Comienzo del fin.
El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada...Eso escribió Becquer,y no es que me este convirtiendo en una melosa romántica,es solo que esas palabras me recuerdan lo nuestro...esa conexión a simple vista que no necesita respaldarse con palabras,ese candor que siempre me envolvió cuando se posaban en mi sus ojos.
Y lo decidí, decidí guarnecerme en su piel para no tener que sufrir mas este frió que corroe mi interior,refugiarme en la tibieza de su boca para que esta sople en mi corazón su aliento vital,uno que se vio casi extinto por la profundidad del dolor.
El día en que tome esta decisión,jure no caminar ya de la mano con la voraz muerte,sino hacer el intento de ver que tesoros ocultaba para mi la vida,una que destruí a fuerza de lagrimas y mortandad ajenas,y que al llegar estas a visitarme a mi propia puerta, comprobé la tremenda agonía que traían.
Quise virar y retomar otro camino,absurda fantasía fue para mi querer dejar de ser o de hacer lo que ya en mi destino estaba escrito.
Es de noche,y lo espero.Hoy mas que nunca,la palabra esperar toma su significado verdadero.Espero volver a tener con el lo que tuve tanto tiempo,espero encontrar residuos de ese amor tan grande del cual gozábamos,espero que mi distancia,no haya distanciado esa pasión que me pertenecía y que el me daba como tributo a nuestros compartidos sentimientos.
Como dije ya,espero.
Son las 10 y lo veo llegar.El crecimiento de nuestra empresa trajo con el el incremento de responsabilidades y trabajo,por lo cual,es muy poco el tiempo que Thomas puede estar ahora en casa,tiempo que yo he desperdiciado, alejándome y apartándome del unico hombre al que he amado.
-Buenas noches Lucille-me dice con una pequeña sonrisa.
Todas son así ahora,pequeñas.Todo en el parece haberse consumido en la aflicción y la culpa,todo menos su belleza,esa parece solo aumentar cada día.
-Buenas noches Thomas...te esperaba-fue mi cálida respuesta.
El se detuvo a observar mi mirada,mientras se quitaba la chaqueta,y pude ver que noto el cambio que en mi se estaba gestando.
-Hoy te ves...distinta.no se diferente-me dijo ladeando adorablemente la cabeza-¿Me perdí de algo?...Sea lo que sea no me quejo...en realidad lo agradezco,me dejaste solo por mucho tiempo.
-Lo se Thomas-le respondí levantándome de mi asiento para ir hasta el-Lo se y lo siento, quería ser libre de la tristeza,que esta me soltara pero,recien hoy me di cuenta que no era ella,sino yo la que se aferraba...Te extrañe mucho.
-Yo tambien-me dijo y luego me tomo entre sus brazos.
El cobijo de su pecho era tan sedante como estimulante, resolví no dar mas vueltas y saber como íbamos a seguir.
-¿Que somos Thomas...ahora,y de aquí en adelante?-le dije levantando mi rostro para mirarlo.
El sonrió al escuchar salir de mi boca aquella misma pregunta que el me formulo hace años.
-Yo tengo todo para darte...como siempre he tenido y no he compartido con nadie mas...pero...¿Que quieres tu de ese todo?-me respondió-¿Hermanos,amigos,socios...amantes?.
-Quiero todo...Ya me conoces,no me agradan las cosas a medias-dije con una pequeña risa-.
-Lo se bien...Te amo...siempre voy a amarte-me dijo acercando a mi su rostro y dejando salir con dulzura cada palabra.
-Yo también te amo...tanto como siempre te ame...amarte es algo que me es imposible dejar de hacer-respondí con una euforia creciente....lo entendí,estabamos por volver.
-Lucille...antes de que nada debes saber que...yo ya no soy el mismo,algo se transformo en mi después de...lo ultimo que vivimos,una densa neblina de reproches y remordimientos se ha asentado en mi alma hermana,y no creo que ella se vaya a ir-.
-Si...lo pude notar pero eso no cambia nada,tu me haz amado como soy, con mi locura,mi maldad,mi s terribles arrebatos,con todo eso que soy....me amaste igual...¿Como podría yo no hacerlo,si mucho de lo que sufres es a consecuencia de mi?-le respondí con apasionado ímpetu.
-No lo es,yo tome mis propias decisiones...Tu cargas tus culpas y yo las mías,no puedes llevar las de los dos-me conteso-Pero ya es suficiente de estos lúgubres temas... Así que dijiste que quieres todo de mi....¿Estas segura de eso?...Dos años y un mes...creeme amor de mi...hay mucho-.
Reconocí al instante su tono pícaro,pero esto me recordo algo...
-Uhhmm...Se que no tengo derecho a preguntar pero...¿Como sobrellevaste tu solitaria abstinencia todo este tiempo?...¿O hubo alguien que alivianara tu pena?.
-No...nadie...Creo que despues de todo lo vivido ya soy un experto en contenerme...aunque no voy a negar que apareciste en mi mente muchas veces en esos momentos de...solitario desahogo-me dijo y luego se rio de esa manera que yo tanto adoraba.
