CAPÍTULO XXIV: CONTRA EL TIEMPO
CUARTEL GENERAL DEL FBI, QUÁNTICO (VN):
En el estacionamiento, una vida en riesgo con el tiempo en contra...
Ted iba a montar en su Tahoe después de un largo y arduo día de trabajo, iba hablando con su esposa por teléfono mientras iba por su Tahoe, lo que no sabía era que el sistema de su auto fue hackeado y le habían puesto una bomba, sólo la respuesta a un acertijo (el cual era adivinar el nombre del ruso, abriría las puertas del vehículo y saldría ileso). Subió en su Tahoe, los seguros se pusieron solos y el tiempo de la bomba empezó a correr, preocupando al forense quién con desespero trataba de abrir las puertas de su camioneta pero no podía, tampoco podía arrancar su vehículo, Ted gritaba como loco con desesperación rezando para no morir mientras llamaba por ayuda.
Doce horas antes en el Cuartel del FBI...
-¿Encontraron algo sobre el director?-. Preguntó Emily, Hans se había ofrecido a quedarse para brindarles apoyo, además quería cuidar a Emily, no se atrevía a dejarla sola después de lo que le pasó, el equipo aceptó eso, en especial Emily que aprovecharía para recuperar tiempo perdido con él, eso sin dejar de lado el caso y su equipo.
-Nada aún, no contesta el teléfono de su casa, ni su móvil-. Dijo James mientras seguían con Hans tratando de rastrear al director, pero era inútil ya que parecía que definitvamente había desechado todo posible artefacto que permitiera que lo ubicaran. -Es como si hubiese desaparecido-.
-Aún sigo rastreando la señal de su móvil, rebota demasiado-. Habló Sean mientras trabajaba en la computadora. -Si él o alguien no quiere que lo encontremos, por desgracia está haciendo un maravilloso trabajo-.
-El maldito es muy astuto, ¿Seguro es un director confiable?-. Preguntó Hans al grupo y tenía un punto en ello, comenzaba a sospechar que todo fuera meramente coincidencia o una serie de infortunios para ellos, además le tenía un odio interno al director de su novia por las incontables veces que ella volvía de mal humor aunque hubiese resuelto el caso.
-Me temo que no Hans, y sea quién sea que esté causando esto tal vez también podría tener al director-. Habló Allan dando el beneficio de la duda y una nueva hipótesis. -Tal vez el sujeto no sea de mi agrado, pero no podemos descartar que de alguna manera todo este lío esté relacionado con el secuestro de Emily-.
-Allan, Ted, Ellis y yo iremos a su casa a investigar-. Los tres hombres asintieron antes de tomar sus armas y caminar al ascensor. -Mark y Scott, revisen toda la información sobre esa banda rusa en compañía de los demás-. Ordenó Emily antes de despedirse de Hans con un abrazo y los tres salieron tras ella hacia la casa de Tom Morrow, llegaron, Ellis tocó la puerta.
CASA DEL DIRECTOR DEL FBI, QUÁNTICO (NV):
Come fly with me, let's fly, let's fly away...
-Morrow, agentes federales, abra la puerta-. Dijo Ellis, no obtuvo respuesta, intentó una segunda vez pero no obtuvo respuesta, volteó a mirar a Emily que le hizo unn asentimiento antes de que Ellis optara por derribar la puerta de una patada potente, entrando a la casa con sus armas en alto, buscando una señal de director y su secuestrador (en caso que así fuera), se dividieron por toda la casa del director que para mala suerte de ellos estaba pulcra y sin evidencia alguna, como si nadie hubiera vivido ahí.
-Libre-. Dijo Allan que estaba en la habitación del segundo piso antes de bajar su arma y bajar por las escaleras con rostro serio.
-Libre-. Dijo Ted mirando la biblioteca de la enorme casa e imitando la acción de su compañero mientras revisaba todo, descartando la idea de algún libro que sirviera como mecanismo de apertura para un túnel secreto o algo similar.
-Libre-. Dijo Ellis revisando la sala de la casa con extremo cuidado y también guardando su arma en su cintura.
-Libre-. Dijo Emily entrando luego de revisar el garaje, ninguno de los tres estaba contento con lo que habían visto, Emily maldijo un poco antes de guardar su arma y reunirse con Ted y Allan en el piso principal.
-No hay nada, se lo llevó todo, al parecer sí se fue de viaje en serio y uno aquí rompiéndose la espalda cazando criminales cuando podría estar pefectamente en...-. Dijo Allan llevando una mano a su rostro para pasarla con cansancio.
-O está huyendo-. Dijo Emily interrumpiéndolo. -Vamos a revisar todo este maldito lugar, debió haber dejado algún indicio, sea para bien o para mal-. De nuevo se dividieron por toda la casa para comenzara buscar evidencias o algún rastro sobre el director, Allan revisaría la habitación del segundo piso, Ted revisaría la biblioteca, Ellis la sala y Emily revisaría el garaje, mientras que sus compañeros se encargaban de encontrar información en la Agencia.
CUARTEL GENERAL DEL FBI, QUÁNTICO (VN):
-Bueno, al parecer "Los Zares" son una banda muy temida en Rusia, la policía jamás ha capturado a alguno de sus integrantes-. Habló Mark con cierto disguto en la voz mientras leía una carpeta.
-A excepción de Petrov-. Scott dijo eso y se quedó pensativo sosteniendo otra carpeta en sus manos, buscando una respuesta en su sin fín de pensamientos que se arremolinaban en su mente provocando un pequeño caos.
- ¿En qué piensas?-. Le preguntó Hans cortésmente mientras llegaba con cafés para todos, estaban exhaustos y el cansancio ya pasaba factura en todos, Mark le agradeció por el detalle.
-¿No es casual que "El mañana" haya desaparecido justo cuando Emily fue secuestrada?-. Los demás miraron a Scott intrigado e instándole a seguir explicando su descubrimiento o teoría sobre lo que sucedía. -¿Qué clase de director le da la espalda a su equipo cuando uno de sus hombres fue atacado?-.
-Sí eso es raro hermano, pero, ¿Y si lo que dijo Emily es cierto?-. Mencionó Mark recordando el pequeño detalle de una posible traición hacia ellos por parte del mismísimo director de la agencia donde trabajaban.
-Podría ser, hay algo que no me encaja hermano-. Retomó la palabra Scott mientras tambolireaba sus dedos en el vaso con la bebida humeante. - ¿Por qué Petrov usaría una identidad falsa?-.
-Son rusos, siempre buscan la manera de infiltrarse sin que los vean y no sólo los rusos hacen eso, los criminales lo hacen, también los agentes encuebiertos en múltiples misiones sea para adquirir información o para eliminar objetivos-. Respondió Hans recordando lo aprendido en el MI6 y el IBCS, cuando lidiaban con ese tipo casos era bastante complicado.
-¿Y si Morrow no es quien dice ser?-. Habló de nuevo Mark creando un pequeño ambiente de tensión en la sala.
-Podríamos decirle a Sean o James que busquen a Morrow en la base de datos estadounidense, aunque también empiezo a sospechar que estamos metidos en una guerra contra la mafia rusa y sin duda ese maldito nos traicionó dando información a ellos-. Respondió Scott dejando su vaso vacío en la basura, todos se reunieron en la sala después de un tiempo, al parecer tenían algo que podía contribuir con la investigación.
-Encontré su habitación en completo orden, pero este cofre me llamó la atención-. Dijo Allan poniendo el cofre sobre la mesa de la sala, tenía un símbolo como si fuera una especie de escudo real, todos lo miraron entre extrañados e intrigados ante su descubrimiento.
-Bonito y algo anticuado cofre para mi gusto-. Dijo Hans examinánolo de cerca pero sin tocarlo para no contaminar evidencia. -Momento, ¿Este no es el escudo ruso?-. Los demás se acercaron a revisar el escudo que señalaba con su índice.
-Cierto querido, es el logo de Rusia-. Respondió Emily notando la inscripción grabada en la madera del elegante pero desgastado cofre. -Pero... ¿Qué tiene que ver esto con el idiota que tenemos como director?-.
-Esto parece un maldito callejón sin salida-. Se quejó Hans desanimado mientras Emily pasaba una mano por su espalda animándolo, los demás simplemente esperaron a ver si había algo más útil para la investigación. -Ya quiero atraparlo y golpearlo si es preciso por todo esto-.
-Bueno, pero yo también encontré algo, planos y unos cuantos mensajes que no entiendo-. Dijo Ted colocando la evidencia sobre la mesa y desplegando algunos de los planos que había encontrado ocultos entre unos libros de un estante.
-Encontré su computadora, tal vez Sean pueda hallar algo útil en ella-. Dijo Ellis levantando la computadora dentro de la bolsa de evidencias y entregándola al joven británico de ojos verdes.
-Su camioneta no está en el garaje-. Comunicó Emily luego de ver los registros y las cámaras de vigilancia, suspiró antes de fruncir el ceño. -Muy bien señores debemos trabajar, sea lo que sea que está sucediendo no podemos evitar que tenga fin-. Habló en tono decidido con las manos en sus caderas, cada uno comenzó a trabajar en lo suyo tratando de ubicar al director, Hans ayudaba a Emily y a los chicos examinando la computadora del director, pero parecía casi imposible de descrifrar o adivinar su código de acceso.
Mark y Scott seguían revisando informes desde la desaparición de Emily y el último caso por si habían pasado algo por alto. Sean y James seguían tratando de rastrear el celular del director. e intentando triangular la señal rebotante, Allan y Ellis revisaban los planos y el cofre que encontraron, en el cofre solamente habían balas de repuesto de un arma, polvo y un anillo para dedo meñique con un oso grabado en ella, cosa que captó su atención de inmediato, siguieron trabajando en el laboratotio de la Agencia, era de noche y ya más de uno comenzaba a cabecear.
-Carajo, esto parece imposible-. Se quejó Hans dejando caer su cabeza sobre sus brazos cruzados en el escritorio, Emily lanzó un suspiro de frustración antes de apoyarse a un lado de él totalmente agotada, Hans también estaba agotado mental y físicamente de todo, solo quería dormir con su novia a su lado y tener un rato de paz.
-Pero no es imposible-. Respondió Ellis bostezando, James y Sean estaban dormidos, Allan estaba cabeceando, Ted dejaba todo de lado para estirar las piernas y quitarse los lentes un rato como si fuera a dormir, Mark y Scott iban por café para todos, gesto que enormemente agradecerían los otros agentes. Edison bajó y al verlos así de agotados, también siendo consciente de la hora (11: 59 P.M.) les dijo que se fueran y se quedó con Emily y Hans, Ted fue el primero en bajar después de despedirse de todos, subió a su vehículo y este lo atrapó.
-¿Qué demonios?-. Dijo mientras intentaba safar el cinturón de seguridad para luego intentar quitar los seguros de su auto pero estos no respondían. -Maldita sea... ¡Ábranse!-. Seguía peleando contra los seguros de su auto tratando de abrirlos desesperadamente pero todo le resultaba inútil, comenzaba a perder la paciencia mientras que el ruso estaba por ahí haciendo de las suyas, el tiempo seguía corriendo hasta que notó el cronómetro en el GPS. -Por un demonio-. Exclamó exhalando antes de coger su celular, no tenía escapatoria alguna...
Tic tac, tic tac, tic tac...
Ted decidió llamar a Allan para avisarle sobre lo que estaba pasando, este se extrañó al ver la llamada de su colega, desesperado y rogando que contestara rápido mientras el cronómetro corría con números rojos. El teléfono de Allan sonó en su bolsillo con la melodía de Iron Maiden y su canción "The Trooper", contestó algo extrañado.
-Zwick-.
-Allan necesito que me hagas un favor urgente, dile a los demás que no bajen y que llamen a un escuadrón antibombas, estoy atrapado con mi coche a punto de estallar, date prisa por favor-.
-Entendido-. Colgó y salió corriendo como alma que lleva el diablo, tropezó con un poco de gente mientas gritaba: ¡Bomba en el parqueadero!, Ellis lo escuchó y decidió bajar con Allan.
-Hey amigo, ¿Qué sucede?-. Preguntaba Ellis al verlo tan acelerado. -¿Y Ted?-.
-Ese es el problema, Ted está abajo en parqueadero con la bomba-.
-Demonios, buscaré al escuadrón, Emily ve avisando a las personas para que salgan, sé que Ted dijo que nadie bajara, pero es más sensato despejar el área por si las cosas salen mal-. Dijo Hans antes de salir corriendo y buscar el escuadrón antibombas.
-De acuerdo, hay que sacarlos de aquí-. Confirmó Emily antes de comenzar a advertir a todos para evacuar el edificio con la ayuda de James y Sean en el primer piso, mientras que con la ayuda de Mark y Scott, evacuaban segundo y tercer piso vigilando que nadie bajase al parqueadero y todos salieran, de un momento a otro a Ted le llegó una llamada de un número desconocido con prefijo ruso.
-McKlay-. Dijo con voz seria y respondiendo la llamada mientras apretaba el volante para liberar ira.
-He estado esperando mucho este momento, para salir solo debes resolver este acertijo, ¿Quién soy?-.
-No jugaré tu juego-.
