Capitulo 3: A.D.A
No tengo derecho a extrañarte cuando fui yo quien no quiso quedarse
Días después.
Salir de la escuela como siempre era parte de la rutina, lo que cambiaría ahora era el hecho de que no iría a la cafetería. Camine por las calles transcurridas de aquella ciudad portuaria hasta llegar.
No era más que un edificio normal colocado en una esquina, tres pisos y una planta baja en la cual se encontraba una pequeña cafetería.
Suspire y entre al lugar. Era un sitio cálido y el embriagante olor a café llegaba a mis fosas nasales relajado los músculos tensos de mi cuerpo.
- ¿Puedo ayudarte en algo?- pregunto una joven mujer del otro lado del mostrador, sonreí y me acerqué.
- Si pues- saque unos papeles con algo de nerviosismo- estaba buscando la Agencia Armada de Detectives.
Por la forma en la que temblaban mis manos, se valieron algunas cosas por lo que con cierta vergüenza me disculpe y me dispuse a juntar las cosas.
- Enserio lo lamento- dije con pena, metía los papeles en el pequeño folio mientras me disculpaba- sólo...- mire más el suelo encontrando...
La carta con la aprobación para estar aquí. Me resultó raro, no la había encontrado y estaba segura que no la había colocado en el folio por la razón anterior. Seguí juntando las cosas aún así.
- La agencia esta en el tercer piso, ¿necesitas ayuda?- pregunto la contraria.
La campanita del café sono seguido de los pasos de alguien que se acercaba. Unos zapatos se cruzaron en mi vista seguido de como alguien ayudaba a juntar las cosas.
- Gracias- murmure levantando la vista.
Un hombre de cabellos castaños rojizos y ojos azules oscuro. Un abrigo beige junto a una camisa oscura, pantalones del mismo tono y zapatos. Me miró por unos segundos pasando la carta.
- Eres Tn Dostoyevsky- dijo este a lo que asenti poniéndome de pie. Este siguió mi acción- la joven de secundaria que hará una especie de pasantía- volví a asentir.
- Señor Sakunosuke, esta joven estaba buscando la agencia- hablo la mujer.
- Si, estoy al tanto- me miró unos segundos- Sigueme, te llevaré con el presidente- mire al sujeto que se dio vuelta para salir del café.
- Yo... -mire a la mujer- gracias- hice una reverencia y salí casi corriendo detrás del mayor. Este entró por otra puerta al edificio, me dejó pasar por lo que lo hice sin más.
- No crei que una estudiante de preparatoria quisiera entrar a la agencia- dijo este mientras subiamos las escaleras.
- Bueno, desde siempre me interesó estudiar criminalistica- dije con cierta timidez, era mala hablando con la gente.
- ¿Y por que aquí y no una estación normal de investigación?- pregunto- ¿posees alguna habilidad?
Sólo mantuve silencio. No sabía que responder a ello, tranquilamente diría que no poseía ninguna pero no estaba segura. Ni eso sabía de mi.
- Entiendo- lo mire de reojo- Soy Sakunosuke Oda- se presentó.
- Un gusto- dije con una sonrisa. Este asintió.
Llegamos a un pasillo donde paramos el andar en la única puerta, una vez dentro pude ver una sala con varios escritorios con computadoras, un sillón doble a un costado con algunas mesitas para descanso, una puerta y un pasillo que llevaba a otro sitio.
- Eres demasiado impuntual- dijo un hombre alto rubio con lentes mientras miraba el reloj en su muñeca- eso sin duda hay que mejorarlo.
- Kunikida, no la trates así que la espantaras apenas llegada- hablo una mujer de cabellos cortos negros- un gusto, soy Akiko Yosano
- ¡Bienvenida!- dijeron dos chicos de mi misma edad, uno de cabello rubio y la otra cabellos negros- mi nombre es Naomi!- dijo feliz la chica- y él es mi dulce hermano Tanizaki- presentó algo melosa.
- Hola- dije con una sonrisa a ambos.
- Bienvenida- una voz tranquila y feliz me hizo girar a ver a un chico vestido de granjero- Soy Kenji Miyazawa- dijo feliz.
Asenti y mire en otra dirección, sentado en una silla se encontraba un chico, tal vez unos cinco años mayor, comía unas golosinas mientras me analizaba.
- Ahora entiendo- murmuró para él- un gusto, soy Ranpo, el mejor detective del mundo- se alabó a si mismo.
- No te creas la gran cosa- reto el de lentes- ni siquiera puedes andar por la calle tu sólo- solté una risita cuando se habían puesto a discutir.
