Sus ganas de dormir se habían esfumado en un instante, lo único que ocupaba su mente ahora era seguir las indicaciones dadas por Dégel y encontrar a Camus pronto. Antes  de salir corriendo tomo su celular, podía ser un impulsivo pero estaba seguro que salir con ese aparato le seria útil, podía tratar de contactarlo mientras lo buscaba.

Bajo las escaleras de prisa, sin notar a la persona que iba cruzado la sala en ese instante, solo se dio cuenta de su presencia cuando iba a chocar con él.

- ¡Ten cuidado!

Esa no era la voz de su abuelo, freno de golpe para saber quien demonios estaba en su casa. Se encontro con un castaño que veia muy poco pero era muy amigo de Milo.

- ¿Hace cuanto esta en la casa?- Aioria iba a contestarle pero no lo dejo- mejor me cuentan después, ¡Viejo no me esperes!

- ¡Kardia!

Ignoró por completo a su abuelo, recordando que cada segundo que se tardaba algo malo podía estarle pasando a Camus. No se perdonaría que algo malo le pasara pudiendo evitarlo, si esa posibilidad estaba entre  sus manos haría hasta lo imposible para cumplirlo. Corrió con dirección al norte como le había dicho Dégel, pidiéndole a los Dioses que nada muy malo estuviera pasando.

~•~

Camus caminaba algo nervioso con dirección de la casa de Kardia, repasando en su mente las cosas que le diría, aunque no estaba seguro de si decir o no lo que su corazón estaba sintiendo, pero por lo menos ya no estaria alejados del otro por más tiempo. Lo que le había dicho su madre en ese momento lo lleno de valentía, la que le decía que seria capaz de decirle todo al mayor, la misma que ahora se le estaba yendo de a poco.

Iba tan en su mundo que solo pudo sentir como era empujado al suelo con brusquedad, sintió su celular hacerse pedazos en su bolsillo cuando cayó. Levanto la vista solo para encontrarse con un sujeto desconocido el que lo miraba con evidentes ganas de robarle o algo peor.

- Mira, si eras un niño bonito.

Lo miro serio, si ese tipo creía que se iba a dejar intimidar estaba equivocado. Posiblemente lo vio como un presa fácil por  la apariencia delicada que sabia que tenia pero ese tipo no se esperaba la verdadera fuerza que poseía.

- Ya no te enojes, belleza. Sino quieres que te vaya peor sera mejor que me des tus cosas.

- Mala suerte para ti, tipo que se cree inteligente pero es un imbécil. Rompiste mi celular cuando caí al suelo, y no llevo nada más de valor conmigo.

En estos momentos  agradecía no tener el collar que le regalo Kardia, le hubiera dolido que un ladrón cualquiera se llevara ese objeto tan preciado para él.

Creía que el tipo frente suyo lo dejaría en paz al saber que no obtendría nada de él, se equivoco. Se dio cuenta de que algo más planeaba su cabeza cuando lo vio sonreírle de una manera rara. Retrocedió aun en el suelo cuando se lo acerco para tomar un mechón de sus cabellos entre sus manos.

- Eres bastante bonito puedes servirme para algo más.

No dudo ni un segundo en apartarlo de un golpe, pero no contaba que ese hombre esperara ese ataque y sujetara su muñeca con fuerza.

- Me gustan más cuando se resisten.- trato de quitar su mano solo consiguió que la apretara más fuerte.- que mal bonito, eso no servirá.

No le dio tiempo a reaccionar antes de que se diera cuenta lo tenia inmobilizado en el suelo, oculto tras unos basureros, y para su mala suerte parecía que la gente se había puesto de acuerdo para no pasar por ese lugar. Le dio un asco enorme cuando lo vio relamerse. Pensó que lo violaría o algo así no espero que sacara un cuchillo.

- ¿Sabes? Podría hacerte mío cuantas veces quisiera, pero me sale más rentable la venta de órganos.

Ahora podía jurar que estaba más pálido que nunca en su vida, quiso forcejear pero el otro estaba sentado sobre sus piernas y con una mano sostenía sus muñecas.

- Tranquilo niño, solo sentirás dolor un segundo.

El cuchillo caía en dirección de su cuello, esa cosa lo atravesaría y hasta ahí llegaría su vida, cerro los ojos con fuerza. Escucho como alguien intentaba ahogar un grito de dolor. Abrió sus ojos cuando el peso sobre si desapareció.

- Kardia...

No sabia como lo había encontrado pero se lo agradecía con el alma entera.

- Creo que llegue más que justo.

Su mano derecha sangraba dejando el claro que detuvo el arma con esa mano. El sujeto se levantó del suelo dispuesto a atacar, tirando golpes y cortes a lo loco no importandole a cual de los dos lastimaba solo crear un espacio para escapar, podría con uno no con los dos. Kardia  trataba de defenderse recibiendo varios cortes en el intento y lastimando más su mano, el otro se dio cuenta de eso y casi logra atravesarla.

Rió con ganas al ver al de cabellos azules herido, no contaba recibir un fuerte golpe en la cabeza con una botella de vidrio la que lo dejaría tirado en el suelo.

- ¡Ay dioses, creo que lo mate!

- Buen golpe, Cam.

Camus solo atino a soltar la botella e ir a revisar que Kardia no tuviera heridas más graves, por suerte era solo heridas superficiales, la única que de verdad necesitaba atención medica seria su mano.

- ¿Estas bien, enano?

Solo pudo abrazarlo con fuerza, estaba seguro que podría escuchar su alocado corazón en ese momento.

- ¿Como supiste que estaba aquí?

- Digamos que, un angelito me aviso.

- Gracias.- lo aferro más a su cuerpo, no queria soltarlo pero sino era atentido pronto esa herida se podía poner peor- Hay que ir al hospital.

🔥🔥🔥

Ahh el amor xd

Okno nada que ver, pero ese tipo se pasa de salvaje ¡Casi deja al bicho sin su manito!

ScorpioNoMilo 💕