Cap. 4 "Caso complicado."
Un niño castaño se encontraba sentado en la oficina junto a su tío Stanford Pines, él era uno de los oficiales mas respetados en esta ciudad y en otros lugares y eso era algo de admirar al menor para él pequeño.
Él tenía que encontrar a cierto asesino, ayer en la noche encontraron un cuerpo en él parque de un hombre que al parecer no tenia buena vida y se dedicaba únicamente a las apuestas y tratos con mala gente.
— Tío Ford, ¿te encuentras bien? — Preguntó Dipper al ver a su tío tan frustrado —
— Lo estaría si encontraramos de una vez por todas a ese maniático. — Soltó un suspiro de frustración para dirigir su mirada al castaño — Por favor ve a traerme un café.
El niño asintió y salio de la oficina para traer él café a su tío, apenas salio una muchacha de cabellos rojizos entró a la oficina — ¿Otra vez quiso venir?
— Esta muy interesado en esto, ¿necesitas algo Wendy?
— De hecho vine a decirle algo, en la escena pudimos distinguir sangre que no coincide con la víctima. — Habló Wendy con la mirada fija en la tablet — Tal vez él asesino ataco a alguien mas pero pudo escapar.
— O solo lo secuestro, quien sabe de lo que es capaz ese lunático, ¿ya sabes a quien le pertenece la sagre? — En respuesta la pelirroja negó con la cabeza —
— Aun la están analizando, cuando tengamos resultados te avisáremos Ford.
— Bien. — y con esa respuesta Wendy se marcho dejando pasar a Dipper quien no pudo evitar escuchar la conversación —.
— Aquí esta tu café tío, ¿Algo nuevo con el caso? — Preguntó fingiendo no saber nada del tema —
— Gracias y no era nada importante — No quería meter a su único sobrino en algo tan peligroso como esto, apenas tenía 13 y no lo involucraría con aquel Demonio —.
— Oh.. Ya veo.. — Le respondió algo deprimido, su tío nunca le tenia confianza para decirle cosas importantes como esas, sabía que era un niño pero él podía con eso, quería ser como si tío pero si no lo dejaba enterarse de las cosas ¿como haría eso? — Mamá vendrá a recogereme dentro de unos minutos, guardare mis cosas.
— Bien, nos vemos mañana Dipper. — Se despidió de él desordenando su cabello mientras bebía su café —
— Adiós tío Ford — De despidió entre risas para agarrar su mochila y salir de la oficina dejando a su tío solo —
Dirigió su mirada hacia la foto de aquel hombre de traje amarillo y una mascara blanca. — Te atraparé demonio y haré que confieses cada uno de tus crímenes para que los pagues de la peor manera — Agarró la foto con su mano de seis dedos — No dejaré que le hagas daño a más gente, menos a mi sobrino.
Y al terminar de decir aquello dejo la foto en su lugar y le dio un sorbo a su café.
Horas después la puerta de la oficina de abrió dejando ver a misma chica pelirroja.
— Ya sabemos a quien le pertenece la sangre.
Inmediatamente dejo él café sobre su escritorio y se levanto de su silla. — ¿Y a quien es? — Obviamente estaba emocionado, por fin había alguien que vio al asesino y que no estaba muerto.
— Venga. — Ambos caminaron hacia la sala de computación, luego de unos segundos la imagen de una niña castaña demasiado parecida a Dipper apareció en la enorme pantalla — Su nombre es Mabel Wilde, una niña de 13 años que fue adoptada por Angélica Wilde y Damon Lin cuando apenas tenia unos meses de nacida.
— ¿Tienes la dirección la casa? — Preguntó Ford algo impresionado por él parecido que tenían aquella niña y su sobrino —.
— Por supuesto.
— No esperemos mas.
Y con eso dicho ambos se dirigieron hasta la casa de la pequeña Mabel, al llegar bajaron del auto dirigiéndose hacia la puerta la cual estaba abierta, ambos se miraron y sacaron su armas por si se encontraban con algún ladrón o peor, con aquel Demonio.
Entraron preparados para disparar por si alguien decidía mostrarse, Ford entro a la cocina encontrándose en él cuerpo de Damon apoyado en la pared con un rastro de sangre que daba a un charco en medio de la cocina.
— Oh mierda.. — Susurro para acercarse al hombre comprobando que estaba muerto —
— ¡Ford! ¡Ven a ver esto! — Grito Wendy desde él piso de arriba, se dirigió hacia las escaleras para subirlas y dirigirse hacia la habitación donde se encontraba Wendy.
Allí vio a una mujer de cabellera oscura tirada en él suelo con un arma en manos.
— ¿Esa es angélica?
— Parece que si.. — Le respondió Wendy quien soltó un suspiro.
— ¿Acaso se suicidó?
— No lo creo.. — Se agacho para ver él cuerpo — La herida no parece la de una bala, son mas bien... golpes.
— El cuerpo de su padre esta en la cocina, tal vez ella lo mato pero.. ¿quien mierdas la mato a ella?
— ¿Crees que fue la pequeña?
— Esperemos que no. .
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