12.
"Recordaba voces, algunas gritando, otras preguntándole si se encontraba bien, otra lamentando el estar mirando hacia otro lado y no a la calle, alguien llamando una ambulancia.
Voces, luces y muchas cosas más menos su cuerpo. Apenas lograba darse cuenta de donde estaba. De alguna forma pudieron llamar a su nieto, lo lamento como nunca en su vida, a sus 27 años esta sería la tercera vez que vería un ser querido con riesgo de muerte de una forma trágica. No supo nada más de si mismo o de lo que pasaba a su alrededor hasta varias horas después.
Al abrir sus ojos se encontró en una habitación demasiado blanca para su gusto. No tenia ni la menor idea de cuanto tiempo había pasado, el cuerpo le dolía a horrores, hubiera preferido seguir durmiendo un rato más. Iba a cerrar los ojos de nuevo pero una voz preocupada llamo su atención.
- ¿Abuelo?
- Kar...
- ¡Creí que te me ibas!- trato de abrazarlo sin lastinarlo, fueron las horas más angustiantes de su vida- ¡Viejo desgraciado, no puedes irte, no puedes dejarme solo!
Lo vio llorar, hace años que no lo veía hacerlo, la ultima vez fue el dia que falleció Dégel. Reunió todas las fuerzas que tenia para acariciar esos cabellos azules desordenados.
- ¿Sabes porque no tuve hijos ni con Calvera o con Sasha?- ante su silencio decidio seguir- hubieran sido madres estupendas pero... ¡Tu me prometiste que no ibas a dejarme hasta conocer a todos tus bisnietos!... y yo, yo ... no quiero que me dejes todavia. No quiero.
Habrá pasado una media hora o más tratando de calmar a su niño. Lo sabia bien, él se lo había prometido y ahora debía cumplirselo; lucharia por su vida para no dejarlo solo, no tenia mas familia cercana que él mismo, sus amigos le ayudaria pero no seria igual. Estaba seguro que Kardia lo veía más como un padre que su abuelo, practicamente lo habia criado y aunque el menor aún mantenía muy presente a Zaphiri, su única figura paterna hasta ahora siempre fue él"
Desde uno de los sillones lo veía conversar con Camus y Aurora, algo dentro suyo se alegro más de lo que demostró. Supo que con la vuelta de ese pequeño francés su nieto no estaría solo, muy dentro de su ser sabia que tarde o temprano ellos dos seria algo más que solo amigos.
Esperaba que fuera pronto porque no queria irse sin previo avisos y dejar a Kardia solo, sus primos mayores vivían lejos y en realidad eran hijos de sus hermanos, primor directos de Zaphiri por lo que compartió muy poco con ellos.
Esperaba que las cosas ocurrieran pronto. No sabia cuanto más duraría su vida.
~•~
A una semana de su llegada a Grecia la mayor parte del día se la pasaba buscando una buena universidad para terminar sus estudios, luego con su madre o solo iba al restaurante de Kardia para pasar el rato o comer su postre favorito. El griego ya le había ofrecido trabajar ahí el tiempo que quedaba de vacaciones para que no se quedará en su casa haciendo nada. Debía pensarlo porque no quería terminar botando la comida encina de alguien.
Hoy estaba dispuesto a decirle que si, pero cuando llego al local se encontró a Kardia hablando con dos personas uno castaño y bajito, el otro de cabellos casi celestes como el suyo, tendria unos 18 a lo mucho. No le gusto para nada con la familiaridad que le hablaba.
Iba a darse la vuelta y volver más tarde, de no ser que notaron su presencia.
- ¡Cam! Te estaba esperando... - Kardia lo quedo mirando unos segundos, incomodandole un poco- ¿Desde cuando usas lentes?
- Desde hace dos días, tengo miopía. Aún no me acostumbro a ellos.
Krest sintió que algún ser divino quería jugar con él y su corazón, lo mismo le pasaba a Kardia, si antes ya era casi identico a Dégel ahora con los lentes parecía que el destino quería burlarse de ellos.
- ¿Que pasa?
- No nada, te quedan bien.- le sonrió para disimular su confusión- Y que me dices, ¿trabajaras conmigo?
- A eso venia, tendrás que enseñarme para no caerme.
- No te preocupes enano, sere tu maestro.- lo abrazo por los hombros logrando que las mejillas del menor se sonrojan un poco, lo disimuló lo mejor que pudo.- No creo que te acuerdes de ellos, te los presento Krest y Mystoria.
Cuando se giro a verlo, noto que el mayor de los dos lo miraba con unas evidentes ganas de llorar, las que se aguntaba lo mejor que podia. Ese niño tal vez ni se acordaba de él, por más que quisiera no podia abrazarlo como queria. Trato de hacerse el fuerte un poco más.
- ¿Pasa algo?
Negó sonriendole de una manera que ni Mystoria lo había visto hacerlo antes, ¿Quien era él para que su papá se pusiera así de repente?
- No te preocupes, solo te pareces a alguien que se fue hace mucho.
Por alguna extraña razón le dolio ver la tristeza de ese hombre. Sospechaba que algo raro pasaba porque hasta Kardia estaba callado. La situación se hubiera puesto incomoda de no ser que Mystoria rompió el silencio.
- Tu no te acuerdas de mi, yo no me acuerdo de ti, así que ¡Hola!- extendió una mano la que el otro no dudo en tomar.
Mientras ellos hablaban tanto Kardia como Krest creían que tarde o temprano debían decirle que pasaba, por que más de una persona lo miraría extraño y con sorpresa por su parecido con Dégel. Personas que al igual que ellos verían a ese niño de cabellos verdes viviendo atravez de él, creyendo que había vuelto para estar con la familia que dejo atrás.
Pero por lo menos uno de ellos estaba dispuesto a verlo como la persona que era ahora, otra vida, una nueva oportunidad que no iba a terminar tan rápido como la anterior.
Solo que debía separa a uno del otro. Separar a Dégel de Camus.
❄❄❄
Les dejo un fantasmita por si acaso 👻
ScorpioNoMilo 💕
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro