La cuenta.
Anteultimo Capitulo.Muy cerca del fin.Gracias por estar ahí.
¿Ya lo he logrado?...Asustarlas,asquearlas,enojarlas...¿Lo logre?O es que acaso...
Si,eso me parecía.Me entienden.No aprueban mis actos,pero los comprenden.
Lo agradezco.Esa era mi motivación desde el comienzo de este relato,que pudieran ver mas allá.
Mas allá de las muertes,corriendo los fríos cadáveres para ver porque mi mano les obsequio su ultimo suspiro.
Mas allá de la sangre,quitando su carmesí rastro para ver las razones que me urgieron a derramarla.
Mas allá de todo plan macabro o mortal estrategia, para distinguir claramente los porque escondidos detrás de ellas.
Ahora lo son.Son mis testigos.Las que van a declarar lo que han visto y oído.
Y no quiero atemorizarlas....pero llegara el día en que sean llamadas para testificar, allí en el imponente trono blanco serán citadas y tendrán que levantar su voz por mi.O eso espero que hagan...que sean valientes y no callen lo que saben...¿Porque no lo harán no es así?....No callaran...No serán cobardes...Mi cupo de cobardía ya lo lleno el,no quiero pensar que eso terminaran siendo ustedes...Porque aun allí,si deciden silenciar la verdad, estaré delante del Juez,pero no lo olviden...Soy amiga de la muerte.
Mi sueño fue intermitente con mi renovado llanto.Era temprano cuando decidí levantarme,ya no podía dormir mas.Ese no era tiempo de dormir,ese era otro tiempo.
Tiempo de pagar la cuenta.Y de mi lado nadie se va sin pagar...yo no regalo nada,porque a mi nadie me regalo tampoco.He pagado con intereses el precio de amar y de ser libre,he abonado con recargo el obtener todo lo que quise.
Y ahora le toca a ella.Si,a la intelectual,a la de estrictos principios, a la pequeña brujita perfecta le toca probar lo que sale hacerme enojar...Y pienso atiborrarle el alma con solo un sentimiento,el miedo.
Ella me quito todo.Mi hombre,mi lugar como madre de sus hijos,el titulo de esposa,de señora de la casa,su amor...me quito su amor,lo fragmento,pero yo también le voy a a quitar...todo,aun lo que no sabe que le pueden arrebatar,hasta que quede como yo,sin nada.
Sonreí frente al espejo antes de salir.Tenia que darle de comer un poco mas a mi voraz y expectante amiga,los cuerpos inertes,los corazones sin latido,los estuches vacíos,la sangre en las venas ennegreciéndose eran sus manjares preferidos,y vaya que le tenia preparado un banquete.
Salí del hotel y subí a mi auto.Los 25 minutos de camino se me hicieron graciosamente cortos,como si mi cuñada tuviera prisa por ver su fin y querida mía... no pensaba hacerte esperar mas tiempo.
Llegue y estacione.Baje con un paso tranquilo, quería disfrutar cada momento. Abrí con mi llave,y entre en la que era mi casa,no de ella.
Eran las 9 27 de la mañana.Thomas ya debería estar en el trabajo y Edith sola...sola,sola.
Escuche sonidos en la cocina y supe que era ella, agradecí su iniciativa de ser una capaz ama de casa y no tener a ninguna servidumbre.Menos entrometidos en mi vengativa misión.
-Buenos días Cuñada-le dije desde la puerta.
Edith se sobresalto al oír mi saludo y se volteo rápidamente para verme.
-Lucille...volviste...me alegra mucho que lo reconsideraras-me dijo con una sonrisa un poco inquieta seguramente por ver mi expresión de,no se....loca asesina tal vez.
-Oh,no lo hice Edith,solo venia a decirte algo,a entregarte un mensaje podría decirse-le respondí mirándola fijamente.
-¿Un mensaje?No te entiendo...pero ven... siéntate...hablemos-me dijo la rubia,y vi que temblaba un poco.
No hice ademan alguno de acercarme,ni de sentarme.Ella viendo mi proceder también se quedo estática en su lugar,solo observándome. Parecíamos medirnos,atentas una a la otra.
-Bien...si no quieres sentarte...dime que es de lo que querías hablarme-me urgió ella irguiéndose un poco en su postura.
-Es mio-dije solamente y ella parpadeo sin entender mis palabras.
-¿Tuyo?...¿Quien?... perdóname Lucille,pero no te entiendo.
-¿No?...Vamos Edith,si hay algo que no eres es tonta...respondeme tu¿Que es mio?-la incite a responderme.
Ella bajo por un segundo la mirada y sonrió,negando levemente con la cabeza.
-Entonces estaba en lo cierto...¿Que es tuyo?...La respuesta sera Thomas-dijo en un apretado tono bajo.
