Lluvia, viento, tierra mojada y el ruido de las botas al pasar por los charcos, eran los elementos perfectos para salir del estrés de la escuela estaba agotado debido a la semana de exámenes, estaba siendo difícil y más sin mamá en casa. Suena algo infantil el hecho de esperar a mamá, pero cuando es una de las pocas compañías que tienes en tu día a día, lo comprenderían. Ella se encontraban trabajando para darme todo para ser alguien en la vida, por ello me suelo esforzar más que los demás y siempre trato de dar todo de mí.

Respiro hondo, esperando que el autobús llegue, me pongo mis audífonos y espero en la parada, al ver que no llega me decidió a caminar. Solo camino algunas cuadras más para llegar a casa, no veo ningún coche afuera, entro sin saludar sabiendo que no hay nadie y me dirigió a mi habitación para quitarme el incómodo uniforme que tengo que seguir usando al menos algunos meses más. Ya cómodo, con mi ropa de siempre, bajo a la cocina para buscar algo de comer, encontrando solo una nota en la puerta del refrigerador.

Pedrito:

Salí por una emergencia de la empresa y Celes sigue en el trabajo. Te deje dinero en el cajón de la alacena bebé.
Te quiere Mamá 💕

—Me pudo enviar un mensaje por WhatsApp —Bufe mientras iba por el dinero.

Tome mis llaves de la casa y guarde algo de dinero en el bolsillo del suéter. Así fue como emprendí mi pequeño viaje en busca de comida. Estaba decido en ir a comprar tacos con Don Pancho, pero un olor exquisito me llamo la atención, así que me desvie de mi ruta.

—Ese olor... ¿Serán?

Si son, pensé, al ver el puesto, Elotes. Se me hacía agua la boca el hecho de pensar en la palabra, aparte de tener hambre. Tenía tiempo sin comer uno, así que no lo pensé mucho. Me acerque al puesto sin poner mucha atención al joven que me atendía, ya que lo único que podía observar eran aquellos elotes.

—Disculpe, ¿Me da un elote por favor?

—Claro joven con que lo...

Me extrañó el silencio del vendedor ¿Tendré algo en la cara? Pues quien sabe, pero este silencio es incómodo, será mejor que pida mi elote rápido, además el viento comienza a soplar más intensamente.

—Me da un elote con todo, por favor.

El joven que me despachaba me observo por un momento, pero poco después esquivo mi mirada y se puso a preparar mi elote así que no le tome mucha importancia. Empezaba a helar, por lo cual sería bueno volver a casa, ya luego cenaría con mamá y Celes.

—Joven su elote...

Parece que si está bajando la temperatura el elotero hasta esta rojo y eso que esta cercas de la olla de los elotes, supongo que es porque no está usando una chamarra.

—Ah gracias.

Pague y tome mi elote. Me tenía que irme antes de empezar a llover otra vez.

—Huele riquisimo —inhale enserio me hacía falta uno de estos desde hace tiempo.

Entonces justo antes de darle la primera mordida me percate de algo extraño en mi elote.

—Jajaja ¿En serio?

Mi elote tenia escrito con salsa picante Lindo❤