Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

06

Sicheng había intentado sentarse junto a  Jaehyun una vez que lo vio entrar al salón, y preguntarle con emoción qué había pasado con Doyoung, pero Jaehyun lo había ignorado, al igual que a todos, ni siquiera había prestado atención a la clase, y había evitado también participar en las actividades de Doyoung, incluso mirarlo.

"Es simplemente un niño, cómo podría, ni siquiera debería estar pensando más en eso..." Doyoung había estado mirándolo disimuladamente todo el tiempo, si antes se le complicaba integrarlo, ahora probablemente le resultaría aún más complicado hacerlo. Fue extraño incluso hasta en el receso, puesto que fue el primero en salir del aula, cuando siempre era el único en no hacerlo.

—Jaehyunie — Sicheng lo había alcanzado hasta la banca en la que habían estado sentados temprano antes de entrar a clases, Jaehyun lo miró, y la sonrisa del niño pronto fue descendiendo — ¿qué pasó? — Sicheng no necesitó una respuesta para sentarse a su lado y tomarlo de la mano, porque podía ver en la expresión triste de su amigo la respuesta.

—Te dije que era algo extraño, yo sabía que no iba a funcionar... — Jaehyun apartó su mano de la de Sicheng, cruzando sus brazos frente a su pecho. Tenía una amarga sensación en su interior, sentía que había perdido la oportunidad de tener a alguien nuevo en su vida de la misma forma importante en la que sólo Sicheng está.

— ¿Hyung dijo que no?... — Sicheng bajó su rostro y frunció sus labios, sintiéndose también triste porque después de todo había sido su idea y Jaehyun podría estar molesto con él por ello —perdón... yo creí que funcionaría.

—Pues no lo hizo — Jaehyun recargó sus manos en la orilla de la banca, observando el suelo y meciendo sus piernas —ahora seguramente no querrá hablarme, y pensara que soy un niño muy tonto... — Jaehyun cubrió su rostro con sus manos, soltó también un suspiro. Estaba muy avergonzado, porque sentía que solamente había quedado como un tonto frente a su hyung, que incluso había arruinado la pequeña amistad que había conseguido surgir.

—No, Jaehyunie, Doyoung hyung no pensaría eso de ti jamás — Sicheng intentó consolar a Jaehyun con sus palabras, porque estaba seguro de que su hyung no pensaría algo así de Jaehyun.

—De igual forma quedé como un tonto... — Jaehyun insistió, mirando hacia otro lado, era cierto que estaba un poco molesto, y no precisamente con Sicheng sino con él mismo, pero también estaba triste, porque había sido rechazado por Doyoung, quién había sido la única persona que se había detenido a intentar tratarlo sin prejuicios. No podía dejare de pensar que sí era un tonto.

—No, Jaehyunie... — Sicheng se sentía mal ante la molestia y la tristeza de su amigo, sentía que era su deber hacerlo sentir mejor y sobre todo consolarlo; tratándose de Jaehyun sentía que cualquier cosa por su bienestar era su deber, tenía un sentido de protección arraigado para Jaehyun, más allá de su amistad, procurando su seguridad en todo. Sicheng era tan noble, y aún más si se trataba de Jaehyun —tu no eres un tonto, eres muy inteligente y ya sé que estás triste porque te gusta Doyoung hyung, pero no quiero que estés así...

Sicheng buscó la mirada de Jaehyun, le sonreía suavemente, intentando con afán robarle también una sonrisa u obtener algún gesto amable que le dijera que estaba haciendo las cosas bien. No entendía porque su hyung no había aceptado ser novio de Jaehyun, él hubiese aceptado, porque creía que Jaehyun era muy diferente a los demás, muy especial, y ya con eso se sentía orgulloso de ser su único amigo, así que no podía evitar sentirse mal.

—Niños... — Doyoung había estado observando al par de niños desde lejos, porque en su mente no había dejado de pensar en lo sucedido, tampoco le gustaba el hecho de ver a Jaehyun de esa forma por su causa, después de todo era un niño, y aunque no cambiaría de opinión en su decisión, podía por lo menos arreglar un poco la situación.

—Hyung, hola — Sicheng fue el único en contestar en cuanto lo miró posicionarse frente a ambos, se levantó de la banca y dirigió una mirada preocupada hacía Jaehyun, él aún miraba hacía el suelo. Regresó la mirada hacia Doyoung y sonrió tímidamente — ¡adiós hyung! — salió corriendo rápidamente lejos de ellos, pensaba que debía darles un memento solos, no quería involucrarse para mal.

—Hola Jaehyun — Doyoung se permitió tomar el asiento que Sicheng tenía a lado de Jaehyun. El menor se cohibió un poco al percatarse de que Doyoung estaba sentado a su lado, se sintió avergonzado, incluso aún más ahora que lo tenía cerca. Encogió sus hombros y miró hacia el lado contrario, tardó un poco en decidir contestar.