Lo atraje a mi y lo bese...¡Oh que tremendo castigo le di a mi boca alejándolo tanto tiempo de la suya!El néctar mas acaramelado no tenia comparación,ni la suavidad del mas puro algodón podían hacerle competencia a sus labios rosados.
Luego de unos minutos de volver a degustarnos,decidimos saltearnos la cena y subir al primer piso,a mi habitación o a la de el,a cualquiera de las dos que nos abriera primero la puerta.
La necesidad de unión corporal,la desesperación por amalgamar nuestros urgidos sexos,el ardor demente por ese mas que necesitado acoplamiento, nos llevo a sucumbir sobre la alfombra del cuarto,hambrientos del alimento puro de la lujuria que nos asediaba en ese momento.
El éxtasis nos atrapo siendo uno, húmedos y desnudos,recordando en esa entrega lo apremiante que era ese escandaloso deseo que nos teníamos.
Y asi,todo volvió a parecerse al pasado.Se pareció,digo bien,porque algo en nosotros había cambiado, había mutado,ya no eramos los mismos.El era pena y silencio,que escondía bajo el antifaz que la vida le requería, así como yo tras el mio, escondía dolor y oscuridad.
Desde esa noche,nuestras noches eran victimas de nuestros voluptuosos apetitos carnales, así también eran espectadoras del mas profundo y sincero amor.
Los días corrían,los meses también, después haber transcurrido un semestre completo de nuestro reencuentro,fuimos invitados a un exclusivo evento social.
Esa misma noche tendría lugar la fiesta en conmemoración a los 60 años que cumplía nuestro asociado mayor,si ese por el cual Enola pereció.
Los dos nos arreglamos de acuerdo a tan importante suceso.Yo lucia una vestido rojo brillante,largo y con una sugestiva abertura en una de la piernas,una cadena con un rubí,y aros haciendo juegos completaban mi atuendo.
Thomas,tan endiabladamente hermoso como solo el podía ser,usaba un traje azul,que hacia ver a sus ojos celestes como dos estrellas resplandecientes.
-Viéndote así,atentas contra mi nueva decisión de no matar a nadie mas...todas las presentes van a devorarte con los ojos-dije con mi usual tipo de humor negro.
-Tranquila princesa...Tu te ves hermosa...y eso no despierta en mi ningún instinto asesino...aunque otras cosas si-me susurro con tono sugestivo.
-Uhmm....¿Si?... Quizás al regresar pueda ver que tan despiertas están...Y sobre lo anterior...Tu no matarías ni a una mosca...ni una que estuviera en tu sopa...y que te estuvieras a punto de tragar...Eres una criatura de la luz arrastrada a las tinieblas Thomas Sharpe,pero no importa,yo amo que lo seas-le conteste esta vez mas seriamente.
-No se que decir a eso, así que mejor nos vamos ¿Te parece ?-me pregunto aun un poco consternado.
-Si... vamos amor-le respondí y le di un pequeño beso en los labios.
Cuando descendí del auto realmente quede pasmada por la extravagante opulencia que se vislumbraba aun desde afuera.Este hombre era asquerosamente rico y parecía no dudar en demostrarlo.
Luego de dar nuestros nombres para que fueron cotejados en la lista de invitados,entramos.
Lo que afuera me había pasmado,ahora adentro me dejaba sin palabras.
Riqueza,glamour y poder,todo en esa impresionante mansión gritaba estas palabras.
Tome del brazo a Thomas,y camine junto a el,mientras el me presentaba a distintos directivos de la empresa del agasajado y aun par de empresarios mas.
Estábamos en esto cuando un rostro entre todos se me hizo extrañamente familiar.Vi que nos miraba,creo que reconociéndonos,mientras yo aun intentaba sacar de mi memoria su nombre.
-Señorita Lucille Sharpe...Que placer volver a verla...¿Aun señorita no es así?-se presento y en ese instante lo reconocí.
-Si aun.Es un placer para mi también detective MacMichael-le respondí con un sonrisa nada sincera.-Thomas... ¿Recuerdas al detective?-
Mi hermano quien hablaba con alguien mas se disculpo y se giro a verlo.
-Oh claro...¿Como esta usted?-le dijo extendiéndole la mano.
-Muy bien...cosas del destino encontrarnos en estas circunstancias¿No lo creen?-dijo amablemente.
-Si...el destino insiste a veces en querer recordarnos el pasado-dije fijando en el mi mirada.
Nos miramos un momento con una evidente intensidad.Yo sabia bien que el nos creía culpables de nuestras trágicas perdidas y el sabia bien,lo peligrosa que yo era.
-Thomas...me alegra verte aquí.... Así que esta hermosa joven es tu hermana-nos interrumpió el mismísimo William Collins ...y luego miro a Alan MacMichael extrañado-¿ Conocías a los Sharpe, Alan?
-Si...ya he tenido el placer-dijo el sonriendole al gran hombre.
-Que coincidencia...Sabes Thomas, Alan es un querido amigo de la familia...y uno aun mas cercano de mi hija-le dijo el empresario a mi hermano-Y hablando de mi pequeña belleza...
Al decir esto el se volteo y miro hacia la joven figura femenina que se acercaba, así mismo lo hicimos Thomas,yo y Alan.
Lo he dicho y lo diré...¡Demonios... como odio a las rubias!.
-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro