Barry, me aplastas — se quejó la chica de acero.

— Mejor me sentaré en el piso —  informó Flash, seguido de resonar su trasero en el piso de madera.

  La joven helada, que estaba más irritada de lo normal, comenzó a sacarse su chaqueta, no entendía el porqué, pero comenzaba a tener calor y eso no era bueno. Necesitaba a toda costa tranquilizarse.

—Traeré a Caitlin, no aguanto más ver sus caras — pronunció.

—¿Cómo que la traerás? — inquirió su doble de esta tierra, que miraba estupefacta como el pelo de su gemela cambiaba a castaño y su piel se volvía menos blanca.

— Hola — anunció su presencia la chica, quien miraba consciente todo lo que ocurría a través de Frost y debía de admitir que el miedo la estaba apoderando.

— ¿Frost está bien? — Pregunta Barry con un leve tono de preocupación.

— Si, solo necesita un poco de descanso. Ahora vayamos al punto. ¿Qué está pasando aquí? — Miro a los presentes en la sala, cada uno tenía a su doble de esta Tierra frente a ellos.

— Es lo del Multiverso y todo eso.. — explicó rápidamente Flecha verde, que se había mantenido callado todo ese tiempo.

— No, ustedes no entienden. No se cómo o que nos tomamos para estar viendo esto ahora. Pero esto no es normal, algo está pasando y en verdad es malo.— comentó nervioso el clon de Barry –Mi nombre es Grant Gustin, soy actor y cantante. Interpreto al papel de Barry Allen en la serie "The Flash" - informó el joven.

— Mi nombre es Stephen Amell, soy actor e interpreto a Oliver Queen en la serie "Arrow" — prosiguió el joven. Mientras los superheróes miraban atentos sus palabras, esperando a que otro hablara.

— Yo soy Danielle Panabaker, interpreto a Caitlin Snow y Killer Frost en "The Flash" — sonríe tiernamente.

—Y yo, soy Melissa Benoist, soy actriz y Cantante, interpreto a Kara Danvers en la serie "Supergirl" — Concluyó la chica.

—Así que estos son nuestros dobles en esta Tierra —cae en cuenta Kara, que observaba a sus compañeros.

— No, Kara. Comprende, ustedes.. Ustedes no son.. – intentaba decir Grant, el doble de Barry.

—Ustedes no son reales, chicos — soltó finalmente Stephen, la copia de Flecha verde.

— No comprendo, ¿Cómo que no somos reales?—inquirió Caitlin en un tono de voz apagado — Yo a Barry lo puedo tocar –dice para seguidamente con su dedo índice tocar el hombro de Barry.

—Les explico. ¿Saben lo que es un Cómic? — les pregunto Danielle a lo que todos asintieron —En ese caso, deben de conocer alguna editorial conocida en donde viven. Nosotros aquí tenemos DC, que es una editorial donde hacen Cómics de superheróes. También está Marvel, pero nosotros somos más geniales.. — comenzó a desvariar la castaña.

— Lo que Dani quiere decir.. —prosiguió Grant. — Es que ustedes fueron creados por esa editorial hace muchos años, al igual que Superman, Batman, Wonder Woman y todo superheróe que se les ocurra. Nosotros fuimos convocados para encarnar el papel de esos superheróes. Eso en su mundo debe de pasar –todos asintieron. —Eso es lo que son, una creación de DC. Lo que no entendemos, es cómo están aquí si es que nosotros somos los que los encarnamos y por lo que he notado, sus poderes funcionan aquí — les sonríe amablemente, aunque por dentro, el cuarteto está destruido.

– ¿Quiere decir que todo lo que hago en realidad son escritores que lo redactan? — pronuncia Kara con los ojos cristalizados, Melissa asintió — Entonces todo lo que he luchado, las vidas que he salvado, el sufrimiento por el que he pasado, mi familia en Krypton.. Hasta Krypton. ¿Son una mentira? — preguntó ya con los ojos completamente llenos de lágrimas, Barry le acariciaba la pierna en señal de apoyo, aunque él se limpiaba una que otra lágrima rebelde que caían por sus mejillas.

— Lamentamos mucho tener que explicarles esto. — Se lamenta Stephen.

— Pase cinco años en esa maldita isla y fue por nada, todo lo que viví fue por nada. Porqué todo fue escrito así, mis decisiones, mis logros y caídas. No fueron cosa mía. — relataba entrecortadamente el joven Flecha verde. —Mi amor por Felicity ni siquiera es real — no aguantó, sus lágrimas cayeron, no le importó que la gente lo estuviera viendo ser débil. Pero el pensar que el amor de su vida, es inventando, era algo que no podía sobrellevar.

— Los dejaremos solos un momento, cuando estén más tranquilos, volveremos y hablaremos de cómo han llegado aquí, ¿Está bien? —informó Danielle, tiernamente, dándole un pequeño abrazo a Caitlin, la cual sus lágrimas no le dejaban hablar.

   Melissa se dirigió a Kara, tenía un poco de miedo de que reaccionará mal ante ella, pero fue todo lo contrario, Kara fue la que se abalanzó hasta ella para abrazarla.

— No se vayan, ustedes son lo único real que tenemos hasta ahora. Por favor, quédense —Rogó la chica de acero desde el hombro de Melissa, que sentía una pena y culpa enorme por lo que ocurría.

   Y así fue, como el cuarteto se sostuvo de las personas que les daban vida para recuperarse del golpe que acababan de obtener. Sin mencionar a los actores que aún estaban estupefactos por lo que ocurría, puede que se comportaran madura y centradamente, pero de vez en cuando se compartían una que otra mirada de miedo o confusión. Necesitaban a toda costa una explicación y un respiro.