-Respuesta incorrecta-. Colgó y ahora su reloj sólo tenía 20 segundos para estallar, los del escuadrón antibombas se retiraron.
-¿Qué están haciendo?-. Preguntó Allan viendo cómo los hombres se retiraban, como si quisieran rendirse y dejar todo a la suerte del destino.
-No hay solución alguna para esto-. Le dijo el Comandante del escuadrón, Hans lo fulminó con la mirada antes de acercarse a hablar con la gente, no dejaría que se fueran tan fácil y pedía un equipo para ponérselo, ninguno opuso resistencia ante su mirada matadora.
-¡¿Cómo qué no?!, hay alguien ahí dentro, hagan algo-.
-Lo lamentamos señor, el tiempo no es nuestro mejor aliado en esta ocasión-. El Escuadrón se alejó más de la zona, menos Hans que comenzó a acercarse con determinación al vehículo, aquello preocupó a Emily.
-¿Qué estás haciendo?-. Le preguntó sujetando su mano con firmeza y precupación.
-Una locura, pero Allan tiene razón, no podemos dejar a Ted así sea un suicidio-.
-No te dejaré hacerlo solo-. Dijo Emily mientras iba a su lado y él no opuso resistencia, Ted comenzó a golpear la ventana desesperadamente gritando por ayuda, aquella imagen llenó a Allan de coraje e ira contra los del escuadrón, pero en especial ira contra el bastardo ruso que tenían por director, aquel que los había estado engañando tanto tiempo.
-Al diablo-. Dijo Allan e iba a correr hacía el vehículo, pero Ellis lo detiene poniendo una mano en su pecho, ya suficiente era con que Hans y Emily se acercaran al auto. -Ellis, suéltame-.
-¡No!-. Lo haló para quedar cara a cara, la mirada de Ellis penetraba la de Allan, se notaba la tensión entre los dos. -Lo que harás será un suicidio, no puedo perder a otro agente, encontraremos una solución para esto, confía en mi-. Le hablaba Ellis sujetando su brazo con algo de fuerza hasta que Allan cedió estaba algo paranóico, Emily con determinación le ordenó a Ted que devuelva la llamada a aquel número mientras Hans trataba de ubicar la bomba y ver si había salvación para ello, lo hizo, esperaron tres tonos.
-Contesta maldita sea-. Decía Emily apretando su puño, el desespero y temor de perder a Ted los estaba consumiendo, estaban iracundos, preocupados y asustados, no sabían si librarían a Ted de esto, odiaban la idea de pensar en decirle a Brenda: "Lo sentimos, un ruso maniático capturó a tu esposo y no pudimos salvarlo" o "Ted era un buen hombre y esposo, lástima que no pudimos hacer nada para evitar ese fin", el desconocido por fin atendió el teléfono.
-Vaya, parece que cambiaste de opinión, ahora si responde, ¿Quién soy?, y más te vale no equivocarte porque no tendrás una segunda oportunidad, piensa bien tu respuesta, piensa bien lo que vas a decir-. Ted apretaba sus manos, dejando blancos su nudillos mientras pensaba su respuesta.
-Ah cariño, deben apresurarse, no queda mucho tiempo y debemos irnos-. Decía Hans después de salir de debajo del auto para alejarla del lugar de la explosión, Emily no opuso resistencia a ello.
-Tienes razón-. Ted iba a responder algo erróneo pero Emily le dijo la respuesta antes de que cometiera ese grave error. -Ted, dile que su nombre es "Ruso-Americano"-.
-Está bien, eres el "Ruso-Americano"-. Dijo Ted, todo se quedó en silencio, Ted miró a Allan por la ventana, ambos se miraron con tristeza pensando que sería la última vez que se verían, Emily estaba preocupada, así que cuando quedaban tres segundos para explotar, cuando llegó a cero Emily no pudo evitar gritar el nombre de Ted.
-¡Ted, no!-. Exclamó mientras su tío y Hans la cubrían en caso de que el vehículo explotara, pero para alivio de todos los seguros se subieron y Ted salió rápidamente para abrazar a Allan y a Emily, se fueron para su casa, la esposa de Ted al verlo no lo quería soltar.
Emily tomó la decisión de que volarían a Nueva York, nadie lo sabía pero su enemigo hacía su siguiente movimiento sigilosamente, sin levantar sospechas mientra que en el escritorio de Allan dejaba un mensaje que decía "You are the next one", ¿De qué se tratará?, ¿Amenaza?, sea lo que sea Allan por amor de Dios, cuídate.
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