Mejor dicho el rubia había empezado a decir las imperfecciones del de cabellos oscuros mientras este sólo lo ignoraba comiendo dulces.
- Sigueme- hablo Oda por lo que le hice caso y fuimos por un pequeño pasillo- presidente, aquí está.
Entramos a una oficina donde un hombre mayor de cabellos plateados nos recibió. Sabía quién era por lo que no necesitaba presentación.
- ¿Tuviste algún inconveniente en llegar?- pregunto este, yo negué- bien, empezarás tranquila, Kunikida te dara algunos trabajos sencillos para luego ir subiendo de nivel.
- De acuerdo- asenti.
- También estarás a cargo de Oda si es que sucede algo o te asignamos a una misión menor, aún que sea para sólo observar. -Mire al de cabellos rojos y asenti- eso es por el momento, puede retirarte.
Al salir sola de la oficina me quedé sin habla. Todo había sido muy rápido y con demasiada naturalidad para mi gusto. Frunci el ceño y camine hacia donde los escritorios estaban.
- Bien, esta es tu área de trabajo- me enseño el rubio de lentes, Kunikida si no me equivocaba- ahora te daré unos papeles los cuales sólo debes cargar y transcribir en la computadora- asenti a lo dicho.
Me explico como debía hacer el trabajo, era sencillo, por lo que entendí a la primera y comencé a escribir. Las personas dentro de la agencia iban y venían, aún así la mirada curiosa de cierto detective amante de los dulces no me agradaba.
Fue muy rápido. Se repetía en mi mente. Rápido, tranquilo y normal. Algo no andaba bien si eso sucedía, tenía experiencia con el tema.
No se si era por que me gustaba tomar las cosas a mi tiempo o el que en primer lugar me había resultado extraño que la agencia me había aceptado a la primera sin muchos datos con respecto a lo que haría.
Sentía que había algo más, pero no sabía que era eso.
Las horas pasaron, el comenzó a ponerse por lo que llegó el horario en el cuello me iría. Tome mis cosas y me despedí saliendo de allí.
Narrador omnisciente
- Ranpo- dijo Fukuzawa cuando el contrario entró en la oficina.
- Se dio cuenta- hablo el contrario, el mayor levantó la vista- o al menos lo sospecha, quien no lo haría después de todo, no siempre entras a la primera como pasantía o prueba a una agencia de detectives.
- Mientras logremos tenerla vigilada con la seguridad de no saber quienes la buscan estará bien- dejo de tomar su té colocando la taza en la mesa.
- ¿Oda la sigue?
- No, él estaba haciendo otro trabajo- suspiro- dijo que encontró a otro chico, Akutagawa si no me equivoco, dijo que era un adolescente perdido buscando venganza contra un hombre de traje.
- ¿Otro más?- pregunto. A lo que el presidente asintió.
- Mientras tanto, hay que seguir vigilando el que no haya contactacto, entre ninguno- aviso.
Narra Tn
Cruzaba el pequeño puente al momento justo en que pude notar no muy lejos como alguien estaba a punto de tirarse. Abrí los ojos y corrí.
- ¡Oye espera!- grite apartandolo y empujando su cuerpo hacia mi para que no caer.
- ¿Qué?- dijo algo incrédulo.
- ¿Qué estaba haciendo?!- dije algo alterada por haber corrido y la escena.
- ¿No es obvio?- dijo incrédulo- intentaba cometer suicidio- me alteró la forma tan calmada en lo que había dicho aquello, me aparte unos pasos.
Por la poca luz dada de las luces pude apreciarlo, cabello castaño al igual que sus ojos, vestía de traje y poseía algunas vendas en su cuerpo. El hombre que había ido a la cafetería. El del traje.
- ¿Por qué?- pregunté, este fruncio el ceño.
- Simple, no tengo un propósito por lo que busco como dejar este mundo- explicó.
- Todos tenemos un propósito- mire al castaño, este giro su vista a mi- por ejemplo, podría decir que mi propósito hoy, fue salvarlo.
- ¿No es muy de noche para que una bella flor como tu ande por la calle sola?- pregunto cambiando de tema.
- Cierto- dije viendo el reloj, aún que no eran más de las siete pero era peligroso- debo irme, fue un gusto- hice una pequeña reverencia y salí corriendo hacia casa.
Narrador omnisciente
El hombre de vestimenta elegante con vendas, miraba como la adolescente salía corriendo hacia su casa, sonrió de lado al ver que todo habia salido como quería.
- Nos vemos, Tn-chan~
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