-Niña perspicaz...Si ,el es mio...¿Y sabes porque?-le pregunte disfrutando ver como apretaba los puños con enojo.
-Porque estas enferma,porque fantaseas con tu propio hermano,porque estas loca-me dijo con un tono burlón que me enfado aun mas al responderle.
-No... estúpida...Es mio porque lo amo y el me ama,porque lo he tenido dentro mio tantas veces que me seria imposible contarlas,porque he peleado por este amor desde que era una niña,y porque pienso defenderlo aunque con ello se me vaya la vida-.
-Lo haz tenido...¿Que?¿Dices acaso que te haz acostado con Thomas?¿Con tu propio hermano?-me increpo levantando la voz.
-Si lo he tenido...claro que si,desde los 21 años y hasta hace unos días atrás...cuando tu dormías-dije mirando como se transformaba su linda cara-...Oh pobrecita vas a llorar...No sabes complacerlo como yo lo hago,ninguna sabe porque ninguna puede amarlo como yo.
-No te creo...Es lo que tu deseas,lo se bien, pero el no...no puede haber hecho eso...no lo creo-dijo negando nuevamente con la cabeza,esta vez con mas ímpetu.
-Cree lo que quieras Edith...No vine a convencerte,solo a informarte y claro esta...a hacer que pagues-le dije y comencé a acercarme lentamente a ella,que en respuesta retrocedió un poco.
-¿Que dices...?¿Que quieres hacer?...Voy a llamar a la policía Lucille,mejor vete y no vuelvas mas-me amenazo al ver mi acercamiento.
Reí en voz alta,antes de contestar a su advertencia.
-Llámala,pero el teléfono esta en la sala...¿Como piensas llegar?-.
Vi que abría un cajón disimuladamente y que tomaba entre sus manos un enorme cuchillo,luego lo alzo en alto delante de mi antes de volver a hablarme.
-Vete...vete ya...o juro que voy a lastimarte...no permitiré que nos dañes-.
-Edith...pequeña...no solo voy a dañarte....voy a destriparte y a arrancarte con mis propias manos ese engendro de tu vientre-dije mirándola con odio.
La lucha de miradas solo duro un instante.Con un movimiento rápido me acerque hasta ella y le tome con fuerza el brazo que tenia el cuchillo,apretando su muñeca con la fuerza que mi estado mental solía regalarme,con la otra sostuve su otra mano detrás de su espalda retorciéndole dolorosamente el brazo.
Mi fuerza prevaleció y disminuyo el agarre de su cuchillo,hasta que lo soltó.
Al desarmarla concentre en mi puño toda mi fuerza y la golpee en la cara,a la altura de la nariz.
Cayo al piso sangrando profusamente de esos orificios,esperaba habérsela quebrado.Tome el cuchillo y apoyándolo en su cuello desde atrás mientras con la otra mano sujetaba su cabello,le susurre.
-Morirás niña...la muerte clama por tu sangre...y yo le daré cada gota a beber...Pagaras caro el haber querido quedarte con lo que me pertenece-.
-Lucille...no lo hagas...mi bebe por favor-me suplico cuidando no moverse al sentir sobre su blanca piel el cortante filo.
-¿Por favor?...Yo también pedí clemencia por mi Stefan,por el hijo que Thomas me hizo,el fruto de nuestro amor,pero...nadie escucho,nadie tuvo piedad...La vida me lo arrebato,y ahora el tuyo sufrirá el mismo destino-.
-No...no...Lucille no-sollozaba la pequeña rubia entre llantos.
-Tienes razón... Aquí no,sera mas limpio en el baño...Camina-le dije haciéndola avanzar aun con su cabello entrelazado entre mis dedos y el cuchillo en su garganta. Así caminamos unos pasos hasta la escalera yendo hacia el baño del primer piso.
Empezamos a subir los escalones,sus lagrimas mojaban mi mano,igual que las gotas de sangre que aun caían de su nariz.
El sonido del timbre nos sorprendió a las dos mientras ascendíamos.
-Es Alan...Alan Macmichael...hoy venia a visitarme.... quería hablar conmigo-me informo Edith.
Bufe....¡Maldito detective inoportuno!.
-Sigue subiendo...yo lo voy a atender-le dije y seguimos el ascenso.Al llegar al primer piso,caminamos por el pasillo hasta el baño.La hice entrar y aun detrás de ella,tome una canasta mediana de madera solida que contenía jabones perfumados y la golpee en la cabeza con ella.
Su cuerpo cayo inconsciente.Comprobe su pulso,estaba viva,el golpe solo había logrado desmayarla y así era como yo lo quería,no deseaba que muriera tan rápido,no aun.Ate con unas vendas del botiquín sus manos y sus piernas y lavándome las manos antes de salir,me dirigí a atender la puerta.
-Detective...que grata sorpresa-dije en un tono amable mientras abria.
-Se que es una sorpresa Señorita Sharpe...pero no se si le sera grata...¿Se encuentra Edith?Ella me esperaba-me dijo el sin rodeos y una vez mas,y a mi pesar, volví a admirar el valor que este hombre tenia.
-Si,ella se esta cambiando...Pase por favor-le indique con una sonrisa y el sin dudarlo entro en la casa.
Se volteo a mirarme ni bien llego a la sala.
-Tiene sangre en su vestido-me dijo después de mirar mi solero color crema salpicado de algunas gotas bermejas.
-Si...me lastime cortando unas verduras para el almuerzo...era un pedazo muy corto y no calcule bien-respondí sin darle mayor importancia.
-Si...tan corto como las patas de una mentira Lucille...La verdad siempre sale a la luz...siempre-dijo dándole intensidad a cada palabra.
-Si,por eso yo prefiero las tinieblas-dije y sacando el arma de mi bolso de mano que descansaba en una repisero le apunte.Sin darle tiempo a reaccionar descargue seis disparos sobre su atractivo cuerpo.
Cayo al piso sangrando por sus heridas en el torso.
Me acerque a mirarlo exalar su ultimo aliento.Sus ojos estaban clavados en mi aun incrédulos.
-Es una lastima...realmente te admiraba Alan...eras todo un valiente,y sabe Dios que no me he encontrado con muchos en mi vida...Como dije lo lamento...pero la verdad aun debe mantenerse oculta-le dije y vi como de poco se cerraban sus ojos y el sueño eterno lo vencía.
Volví a guardar el arma,mi herramienta menos preferida,pero en este caso necesaria.Pero no con Edith,ella debía ser castigada,y el frió acero cumpliría mas eficientemente ese fin.
Subí las escaleras para volver al baño.En el pasillo antes de entrar las vi nuevamente a todas observándome.
-¿Que, hay Aquelarre?-les pregunte sonriendo burlona.
-No lo hagas Lucille...esta embarazada...esa vida es inocente-me dijo Enola.
-¿Inocente?...Nadie lo es Enola...esa pequeña cosa que lleva es tan culpable como ella...no debió darse el lujo de existir,y ahora yo voy a remediarlo-le respondí sin inmutarme.
-Lucille...ten piedad de Edith,ella no te ha hecho nada,solo se enamoro de el-me detuvo esta vez la idiota de Margareth...que por cierto muerta no tartamudeaba.
-¡Y te parece poco eso!...Anima tonta...No solo se enamoro de el,si no que también lo enamoro....¡ Debería asesinarla mil veces para compensar ese crimen!-solté ya airada.
-Que enferma estas...bruja celosa...Solo quieres lastimarla porque no puedes compararte a ella-me grito Pamela.
-¿Yo?...¿Celosa de que?...De una mujer a la que no le fue fiel su esposo ni siquiera la noche de bodas...Por favor ya cierra la boca que te apesta Pamela-contraataque con enojo.
-Se sabrá...yo lo descubrí y otros lo harán...pagaras Lucille,y el también lo hará-me dijo una voz nueva que subía por las escaleras,la del reciente fallecido Alan Macmichael.
-Oh lo que me faltaba otro mas para soltar estupideces...Alan me agradabas vivo...no me quites la buena impresión que tenia de ti-replique y me dispuse a entrar al baño,pero antes unas palabras mas.
-Deberían agradecerme asquerosos espectros...en unos minutos les enviare una integrante nueva para su club ESTAMOS MUERTOS POR ESTÚPIDOS-.
Después de mirar los pálidos rostros indignados abrí la puerta del baño para terminar con mi labor.
Edith ya estaba despierta,aunque se la veía mareada.Un linea sangrante bajaba de su cabeza.Se veía hermosa...ojala Thomas la viera.
-Bueno... aquí tienes la cuenta cuñada¿Como piensas pagar?¿Un solo pago o en cuotas?Yo por mi parte preferiría las cuotas, es mas lento y mas despacio,pero bueno,matar a tu amigo me canso un poco ¿sabes?-dije y vi que hizo una expresión de dolor-Y ademas tus nuevos amigos te esperan afuera, así que...un pago estará bien mariposita.
Me acerque a ella y me arrodille frente a su cuerpo que se agitaba tratando de liberarse de las ataduras inútilmente.
Pase el cuchillo por su linda carita y de un impulso lo deslice haciéndole una profundo corte en la mejilla.Ella grito y comenzó a llorar mientras mas sangre caía.
-Me acerque a su rostro hasta que estuvo a solo unos centímetros del mio,solo había una palabra que le quería grabar antes de enviarla al otro mundo,o lo que era igual,a los rincones de esa casa.
-Mio.
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