Miraba el cuerpo en el piso. Era una sensación extraña. Dazai guardó el arma y volteo a verme.

-¿Te asusta?- pregunto acercándose a mi. Se colocó detrás mío y aparto mi cabello para ver el cuerpo desde mi hombro.

-Es una sensación extraña- murmuré. Sentía sus manos rodeando mi cintura y acercándome a él.

-¿En que sentido?-  la forma divertida en la que preguntaba hacia ver qué era normal en él.

- Debería de tener miedo, pero en cambio... No siento nada, como si ya supiera muy en el fondo que... Es normal.

-¿Que es normal?- pregunto.

-Ya sabes la respuesta- me voltee a verlo. Sus ojos marrones oscuros me miraban- tu planeaste que ese hombre nos asaltara, lo vimos en el arcade, nos siguió desde allí.

-Si que eres inteligente florcita~- golpeó mi frente con diversión- si, quería que vieras que estás segura conmigo.

- Yo ya sabía que si me hubieras querido muerta ya lo estaría- le respondí frunciendo el ceño- ¿Por que?

-¿Por qué, que?- pregunto apartandose.

-¿Por qué me quieres viva?¿Por qué yo?¿Quien me está buscando?....¿Quien soy?- este me miraba sin ninguna expresión en su rostro.

-Son muchas preguntas- bufo- y no tengo respuesta para todas- algo me decía que mentía, lo sabía.

-Pero...

-Vamos, te llevaré a tu casa- no dije nada. No quería hacerlo enojar. Me acompañó hasta casa sin decir nada.

Narrador Omnisciente

El cielo estaba soleado, los pájaros cantaban y la ciudad se movía a su ritmo. Cierto castaño se encontraba acostado en la terraza con los ojos cerrados.

-Dazai- llamaron. El contrario solo hizo un sonido desde la garganta indicando que escuchaba- oh, ahí esta- el de cabellos blancos subió.

-Atsushi-Kun~- dijo mirando al adolescente- ¿Que te trae por aquí?- pregunto el de gabardina color arena.

-Kunikida me mandó varios archivos de casos para resolver- dijo entusiasmado- y me dejó elegir mientras vaya contigo.

-Bien- suspiro el castaño sentándose- ¿Cuál elegiste?- pregunto cruzando sus piernas y viendo al menor.

-Hace no muchos días, comenzaron a ver anomalías en una cafetería en el centro.

-¿Anomalías?- pregunto interesado. Trato de recordar si había visto algo paseando por el lugar.

-Si, el dueño del lugar indico que varios muebles se cambiaban de lugar, objetos desaparecían y las personas escuchaban voces- Dazai miro al menor como si estuviera loco.

-¿Entonces que esperamos?- se levantó entusiasmado- ¡A la cafetería!- indico.

Ambos caminaron por la ciudad hasta llegar al local. Había varios clientes. Dazai enseguida reconoció el lugar. Era un sitio donde en ocasiones fue en sus años de la mafia.

-Es...- Atsushi miro el sitio. Estaba decorado de forma tradicional japonesa, había lugares apartados privados y varias personas disfrutando.

-Un lugar indicado para suicidarse- asintió Dazai. La cara del peliblanco era para sacar una foto- mira el lado positivo, si las personas escuchan voces, significa solo una cosa- levantó su dedo índice y miro al contrario.

- ¿Una radio?- Dazai arqueo una ceja ante lo dicho.

-No

-Es la ciudad... Las personas afuera...

-No.

- Ya se!...- el castaño espero- no, no lo se....

- Atsushi-Kun.... Solo significa... -comenzo a mover sus brazos haciendo gestos raros- ~fantasmas~- dijo de forma espeluznante como queriendo asustar- abra compania si uno muere aquí.

- ¿Ustedes son de la agencia de detectives?- pregunto una mujer de edad avanzada. Ambos voltearon a verla.

-Si, así es- contesto Atsushi- soy Atsushi y él es mi compañero Dazai.

-Que bueno que vienen- suspiro- comenzaron a suceder o cosas extrañas.

-¿Que exactamente?- pregunto Dazai. Ya había escuchado las palabras del peliblanco, pero si era posible, verlo.

-Por aquí- les indico la mujer. Ambos la siguieron. Ella los guío hasta la zona donde al parecer era su residencia- pasa en toda la cafetería y casa, pero más en este cuarto.

Miraban alrededor, la mujer los guío dónde un cuarto sin no ningun mueble se encontraba.

-Cada vez que dejó algo, desaparece y a los dos días vuelve- dijo. Ambos entraron en la habitación.

No había nada. Ninguna señal de nada.

-¿Cuando sucede?- pregunto el peliblanco mientras Dazai recorría la habitación.

-Por lo general es más seguido en la noche, pero de día también desaparecen cosas.

-¿Siempre fueron cosas sin vida o animales también?- pregunto Dazai.

-No lo se- dijo la mujer- espero que no le haya pasado a nadie.

-¿Dazai?- pregunto el peliblanco viendo cómo este abría la ventana. Un gato entro enseguida por el frío.

Volvió a cerrar la ventana, acarició al felino unos momentos y luego hizo que todos salieran del cuarto. Cerro la puerta.

Los maullidos del gato no tardaron. Dazai miraba la puerta fijamente. Se escuchó una vez más, luego un golpe y ningún sonido más.

Abrieron la puerta y como esperaba. El felino ya no estaba.

-¿Que paso?- pregunto con miedo Atsushi.

-Esto... Se vuelve interesante- sonrió Dazai divertido.

Narra Tn.

Saludé a Nana una vez llegué. Dazai me había dejado y se había ido sin más.

Fui a mi cuarto y me detuve cuando escuché un sonido de golpe. No tarde en entrar y notar como la lámpara de la mesita estaba tirada en el suelo.

-¿pero que..?- mire la ventana abierta y luego como un gato se paseaba por el cuarto. Suspiré, se debió de haber metido- hola chiquitín- lo tome en mis brazos y lo acaricie.

Otro maullido se hizo escuchar. Mire hacia la ventana, otro gato, igual o mejor dicho idéntico entraba a la habitación.

-Wow, deben de ser hermanos- dije dejando a ambos- ahora les traigo algo para que coman.

Fui a la cocina donde tome una lata de atún, la abrí y puse la mitad en dos platitos para que no peleen. Me limpie las manos y fui a mi cuarto.

-Bien... Aquí... Tienen...- mire alrededor. Ninguno de los felinos estaban. Dejé en la mesa los platos y me asome por la ventana- deben de haberse ido- suspiré y cerré.