Aurora tuvo que salir de la ciudad por una emergencia del único familiar que tenia en Grecia, y él era la única persona realmente de confianza con quien podía dejar a su pequeño hijo para no llevarlo a un viaje muy largo y en el que se aburriría. No lo pensó ni un segundo, acepto cuidar de Camus para que ella no se preocupara de más, sin embargo tarde se dio cuenta de que debía ir a la Universidad y su abuelo trabajaba hasta casi las cinco de la tarde, ¿Con quien se quedaría el niño en esa enorme casa? Decidio no ponerse a pensar en eso, era sábado y si Aurora volvía antes del lunes no habría problemas.

Llego a su casa con el pequeño niño tomado de una mano, el que miraba lo distinta que era esa casa a lo que recordaba, pudo haber pasado ciento se veces por esa calle e ignorarla por completo.

- Llegamos.

Se llevo la sorpresa de que por dentro estaba casi igual, cambiaba el color de las paredes y los muebles que eran nuevo pero muy parecidos a los de antes. No podía creer que estaba ahí otra vez, en esa casa en la que nunca le prohibieron nada, solo no correr por las escaleras. Ya quería ver al abuelo de Kardia,

- Bien Cam, como sabes puedes hacer lo que quieras menos...

- ¡Correr en las escaleras!- levanto sus bracitos con emoción. Le saco una enorme sonrisa a su amigo.

- ¡Exacto! Ahora mocosito, vamos a cocinar mi abuelo no tarda en llegar.

Ambos fuero a la cocina a preparar el almuerzo. Camus ayudaba en lo que podía, pasandole algun ingrediente o utensilios. Kardia habia mejorado mucho en eso de cocinar, si cuando era un niño ya hacia postres que serian la envidia de cualquier chef ¿Como los haria ahora?, Se le hizo agua la boca de solo imaginar ese postre que tanto le gustaba hecho una vez más por ese chico de cabellos azules.

- Kardia.

- ¿Que pasa?- dejo de lado el puré de papas que estaba haciendo para poner toda su atención en el niño a su lado.

- Me haces mi postre favorito, ¡Por favoooor!-tomo sus manos entres las pequeñas suyas, dando pequeños saltitos para no caerse de la silla en la que estaba parado.

- ¿El Charlotte de Frutilla*?

- ¡Ese mismo! Por fa.

¿Era normal que ese pequeño le provocara tantos sentimientos juntos de una sola vez? Sentia que podía morirse de la ternura y de la tristeza que le daba.

- Bueno, terminamos aqui y vamos a comprar, no tengo nada de lo que lleva ese postre.

Al menor le brillaron los ojitos de la alegria, su mamá tambien le había ese postre pero a ella no le salia igual que Kardia, o a quien fue su papá. Su papá ¿Krest querría volver a verlo?, ¿Protegerlo como antes?, ¿Y su mamá? Esa rubia preciosa que recordaba con cariño, ¿Como estarían? Amaba a su nueva familia pero tambien quería volver a ver a la antigua. Los dejo tan pronto no tuvo tiempo para estar con ellos, ¿Tendría algún "hermano"? Eso se lo preguntaría a Kardia cuando pudiera.

Camino al supermercado se decidió a preguntarle al mayor si tenia algún hermanito o como estaban sus papás. Kardia lo miro sin poder creerlo, Camus quería ver a quienes fueron sus padres. Ya tenia el permiso de Aurora solo tenia que hablar con Krest y Flourite para poder llevarlo, que se reencontraran una vez más, y pudiera conocer a Mystoria un bebé de apenas dos años, el que habría sido su hermanito de vivir más. Aun seguía con la inseguridad de que lo creyeran un loco, pero quería cumplirle ese deseo a su copito de cristal.

- De hecho, si tienes un hermanito, se llama Mystoria, es todo lo contrario a lo que fuiste tú, es un inquieto de primera.- dudo unos segundos- ¿Te gustaría conocerlo?

Camus solo le sonrió, él sabia que con eso le había dicho que si.

~•~

Milo llego a su casa antes de lo normal, llevandose la sorpresa de que Kardia no estaba y que en un sillón de la sala se encontraba una mochila con dibujos y ropas infantiles. Momento, él no tenia niños que cuidar, suficiente tiene con Kardia que es como uno.

¿A quien le pertenecerían esas cosas?

La respuesta a su pregunta entro corriendo segundos después a aferrarse a sus piernas, gritando con felicidad.

- ¡Abuelo Milo!

Podía jurar que le daría un paro ahí mismo, vio fotos de Camus pero no creyó que al tenerlo en persona el parecido aumentara tanto. Ahora si que termino de creerle por completo a su nieto, ese niño es una copia casi exacta de Dégel. Con el paso de las horas se dio cuenta de que era él y no había forma alguna de dudar.

- Escucha pequeño Dé...Camus. Si tu mamá no llega antes del día Lunes te quedas conmigo hasta que Kardia vuelva de clases.

- ¿No tienes que trabajar?

Kardia estaba en la cocina terminando de preparar el Charlotte mientras él jugaba con Camus en la sala. Su trabajo era lo de menos podia faltar uno o dos días diciendo que estaba enfermo, no era la primera vez que lo hacia.

Una vez terminado el postre y poder probarlo de las manos de su mejor amigo una vez más, logro que se alegrara aún más de volver a esa vida y estar con ellos. Deseaba no volver a separarse y de ser posible pasar le resto de esa nueva vida a su lado, como quiso hacerlo antes, aunque fuera con otro nombre y familia pero valía la pena.

El timbre de la puerta sonó. Milo estaba ocupado arreglado la habitación en la que dormiría y Kardia lavaba la loza por lo que ninguno de los dos podía abrir, le tocaba hacerlo a él, solo esperaba que no se enojaran por hacerlo.

- ¿¡Quien es!?- ni loco abría la puerta sin saber quien era, eso su mamá se lo habia enseñado muy bien.

A la persona al otro lado le pareció extraño escuchar una voz infantil en esa casa, tenia entendido que no había niños ahí. Tras decir quien era esa trozo madera se abrio dejando ver a un pequeño y a Milo bajando las escaleras.

- ¡Papá!

- ¿Dégel...?

❄❄❄

(*)Frutilla: así se le dice a la fresa en Chile.

Aqui les dejo una imagen del Charlotte de frutilla/fresa.

¡Kardia te necesito de chef ya me dio hambre!

Krest encontro sin querer a su bebé 😭

ScorpioNoMilo.💕