—Hola — contestó con voz seria. No muy concentrado en lo que Doyoung hacía a su lado, intentaba prestar atención a cualquier otra cosa para no sentirse tan intimidado.

—Hey... — Doyoung habló, buscaba remediar ese ambiente tan tenso y esa desconfianza que ahora sentía entre Jaehyun y él, seguía repitiendose lo mismo, era sólo un niño —tienes las cintas desabrochadas...

Jaehyun bajó la mirada y levantó sus piernas para mirar sus pies, tal y como Doyoung dijo, las cuerdas de sus tenis estaban desabrochadas y además sus calcetas estaban manchadas con tierra y mal colocadas. Hizo una mueca, porque no le gustaba estar sucio. Doyoung se levantó de su lugar y se inclinó de rodillas frente a Jaehyun para empezar a amarrar la cintas de uno de sus tenis. Jaehyun sintió su corazón latir más rápido, en un principio iba a moverse para hacerlo él mismo, pero al final cedió, porque después de todo le gustaba tener esa atención por parte de su hyung.

—Gracias — Jaehyun agradeció una vez que Doyoung terminó de amarrar su calzado. Doyoung sonrió un poco y a continuación acomodó los calcetines del menor.

— ¿Está enojado conmigo? — preguntó Doyoung, sacudiendo la tierra que se había alojado en los blancos calcetines.

—N-no... — murmuró. No estaba enojado, no podía estar enojado con Doyoung porque sería algo muy egoísta e inmaduro de su parte, después de todo era un niño al que le gustaba analizar las cosas, y no podía culpar a Doyoung de nada.

—Entonces ¿ya no vas a hablarme? — Doyoung terminó de acomodarlo y lo miró, aún arrodillado frente a él, para tenerlo de frente y a su altura. Jaehyun agachó la mirada con inseguridad, no sabía exactamente qué decir ahora.

—No lo sé... — contestó con sus hombros encogidos, aún sin atreverse a mirarlo a los ojos, mejor decidió observar sus cintas amarradas y sus calcetines acomodados. —yo sólo... — Jaehyun se arrepintió de hablar, porque por primera vez no tenía idea clara de qué decir.

—Escucha, Jaehyun... — Doyoung se levantó del suelo y regresó a su lugar juntó a Jaehyun —no quiero que dejemos de ser amigos por esto...

—Pero eso, eso no tiene sentido... — murmuró, pensando en que era algo extraño que Doyoung quisiera ser su amigo y en cambio él quisiera ser su novio, qué clase de relación era esa.

—Eres muy inteligente, Jae, sé que puedes comprenderlo — habló Doyoung —está mal que un niño tenga un novio tan mayor...

—Pero... — Jaehyun podía comprender que era extraño, sí que podía hacerlo, podía darse cuenta de que quizá era malo para sus padres y para las demás personas, incluso sabía que podía ser peligroso, pero llegaba a la misma conclusión, ¿qué importaba para los demás si los involucrados eran solo ellos dos y no los demás? ¿porqué habrían los demás de meterse en eso? era algo que le molestaba y aún más porque él deseaba ser su novio y no saber qué pensaban los demás —podríamos saberlo sólo nosotros, hyung...

Doyoung hizo una mueca, un poco decepcionado de que Jaehyun no estuviese entendiéndolo. No había forma de que él aceptara algo como ser novio de un niño de nueve años cuando él ya era un joven hombre de diecisiete años, simplemente no la había.

—Sigo estando incorrecto, Jaehyun. Además podría meterme en problemas, es imposible... — Doyoung estaba intentando medir sus palabras, adecuarlas para no hacer sentir mal a Jaehyun, pero ciertamente estaba muy nervioso.

—Imposible... — Jaehyun entonces decidió que no tendría un novio jamás, porque él sólo quería uno y era Doyoung, y si era imposible... —es muy injusto, sólo porque soy un niño... — Jaehyun se cruzó de brazos y giró su rostro para que Doyoung no viera que sus ojos estaban un poco brillosos —pronto cumpliré diez...

—Yo pronto cumpliré dieciocho, y entraré a la universidad — Jaehyun volteó a ver Doyoung atentamente al escuchar sus palabras, un poco asombrado.

— ¿Entrarás a la universidad? — Jaehyun preguntó sorprendido, la sola palabra le parecía increíble, pero también terrorífica, porque sabía que implicaba que Doyoung se fuera y no volviera.

—Sí, a decir verdad... — Doyoung se quedó callado un momento, analizando sus palabras, era algo que planeaba decir después del receso frente a todos los niños, pero ahora sentía correcto que Jaehyun fuera el primero en saberlo —ésta es mi última visita...

