Al día siguiente pase por las mismas calles con mi camisa bien arreglada y mi cabello bien peinado, iba de salida del colegio y estaba cansado aunque esa no es una excusa para no estar presentable.

Girando la calle de Ichiraku me tope, lamentablemente,  con el chico teñido de ayer. Estaba dándome la espalda , supongo que comía ramen.

A paso rápido pero sin sospechar pase directo enfrente de él pero justo en ese instante el hace girar la silla dándome la cara con un fideo sin terminar.

Chiste de rabia quitándome el fideo de la cara para reclamarle.

-Buenos tardes dattebayo -saludo con sorna mientras me miraba con sus ojos azulados.

-Ningún buenos días, tu bastardo como se te ocurre ensuciarme ¡cerdo!

-Oh- perdona no era mi intención -respondió nervioso -pero mira te compenso con un ramen -se paro y se acerco a mi con un plato de ramen rápidamente.

-¡Cuidado! -respondí tratando de agarrar el tazón pero fue tarde, estaba regado por todo el piso y mi camisa...

-Es que ¿No tienes cuidado? -dije estallando de enojo.

-Perdón, respondió mientras retiraba de mi camisa una verdura del platillo 

Pero sabes, el lado bueno es que ahora tu camisa esta mas bonita y menos pasado de onda.

Sin pensarlo mucho lo agarre de su camisa y lo arrastre hasta mi departamento que realmente no quedaba tan lejos, tampoco es que se inmutara mucho el solo se dejaba llevar.

Cerrando la puerta, me quite la camisa rápidamente.

-Es-espera, así de rápido lo aremos -pregunto volteando a otro lado con un sonrojo

-Idiota no aremos nada, de lo que piensas. -le dije refunfuñando 

-¿Entonces para que me trajiste a tu morada?

-Para esto, y sin esperar a que termine su frase le lance mi polo ensuciado y un cepillo para que lavar ropa

A la izquierda esta el cuarto de lavado ve y lavalo con tus propias manos ¡Y mas vale que este limpio, entendiste!

-Okey, okey -respondio quejandose y caminando lentamente.