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15.

"¡Bien!... ¡Si, me acerque a él por su parecido, es malditamente igual, lo que Dégel seria de estar vivo!"

Esa simple frase le dolió en el alma entera, sintió su corazón hacerse mil pedazos difíciles de volver a juntar. Salio corriendo del lugar sin importarle escuchar el resto de la conversación, solo quería estar lo más lejos posible que pudiera de Kardia. Ignoro hasta el grito de Shion que lo llamaba preocupado al verlo salir así.

Estaba consciente de su parecido con ese tal Dégel, había visto una foto de ese niño en la casa de Kardia, era idéntico a él a sus 12 años y ahora sería como una proyección de la vida de ese pequeño francés, tenian hasta la misma nacionalidad, le sorprendía que no tuvieran el mismo apellido o nombre. No tenía claro de a donde se dirigia sus piernas se movian solas llevándolo a algun lado. Le costaba respirar tal vez por la lágrimas que bajaban por sus mejillas o por el cansancio de tanto correr, pero no se detendría, no hasta estar lo suficientemente lejos ni pensaría en volver por las cosas que dejo en el casillero. Termino chocando una persona no le distinguió el rostro por culpa del llanto.

- ¿Estas bien, que tienes?

Ni si quiera reconoció la voz de quien le hablaba solo se soltó de sus manos y siguió corriendo, dejando a la otra persona preocupada por su seguridad. Milo lo vio irse y no lo pensó dos veces antes de seguirlo.

- Aioria, nos vemos otro día.

Ni siquiera le dio explicaciones de nada al castaño, salio corriendo tras el menor trato de seguirlo lo más de cerca que su cojera se lo permitía, en más de una oportunidad casi lo pierde de vista. Sentía muy dentro suyo que era culpa de Kardia el que Camus estuviera así, de ser así le daría un buen tirón de orejas, ese niño se merecía de todo menos que el idiota de su nieto lo hiciera sufrir. En un momento se le perdio en medio del parque, freno de golpe al darse cuenta de eso.

-Demonios, donde se metió.

~•~

No tenia claro de en donde estaba metido solo que había llegado a un parque directo a un árbol hueco en el que no dudo en meterse y dejar salir su llanto contenido. Nunca antes le habian dolido tanto las palabras de una persona, de hecho la mayoría de las veces los comentarios de la gente los dejaba pasar, pero lo que había dicho Kardia se le clavo en el corazón y ahora le dolía mucho. Apretó entre sus dedos el collar que el mayor le había dado, se sentía usado, un simple reemplazo ¡Un recuerdo vivo!

Sintió pasos cerca, trato de callar sus sollozos lo más que pudo, sin éxito esa persona logro encontrarlo de todos modos. Quiso salir corriendo de nuevo al ver cabellos azules pensando que Kardia lo había encontrado, se sorprendió al ver a Milo en su lugar.

- ¡Camus, aquí estas!

Sin saber porque quiso llorar más fuerte al verlo ahí. Solo sintió los brazos del mayor rodearlo con cariño. Las lágrimas le ganaron de nuevo.

- Dime Cam. ¿Que paso?Tiene que ver con el imprudente de Kardia ¿cierto?

Al no obtener respuesta supuso que tenia razón, ahora la pregunta era que había hecho su nieto para dejar a ese niño tan mal, sospechaba que el nombre Dégel estaba en medio de todo esto, y de ser así el asunto era muy delicado, luego de unos minutos el menor habló.

- Abuelo Milo...- desde que había vuelto lo llamaba así aparte que al mayor no le molestaría, lo que si le molestaba ahora era escuchar la tristeza en su voz- ¿es cierto que Kardia se acerco a mi solo por mi parecido con Dégel?

Lo vio arrancar con sus manos algo de pasto. Suspiro, ese era un tema que debía hablar con Kardia no con él, pero por lo delicada de la situación era mejor explicarle como comenzaron las cosas por lo menos desde su perspectiva.

- Mira, no estoy muy seguro de como pasaron las cosas, solo sé que de un día para otro como hace 15 años creo, Kardia llego extraño a casa y siguió así por una semana. No me decía nada, ya comenzaba a creer que dejo embarazada a alguna compañera y no me quería decir.- Camus rió un poquito, sonrió al conseguir lo que quería- pero la verdad fue una que no me esperaba. Había encontrado a un pequeño niño igual a Dégel, pequeños detalles cambiaban, el color cabello por ejemplo. Al principio no le creí hasta que me mostró una foto, y hay estabas la viva imagen de ese niño. Kardia me decia que sabias cosas que solo Dégel sabría nadie más, mi terremoto estaba volviendo a ser el que era antes gracias a ti. Ambos sabíamos que tendrías recuerdos de Dégel hasta tus cinco años, y mi nieto estaba más que listo para cuando eso pasara, ya lo había aceptado su amigo había vuelto por un corto tiempo y despues de eso solo quedarías tu, pero lejos de pensar en alejarse quiso seguir contigo ayudarte en lo que necesitaras. Pero ya sabes se fueron a Francia y no se pudo. Sigo creyendo que eso piensa que quiere seguir contigo a pesar de todo. Al principio tal vez si se acerco a ti por tu parecido con Dégel pero ahora es completamente distinto...

- Pero... él dijo que solo lo hizo por eso, por mi parecido con él...

- ¿Te lo dijo a la cara?- negó sin atreverse a decirle que ni siquiera escucho la conversación por completo y solo escapo.- Entonces, ¿Escuchaste una conversación tras la puerta? Por el sonrojo que tienes es un si. Te doy un dato si Kardia esta gritando como loco solo una neurona le funciona,y se cerebro se desconecta de su boca, no se da cuenta de lo que dice hasta que es muy tarde. Lo mas probable es que ahora mismo te este buscando.

Equivocado no estaba a lo lejos podía escucharse la voz de Kardia gritando el nombre de Camus por todas partes, se notaba lo desesperando que estaba al no encontrarlo, pensado que cualquier cosa podia pasarle e incluso que lo secuestraron los ovnis.

- Seria bueno que lo hablaran.- escucho la voz de su nieto casi en donde estaban ellos. Haria una pequeña travesura. Cuando vio aparecer a Kardia lo tomo de un pie botandolo al suelo ante la mirada sorprendida de Camus y asustada del otro griego.

- ¡Que te pasa viejo del demo...!- se quedo callado por razones ver a Camus ahí con su abuelo y la mirada de cállate del mayor.

- Interrumpí mi salida con un amigo para arreglar tus problemas y ahora los dos van a hablar, a aclarar la situación. No salen de este árbol hasta que lo hagan, y Kardia en serio debes aprender a controlar lo que dices.

Kardia se sintió como un niño pequeño de nuevo, cuando su abuelo le ayudaba a disculparse de sus pequeñas pelea con sus amigos. Pero ahora no era una pequeña pelea de niños, había lastimado el corazón de una persona muy querida para él y estaba dispuesto a todo para enmendar su error costará lo que costará. No podía perder a ese niño, significaba para el mucho más de lo que creía.

❄❄❄

¡Ahh! se me parte me corazón pobre Camushis 😢

ScorpioNoMilo 💕

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