Jaehyun esta vez reinterpretó el asombro en su expresión, el asombro y la duda. ¿Estaba diciéndole entonces que ya no volvería jamás?

— ¿Ya no vas a volver? — el menor esta vez no pudo ocultar la forma en la que sus ojos se nublaron, de nuevo se sintió tonto, así que agachó un poco tímido su rostro, esperando que Doyoung no notara la tristeza que lo estaba atacando.

—Yo, creo que, no tan regularmente... quizá dentro de una temporada — explicó, omitiendo la explicación completa acerca de que aún debía buscar opciones, estudiar y presentar exámenes y papeles. Jaehyun entonces asintio, suspiro y decidió tallar sus ojos.

—Lo siento hyung — Jaehyun sintió la necesidad de disculparse, porque jamás se había sentido tan equivocado, cubrió su rostro con sus manos y esta vez sus emociones no rindieron y lo hicieron soltar unas pequeñas lágrimas —perdón por molestarte... — se sentía avergonzado de haber sido tan inocente al creer que alguien como Doyoung aceptaría a un niño pequeño como él, ahora le quedaba claro que era una tontería, en todo caso, Doyoung podría tener un novio o una novia de su edad, no a un simple niño.

—Jaehyun, no me has molestado... — Doyoung quería hacer algo antes de irse, no deseaba dejar en un niño que de nada tenía la culpa, un amargo recuerdo que lo persiguiera como sombra en su niñez, si había algo que aminorara todo eso, estaba seguro de que lo haría —no quiero que estés triste al irme, quiero que sigamos siendo amigos, y cuando vuelva...

—Hyung, cuando vuelvas... — Jaehyun interrumpió a Doyoung, pensó rápidamente —cuando vuelvas entonces yo habré crecido...

Doyoung se quedó callado, repitiéndose las palabras de Jaehyun, lo estaba mirando limpiar sus lágrimas y aparecer una emoción espontánea.

—Sí, serás más grande... — concordó el mayor, encogiéndose suavemente de hombros. Jaehyun sonrió por primera vez en todo ese tiempo.

—Entonces ya podríamos ser novios... — dijo Jaehyun, elevando una sonrisa que hizo sentir a Doyoung conmocionado, lo estaba porque le impresionaba que el niño no se diera por vencido y porque le resultaba hasta cierto punto tierna esa insistencia, ese deseo tan infantil puesto en él. Doyoung no encontró valor para reafirmar su postura, y mucho menos cuando Jaehyun se levantó de la banca y se puso frente a él sin dejar de sonreírle —hyung... si ahora no podemos ser novios porque soy muy pequeño, cuando vuelvas, cuando crezca ¿podemos serlo?

Doyoung entonces no pudo hacer nada más que sonreír suavemente, porque las  circunstancias estaban ablandándolo y sorprendiéndolo al mismo tiempo. Ver que Jaehyun podía tener esa ilusión con algo tan simple y poco probable lo hizo creer que solo así no lo lastimaría, lo hizo creer que entonces no habría problema con aceptarlo.

—Bueno... yo, creo que sí... — habló con voz muy baja, habló encogiéndose de hombros, habló sonrojado. Jaehyun sonrió.

—Yo cumplo años el catorce de febrero, no olvides que cada catorce de febrero yo habré crecido un poco más, hyung, por favor espera por mi, y seré lo suficientemente grande, ya veras que voy a crecer... — Jaehyun habló con aquella ilusión que de la nada había resucitado. Doyoung bajó su mirada y rió un poco, porque estaba seguro de que jamás olvidaría todo aquello, no podría hacerlo, no cuando los ojos de Jaehyun brillaban tanto por él.

— ¡Mi cumpleaños es el veintiocho de octubre, hyung, tampoco lo olvides! — Sicheng se había acercado corriendo hasta ambos cuando escuchó las palabras de Jaehyun, llegó riendo a colgarse del brazo de Jaehyun. Ambos sonrieron frente a Doyoung.

—No lo olvidaré, Sicheng — Doyoung les devolvió la sonrisa a ambos.

—Hyung, ya verás que creceré tan alto como tu, incluso más que Jaehyun, seré muy alto — Sicheng habló feliz. Jaehyun rió, se acercó entonces hasta Doyoung y lo tomó de la mano.

—Vas a esperarme, ¿verdad, hyung? — su voz infantil, estaba mezclada con la simpatía que solo un niño puede tener y con la esperanza de alguien que confía en que sus sueños se harán realidad.

—Lo haré, Jaehyun — entonces Doyoung le contestó con la seguridad de alguien que creía que sólo eran cosas de niños, y que Jaehyun no tendría más interés en él al crecer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro