21.
Hoy era el día, no había marcha atrás el plan ya estaba armado, hoy se acababa esa espera de que alguno de los hiciera algo. Podía ir a buscarlo apenas terminara las clases en la universidad e ir algún sitio donde dejar salir lo que llevaba tanto tiempo guardado.
Se levanto dispuesto a todo, con una idea en la cabeza, no lo llevarían a ninguna parte era mucho mejor armar algo más intimo y bonito en su propio restauran, podía pedirle ayuda a los recién casado, Shion y Dohko eran expertos en las cosas románticas no por nada muchas parejas acudían ahí para declararse su amor o pedir matrimonio. Bajo las escaleras, pero algo le pareció extraño ¿Con quien demonios estaba hablando su abuelo? Era muy temprano para que llegara una visita inesperada.
Escondido cono un niño pequeño detrás de la pared espió a su "invitado" llevándose la sorpresa de ver a Aioria de nuevo en su casa, esto ya era gato encerrado, literalmente. Salio de su escondite, ni los saludo fue directo al punto.
- Me explican ¿Que esta pasando aquí?- los quedo mirando algo divertido en especial por que ninguno de los dos sabia que decirle- saben que ya sé lo que esta pasando, ¿Eres mi nuevo abuelo, león anciano?
- Si.
Fue la corta respuesta de Milo, el que no se espero que su terremoto con patas lo abrazara con un brazo por el cuello, casi gritando que al fin había salido del closet. Termino empujandolo para que no lo asfixiara.
- Escucha niño, así como yo "salí del closet" tu tienes que sinserarte de una vez con ese otro niño, y que sea pronto.
- ¡Hoy mismo capitán!-grito desde la salida de su casa- los dejo, ¡No vayan a hacer cosas raras mientras no estoy!
Cuando Kardia se fue Aioria quedo mirando al otro griego con cara de "¿Es en serio?"
- Acostumbrate gatito, así es todos los días.
~•~
Salio dos horas antes de lo normal de la universidad, su profesor enfermo y no pudo venir, un alivio para todos el tener la tarde libre, algunos la aprovecharía para terminar trabajos pendientes o simplemente salir por ahí. Él no tenia mucho que hacer, su mamá llegaba a las cinco del trabajo y no le agradaba mucho estar solo. Se decido por ir a ayudar a Kardia, sabía que los dias viernes y fines de semana tenia mucha más clientela, aparte que podía usarlo como excusa para verlo un rato. Ni siquiera lo llamo, quería que fuera sorpresa su llegada.
Cuando llego al local le llamo la atencion que hubiera menos gente de lo normal, su plan se había arruinado de cierta forma. Fue a buscar al mayor a la cocina lugar donde era seguro que lo podía encontrar. Cuando iba entrando a ese lugar alcanzo a escuchar la conversación de Kardia y Dohko, esta vez se quedaría a escuchar hasta el final, no queria que pasara algo como la ultima vez.
- ¿Seguro?
- ¡Que sí!- se escucho como si golpeara uno de los mesones.
- ¡No te me vayas a arrepentir bicho del demonio! O mi borrego y yo te colgamos de las patas desde el techo, y no sólo nosotros, su mamá y hasta tu abuelo lo harían.
- Corrección, mis abuelos.
- ¿¡Desde cuando tienes dos!?
- Desde hoy. Y no me cambies el tema- podía jurar que lo estaba apuntando con un dedo- sale en dos horas más de clases, ¿Seguro que puedes tener todo listo para esa hora?
- Hasta me sobra tiempo bichejo, no te preocupes.
- Cuento con ustedes.
¿Estaba haciendo algo para él? No recordaba que fuera alguna fecha especial como para celebrarlo. Suponía que lo iría a buscar a la universidad, podía devolverse y fingir que no sabia nada para no arruinarle los planes, de no ser que sintió una mano en su hombro.
- ¿Espiando otra vez?
- ¡Shion!- dio un salto cuando lo escucho, no esperaba que lo descubrieran.
No le dio tiempo de nada, solo lo tomo de los hombros empujandolo al interior de la cocina, llamando la atención de los demás que lo llevara casi a la rastra.
- Kardia, se te adelantaron los planes, lo haces aquí y ahora, o no te los dejaremos salir.- miro su reloj- acabo de meter una pizza al horno les doy 10 minutos de privacidad.
Tomo la mano de su pequeño tigre para dejarlos solos el tiempo que les había dado, de todos modos se quedarían pegados a la puerta para escucharlo todo.
Ambos se miraban sin sabe que decirse, Camus algo rojo por confirmar sus sospechas y Kardia nerviso, había practicado que le diría una vez que lo tuviera al frente pero cada una de esas palabras se borraron de su cerebro. Las manos le temblaban un poco.
- ¿Que querías decirme?
La voz del menor lo trajo de vuelta al mundo. Parecía que toda su valentía y decisión de la mañana se le había ido de repente. Respiro hondo para darse valor.
- Cam, como te habrás dado cuenta estaba preparando algo para que tengo que decirte fuera especial, pero llegaste de sorpresa y bueno, no se pudo. Pero bueno soy chef, no hay lugar más especial para mi que la cocina y ahora lo sera aún más.- tomo su mano derecha entre las suyas, riendo un poco al verlo sonrojarse más y acomodarse las lentes que utilizaba como para que no se diera cuenta de eso- tal vez te cueste creerlo, por todo lo que hemos pasado. Sé que como nos conocimos no fue de la forma normal, que me acerque a ti cuando eran un niño de cuatro, al que jure que iba a cuidar, no solo por ser Dégel en esos años. La enfermedad de tu abuela y un incendio nos separo, y cuando volviste me jure que no te miraría con otros ojos porque eres mucho menor que yo...
- Según mi mamá, trece años no es mucho.
- Mi abuelo me decía lo mismo, sospecho que se pusieron de acuerdo a nuestras espaldas.
Hubieron unos segundos de silencio, era como si no tuvieran que decirse nada más, ambos ya sabían lo que el otro sentía, algo faltaba lo mínimo pero intenso que hiciera completamente especial esa fecha y lugar. Camus sintió como si alguien le diera un pequeño empujón. No lo dudo más se acerco a Kardia sin que se lo esperara y unio sus labios con los contrarios, fue casi un roce algo demasiado suave que dejo al mayor en blanco por unos segundo, cuando reacciono no dudo en tomarlo de la cintura y juntar sus labios como debía, degustarlos por primera pero no ultima vez.
El beso fue lento, se dio cuenta de la inexperiencia del menor, era mejor así podía enseñarle él mismo a hacerlo, eso y muchas cosas más pero todo a su tiempo. Shion abrió la puerta despacio, encontrandolos en pleno beso, le hizo un gesto a Dohko para que mirara este no tardo en sacarles una foto para enviarse a Milo para que conociera a la nueva pareja.
Desde un rincon de la cocina alguien los miraba, feliz de que al fin se cumpliera su pequeña misión, ya podía irse, estaba seguro que su bichito seria feliz con ese niño se había cumplido lo que más deseaba. Dio la vuelta encontrándose con otra persona.
- Es momento de que usted también vuelva.
❄❄❄
Me pase de cursi otra vez pero no importa 😭💕
Bellezas les doy dos opciones, una que la próxima actualización sea el epilogo o quieren un cap más, pero ojo 👀 eso significaría que los haría sufrir un poquito más con el epilogo, queda en sus manos.
ScorpioNoMilo 💕
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