Miraba al chico frente mío. Según las indicaciones que me había dado Kunikida, Akutagawa ahora estaba a mi mando.

Debía de pasar una semana entera con él, dándole tareas para que cumpliera, así yo podría darle mi sello de aceptación.

-Bien- suspiré y mire al contrario- me ayudarás... Atendiendo las mesas en la cafetería- dije a lo que me miró sin entender.

Lo lleve a la cafetería de Nana y le mostré cada paso, desde llegar a cierto horario, ponerse el delantal crema e ir a cada mesa por la orden de los clientes.

Yo prepararía las cosas y él debía llevarlas. Era sencillo. Le dije que fuera una por una y que no se apurara, ya que también tenía otros compañeros.

-Y eso es todo- dije y le tendí el delantal, lo miro y asintió. Se lo coloco y empezó el día.

Las personas iban y venían, por suerte eran la mayoría pedidos para llevar los cuales Nana y yo atendíamos. 

Pero no todo podía ser color de rosas.

-Disculpe- una voz me hizo voltear de estar preparando un café. 

-¿Si?- dije mirándolo. 

-Habia pedido unos cafés para la mesa tres hace mas de media hora, y aun no llegan- reclamo. Mire los pedidos colgados y no había ninguno para la mesa tres. 

-Lo lamento, ya se los preparo, me podría decir quien le atendió- dije a lo que este me señalo al pelinegro, asentí y agradecí- Grace- llame a una de las empleadas que volteo a verme- ¿Podrías atender las mesas 2, 4 y 5?

-Pero esas ya fueron atendidas por...

-Lo se- suspire- pero no me trajo las ordenes- ella asintió- te pagare el doble- eso la hizo cambiar de actitud y fue con energía. Deje el pedido en la mesa tres y me acerque a Akutagawa- Buenos días, disculpen las molestias, pero me lo llevare unos momentos. 

-No hay problema- justo llego Grace y los atiende. 

-¿Paso algo?- pregunto Akutagawa. 

-¿Anotaste las ordenes de las mesas?- pregunte, este me mostro unos papeles, los tome en mis manos- Una vez que escribes, debes dejarlos colgados en el mostrador, asi podemos preparar el pedido, recibí ya una queja. 

-Puedo deshacerme de ellos- propuso. 

-No- suspire- solo, ayúdame hoy con llevar a las mesas los pedidos, mañana trabajaremos en lo otro. Asi la pasamos el resto del día, tal vez con alguna que otra queja y yo tratando de detener al contrario de que mate a alguien. 

Una vez que terminamos el día, cerré la cafetería y suspire pesadamente mirando al pelinegro. Este se encontraba de pie esperando alguna indicación. 

-Limpiemos asi podrás irte a casa- asintió y me ayudo, fue en silencio todo el proceso. Lo que me había resultado raro, fue que Dazai no mandara ningún mensaje, tal vez, sabia que me encontraba trabajando y con el pelinegro. 

Despedí a Akutagawa después de decirle el horario de mañana. Este se marcho cuando Oda llego para acompañarlo. Levante la mano en forma de saludo, lo cual imito. Cerré las persianas y me adentre, mire que todo estuviera en condiciones para mañana. 

Termine de anotar unas cosas para las compras de mañana, deje la lapicera en el mostrador junto a la hoja, me dirigí a la cocina a revisar los ingredientes, al volver  mire el escritorio. Ladee la cabeza a un costado, faltaba la lapicera. 

Me agache y busque en el piso, tal vez se haya caído. 

-Estoy segura que la deje en la mesa- murmure para mi. Bueno, de despistada tal vez la deje en otro lado y ya no me acuerdo. Suspire y apague todo para subir hacia el departamento. 

Narrador Omnisciente...¿?...AU Orig....

-¿Como vamos a resolver este caso Dazai?- pregunto Atsushi. 

-La mujer dijo que en la noche sucede con mas frecuencia- aviso- observa para ver si algo desaparece o aparece- el peliblanco asintió y se puso a deambular por la cafetería. Buscando algo fuera de lugar. 

Dazai miraba la taza de café en sus manos, pensando. Ya había sacado varias conclusiones, una de ellas era que no era una actividad paranormal. La segunda, era que se trataba nada mas y nada menos que de un poder. Tal vez algún ladrón que intentaba robar algo. 

-Tendría que mirar por los alrededores- murmuro para si, se levanto de la silla en la barra y se detuvo cuando en una zona, cerca de el y de su taza, un pequeño circulo se formaba, en el aire, y como de un momento a otro, una pequeña lapicera caía. 

Golpeando la madera y cerrándose antes de que pudiera ver algo mas. Tomo el objeto en sus manos, estaba frio. Lo pensó unos segundos, guardo en su gabardina arena el objeto y miro al peliblanco. 

-Atsushi, seguimos mañana- aviso a lo que el contrario algo desconcertado accedió. 

-¿Paso algo?- pregunto cuando salieron de la cafetería, sin antes cerrar todo como había indicado la mujer. 

-Debo buscar una información mañana, pero luego de eso seguiremos- el albino asintió. 

-¿Que tipo de información?- pregunto. 

-Mañana te contare- sonrio.

........ ¿?...... Port Mafia.... AU B....

Cierto castaño, recostado en su silla de la oficina, abrió los ojos mirando el oscuro techo. Estaba solo como la mayoría de tiempo. Miro hacia la cortina abierta, dejando a la vista la ciudad de Yokohama. 

Se levanto y acerco. Desde aquella altura dada por el edificio principal de la Port Mafia, podía verse todo. Sonrio de lado cuando sintió el leve cosquilleo en sus manos. Todo estaba saliendo como lo planeaba. 

-Solo es cuestión de tiempo- miro el cielo despejado- cuando lleguemos al acto final, todo terminara.