16.
Ninguno de los dos sabia que decirse, el silencio era pesado pero no incomodo. Camus seguía arrancando con sus manos pequeños trozos del pasto sin levantar la mirada o siquiera mirar de reojo al otro a su lado. Las lágrimas silenciosas seguían bajando una a una por sus enrojecidas mejillas y por cada una de ellas Kardia se sentía una basura, nunca lo había visto tan mal, el sentimiento de culpa le comía la conciencia al saberse responsable de eso. Culpaba a Mystoria y tan bien a si mismo por no saber mantener la boca cerrada, o al menos pesar las cosas antes de decirlas a lo loco. Necesitaba saber cuando de esa conversación logro escuchar, que le permitiera explicar lo que de verdad paso y lo que en verdad piensa de él.
Lo vio esconder su cabeza entre sus piernas. Volvió a sentirse la peor basura suponía que no quería que lo viera llorar. Quiso calmarlo de alguna forma pero sabia que si lo tocaba lo rechazaría y trataría de salir corriendo de nuevo. Tampoco podían estar todo el día en ese lugar, se armo de valor y rogándole a su padre, abuela y a Dégel que le ayudaran trato de hablarle, sino le respondía no importaba, con tal de que lo escuchara.
- Camie.- despacio dejo su mano derecha entre sus cabellos esperando que no lo rechazara, al ver que no se movió, siguió hablando- no sé que tanto de lo que hable con Mystoria escuchaste, supongo que solo la parte en la que grito como un loco, ¿Cierto?
No recibió respuesta. Suspiro frustrado, ambos debían poner algo de su parte para que las cosas se arreglaran, sino ya veía que su abuelo era capaz de dejarlos ahí todo el día y la noche, tal vez Camus con algo para abrigarse y a él sin nada, solo para molestarlo un poco.
- Lo que dije no es cierto Cam. Para nada es lo que en verdad pienso. Dégel, fue una parte muy importante en mi vida, una que me arrebataron bruscamente, él tendría un año menos que yo de seguir con vida. Fue mi amigo, el hermano que nunca tuve, mi apoyo más grande cuando mi papá dejo este mundo, creo que también fue algo más para mi pero era muy pequeño para darme cuenta. Ahora sé que tengo tres Ángeles en el cielo que me cuidan, o eso pensé, porque uno volvió a bajar para dejar en mi camino a uno más.
Lo miro a él, no se dio ni cuenta hace cuando que había levantado su rostro y ahora lo observaba con una mezcla de sentimientos.
- ¿Como es eso...?
Limpio con su pulgar una lagrimita que se le escapo al menor.
- Supongo que mi abuelo ya te contó como comenzaron las cosas. Y bueno, encontrarte a ti fue lo mejor que me pudo haber pasado en la vida.- de arrodillo para quedar frente
a frente- cuando eras pequeño...
- Ya lo sé, hasta mi mamá me lo dijo, pero yo no me acuerdo de eso. Son recuerdos borrosos, sentimientos que aveces no me pertenecen se mezclan con los míos y no sé...
"Por favor, has lo que a mi me falto por hacer"
Ese pedido llego a su mente de repente, esa misión la tenia muy presente aunque seguía sin saber de que se trataba, que le había faltado hacer y ahora de lo pedía a él.
- Oye, eso es nuevo. Pero no me dejaste terminar... tú, eres ese ángel que otro vino a dejarme. Nunca pensé siquiera que fueras un reemplazo, o algo por el estilo.
El silencio los volvió a rodear, Camus ahora lo miraba sin saber que decirle, su sonrojo por esas palabras pasaba desapercibido por el rastro de lágrimas. Sentía su corazón latir con fuerza otra vez por ese hombre 13 años mayor que él. Pero no se lo dejaría tan fácil, unas simples palabras bonitas no iban a lograr que lo perdonara por completo. Se puso serio, dándole una clara señal al otro de que dijera lo que dijera no obtendría su perdon tan pronto.
- Kardia, no creas que solo con eso bastara. Me dolió no tienes idea cuanto lo que dijiste, estoy consiente que fui Dégel un tiempo, que soy prácticamente igual y que él mismo me dio una misión a cumplir, la cual aun no sé exactamente que es.
Calló unos segundos, en los cuales solo se dedicaron a observarse mutuamente tratando de adivinar que pensaba el otro.
- ¿Podrías déjame pensar las cosas unos días? Necesito tiempo...
Sintió una mano correr se flequillo con cariño, uno que no era el que se profesa a un familiar o un amigo, sino uno mucho más profundo y sincero.
- Todo el tiempo que quieras, si eso te hace bien.- dejo un beso en su frente, ni supo porque lo hizo fue un impulso que no pudo frenar.- creo que Aurora tal vez quiera golpearme por hacerte llorar.
- Seguro que sí.
Ambos rieron un poco para salir por fin del interior de ese árbol. El que había sido un mudo testigo de muchas cosas, muchos de sus juegos, de sus travesuras y ahora de sus tristezas, Kardia estaba seguro de que ese árbol de poder hablar tendría una infinidad de historias que contar.
Se despidieron frente del mismo, Camus antes de irse quito el collar que colgaba de su cuello para dejarlo e las manos del griego, el que lo quedo mirando sin entender porque se lo devolvía si era solo suyo.
- ¿Porque...?
- Volveré por él...
Dio la vuelta sin volver a mirarlo. Apreto ese objeto entre sus manos. Sentía muy dentro suyo que las cosas no habían quedado por completo aclaradas, debió pedirle a su abuelo que fuera en busca de Mystoria pero ya era muy tarde para eso. El mayor lo esperaba no muy lejos. Volvió a mirar en la dirección que se había ido el francés, se le apretó el corazón en el pecho sin saber la razón. Cuando llego donde Milo lo esperaba no tardo en ser interrogado por su abuelo.
- ¿Arreglaron las cosas?
Quiso reir por eso, porque no lo había logrado por completo.
- Siento que de alguna forma lo volvi a perder.
Milo suspiro, una pelea no era tan fácil de solucionar como la mayoría pensaba. Conocía a su nieto no se iba a rendir tan fácil.
❄❄❄
Esto fue reconciliación a medias. Mystoria no se va a quedar como si nada hubiera pasado ¡No señor!
Recuerdo que al inicio de esta historia dije que iba a tener como 10 capítulos ¡Ya vamos en el 16!
ScorpioNoMilo 💕
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