Luego de aquel acontecimiento Bill tuvo que limpiar todo, inclusive los cuerpos que quien sabe donde diablos los dejo. Mabel se quedo encerrada en una habitación, ni siquiera salió para comer.

- ¿Estrella Fugaz? - La llamo dándole unos suaves golpes a la puerta esperando que esta vez ella abriera - Vamos, necesitas comer algo.

Silencio, no le había contestado - Te traje unos dulces... ¿Estas segura que no los quieres?

Se escucharon unos pasos detrás de la puerta, esta se abrió un poco dejando ver los oscuros ojos de la niña - ... ¿Puedo.. Comer un dulce?

Le sonrió de la manera mas gentil que pudo mientras asentía con la cabeza, abrió completamente la puerta y ella salto a sus brazos. - Solo si comes tu comida.

- ¡Eso es trampa! - Se quejo ella haciendo un puchero, él río comenzando a caminar hacia la sala y sentarla en él sofá -

Al hacerlo se dirigió a la cocina siendo perseguido por la mirada de la niña que tenía curiosidad por lo que iba a hacer - ¿Que vamos a comer? - Preguntó la castaña.

- Comida de pobres. - Respondió él sacando un paquete de fideos instantáneos y poniendo a hervir él agua. -

- Ohhh - Miraba con atención todo lo que él rubio hacia, cuando él agua ya estaba pronta él abrió él paquete de fideos sacando él sobresito de sabor, puso los fideos en él agua esperando para luego moverlos para que no se quedaran todos pegados - Yo solo me se hacer cereal con leche.

- Bien, entonces te enseñaré a cocinar. - Contesto él rubio con una sonrisa, la pequeña se emociono -

- ¿Escuchaste Bunny? ¡Aprendere a cocinar! - Le hablo a su conejito levantándolo -

- «Me sorprende a esta edad aun hable con sus muñecos, es raro..» - Miro fijamente a aquel muñeco, iba a preguntar algo pero la niña se le adelanto -

- ¿Como aprendiste a cocinar, Bill? - Hablo ella apoyando sus brazos sobre él conejo -

- Aprendí solo. - Contesto enseguida, al ver que los fideos ya estaban listos apago él fuego y coloco los fideos en un colados dejando que toda él agua se vaya por él caño -.

- Mis padres nunca estaban en casa así que para no morirme de hambre tuve que hacerme mi propia comida. - Dejo él colador con los fideos sobre la mesada, saco dos platos blancos y dividió los fideos para cada plato -

- Mi primera comida no fue tan agradable, estaba quemada y sabia horrible. - Río al recordarlo, agarro él sobre del saborizante abriéndolo y poniendo la mitad en cada plato. - Pero comida era comida.- Agarro los los platos con los tenedores revolviendo por él saborizante y se acerco a la pequeña que lo escuchaba con atención, le entregó él plato y comenzó a comer felizmente -.

-A mi hubiera gustado comer contigo, para que no te sintieras solo. - Dijo luego de tragar la comida que había metido a la boca -.

- A mi también me hubiera gustado Estrellita. - Acaricio su cabeza con una sonrisa en él rostro, no se arrepentía de haber traído a esta niña con él - «Hubiera sido mejor que estar con la puta de mi madre y él drogadicto de mi padre».

El rubio recordaba perfectamente a las personas nombradas y él como pagaron por su terrible infancia, lo pagaron muy caro, por todos los días que lo dejaban solo y los días en los que estaban, no hacían mas que golpearlo e insultarlo, su madre traía hombres a casa sin importarle que su hijo estuviera allí. Su padre abusaba de él cuando estaba drogado, pagaron por todo eso.

Una sonrisa mas grande se le dibujo en él rostro con solo recordar las lágrimas que caían de los ojos de sus dos padres, de los gritos que daban suplicando que parará.

- ¿Sucede algo Bill? - Preguntó ella -

- No, no sucede nada Estrellita. - Contesto cerrando sus ojos.